FECHAS: 1-11 DE JUNIO DE 2023
LUGAR: PARC DEL FÒRUM (BARCELONA) / CIUDAD DEL ROCK (ARGANDA DEL REY, MADRID)
PROMOTOR: PRIMAVERA SOUND

Si el año pasado el Primavera Sound nos dejó, como a miles de sus usuarios, con muy mal sabor de boca, este año fue todo lo contrario… al menos en su edición en Barcelona.

Fuera porque la asistencia disminuyó respecto a 2022 (desde la organización se habló de 193.000 espectadores entre los tres días) o porque la nueva distribución del Parc del Fòrum facilitaba una mayor fluidez, la sensación era la de poder moverse de una punta a otra del recinto con comodidad. Incluso se podía acceder con relativa facilidad a los dos escenarios principales para disfrutar de los conciertos a una distancia razonable. Tampoco hubo apenas colas en las barras ni en los baños, que destacaron por su buen mantenimiento.

El debate sobre si macro festivales como este son beneficiosos o perjudiciales para el ecosistema musical sigue ahí y es necesario, pero siendo honestos (y hasta cierto punto egoístas), como meros espectadores la experiencia fue totalmente positiva.

En cuanto a su desembarco en la capital, el estreno del Primavera Sound en Madrid estuvo plagado de contratiempos, algunos previsibles tratándose de una primera edición en un terreno todavía por dominar, y otros más inaceptables. Lo más doloroso fue esa jornada inaugural del jueves cancelada por la lluvia (con el consecuente traslado de la actuación de Blur a La Riviera con el fin de intentar “compensar” daños) y las dificultades para terminar el montaje en la Ciudad del Rock de Arganda del Rey.

Cuesta entender que habiendo tenido un año por delante, el recinto y los accesos no estuvieran mejor acondicionados. Un recinto al que a muchos les costó acceder, ya que durante la tarde del viernes se formaron varias retenciones en las carreteras de más de dos horas. Un hecho que obligó a retrasar las actuaciones de Depeche Mode y Kendrick Lamar durante 45 minutos. Otro punto a mejorar fue el suelo empedrado de algunas zonas de restauración en las que se echó en falta el tan codiciado césped artificial, amén de más sombras bajo las que cobijarse.

La organización en Madrid situó en 42.000 personas la asistencia del viernes (demasiadas teniendo en cuenta lo a gusto que se estuvo y la facilidad a la hora de moverse de un punto a otro sin aglomeraciones) y 48.000 el sábado (una cifra más acorde a lo que vimos). Muchos han sido los comentarios en redes, y algunos medios hablaban de un reparto masivo de invitaciones para salvar lo que apuntaba a un desastre. Lo desconocemos, pero de ser cierto, todavía se nos quedaría más cara de tontos por haber pagado por nuestras acreditaciones.

En definitiva, una primera edición más accidentada de lo esperado incluso siendo un festival “novato” en la capital y del que el Primavera debe tomar buena nota si pretende afianzarse en Madrid como lo ha conseguido en Barcelona. Sin ir más lejos, en la rueda de prensa que se ofreció a los medios la tarde del sábado, no se llegó a confirmar la continuidad del evento en Arganda, por lo que la posibilidad de moverlo a una nueva ubicación parece bastante factible. Aunque quizá lo más sensato, sería seguir cuidando lo que ya se tiene, en lugar de ir a la conquista de nuevos territorios.

A continuación os contamos los conciertos más destacados que vimos entre las dos citas.

Foto Amenra: Eric Altimis

AMENRA – 1 de junio – Escenario Dice (Barcelona)
Suele decirse que siempre es mejor ver a una banda en una sala que en un festival, y es verdad. Pero lo que diferencia a los grandes grupos es la capacidad de conseguir que, toquen donde toquen, hagan suyo el espacio. Sin ningún tipo de accesorio escénico, Amenra se hicieron dueños y señores del escenario Dice a base de un sonido apabullante, ese que al primer guitarrazo hace que te retumbe el pecho. El espíritu litúrgico de los belgas, con Colin H. van Eeckhout gritando como si estuviera siendo sometido a un exorcismo, fue realmente hipnótico. Dominando magistralmente la intensidad de las oleadas de post metal de temas como ‘Boden’, ‘De Evenmens’ o la final ‘Diaken’, Amenra ofrecieron uno de los mejores conciertos del festival. Una tormenta eléctrica cuyos efectos se te quedan dentro durante día. Jordi Meya

