FECHAS: 26, 27, 28 y 29 DE JUNIO DE 2024
LUGAR: RECINTO RESURRECTION (VIVIERO)
PROMOTOR: RESURRECTION FEST

Como cada año, y ya van unos cuantos, salimos hacia Viveiro a purificarnos con nuestra dosis de música cañera, increíble gastronomía y buen ambiente en un entorno único. Así vimos y vivimos el Resurrection Fest 2024.

A primera vista el anuncio del cartel no nos había provocado la excitación de otras ediciones, sin grandes sorpresas en lo que a cabezas de cartel se refiere y sobre todo con menor presencia de nombres importantes de death metal, black o thrash. También es cierto que haciendo los deberes en los meses previos descubres bandas interesantes que no conocías o habías prestado poca atención y te sorprenden positivamente.

Otro ligero bajón vino con la publicación de los horarios. Más allá de los inevitables solapes, la ubicación de grupos con mucho tirón (Slaughter to Prevail o la mayoría de bandas japonesas) a primerísima hora de la tarde se nos hizo un poco cuesta arriba. Aquí cuando sale el sol pega de verdad y aguantar la solana desde tan pronto pasa factura para aguantar hasta última hora (y que ya no tenemos 20 años y aguantar 12 horas en el festi se hace complicado). Por suerte, en general, esta vez el clima fue bastante benevolente.

Por otro lado, hay que admitir que el Resu ha sabido adaptarse a los tiempos y nos ha obligado a adaptarnos a nosotros. Hace años que programa bandas que se salen de la escena habitual apostando por propuestas jóvenes, algunas más frescas, otras más artificiales, con un claro mantra: renovarse o morir. Que si hay que bailar pues se baila porque al final el público quiere pasárselo bien dejando de lado prejuicios y chorradas varias. Valga de prueba del buen rollo que reina en todo lo que rodea al festi que un menda se ponga a cantar la melodía de ‘Digimon’ en el bus de ida al recinto y casi la totalidad de los presentes se unan al unísono.

Foto: Jaume Estrada

Una vez más hay que quitarse el sombrero con todos los currelas de seguridad, sanidad, camareros… son la mejor crew que hemos conocido en un festival. Su entrega y buen rollo son una parte muy importante del clímax mágico que se crea.

A diferencia de las dos primeras jornadas en que moverse por el festi fue bastante cómodo, las del viernes (con el agravante de la lluvia) y el sábado se notó que había mucha más gente y el acceso a lavabos, barras y comida se hizo más complicado. Hace ya años que pedimos unos lavabos en la zona del Desert y ahora la cosa ha llegado a ser de cumplimiento obligado para no tener que hacer tus necesidades en cualquier sitio inadecuado.

En un festival como este la experiencia de cada uno es única y puede variar por muchos factores (la predisposición, el cansancio, la ubicación…). El escenario principal la mayoría de las veces suena con gran potencia y nitidez en la parte posterior de la pista y frente al escenario puede ser menos claro, o en otros casos el sonido puede cambiar mucho según en qué lado del escenario estés situado.

MIÉRCOLES 26
Tras hacer el check-in en el hotel y comer algo llegamos al festi sobre las 17:30h. Lo que otros años sería una hora más que correcta, ahora ya se nos había convertido en un escape room y nos habíamos perdido a propuestas tan interesantes como las japonesas Hanabie y Crystal Lake o los nacionales Noctem y La Inquisición.

Nada más cruzar la puerta nos topamos con el rock sucio de Nashville Pussy en el Desert Stage como buena muestra de lo que encontraremos allí gran parte del festival, muchas canas, chalecos de parches y el público más pureta dándolo todo bañados en cerveza.

En el Main Stage Paleface Swiss fueron los llamados para cubrir la anunciada baja de Bad Omens y no desaprovecharon la ocasión. El deathcore de los suizos encaja perfectamente aquí y como pasa tantas veces solo había que fijarse en las caras de asombro de la banda para ver que estaban flipando con la respuesta del público que alternaba walls of death y circle pits sin tregua. Acaban de anunciar varias fechas en salas para principios de 2025 y podemos apostar a que formarán parte del line-up del festi en el futuro.

