FECHA: 6 DE NOVIEMBRE DE 2024
LUGAR: LA 2 DE APOLO (BARCELONA)
PROMOTOR: FUNHOUSE/HEART OF GOLD
Hace unas semanas nos preguntábamos en nuestro podcast si Redd Kross eran una banda demasiado freak como para haber tenido más éxito. Por si había dudas, después de ver su último concierto en Barcelona, la respuesta se inclina totalmente hacia el sí. Ni me imagino qué podría pensar alguien que se encontrase ahí sin tener ni idea de quienes son estos tipos o de dónde vienen, si incluso a mí, que les he seguido desde hace más de 30 años, me siguen desconcertando. ¿Qué otra banda podría ofrecer un bis encadenando dos temas punks de su primer EP con una versión de ¡The Osmonds! y otra de Kiss?
El grupo de los hermanos Jeff y Steven McDonald volvía a la capital catalana en un buen momento, con un gran último disco bajo el brazo, el doble Redd Kross, y mucho más rodados que cuando tocaron en junio en el Azkena. Mi único temor es que, siendo esta la quinta fecha de su gira española, llegasen algo fatigados o que la voz de Jeff estuviese perjudicada. Pero no. Desde que salieron al escenario y arrancaron con el glam festivo de ‘Switchblade Sister’ se notó que ninguna de las dos cosas iba a ser un problema.
Al igual que su último disco, el repertorio elegido para esta gira también parece intentar cubrir las diferentes facetas del grupo: el power pop arrollador de ‘Stay Away From Downtown’, ‘Annie’s Gone’ o ‘Mess Around’, la psicodelia exótica de ‘Emanuelle Insane’ y más stoner de ‘Candy Coloured Catastrophe’, el rock mayúsculo de ‘Huge Wonder’ o ‘Jimmy’s Fantasy’, ‘Lady In The Front Row’ o ‘Stunt Queen’ o el punk desbarrado de ‘Linda Blair’. Los temas nuevos encajaron como un guante con los antiguos.
Al contrario que algunas veces, Jeff (con gafas y un bigote muy Pedro Pascal) parecía estar disfrutando tanto como su hermano, aunque naturalmente nadie puede ganar en entusiasmo a Steven. Este, además de tocar el bajo como quiere y hacer unos coros estupendos, también se ocupó de la voz principal en ‘Uglier’ de Researching The Blues, muy apropiada después de la victoria de Trump, y la melódica ‘I’ll Take Your Word For It’ de su último disco.
Cierto que el sonido atronador, algo excesivo en volumen, y la batería del Melvin Dale Crover, con un estilo más pesado que sus predecesores (bromeé con Richard diciéndole que sonaban como Redd Kross con Eric Carr), restaban matices a los temas más pop, pareciendo a ratos que los estuviésemos escuchando desde la tercera gradería del Cobo Arena de Detroit en 1975 más que en una sala. Pero al mismo tiempo, semejante poderío sonoro unido a su imagen -todos iban vestidos con ropa blanca manchada con pinturas de colores- creaban la ilusión de estar viendo a una suerte de Beatles salidos del averno.
Como decía, para el final de fiesta nos transportaron al garaje donde ensayaban siendo unos críos con ‘Annete’s Got The Hits’ y ‘Clorox Girls’ del prematuro EP Red Cross, la sorprendente versión de ‘Crazy Horses’ de The Osmonds y la de ‘Deuce’ de Kiss que bordan desde hace décadas. Un reencuentro entrañable y feliz con una banda en muy buena forma y esa retahíla de hits que nunca fueron hits.
Un apunte final: viendo el entusiasmo diferencial que todavía despiertan los temas de Phaseshifter ¿por qué no una gira en el que lo toquen entero? Ahí lo dejo.
JORDI MEYA