BALA – 9 de junio – Escenario Cupra (Madrid)
La pareja gallega formada por Anxela y Violeta tuvo que enfrentarse a una hora tempranera y un público que iba entrando a cuentagotas en La Ciudad Del Rock. Ya sabemos que a estas dos chicas les gusta sonar bien alto y con el volumen al 15, pero me temo que se pasaron de frenada. Demasiado volumen que no benefició en exceso a las canciones de su estupendo Maleza como fueron ‘Agitar’, ‘Cien Obstáculos’, ‘Bessie’ (dedicada a la hija de Anxela), ‘Una Selva’ o ‘Quieres Entrar’. A pesar de ello, la pegada del dúo resultó tan contagiosa que no pudimos evitar lanzarnos a los primeros headbangings del día. Hay que saber lidiar en circunstancias adversas como esta y se nota que ellas ya se han comido unas cuantas. Confiemos en que su próximo trabajo que están a punto de entrar a grabar les ayude a seguir escalando peldaños porque se lo merecen como pocas. Gonzalo Puebla

BLACK COUNTRY NEW ROAD – 1 de junio – Estrella Damm (Barcelona)
No entraremos en si la hora –las 6 de la tarde- o el escenario –uno de los mellizos gigantes ubicados en la zona conocida como Mordor- en la cual se programó a los ingleses Black Country New Road fue un acierto o más bien una maldición. Bueno, lo que es más que seguro es que para el puñado de incondicionales que se apilaron a los pies del ahora sexteto, lo más importante son sus canciones y como las interpretan en directo. Y es que, desde que Isaac Wood dejara el grupo días antes de que saliera al mercado, Ants From Up There, el disco que los catapultó hasta el Olimpo de ese indie ataviado con toga, el proyecto ha adquirido unos tintes de culto –casi esotéricos-, que hace que cualquier comparecencia en directo sea un auténtico acontecimiento. Tienen un relato propio: reinventarse tras la marcha por problemas médicos de su líder, con el objetivo de no perder su esencia. Así que el bajista Tyler Hyde, el saxofonista y flautista Lewis Evans y la teclista May Kershaw se turnaron al micrófono, igual que lo hicieron a la hora de grabar su último trabajo Live at Bush Hall, en el que presentan un repertorio nuevo grabado en directo a lo largo de tres dias y guion del repertorio que vimos en el Primavera Sound. Sin dida será un concierto que valoraremos más en el futuro. Lluís S. Ceprián

Foto Bad Religion: Eric Altimis

BAD RELIGION – 9 de junio – Escenario Cupra (Madrid)
Todavía con mucha gente viendo el final de Depeche Mode, el escenario Cupra lucía un tanto desangelado para recibir a Bad Religion. Que además el sonido no acompañara en los primeros compases de ‘American Jesus’ y ‘Los Angeles Is Burning’ nos hizo temer por un bolo que podría quedar un tanto deslucido. Pero estamos hablando de unas auténticas leyendas del hardcore melódico incapaces de dar un mal concierto. Según fueron avanzando, la acústica se situó dónde debía y con un público que se iba sumando hasta reunir a un buen puñado de fieles, los californianos volvieron a dejar claro su estatus. Entre las pocas ‘sorpresas’ que deparó el setlist, una ‘Epiphany’ con la que se inició la remontada y ‘Generator’ en su versión festivalera con intro alargada que resultó verdaderamente portentosa. El resto del repertorio, el de siempre. A la cita no faltaron ‘No Control’, ‘Suffer’, ‘Recipe For Hate’, ‘You’, ‘Punk Rock Song’, ‘Sorrow’ y ‘21st Century (Digital Boy)’ con la que dieron carpetazo a otra lección magistral de como se juega a esto. Gonzalo Puebla