En el escenario Ritual los ingleses Heriot nos ofrecieron su dosis de visceralidad con buenos momentos como ‘Siege Lord’ o ‘Demure’, que formarán parte del álbum que publicarán en septiembre con Century Media. Habrá que estar atentos.

Foto Alice Cooper: Jaume Estrada

Poco después de las siete de la tarde aparecía Alice Cooper en el Main. A plena luz del día y con una escenografía simple pero efectiva, en pocos minutos ya nos tenía en el bolsillo. Cuando después del reciente ‘Welcome to the Show’ te enlaza tres himnos como ‘No More Mr. Nice Guy’, ‘I’m Eighteen’ y ‘Under my Wheels’ poco se puede añadir. Con una banda más que solvente en la que destaca la guitarra de Nita Strauss y una puesta en escena apoyada en un par de escalinatas que iban moviendo según convenía (a los lados del escenario para que subieran los guitarras o como púlpito para Alice en ‘Elected’) fueron cayendo temas de su época 70’s y clásicos posteriores como ‘Poison’, ‘Hey Stoopid’ o ‘Feed my Frankenstein’, donde apareció un muñeco de Alice gigante al más puro estilo del Eddie de Maiden en los 80. A sus 76 años Alice Cooper sigue cantando y manejando el show como quiere, no faltó la camisa de fuerza ni la guillotina y cuando llegó el final con ‘School’s Out’ con guiño incluido a Pink Floyd con parte de ‘Another Brick in the Wall (Pt.2)’ no puedes más que esbozar una sonrisa y dar las gracias por estar allí.

Foto Machine Head: Alex Belza

Tras caer la noche, Machine Head ocupaba el escenario principal con un gran despliegue de fuego, luces y un sonido atronador. Repasaron su discografía con un setlist equilibrado que arrancó con ‘Imperium’, ‘Ten Ton Hammer’ y ‘Choke in the Ashes of Your Mind’ en el que fueron dando saltos de un álbum a otro sin hacer más de dos paradas en ninguno de ellos. El final con ‘From This Day’, la imprescindible ‘Davidian’ y ‘Halo’ tras lanzamiento de globos con el logo de Machine Head y fuego por doquier fue el colofón de una gran actuación en la que justificaron con creces su posición en el cartel.

En el Desert los daneses MOL, pese al hándicap de coincidir con Machine Head, pusieron de su parte para convencer al público no muy numeroso que se acercó a verlos y su cantante no tardó en dejarse caer entre el público para cantar sobre sus cabezas. Su mezcla de black metal y shoegaze les acerca a bandas como Deafheaven o Alcest y basaron gran parte de su set en su último disco ‘Diorama’ con grandes temas como ‘Photophobic’. Esperamos volver a verlos en el futuro en condiciones más favorables.

Foto Kerry King: Jaume Estrada

Con Kerry King nos quedamos con la misma sensación que después de escuchar su disco. Su material continuista de los últimos Slayer es muy disfrutable, la banda que le acompaña impecable, pero se echa en falta que den un paso más allá. Su actuación en el segundo escenario empezó justo detrás del despliegue de Machine Head y el contraste fue considerable. Enseguida notamos que el sonido no era lo suficientemente nítido. A pesar tocar en el Ritual Stage hicieron uso de fuego en varias ocasiones, también nos regalaron temas de Slayer como ‘Chemical Warfare’ o ‘Raining Blood’ que empalmaron con ‘Black Magic’ para rematar el show con ‘From Hell I Rise’. Al final piensas que todo podría dar más de sí, Kerry mantiene su postura más bien fría y distante de siempre mientras los demás miembros de la banda parece que estén todo el concierto mirándolo de reojo con miedo de salirse de su guion.

