FECHA: 22 DE SEPTIEMBRE DE 2023
LUGAR: WURLITZER BALLROOM (MADRID)
PROMOTOR: NOISE ON TOUR

Si a uno le dicen que va a ver a una banda formada por miembros de nombres tan ilustres dentro del underground como Cave In, Converge o High On Fire, cuanto menos esperaría que actuaran en una sala de aforo medio. Pero la realidad (o la suerte, según se mire) es que pudimos disfrutar de un súper grupo como Mutoid Man en la distancia corta de uno de los templos predilectos de la capital como es el Wurli.

Puede que la céntrica sala de la capital no sea la más grande, ni que cuente con una acústica impoluta, ni resulte cómoda para ver un concierto en las mejores condiciones, especialmente cuando se cuelga un el cartel de sold out. Pero en pocos recintos de Madrid puedes sentir una cercanía semejante en la que banda y público se funden en una orgía de cuerpos sudados y decibelios. Y la noche del pasado viernes fue para guardar en su particular libro de historia.

Llegados desde Barcelona, Malämmar se apuntaron a la fiesta con la misión de hacernos entrar en calor a base de denso sludge-doom que iba a poner a prueba la resistencia de nuestros tímpanos. Sonido gordísimo como un mammut y riffs que caían cual hachazos sobre nuestros maltrechos cráneos. Se nota que al trío le pirran bandas como Red Fang o Melvins, aunque no cuenten con un vocalista. Igualmente, pusieron al respetable a ejercitar el cuello de manera constante durante los algo más de 40 minutos que dispusieron.

Foto Malämmar: Gonzalo Puebla

“Quedaros a ver al próximo grupo. Han venido de muy lejos y son gente maja”, avisaba divertido Xavi Forné, la persona que se esconde detrás de los diseños de Error! Design. Le faltó añadir que además los americanos tocan como bestias. Lo pudimos comprobar desde el momento en que decidieron chequear sonido mientras la sala se iba comprimiendo y el aire escaseaba o en las primeras filas. ¿Probamos una? ¡Zasca! ‘Call Of The Void’ en todo el hocico y ocurrió lo inevitable. Aquello saltó por los aires.

Y es que por mucho que Mutoid Man hagan gala de su pericia y técnica, no son unos onanistas instrumentales que solo tocan para sí mismos. Saben componer canciones con gancho para que el público estalle a la mínima. Como un torbellino eléctrico, se dispusieron a hacer un repaso a fondo de todo su catálogo en distintos bloques. Así pues, ‘Bridgeburner’ y ‘Reptilian Soul’ de su debut Bleeder prosiguieron el vendaval de riffs retorcidos, redobles imposibles e histrionismo vocal por parte de un Stephen Brodsky que atacaba la guitarra endemoniadamente feliz. Según confesó, la noche anterior en Portugalete el respetable estuvo un tanto adormecido. Nada que ver con la audiencia tan enchufada que se encontraron aquí.

Foto Mutoid Man: Gonzalo Puebla

Llegaba el turno de rescatar los temas de War Moans haciendo que el asunto no parara de subir enteros. Petardazos del calibre de ‘Melt Your Mind’ y ‘Micro Agression’ no hicieron sino proseguir la carnicería de cuerpos que se amontonaban delante del escenario, aderezando con hits como ‘Date With The Devil’ y una ‘Kiss Of Death’ donde hasta se atrevieron a homenajear a King Crimson con la intro de ’21st Century Schizoid Man’. Que más tarde en los bises hicieran lo propio metalizando ese clásico que ha pasado por tantas manos llamado ‘Don’t Let Me Be Misunderstood’, dice mucho de su personalidad tan peculiar. Por no mencionar la espacial ‘Bandages’, tal vez el único momento de todo el show en el que nos concedieron una tregua.

Casi daba la sensación de que se habían olvidado de presentar uno de los bombazos del presente año como el reciente Mutants. Lo solucionaron con otro tanda en la que sobresalieron la épica de ‘Setting Sun’, los esquizofrénicos cambios de tercio de ‘Broken Glass Ceiling’ y el himno en potencia que es ‘Siren Song’. Para los puretas que añorasen su primigenio EP Helium Head, también hubo regalito en forma de ‘Scavengers’ y ‘Gnarcissist’. Finiquitada la faena, Ben Koller acudió a refugiarse en los vestuarios mientras Brodsky atendía amable y simpático sobre las tablas a todo aquel que se acercara a saludar o pedir una foto con la que inmortalizar una triunfal velada de acción mutante.

GONZALO PUEBLA