Foto Blur: Eric Altimis

BLUR – 1 de junio – Escenario Estrella Damm (Barcelona)
Si algo no se les puede negar a los miembros de Blur en esta vuelta del grupo es que tienen ganas de tocar. Así lo demuestra que aceptaran (o pidieran, eso no lo sé) tocar a las 2 de la mañana en Barcelona, y que en Madrid ofrecieran un concierto en La Riviera al suspenderse su actuación en el recinto de Arganda del Rey. Otra cosa es que, al menos en Barcelona, viéramos a un grupo algo falta de vitaminas. Sobre todo en la primera mitad, en la que canciones como la nueva ‘St. Charles Square’, ‘There’s No Other Way’, ‘Bettlebum’ o ‘Coffee & TV’ sonaron casi como un tanteo. Blur siempre han tenido un punto descuidado, pero a ratos parecía que estuvieran ensayando ante miles de personas. Hizo falta que llegara la dupla de hits con ‘Country House’ y ‘Parklife’ para que aquello empezara a cobrar vida, y de ahí en adelante por fin vimos a los Blur que esperábamos. Damon Albarn, que no paró de hacer monerías desde que pisó al escenario, pero sobre todo Graham Coxon (uno de los guitarristas más infravalorados de su generación) condujeron al grupo hacia la victoria, ajustada, pero victoria al fin y al cabo, marcando golazos con ‘Song 2’ y ‘Girls & Boys’, para acabar con una celestial ‘The Universal’. Marc López

Foto Depeche Mode: Eric Altimis

DEPECHE MODE – 2 de junio – Escenario Santander (Barcelona)
Depeche Mode eran los auténticos cabezas de cartel de la edición de este año, o por lo menos, la banda que suscitó mayor interés en la jornada central en el Fórum. Y por varias, razones. La musical, la principal, gracias a una colección de hits que se inició a principios de los ochenta en pleno desarrollo de la new wave y que todavía hoy generan con la publicación de discos rotundos como Memento Mori, quinceavo de carrera y excusa perfecta para salir por el mundo con un nuevo espectáculo. Y la principal extra musical, era ver qué tal se desenvolvían sin la presencia del teclista Andy Fletcher, desaparecido de forma repentina hace tan solo un año. En todo caso Dave Gahan y Martin L. Gore tienen una solvencia sobre las tablas más que contrastada que además se refuerza con la formación circunstancial, conformada por Christian Eigner (batería y teclados en Compact Space y Das Shadow) y Peter Gordeno (teclados y compositor por artistas como Joe Cocker o Cliff Richards), la cual funciona como una máquina perfecta de rock para grandes recintos. La selección de temas fue muy equilibrada pivotando entre su etapa gloriosa de los noventa: ‘In your room’, ‘I Feel You’, ‘Personal Jesus’ o ‘Enjoy The Silence’; la cargada de nostalgia de la primera época; ‘Stripped’, ‘Everything Counts’, ‘Never Let Me Down Again’ y ‘Just Can’t Get Enough’, y la más actual, con su último disco en el centro: ‘Ghosts Again’, ‘My Cosmos Is Mine’ y ‘Wagging Tongue’. Lluís S. Ceprián

GHOST – 1 de junio – Escenario Amazon Music (Barcelona)
Ver a Ghost a las siete de la tarde a plena luz del día y con un setlist reducido, definitivamente no es la mejor manera para tener el bautismo con la banda, que es lo que parecía que gran parte del público estaba experimentando. Sin embargo la banda tiró de oficio y de hits para salvar la papeleta. Del tirón sonaron ‘Kaisarion’, ‘Rats’, ‘Spillways y ‘Cirice’, siendo lo más cercano a una banda de AOR 80’s que nunca ha pisado el festival. También pudimos oír por primera vez en directo su versión de ‘Jesus Loves Me’ de Genesis y el bis fue infalible con ‘Dance Macabre’ y ‘Square Hammer’. En definitiva sin que vaya a pasar a la historia por ser la mejor actuación de Ghost en nuestro país, vistas la circunstancias, dimos su actuación por buena. Richard Royuela

Foto Karate: Eric Altimis

KARATE – 2 de junio – Escenario Dice (Barcelona)
A lo largo de los años por el Primavera Sound han pasado Sunny Day Real Estate, Mineral, American Football, bandas que marcaron el emo de los 90 en Estados Unidos, antes de que ese término cambiara totalmente de significado en el siglo XXI. Es obvio que la reunión de Karate, tras 17 años de ausencia, quizá no tenía el mismo tirón que la de los grupos mencionados, pero bastaba ver las caras de concentración del público para saber que al menos unos cuantos cientos de personas sí eran conscientes de estar viendo algo especial. Siendo un grupo que siempre apostó más por el matiz que por la pegada, poco importó que Geoff Farina ahora parezca su padre. Su voz y su guitarra sonaron exquisitas, con esos arpegios y acordes imposibles que transitan entre el jazz (‘Server’) y el indie rock (‘Diazapam’) y una sensibilidad perenne (‘There Are Ghosts’). Fueron una banda especial y lo siguen siendo. Jordi Meya

