FECHA: 19, 20, 21, 22 DE JUNIO DE 2024
LUGAR: PARQUE EL BATEL (CARTAGENA)
PROMOTOR: MADNESS LIVE!
Cirith Ungol fueron la principal razón por la que este año decidimos desplazarnos hasta el Rock Imperium. Primera y seguramente última descarga en nuestro país, y por supuesto, un elenco de formaciones como Judas Priest, Saxon, Marduk o Blitzkrieg también pedían a gritos nuestra presencia. Temerosos de las altas temperaturas murcianas, nos encontramos con un recinto bien conectado, amplio y muy cómodo, en el que era sencillo disfrutar de la sombra, con reparadoras brisas marinas incluso, césped natural y un ambiente familiar y tranquilo. Sin agobios ni colas, y lavabos limpísimos. Si le sumamos las impresionantes ruinas romanas, murallas y fortalezas de Cartagena, amén de la deliciosa oferta gastronómica de la ciudad, seguramente estemos hablando del mejor emplazamiento para un festival que hayamos disfrutado en España.
MIÉRCOLES 19
Tras unas cuantas horas de carretera y refrescarnos un poco, fuimos directos al Parque El Batel para empezar nuestra travesía por el festival. Un pequeño problema con las acreditaciones sólo nos permitieron ver a Eclipse desde la puerta, pero para Uriah Heep, uno de los primeros imperdibles de esta edición, ya estábamos plenamente asentados en el recinto.
Con el irrompible Mick Box a la guitarra, Uriah sorprendieron con una vitalidad y potencia que no se correspondían con las mareantes edades de algunos de sus miembros. Viajamos a los 70 con temas como ‘Rainbow Demon’ o ‘Gypsy’, y se mostraron felices de seguir dando caña en un bis con ‘Sunrise’ y ‘Easy Livin’’, que incluso contó con la presencia de Richie Faulkner y Ronnie Romero. Contundentes también fueron Extreme, aunque sus constantes amagos de cover hicieron que su show, más que correcto, fuera más disperso de lo que debiera.

La jornada inaugural iba a entrar en plena ebullición con Judas Priest, los indiscutibles cabezas de cartel del Rock Imperium. Nunca consultamos setlists para preservar la magia y la sorpresa, así que poco imaginábamos la que nos iba a caer…
Abriendo con ‘Panic Attack’, una tempranera ‘You’ve Got Another Thing Comin’’ ya presagió que la leyenda británica iba a ir por faena. ¡Ostras, pero de qué manera! Sin solos ni parlamentos, Judas empezaron a empalmar temazos históricos sin respiro, uno tras otro para delirio de su hinchada. Curiosa fue la recepción más bien tibia de ‘Rapid Fire’, aunque cómo no, aquello explotó cuando ‘Breaking The Law’ tomó el testigo. Fue conmovedor comprobar que, ni que sea por unos segundos, Ian Hill y Rob Halford todavía pueden sumarse al meneo de caderas.

No entendíamos cómo después de ‘Riding On The Wind’ podía aterrizar una áspera ‘Love Bites’, seguida de ‘Devil’s Child’ o una locura repescada del tamaño de ‘Saints In Hell’. ¡Este repertorio era para auténticos fanáticos de los Dioses del Metal! Una ‘Sinner’ descomunal ya fue demasiado, pero que la secundara ‘Turbo Lover’, casi orgásmico. ‘Invincible Shield’ nos bajó a la Tierra para afrontar la última fase del show, más convencional aunque para nada menos matadora.

