FECHA: 16 DE JUNIO DE 2019
LUGAR: SALA BÓVEDA (BARCELONA)
PROMOTOR: MADNESS LIVE!
Cuando llegué a las inmediaciones de la sala Bóveda, se mascaba la tragedia. Faltaba una hora para que abrieran puertas y las bandas no habían ni llegado. No cogían el teléfono, la confusión era total, y encima, las dos fechas de Madrid y Barcelona habían desaparecido de la web de Possessed. Éramos decenas y decenas de metalheads deseosos de vivir una noche gloriosa, un llenazo soberbio, pero aquello olía peor que el pacto entre Ada Colau y los falangistas de Ciudadanos.
Cuando el miedo a la suspensión más acuciaba, por fin un autocar de gira apareció por la calle Roc Boronat. ¡Salvados! Ambas bandas iban a dar sus shows como fuera, y a quién le importaban los horarios a estas alturas… Al menos para un servidor la espera fue riquísima, remojando el gaznate con cervezas artesanas… ¡Dos horas en el Hoppiness, qué peligro!
Nuestro temor a unas pruebas de sonido inexistentes fue disipado por medio de una sola canción de Nordjevel. ‘Perfección’ es la única palabra que se me ocurre para describir cómo petaron los noruegos. Un trallote ultrajante, rozando a Infernal War, y una nitidez que costaba de creer. Los pinchos del cantante Doedsadmiral eran el sueño erótico de cualquier telefonista de Domino’s Pizza: ahí se podían clavar unos mil pedidos tranquilamente. Y qué vamos a descubrir a estas alturas de Dominator… Simplemente es uno de los baterías más letales de la galaxia, porque lo suyo no es de este planeta.
Como unos Dark Funeral yendo al máximo de sus capacidades extremas, y probando sonido por una vez en la vida, claro. Una pena que su descarga se viera muy recortada por los problemas logísticos, pues lo suyo requirió de babero.
La suerte estaba echada, íbamos a tener nuestra ración de Possessed sí o sí. Sin demasiada pompa, los miembros de la mítica banda fueron apareciendo en el escenario y, con Jeff Becerra al frente, empezaron a despedazarnos con una lluvia de obuses históricos que nos voló la tapa de los sesos.
Quien se perdiera esto de forma consciente, sin una causa mayor, de verdad, no creo que esté en sus cabales. Y esta vez no me extenderé mucho con el repertorio, pues prefiero hablar de sensaciones… y las mías fueron de felicidad máxima, de disfrute casi sexual. Pensando que igual la tasa de alcohol en sangre me estaba jugando una mala pasada, empecé a mirar caras, y bien, todas eran de éxtasis, de estar presenciando algo realmente memorable. El concierto del año, seguramente.
¿Qué tocaron Possessed? Casi todo. ¿Qué se dejaron en el tintero? Me la sopla. Eran esas intros y era ese sonido, con sus grandezas y sus deficiencias. Un tío en silla de ruedas rockea más que tú, y mientras te quejas de lo duro que es salir de gira, a él lo tienen que subir al escenario como si fuera un saco de patatas. Eso son agallas, eso es vivir por y para el metal. Becerra es un héroe y el resto apestamos.
Orgía de cuero y tachuelas. ‘Death Metal’ y ‘Burning In Hell’, y para casa a llorar entre las falditas de mamá. Al llegar al coche no supe muy bien cómo sentarme; desgarro anal de lo más pronunciado, y aún me sigue doliendo. Fijo que voy a precisar de puntos de sutura. Follados por Possessed.
PAU NAVARRA