Foto Kendrick Lamar: Eric Altimis

KENDRICK LAMAR – 2 de junio – Escenario Estrella Damm (Barcelona)
Últimamente las actuaciones de muchos raperos o trapperos constan de bases pregrabadas muy cutres -hasta aquí normal-  y cantan más bien poco sobre sus propias voces. Tengo que admitir que en el caso de 21 Savage o Nardo Wick puede hacerme cierta gracia, pero sinceramente me parece de tener mucha jeta, y en pocos minutos me siento estafada. Por otra parte hay otros tantos artistas que se apoyan de una banda sonando más intensos, orgánicos, creando una simbiosis que nos hace disfrutar y nos llena de sentimientos muy positivos. Y luego está el amo del cotarro, Kendrick Lamar, que con pocos artificios, un chándal horripilante, bases pregrabadas con sonido de banda de altísima calidad y unos bailarines que no nos interesan demasiado, empieza a darnos un recital que se nos termina cayendo la baba a todos inevitablemente. Repertorio super equilibrado inclinando levemente la balanza en Mr. Morale & The Big Steppers, pero deleitándonos con ya himnos de DAMN, como ‘HUMBLE’, ‘DNA’ o ‘LOYALTY’, rescatando temas de Good kid, m.A.A. d city, y sorprendiendo con ‘Nosetalgia’ de Pusha T. Fue un concierto impecable, intenso, con una entusiasta respuesta por parte del público que no paraba de corear, bailar y saltar tema tras tema. Creo que los que estuvimos en el escenario Estrella Damn deberíamos sentirnos muy afortunados del lujo de haber podido ver al rapper más top de la actualidad en unas condiciones tan estupendas ¡fue un viaje alucinante! Toi Brownstone

Foto Liturgy: Eric Altimis

LITURGY – 3 de junio – Escenario Plenitude (Barcelona)
Si en disco Liturgy utilizan el black metal como punto de partida para experimentar con sonoridades más ambientales y sinfónicas, en directo la banda de Nueva York sacó su lado más animal. Ruidosos, intensos, y agitados centraron mayoritariamente el repertorio en su último disco 93696, ametrallándonos sin piedad con cortes como »Djennarayion’, ‘Caela’ o ‘Before I Knew The Truth’. Haela Hunt-Hendrix, además de tener una gran presencia escénica, hizo brotar de las seis cuerdas un ruido más cercano al punk que la propio metal en una ceremonia que tuvo más de carnal que de espiritual. Jordi Meya

MY MORNING JACKET – 10 de junio – Escenario Amazon Music (Madrid)
La primera y última vez que pude ver a My Morning Jacket fue hace 17 años abriendo para Pearl Jam. Por aquel entonces los de Kentucky ya comenzaban a convertirse en un grupo enorme en Estados Unidos, dejando de lado a un mercado europeo que no suelen visitar con frecuencia. Tenerles en un festival no era la situación deseada por sus seguidores, pero al menos era mejor que nada. Y es que la formación sonó como los ángeles desde la primera nota hasta que abandonaron las tablas. Navegando entre su cancionero más coreable (‘Off The Record’, ‘Holdin’ On To Black Metal’) y el de largo recorrido con la tensión en ascenso (‘Circuital’, ‘Gideon’), Jim James y sus colegas se marcaron uno de los mejores conciertos que pudimos ver durante el fin de semana. Así de sencillo. Lástima que solo dispusieran de una hora para desplegar toda su magia. Al menos entregaron unas ‘Touch Me I’m Going To Scream Pt. 2’ y ‘One Big Holiday’ espectaculares con las que nos hicieron flotar mientras se nos dibujaba una sonrisa difícil de borrar. Gonzalo Puebla

