FECHA: 14 DE FEBRERO DE 2019
LUGAR: SALA BÓVEDA, BARCELONA
PROMOTOR: MADNESS LIVE!
Death metal técnico y cerveza: este año el mejor regalo de San Valentín nos llegó directo desde Munich. Después de cerrar el ciclo de su tetralogía conceptual con Diluvium, Obscura recorren media Europa durante el mes de febrero para defenderlo. Cinco discos de estudio han sido necesarios para que la banda emprenda una gira de esta magnitud como cabezas de cartel. Por suerte el merecido reconocimiento no llega tarde, ya que los germanos se encuentran en plena madurez musical. Este viaje en cuestión no lo hicieron solos, ya que acompañándolos en su gira encontramos a otras tres bandas de su mismo género.
Desgraciadamente fue imposible llegar a ver la actuación de los canadienses First Fragment, quienes apenas tocaron media hora. Pillé a Allegaeon hacia la mitad de su intervención, con una sala mucho más llena de lo que esperaba y emprendiendo algún que otro moshpit. Los de Colorado están a punto de lanzar su nuevo disco Apoptosis, del que hicieron un adelanto con ‘Stellar Tidal Disruption’. Brillaron mucho más en sus partes técnicas que cuando se sumergían en un mar de breakdowns; destacando especialmente el batería y su headbanging incesante, junto a la energía de su vocalista con un registro vocal muy afinado. Fueron los más afortunados de la noche en cuanto a sonido, lo que les permitió desplegar su agresividad sin provocar una bola de ruido.
Cosa que no pasó con Fallujah. Reconozco que les tenía la pista perdida desde que lo petaran en 2011 con su álbum debut, pero hacía tiempo que no me encontraba en un concierto tan soso y aburrido. Ni sonaron bien, ni conectaron con el público ni incitaron nada más que a bostezar. Una sensación compartida por gran parte de los asistentes, quienes visto el panorama dejaron a la banda desatendida.
Pasado el mal trago, la batería que ocupaba medio escenario por fin fue destapada. Tan sonrientes como siempre aparecieron Obscura entre diversos chorros de humo. Para su satisfacción, los nuevos temas fueron coreados por el público durante toda la noche. La propia ‘Diluvium’ o ‘Mortification Of The Vulgar Sun’ sirvieron como buena muestra del efecto que provocan su virtuosismo y elegancia. Steffen Kummerer no sólo cumplió con creces con su posición de shredder, sino que fue un maestro de ceremonias de lujo, agradecido y eufórico en todo momento.
También Linus Klausenitzer nos sorprendió gratamente con un solo de bajo diferente donde los haya. Un bolo sobresaliente si no fuese por la mala sonorización, ya que por culpa de ello a penas se distinguían las guitarras y algunos temas se hicieron irreconocibles. Aunque eso no nos impidió disfrutar de temazos como ‘Akróasis’, ‘Incarnated’ o el bis más esperado: ‘The Anticosmic Overload’ nos recordó por qué lo suyo fue amor a primera vista.
ALBA RODRIGO