FECHA: 2 DE AGOSTO DE 2023
LUGAR: RAZZAMATAZZ 3 (BARCELONA)
PROMOTOR: PRIMAVERA SOUND

Hace años, programar un concierto en sala en el mes de agosto en Barcelona solía ser anatema para los promotores. Por un lado porque gran parte del público vaciaba la ciudad para irse de vacaciones. Por otro, porque el que quedaba, posiblemente, prefería optar por una opción al aire libre antes que meterse en un sitio lleno de cuerpos pegajosos.

Pero los tiempos han cambiado. Mucha gente ya no puede permitirse irse a ningún lado, y con la temperatura tropical que hace en la calle, incluso de noche, puestos a sudar, mejor hacerlo con buena música. Si encima es para ver a una banda que nunca ha pasado por aquí y que ha generado bastante hype dentro de la escena hardcore, no es del todo sorprendente que las entradas para ver a Scowl en la sala pequeña de Razzmatazz se agotaran.

Foto Tomar Control: Eric Altimis

Como aperitivo teníamos a la banda peruana Tomar Control. Cuatro chicas que llevan casi una década propagando un mensaje feminista, animalista, y humanista, en definitiva, con un hardcore de corte clásico en la tradición de Black Flag o Gorilla Biscuits. Ni inventan nada, ni lo pretenden, pero la pasión con la ejecutan sus canciones, fogonazos que apenas pasan del minuto y medio, es suficiente.

Las palabras de July, su vocalista, entre tema y tema, transmitían gratitud y convicción. Lo que en otros grupos pueden sonar como arengas aprendidas, en ellas percibes que son fruto de haberlas vivido. Antes de atacar con ‘Represión’, de su último EP Incendiaria, explicó que estaba dedicada a los campesinos que habían sido asesinados en su país en unas protestas recientes a manos de la policía. La rabia con la que la interpretaron hizo que sonara totalmente convincente. Bravo por ellas.

A Scowl podríamos situarlos al otro lado del extremo. Sin que haya ningún prejuicio en ello, pero se nota que para los de Santa Cruz (California) el mensaje es algo secundario. Incluso diría que viven el hardcore como una estación de paso hacia cimas más altas. Es algo que ya se percibía en su último EP Psychic Dance Routine, y también un directo con el que simplemente buscan que pases un buen rato. Y eso lo consiguen.

Foto Scowl: Eric Altimis

Como era de esperar, la vocalista Katt Moss, y su radiante pelo verde, centró todas las miradas, pero la verdad es que sus compañeros tampoco hacen nada para robarle ningún protagonismo. Sinceramente esperaba algo más de locura por parte del resto, y también que sonasen con algo más de cuerpo.

Aunque interpretaron temas de su disco debut How Flowers Grow y de sus EP’s anteriores como ‘Retail Hell’, ‘Tropy Hunter’ o ‘Pretty Selfish Cretin’, en los que muestran su cara más furiosa, los mejor recibidos fueron lo más recientes como ‘Shot Down’, ‘Psychic Dance Routine’, ‘Wired’ o ‘Opening Night’ en los que suenan más rockeros y noventeros. También metieron por medio una versión de ’99 Luftballoons’ de Nena que encaja con esa vocación de llegar a un público más amplio.

El concierto fue de menos a más, con los pogos y el crowdsurfing subiendo de intensidad, pero la sorpresa fue que cuando apenas llevaban 35 minutos, ya lo dieran por terminado. Tan corto fue que, justo me había pedido la segunda cerveza, cuando se estaban retirando del escenario. Scowl lo tienen todo a favor para que la próxima vez toquen en una sala más grande, pero espero que en el camino hayan ganado más cosas aparte de público.

JORDI MEYA