Foto Sum 41: Alex Belza

Seguro que Sum 41 se bajaron del escenario pensando ya en la fecha de una gira de reunión después de ver la respuesta del público. Temas recientes como ‘Landmines’ o ‘Rise Up’ se intercalaron bien con su repertorio más clásico y la gente se lo pasó en grande con himnos generacionales como ‘Fat Lip’ o ‘Still Waiting’. Una fiesta de despedida que todo el mundo espera que se prolongue infinitamente.

Ya de camino a la salida nos acercamos a ver a Eivor, que cerraba el escenario Desert. Su personal revisión del folk escandinavo concentró a un buen número de público, seguro que artistas como Myrkur o incluso Chelsea Wolfe encajarían muy bien aquí.

JUEVES 27
Con la típica boina sobre Viveiro nos vamos bien pronto hacia el recinto del festi confiando en que se mantenga así y no tener que sufrir ni por la lluvia ni el azote del sol del mediodía. Así nos acercamos al Ritual Stage donde los madrileños Fallen At Dawn congregaron a un buen número de peña pese a que no eran ni las tres de la tarde. Practican un metal actual con buen nivel y mucha entrega que tuvo una gran acogida entre los fans que habían ido a verlos y los que no los conocían. Buen futuro.

Foto Fallen At Dawn: Jaume Estrada

Abrían el Main Stage Ankor con una buena presencia de público que ya a esa hora estaba muy por la labor. Es de agradecer que bandas de aquí puedan disponer de las prestaciones del escenario principal y ellos no desaprovecharon la oportunidad. Gozaron  de un potente sonido y demostraron ser técnicamente impecables, destacando su nueva batería Eleni Nota (ex-Nervosa). Al día siguiente tocaban en el Hellfest.

En la carpa del Chaos Stage se presentaban los ingleses Pest Control con su cantante Leah Massey-Hay al frente enfundada en una camisa de Suicidal Tendencies ante un público bastante escaso. Su thrash metal crossover similar a bandas como Municipal Waste es muy disfrutable aquí, pero quizás a las cuatro y veinte de la tarde es muy pronto. Fueron descargando temas destacados de su único disco hasta la fecha como ‘Enjoy the Show’ y poco a poco se fue sumando más gente a la fiesta pero su tiempo estaba acabando. Next time.

Foto Counterparts: Jaume Estrada

Teníamos muchas ganas de ver a Counterparts tras meses de escuchar en bucle su último álbum A Eulogy For Those Still Here, y aunque lo tenían todo a favor tocando en el escenario principal y con el público dispuesto, nos fuimos con la sensación de que faltó algo. No fue el mejor sonido en el Main Stage y la voz de Brendan Murphy a momentos no nos acabó de convencer. Puede que el reciente auge de popularidad de bandas como Knocked Loose les haya jugado en contra y se vaya demasiado rápido con ellos. Posiblemente si se hubieran programado a los canadienses en la carpa habrían ganado en cercanía y épica. Aun así tuvo buenos momentos como el final con la desgarradora ‘Whispers of Your Death’.

Urne son un trío londinense que practica un metal progresivo a lo Gojira con toques stoner. Técnicamente impecables, nos tuvieron enganchados desde el primer minuto y aunque sus temas no son cortos precisamente su actuación nos atrapó con cortes como ‘Becoming the Ocean’. Muy buenos, una de las sorpresas de este año.

Con Bruce Dickinson nos pasó algo parecido a lo de Alice Cooper. Cuando lo vimos en el cartel no estábamos seguros de cómo encajaría su propuesta en solitario en el Resu. Fue verle salir y gritar ‘scream for me Viveiro’ y ya estábamos en su equipo. Bruce canta mejor que nunca y aunque no tiene la movilidad atlética de antaño se le ve en plena forma. A pesar de no contar con un cancionero como el de Maiden se las apañó para construir un setlist entretenido con lo más destacado de su último disco (‘Afterglow of Ragnarok’, ‘Rain on the Graves’ o ‘Resurrection Men’) y temas de su discografía como ‘Accident of Birth’ o ‘Tears of the Dragon’, que tuvieron buena acogida entre el público. Con una banda de apoyo bien solvente que se permitió un guiño al classic rock con el ‘Frankenstein’ de Edgar Winter, Bruce nos recordó lo gran frontman que es, nos entretuvo con su humor inglés e incluso tuvo un lapsus con el ‘Basque Country’ aunque antes había estado hablando del tiempo en ‘Galizia’.