Foto OFF!: Eric Altimis

OFF! – 8 de junio – Wurlitzer Ballroom (Madrid)
Tras el jarro de agua fría que supuso la cancelación de la jornada del jueves, al menos ese mismo mediodía recibimos un par de buenas noticias que ayudaban a paliar parcialmente la tristeza. Varios artistas reubicaron sus conciertos en salas de la ciudad, y aunque no figuraba dentro de la propia programación del Primavera, no dejamos escapar la oportunidad de ver a OFF! en una sala de dimensiones tan reducidas como la Wurlitzer. La buena gente de Heart Of Gold estuvo rápida y la convocatoria funcionó atrayendo tanto a asistentes del festival como a aficionados del punk-hardcore. Al combo de Dimitri Coats y el legendario Keith Morris (Black Flag, Circle Jerks) poco le importó la hora y el lugar, ya que aparecieron dispuestos a pasarnos por encima cual tren de mercancías. Sin tiempo ni para echar un trago ni alargarse con charletas innecesarias, despacharon de principio a fin su nuevo y alucinógeno Free LSD con total fidelidad. Hasta contaron con el saxofonista de Yard Act para recrear esos interludios caóticos que pueblan su última obra. Los tíos iban clavando cada tema con una energía pasmosa (el batería Justin Brown no cesó de ametrallar los parches en ningún momento. Menudo animal), de tal manera que sin más dilación pasaron a despachar otra decena de clásicos pretéritos (‘Wiped Out’, ‘Black Toughts’, ‘Panic Attack’, ‘Poison City’) en la mejor tradición del hardcore californiano. 26 trallazos en menos de una hora y sin interrupciones. Supéralo si puedes. Gonzalo Puebla

ST. VINCENT – 6 de junio – La Riviera (Madrid)
Otra que regresaba a la capital doce meses después de su última visita fue Annie Clark. Siempre acostumbrada a transformarse y sorprendernos a cada paso, quizás esperaba que ofreciera alguna variación en su performance respecto a lo que pudimos ver en 2022. Probablemente por eso mismo me decepcionó un poquito que tanto el repertorio como la puesta en escena fueran idénticas, con la salvedad que en esta ocasión vino solo con una corista en lugar de aquel trío que tanto juego dio hace un año. Aún con todo, St. Vincent se basta por sí misma para dar actuaciones dónde desprende un magnetismo tremendo en cada gesto. Eso y una banda que funciona como un tiro, especialmente en las canciones de Masseduction (‘New York’, ‘Los Ageless’, ‘Sugarboy’, ‘Fast Slow Disco’) que fueron las que terminaron de levantar aquello. Deseando estoy de ver la siguiente metamorfosis de esta Bowie de nuestro tiempo. Gonzalo Puebla

Foto Soul Glo: Eric Altimis

SOUL GLO – 2 de junio – Escenario Plenitude (Barcelona)
Si con Diaspora Problems, Soul Glo aparecieron en un montón de listas de los mejores discos de 2022 , en directo dejaron claro que los elogios no se les han subido a la cabeza. Decantándose por algunas de sus piezas más salvajes como ‘Coming Correct If Cheaper’, ‘Fucked Up If True’ o ‘Jump!! (Or Get Jumped!!!)((by the future))’, los de Filadelfia provocaron que los pogos no cesaran aun siendo media tarde. Ruidosos, caóticos e impecables, es fácil imaginar que en el contexto de una sala, el impacto hubiera sido aún mayor. No acabé de entender la apología de las armas que hizo Pierce Jordan, pero no voy a ser yo quien se le vaya a discutir viendo su imponente presencia. Jordi Meya

THE MARS VOLTA – 9 de junio – Escenario Amazon Music (Madrid)
Uno de los grandes reclamos que tan solo se puedo disfrutar en la edición de Madrid fue el retorno de The Mars Volta a nuestras tierras. En consonancia con lo que ha sido su álbum de regreso (del que únicamente rescataron ‘Graveyard Love’), vimos a Cédric Bixler-Zavala y Omar Rodríguez-López más sobrios y elegantes de lo que nos habían acostumbrado en otras épocas. De la misma manera, la nueva formación estuvo en su sitio sin dejarse llevar por la locura y el desenfreno, haciendo que ‘Roulette Dares (The Haunt Off)’ o ‘L’Via L’Viaquez’ fueran ejecutadas de forma más comedida ajustándose al guion incluso en las improvisaciones. Lo cual no impidió que tanto público como banda se mostraran felices de reencontrarse. Especialmente se notó en un Omar más motivado de lo que le vimos hace unos años con At The Drive-In. De Cedric, poco que decir salvo que volvió a exhibir sus acrobacias con el micro, vocalmente maduro y sin estridencias. ‘The Widow’ sonó deliciosa y la siempre impresionante ‘Cicatriz ESP’ cerró una actuación que se hizo corta (cuanto eché de menos ‘Goliath’ y ‘Inertiatic ESP’). Que los traigan a salas, por favor. Gonzalo Puebla