Una maravilla atemporal como ‘Victim Of Changes’, ‘The Green Manalishi (With The Two Prong Crown)’ y ‘Painkiller’, que cada día que pasa atruena mejor en directo, cerraron el grueso principal del show para que ‘Electric Eye’, por supuesto precedida de ‘The Hellion’, además de la motorizada ‘Hell Bent For Leather’ y ‘Living After Midnight’, remataran un conciertazo mayúsculo.
A Richie Faulkner le basta con espatarrarse en su esquina de escenario para comandar unos Priest extrañamente en plena forma, y aunque clama al cielo que incluso Ian Hill se mueva más que Andy Sneap, el exSabbat se atrevió con los solos de los himnos finales, firmándolos con suma soltura. Halford recibirá todas las ayudas que queramos, toda esa reverb y efecto eco en sus labores, pero se deja la piel y por los siglos de los siglos será el número uno al micrófono
JUEVES 20
El segundo día lo iniciamos con Xandria, de los que sólo conocíamos algunas de las fotos promocionales más horripilantes que se hayan visto. No defraudaron y nos dieron la turra con un show hortera a más no poder. Cada vez que Ambre Vourvahis abría la boca le lanzaban por mesa un ejército de sopranos y mezzos… Así cualquiera, y algunos todavía tendrán el morro de criticar al pobre Rob…
A las cuatro y diez de la tarde, bajo un sol abrasador, nos situamos en las primeras filas para frotarnos los ojos y gozar de Cirith Ungol. Empezaron con ‘I’m Alive’ y con ello ya está todo dicho. Cediendo el espectáculo a los Night Demon Jarvis Leatherby y Armand Anthony, Tim Baker paseó por el escenario con su movilidad reducida en los hombros, pero una voz para la que no han pasado los años. El cancionero fue de escándalo, sonando rocosos y poderosos. ‘Frost And Fire’, una ‘Chaos Descends’ brutal, ‘Atom Smasher’, ‘Black Machine’, ‘Master Of The Pit’, ‘King Of The Dead’, ‘Blood & Iron’ cerrando… Gracias por esta reunión que ya termina, y por seguir alimentando este culto underground al que siempre seremos fieles.

Después de flipar con los de Ventura todavía tuvimos tiempo para subir el monte y desvirgarnos con el escenario Festivales Región de Murcia, la carpa destinada a aquellos conciertos de menor formato. Arwen, desde Madrid, le estaban dando buena leña power, con mucho protagonismo para David de Sun Of The Dying a los teclados y parte de las voces. Muy solventes y pros, vaya que sí, y lo mismo puede decirse de los siguientes en pisar el escenario pequeño, los italianos Shores Of Null. Con su doom melódico con algún riffeo black, Davide Straccione y los suyos dieron un bolo sobrio en el que The Loss Of Beauty, su álbum de 2023, tuvo muchísimo peso.
Ya no nos movimos de allí, porque los siguientes en tomar el escenario fueron Night Demon. Gran decisión, porque el trío se marcó un showazo que fue directo a nuestro top de esta edición del Rock Imperium. Con un headbanging desbocado que nos hizo temer por la salud de sus cervicales, no pararon de lanzar misiles en forma de canción, a cada cual más veloz y heavy. Lo de ‘Full Speed Ahead’ parece que lo lleven tatuado en la frente, bordándolo en ‘Screams In The Night’ o ‘Darkness Remains’, dejándose para el final esa ‘The Chalice’ con especial protagonismo para su mascota espectral sobre las tablas, y cómo no, una ‘Night Demon’ en la que acabaron de darlo todo, incluso bajando a tocar entre el público tanto Anthony como Leatherby. La vieja escuela es infalible. Totalmente imparables.

Para relajarnos e intentar rebajar la euforia nos fuimos a por Glenn Hughes, quien se marcó una jam de aúpa a costa de Deep Purple. Acompañado de musicazos, el inglés lo pasó en grande con sus incursiones al funk, el blues y el hard rock, terminando con ‘Burn’. El pasado nunca fue tan refrescante.
Como a Avantasia los tenemos más vistos que al tebeo, optamos por Praying Mantis. Cualquier grupo que haya formado parte de la NWOBHM siempre tendrá nuestro respeto, pero cuando se acercaron más a sus pulsiones AOR no nos acabaron de convencer. Pese a ello, no nos movimos de la carpa, porque pronto era el turno de Marduk para aquellos valientes que aguantaran hasta la madrugada.