El metal sinfónico de Delain no está hecho para nosotros, pero hay que reconocer que sonaron muy bien y tuvieron una gran acogida. Es cierto que este tipo de bandas suelen funcionar muy bien aquí.

Foto Bring Me The Horizon: Alex Belza

Desde el primer momento se notó que era el día de Bring Me The Horizon. Fue con diferencia el grupo que más camisetas vendió de todo el festival y el posicionamiento de fans en las primeras filas desde que abrieron puertas así lo demostraba. Había ganas de verlos, después de su gran actuación de hace dos años y con un buen disco que no hemos dejado de escuchar desde que lo subieron por sorpresa. Arrancaron con ‘DArkSide’, ‘Empire (Let Them Sing)’ y ‘Mantra’ y se vio que el sonido no tenía la potencia ni la nitidez de otros conciertos. Para cuando atacaron ‘Obey’ y ‘Top 10 staTues’ la cosa había mejorado bastante y fue para arriba hasta el final. Después de ‘Kingslayer’ (sin presencia de unas Babymetal que aún estaban por llegar) y ‘Parasite Eve’ del primer Post Human, Oli hizo subir a una fan con la que cantó ‘Antivist’ y la verdad es que la chica lo hizo realmente bien. Después baño de masas con los fans de las primeras filas en ‘Drown’ y la recta final por todo lo alto con ‘Can You Feel My Heart’, ‘Doomed’, ‘LoST’ y ‘Throne’. Un concierto que fue de menos a más en que el hecho del flojo sonido del principio y de tocar con luz de día restó algo de espectacularidad al show.

Scowl con la fiera Kat Moss al frente sin parar un segundo dieron una corta pero enérgica actuación que puso la carpa patas arriba.

Crypta fueron de lo mejor que pasó por el Ritual Stage. Con un sonido increíble, se nota que se lo tienen muy currado y son muy buenas con sus instrumentos. Su actuación caló muy bien en la peña, se las vio disfrutar, incluso emocionarse en algún momento. Una agradecida Fernanda nos confesó que deseaban tocar aquí desde hacía tiempo y con ‘Lord of Ruins’ y ‘From the Ashes’ culminaron una gran actuación. Que vuelvan cuando quieran.

A priori a High On Fire, a pesar de ser una institución en lo suyo, no nos los imaginábamos en el escenario principal en un horario más propio de cabezas de cartel (23:20h). Amantes de los decibelios como son, aquello fue una animalada de concierto con un muro de sonido que echaba para atrás. Hubo una buena criba y la cantidad de público presente fue bastante pobre por el escenario y la hora. Pero Matt Pike y su banda fueron a lo suyo desplegando un brutal concierto en el que la tormenta de riffs y la estratosférica batería de Coady Willis (Big Business, Melvins…) nos dejaron sin aliento. ¡Jefes!

Después de la hostia de High On Fire fue muy difícil conectar con el black avant-garde de Ihsahn. Esperamos que su presencia sirva para que Emperor entren en el cartel en el futuro.

Cerrando el día, después de veinte años picando piedra como unos campeones, Lendakaris Muertos aparecían en el escenario principal para hacer la fiesta padre con su punk de molde. Somos muy fans de esta banda así que… qué os vamos a decir. Si ya en el 2013 dieron un bolazo en la carpa del Resu imaginad ahora que están más curtidos que la melena de Mustaine.