Foto The War On Drugs – Eric Altimis

THE WAR ON DRUGS – 5 de junio – La Riviera (Madrid)
Si algo me quedó claro tras verles el año pasado en el Mad Cool, es que a The War On Drugs se les disfruta mejor en espacios más recogidos. Paradójicamente, sus canciones parecen diseñadas para grandes recintos, pero en el marco de una sala se vuelven enormes. Fieles a su estilo, la tropa liderada por el bonachón Adam Granduciel no precisó de artificios aparte de sus instrumentos para construir un océano de sonido con el que nos arrastraron a lo largo de hora y media. Tras un inicio de tanteo, a partir de ‘I Don’t Wanna Wait’ aquello ya fue rodado y funcionando a todo gas con la elegancia y magnitud que esconden sus tres últimos álbumes. Esos en los que la narrativa de Bob Dylan y el rock épico de Bruce Springsteen encuentran un lugar común, como bien quedó demostrado en ‘Pain’ y ‘Strangest Thing’. El tramo en el que sonaron del tirón los tres mejores cortes del seminal Lost In The Dream fue para enmarcar. Una ‘Red Eyes’ que fue todo un chute de energía intravenoso, ‘Eyes To The Wind’ con una recta final invocando a la E Street Band más incendiaria y, como no, ‘Under The Pressure’ recibida con los brazos abiertos por el respetable dejaron claro que The War On Drugs escriben su propio relato cómo y dónde se debe hacer: en mayúsculas y sobre el escenario. Gonzalo Puebla

Foto Turnstile: Eric Altimis

TURNSTILE – 1 de junio – Escenario Estrella Damm (Barcelona)
Mientras todavía resonaban las últimas notas de ‘Blackout’ y la gente empezaba a moverse en dirección opuesta al escenario, podías ver un montón de caras sonrientes, a pesar de que muchos andaban jadeando, con la ropa descolocada, como si acabaran de salir de una batalla. La opinión general fue que Turnstile acababan de cumplir con las expectativas de ese (merecido) hype que no ha parado de crecer desde que publicaran Glow On en agosto de 2021. Sin embargo, mi sensación era más bien la de haber visto a un grupo que ha perdido el instinto asesino que sí había apreciado cuando les vi en el Resurrection de 2018. Por momentos, parecía que estaba viendo a Incubus en lugar de una banda hardcore. Es una pena que aun teniendo un mejor repertorio -cuántas bandas matarían por tener bombas como ‘Mistery’, ‘Holiday’ o ‘Underwater Boi’-, los de Baltimore funcionen a ráfagas, y pierdan el tiempo en intros y outros (hasta metieron un solo de batería de 5 minutos), que rebajan totalmente la intensidad que todavía conservan cuando se ponen a tocar. Se han acostumbrado a ganar sin despeinarse, a cobrar el triple, sudando la mitad, y eso, a la larga, solo puede ser malo.  Jordi Meya

Foto Wednesday: Eric Altimis

WEDNESDAY – 3 de junio – Escenario Amazon Music (Barcelona)
Pocos grupos hubieran conseguido que en el último día de festival, cuando las fuerzas ya flaquean, estuviera a las 6 de la tarde en el recinto. Pero mis ganas de ver a los autores de uno de mis discos favoritos del año, Rat Saw God, mecerían el esfuerzo. Sonado mucho más compactos y ‘clásicos’ de lo que esperaba, la primera parte del concierto tendió hacia su lado más country, destacando su magnífica versión de ‘She’s Acting Single (I’m Drinking Double)’ de Gary Stewart, mientras que en la segunda, su cara más noise y grunge fue aumentando los decibelios. Antes de despedirse con ‘Fate Is…’ y ‘Bull Believer’, la cantante Karly Hartzman no se cortó a la hora de rajar de Amazon, patrocinador del escenario en el que tocaban, por el trato que da a sus trabajadores. En medio de un evento en el que la presencia de marcas llega a abrumar, se agradeció que alguien no se callara.  Jordi Meya