La pregunta era, ¿cómo iban a marcarse los suecos un concierto de hora y veinte? Sencillo: intercalando samples apocalípticos entre cada canción, con Mortuus presentando los temas entre esos respiros. Cuando tocaban, por eso, la misma virulencia insensata de siempre.
Marduk ya nos sorprendieron con la inicial ‘On Darkened Wings’, canción perteneciente a Those Of The Unlight de 1993, y es que realizaron un estupendo recorrido por casi toda su trayectoria. ‘Equestrian Bloodlust’ de Viktoria, una ‘Shovel Beats Sceptre’ del reciente Memento Mori que no acabó de cuajar, ‘Souls For Belial’, que es nuestra favorita del excelente Serpent Sermon… Una carnicería bien secundada tanto por las luces como por la penumbra, que incluso retrocedió hasta su álbum de debut con ‘The Funeral Seemed To Be Endless’, visitó World Funeral con ‘With Satan And Victorious Weapons’, y no se olvidó de ‘Wartheland’, ‘The Sun Has Failed’, ‘The Blond Beast’, ‘Throne Of Rats’ y ‘Wolves’. Ya no volvieron para el bis, así que nos quedamos sin representación del infausto Panzer Division Marduk. Ellos son así, y es parte de su encanto.
VIERNES 21
El día más caluroso del festival, por lo que no nos atrevimos con Nestor. Una pena, porque les teníamos ganas… A una hora más prudencial, para Igorrr sí reunimos el valor para presentarnos en el escenario Cartagena. Todo lo que odiamos de su propuesta se incrementó incluso en vivo, contando además con un sonido que no acompañó. Su mejunje histriónico que fusiona a Dimmu Borgir con trip hop, electrónica, Therion y Septicflesh es el colmo del mal gusto, así que entraron en competición directa con Xandria como los más chabacanos del evento.
Lo de Blitzkrieg sí fue una lección absoluta. Aunque sólo lleve cuatro años en el grupo, con la presencia de Nick Jennison a la guitarra y un Brian Ross pletórico a las voces se bastaron para poner el escenario pequeño patas arriba. ‘Armageddon’ abriendo fuego, y ya despiporre. ‘Hell To Pay’, ‘A Time Of Changes’, ‘The Spider’, ‘Theatre Of The Damned’, ‘Blitzkrieg’ obviamente para terminar… Cuero y acero para un verdadero homenaje al heavy metal vetusto.

No tardamos en bajar la colina, porque ya nos esperaba uno de los platos fuertes: los Accept de Wolf Hoffmann. Le tienen la medida tomada al formato festival, y también en Murcia la liaron bien gorda. ‘The Reckoning’ de Humanoid fue la primera, y seguida de ‘Living For Tonite’ y ‘Restless And Wild’, los germanos siguieron confiando en estos repertorios actuales perfectamente equilibrados entre himnos ochenteros y temazos recientes. Tampoco diremos que ‘Midnight Mover’, ‘Princess Of The Dawn’ o ‘Metal Heart’ causen el mismo efecto emocional que las canciones de esta nueva era, pero es que ‘Zombie Apocalypse’ es un pepinazo, ‘Teutonic Terror’ ya un clásico contemporáneo, y ‘Pandemic’, una jugarreta letal para nuestras caderas. Aplastantes, nos acabaron de noquear con ‘Fast As A Shark’ y ‘Balls To The Wall’ en otro bolazo para enmarcar. Simplemente se salen.