VIERNES 28
Cierto es que la propuesta del jueves se ajustaba al 100% a nuestros gustos musicales y no tanto la de los dos últimos días de festi pero hemos venido a jugar así que… caña aquí. A jugar y a mojarnos en el patatal. Sin duda, el peor día en cuanto a clima se refiere.

Foto Jiluka: Jaume Estrada

Jiluka fue nuestra manera de abrir la jornada. Lo que está claro es que el metal nipón ha llegado para quedarse. La chavalada está muy por la labor y a poco que pongas de tu parte te lo pasas en grande. Con una cuidada imagen y una descarga decibélica considerable solo les faltaba la entrega total del público para hacer de aquello otra batalla épica otaku.

Nakkeknaekker les sobran letras en el nombre de la banda y les faltan años de experiencia. Tuvimos la misma sensación que cuando los vimos en sala teloneando a Crypta. Si se lo proponen van a llegar lejos porque tienen una buena base y unas ganas que esperamos que no se desvanezcan por el camino.

Pues mira, que Floya nos sorprendió gratamente. Con una propuesta que en momentos se acerca a algo tan mainstreamcomo Coldplay o incluso U2, los alemanes nos regalaron buen rollo y unas melodías muy chulas con una energía positiva que contrastaba a saco con la mala leche de los jóvenes Nakkek. La vida son contrastes.

Foto Sóber: Jaume Estrada

Empezamos a entender que una de las razones de programar a según qué bandas a media tarde en el escenario principal es un guiño a la gente que acude con hijos al festi. Y oye… pues ni tan mal. Mola mucho ver a los críos a horas dignas pasándolo en grande alzando sus mini cuernos subidos a las espaldas del pobre padre que intenta cantar a la vez que baila con la mujer y aguanta el vaso. Söber tenían ganas de tocar en el festi, eso está claro. Fuimos muy fans de la banda en el pasado y el que tuvo retuvo. Al salir de nuestra zona de confort con el rollo Savia y Skizoo ya la cosa se puso más cuesta arriba.

Sorpresón con Dool: bandaza. Su rock gothic psicodélico hipnotiza. Se nota que son musicazos curtidos y su directo es realmente de 10. No somos muy de covers pero claro, si te tocan el ‘Love Like Blood’ de Killing Joke con ese estilazo pues no puedes hacer nada más que quitarte el sombrero. Menudo flechazo.

Foto Viva Belgrado: Alex Belza

Que si en esta casa se pone un 10 a un disco es por algo. Del mismo modo los andaluces Viva Belgrado hicieron el mejor bolo de la carpa con un show compacto y muy true, un setlist muy bien escogido y una banda en estado de gracia que no para de crecer. Que por desgracia se dice mucho por estos lares: ‘si fueran guiris… lo petaban’. Muy felices de ver que una propuesta así es entendida por el público. Larga vida al shoegaze harcdcoreta patrio.

Empieza a ser una tradición ver a Corey Taylor encima de las tablas del Main Stage, ya sea en solitario como encabezando a Slipknot. Con una voz envidiable nos ofreció un gran recital donde hubo lugar para temas propios y covers, como el cañonazo final de ‘Duality’. Si además su visita a Vivieiro sirve para tener a los enmascarados en las edición del 20 aniversario, pues mejor todavía.

¿Sabes cuándo una pareja se conoce en First Dates y explota el amor a primera vista? Pues eso nos ocurrió con Hexis. Nos volaron la cabeza. Que gran descubrimiento… joder. Gran energía, una puesta escena crudísima, sin contemplaciones y con un volumen atronador. Un ladrillo en toda regla. A ver cómo evoluciona nuestra relación de amor porque estamos altamente motivados con un bonito futuro.

Que entendemos que no te encaje la voz del frontman de Drug Church pero esto es como la pizza de piña: o te flipa o no la soportas. Y a nosotros nos flipa. Bolazo. Una gozada para los fans del post hardcore old school con toquess grunge. ‘Weed Pin’ es un himno. Y punto.

Foto The Offspring: Jaume Estrada

Ir a un concierto de The Offspring es como asistir a un karaoke multitudinario. Que tirarán de autotune, efectos grabados o lo que se te antoje, pero su larga lista de hits es interminable. Es el grupo perfecto para programar en un festi de estas características en el escenario principal y a casi media noche. Para muestra, un botón: empezaron su show con ‘Come Out And Play’, ‘All You Want’ y ‘Want You Bad’, vosotros mismos. Que quizás no hacía falta hacer una cover de los Ramones pero va a ser que a la gente no le importó, al contrario. Una verbena de las buenas.

El contraste de Accept con bandas de jóvenes nipones es otra de las cosas que hace grandes al Resu. Ha quedado altamente comprobado que Mark Tornillo hace muy bien su papel de frontman. Si a eso le sumas que sonaron temas como ‘Restless and Wild’, ‘Fast as a Shark’, ‘Princess of the Dawn’… gozada máxima.

Felices por la llegada de Me Fritos And The Gimme Cheetos al escenario principal (años lleva el público reivindicándoles con clamores de ‘cabezas de cartel’ y ‘main stage’) nos fuimos a ver Winterfylleth porque nos tira más el black metal que la cerveza en botella de cristal y buff… nivelazo. No siempre es necesario el corpse paint para demostrar que eres un abanderado del género. Los ingleses defienden el black metal atmosférico como si de unos auténticos nórdicos se tratara. Muy chulo, sonidazo increíble y además nos regalaban ‘Dishonor Enthroned’, una canción de su próximo disco que verá la luz en septiembre. Sin duda alguna, la mejor manera de cerrar una jornada de festival que superaba con creces nuestras expectativas iniciales.

SÁBADO 29
Dejamos atrás la lluvia para gozar de un día soleado. Pinta bien la jornada. La expectación por ver a los rusos Slaughter To Prevail era máxima pese, o quizá por eso, a las acusaciones de nazi que persiguen a su cantante desde hace años. Tanto es así que había un buen lío para llegar al festi a las 3 de la tarde y llegamos cuando el show ya había comenzado. Contundencia no les falta, pero está claro que su éxito en directo es más fruto de la reacción del público que de la banda ya que los circles pit, crowd surfing y demás son incesantes. Ya venían del Hellfest con el listón muy alto con unas impactantes imágenes del mayor wall of death de la historia y en Viveiro la cosa no se quedó corta (bueno, un poco sí porque a Alex Terrible le dolían las rodillas y no bajó del escenario). Eso sí, si poco nos gustan las covers menos aún en el caso de una banda que tiene que ofrecer castaña tras castaña. Prescindible totalmente la versión del ‘Du Hast’ de Rammsttein. Los enmascarados a lo Ghost del metal extremo están en racha, pero más vale explotarlo al máximo porque creemos que será algo efímero.

Foto Slaughter To Prevail: Alex Belza

La propuesta de Heretoir nos encaja en nuestros gustos y nos dio igual que apenas fueran las cuatro de la tarde para disfrutar de su concierto. Aunque las comparaciones sean odiosas, su rollo Alcest nos convenció y disfrutamos mucho de su directo.

Foto Babymetal: Alex Belza

Llegó unos de los momentos del día: Babymetal. De nuevo el festival nos sorprendía programando un cabeza de cartel a plena luz del sábado y no fallaron. Gentes de todo tipo de edad y condición disfrutaron del espectáculo de las niponas. Que si eres de los que quieren guitarrazos y amplis Orange lo tienes mal. De hecho, el paradigma está cambiando y dichos artefactos empiezan a ser una exclusiva de las bandas que tocan en el escenario Desert. Aquí hay trabajo de estudio, de coreografía, de SHOW en palabras mayúsculas y el público lo disfruta a tope. Estamos en 2024 y la música, como todo, ha cambiado. Tienen muchos temazos como ‘Megitsune’, ‘Ratatata’ o ‘Gimme Chocolate!’ que en directo funcionan de la leche. Que sí, que son un producto, que son las Parchís del metal… pero está todo fetén.