Sedientos de más metalazo, los próximos eran ni más ni menos que Saxon. ‘Hell, Fire And Damnation’, ‘Motorcycle Man’ y ‘Power And The Glory’ de seguido. Exacto, el poder y la gloria. En un escenario como nunca antes, con vídeos, leones y llamaradas, los ingleses brillaron como los protagonistas indiscutibles de la jornada. Biff Byford fue la voz, el guía, la elegancia y el señorío, pero queremos detenernos en Brian Tatler de Diamond Head, quien se reivindicó como el sustituto perfecto de Paul Quinn. El tío no falló una, manteniendo bien alto el pendón de la leyenda británica. El momentazo del show llegó con ‘Dallas 1 PM’ y una ‘The Eagle Has Landed’ perfecta, de lágrima, y fue curioso que entre ‘Strong Arm Of The Law’, ‘And The Bands Played On’ o ‘Denim And Leather’, recuperaran su cover de ‘Ride Like The Wind’ perteneciente a Destiny. Enésima descarga espectacular, rematada por ‘747 (Strangers In The Night)’, una potentísima ‘Wheels Of Steel’, ‘Crusader’ y ‘Princess Of The Night’, así que los que les hemos visto en incontables ocasiones sólo podemos pedirles un poco más de riesgo y sorpresa en próximos repertorios.

Mientras Saxon devoraban el escenario principal, otros ilustres ingleses hacían lo propio con aquellos más ávidos de extremismo musical. Napalm Death, los padrinos del grindcore, daban rienda suelta a sus creaciones de apenas segundos o a algunas más elaboradas de sus últimas obras. Porque ‘Contagion’ sonó aún más hardcore que en estudio, pero ‘Suffer The Children’ o ‘Scum’ fueron la burrada de toda la vida. Lo que tampoco varía son las carreras de Barney Greenway sobre las tablas, quien pese a tener algunos problemas con el micro, tuvo tiempo para, chapurreando en castellano, alertar sobre el neofascismo de VOX, cagarse en la antigua plaza de toros que teníamos justo al lado, o de realizar un alegato antibélico. Incluso nos vapulearon con esa ‘Nazi Punks Fuck Off’ de Dead Kennedys. Hay cosas que nunca cambiarán. Qué jefazos.

En teoría, el postre de alto copete lo iban a servir Emperor. Bien entrada la noche, con la complicidad de la luna llena, los noruegos atacaron con ‘Into The Infinity Of Thoughts’. Por raro que parezca tratándose de ellos, el sonido no fue nítido y nos perdimos muchos de sus matices sonoros, incluso varias partes esenciales de teclado. En ‘In The Wordless Chamber’ o sobre todo en la prodigiosa ‘Thus Spake The Nightspirit’, algunos riffs nos los tuvimos que imaginar.

A estas alturas no le vamos a pedir a Ihsahn que salga al escenario en plan malote, pintado y con pinchos de palmo y medio, es algo en lo que no cree desde hace eones, pero tampoco es normal ofrecer tan poco espectáculo. Por favor, es que Samoth se mueve menos que un Ian Hill afectado de hernia discal… A los Emperor actuales sólo los disfrutamos si cerramos los ojos y nos rendimos mentalmente ante ‘Ensorcelled By Khaos’, ‘Curse You All Men!’, ‘I Am The Black Wizards’ o ‘Inno A Satana’, que finiquitó el grueso principal del show, pero si ni siquiera esta vez acompaña lo que escupen los altavoces… ‘The Burning Shadows Of Silence’ y ‘Ye Entrancemperium’, con un Trym en modo metralleta, dieron carpetazo a otro concierto suyo que nos deja con una sensación muy agridulce desde que se reúnen esporádicamente.
SÁBADO 22
El último día decidimos plantarnos a ciegas ante otros noruegos como Spidergawd, y el instinto no nos falló. Armados incluso con un saxo de amplias proporciones, mucho hard rock psicodélico y también heavy antiguo, nos dieron el justo chute de energía que necesitábamos para afrontar la cuarta jornada con garantías. A su lado ya se preparaban Green Lung, unos de los grandes tapados del festival.
El hype que se ha montado en torno a los londinenses nos parece exagerado como en tantos otros casos actuales, aunque no se puede negar que pilotan y que cuidan sus movimientos. Rockeros, sin ser unos cafres del stoner doom como Electric Wizard, todavía estamos madurando si interpretar la ceremonial ‘Song Of The Stones’ a media tarde fue un atrevimiento o una patillada. Cuando le dieron a sus riffs más pétreos, caso de ‘Old Gods’, Cartagena tembló, y escuchar esos órganos setenteros no le puede sentar mal a nadie. Para despedirse con ‘Graveyard Sun’ hay que tenerlos bien puestos.
Cambio de tercio total con Riot City en la carpa. A piñón fijo y con la tríada de guitarras y bajo echando chispas, los canadienses nos pasaron por encima comandados por un Jordan Jacobs que fue de menos a muchísimo más a medida que sus cuerdas vocales calentaron. Se presentaron con el tema de apertura de Terminator 2, eso ya casi debería ser definitivo… Una masacre de speed metal, veloz como el rayo y sin tregua. Nos gustaron más en directo que en álbum.

Sin necesidad de tirar de la muletilla Warlock, a Doro le hemos disfrutado muchos mejores conciertos que el que ofreció en Murcia, y mira que empezaron potentes… El problema fue la pérdida progresiva de ritmo a favor de excesivos parlamentos entre canción y canción, tanta pompa con la de Düsseldorf, un solo de batería que aportó tan poco como cualquier otro… Por no hablar de que Judas Priest tuvieran casi tanto protagonismo como ella, volviendo incluso a esa ‘Breaking The Law’ que ya versionó hace veinte años con Udo. Cayeron ‘Fight For Rock’, ‘Burning The Witches’, ‘East Meets West’ y ‘All We Are’, pero también una ‘Für Immer’ con extra de azúcar. ¡Si es que terminó el bolo, y cuando ya estábamos arriba de la colina aún charlaba de lo mucho que nos ama! No, Doro, lo sentimos… no fue tan “fantástico”.

Por suerte, todavía cazamos parte del concierto que Textures estaban dando en el pequeño, y lo cierto es que sonaron de miedo. Cuánto daño han hecho Meshuggah, y qué locas pueden llegar a ser algunas de las partes más progresivas de los de Tilburg. Somos más de las voces duras de Daniël de Jongh, así que cuando le dieron al djent sincopado, con aquellas luces al son, resultaron demoledores.
Ya solamente quedaban Carcass para dar por finalizada nuestra andadura personal por un Rock Imperium divertidísimo y lleno de showazos, y los de Jeff Walker casi que dieron el mejor. Cada uno en lo suyo, son tan buenos estos cuatro… Daniel Wilding dio una clase magistral tras los parches, y los demás, impertérritos, se pasearon por sus mástiles en un concierto que empezó fuertísimo con ‘Buried Dreams’. La locura con ‘Incarnated Solvent Abuse’, rotura de fibras con ‘Under The Scalpel Blade’, y otra vacilada en nuestra cara con ‘This Mortal Coil’. Clásicos a tope, como ‘Tomorrow Belongs To Nobody’, y fiel a su humor ácido, Jeff no dudó en sacar el mechero para reírse del inicio de ‘Dance Of Ixtab’, como si de una baladita se tratase.

Rockearon con ‘Black Star’, luego volvieron loco al público con ‘Keep On Rotting In The Free World’, y como suele ser habitual, ‘Corporal Jigsore Quandary’ puso a la gente aún más a tope para que ‘Ruptured In Purulence’, empalmada con ‘Heartwork’, nos acabaran de mandar a la lona. Esto es petarla.
Un nivel de ejecución quirúrgico, sí, y un sonido impoluto, perfecto. Y todavía tuvieron tiempo de ir a por nuestras partes nobles con ‘Genital Grinder’, ‘Pyosisified (Rotten To The Gore)’ y ‘Exhume To Consume’. Luces e imágenes milimetradas con lo musical para un adiós bárbaro al recinto.
PAU NAVARRA/GIZMA