Vimos dos temas de Dream State porque ha sido una banda que siempre nos ha caído en gracia y estaba chulo, pero competir con el metal manga de moda no es un buen plan.

Foto Electric Callboy: Jaume Estrada

Más de lo mismo con Electric Callboy. Si hace años te dicen que una banda de esas características va a estar en el cartel del Resu te petarías de risa. Y de aquí al Leyendas y así hasta el infinito y más allá. Estamos en el momento de cambio generacional que tanto habíamos esperado. Sí, lo había y si quieres disfrutar del metal en directo tienes que saber adaptarte. Si lo consigues y te dejas llevar por la propuesta de los alemanes te lo vas a pasar como un enano. Y hablamos con autocrítica porque ya los vimos en directo con anterioridad y no entramos en el rollo ,pero la vida pasa rápido y hemos decidido disfrutarla a tope y si hay que hacer sentadillas y cantar con falsete pues se hace. Abre tu mente y dalo todo con ‘Tekno Train’, ‘Pump It’, ‘We Got The Moves’… temazos divertidísimos. Para más inri sonó de nuevo el ‘Ratatata’ con las niponas en escena.

Como estamos con ganas de pasarlo bien pues entran en acción El Reno Renardo y nos lo pasamos en grande. Sus canciones tienen unas letras cachondísimas que te hacen reír con suma facilidad: ‘No hay huevos’, ‘El As de Oros’, ‘Chicken es Pollo’… que es verdad que ‘Tu Hamster’ es una petada de risa importante, pero volver a escuchar otra coverdel ‘Du Hast’ empezaba a hacerse raro ¿Qué van a venir Rammsttein al festi el próximo año y nos lo están diciendo con indirectas?

Foto Megadeth: Alex Belza

Todos los fans de Megadeth sabemos de sobras que Mustaine hace un concierto malo por cada cinco enormes y el del Resu de este año fue increíble. Él estaba ‘simpático’ y su banda es oro puro. Si ya nos gustó cómo empezó la cosa con su inicio con el tema de su último trabajo de estudio, imaginad cuando sonaron himnos del nivel de ‘Tornado Of Souls’, ‘Peace Sels’, ‘Symphony of Destruction’ o nuestra querida ‘Trust’. Solo recordarlo se nos ponen los pelos de punta.

Estaba claro que en el Ritual Stage y a esa hora lo de Fear Factory mal no iba a estar. Sonaron al menos cuatro temas de nuestro ábum favorito, Demanufacture, así que brutal. A pesar del paso del tiempo su nu metal industrializado sigue entrando bien.

Foto Avenged Sevenfold: Jaume Estrada

Si el último disco de Avenged Sevenfold ha provocado división de opiniones, las del concierto del sábado fueron bastante unánimes, y no precisamente en positivo. Fue un show muy deslucido para ser el bolo de antes del cierre del festival. Hicieron lo justo y necesario para cubrir expediente y está claro que si siguen así no van a cumplir las expectativas que se tenían con su evolución.

Llegó el ya tradicional espectáculo de fuegos artificiales sin anuncio de futuras bandas ni fechas y antes de salir decidimos ver a unos inesperados Asomvel. Que somos muy fans de Mötor y eso es bueno y malo. Lo de parecerse tanto en estética y ejecución al Dios del Rock nunca nos había hecho gracia y no le habíamos prestado especial atención: ERROR. Conciertazo. A partir de ahora nos declaramos fans. Sonidazo, grandes temas, buena ejecución… y sin hacer ni una sola versión de Mötorhead. Nos encantó.

Con las fechas ya confirmadas para el año que viene, del 25 al 28 de junio, solo queda ir contando los días para poder volver porque van muchos años de seguimiento fiel al festival y no queremos dejarlo nunca.

CARLOS PASCUAL Y SERGIO POZO