FECHA: 30 DE NOVIEMBRE DE 2024
LUGAR: SALA APOLO (BARCELONA)
PROMOTOR: STANDSTILL
Todavía conservo el nº 23 de la revista DDT Rock Magazine, publicada en junio de 2001 en la ciudad de Valencia, donde aparecía una entrevista que les hice a Standstill. Por aquel entonces los catalanes acababan de editar el majestuoso The Ionic Spell, así que les lancé una pregunta bastante obvia: ¿nunca habéis pensado en cantar en castellano? La respuesta fue rotunda: ‘No, no… Nos gusta cantar en inglés, nos resulta más fácil y fonéticamente lo preferimos’. No mucho tiempo después, Standstill decidieron empezar a componer exclusivamente en castellano y a mutar su post hardcore chillón en un indie-rock de lo más personal. Y el resto es historia.
Reconozco que fui uno de esos de los que, en principio, fueron reacios a tanto cambio y que les di la espalda… hasta que volví a ver un directo suyo en el Teatre Grec de Barcelona y me reconcilié con ellos. Como muchos otros, quedé prendado de la liturgia practicada por Enric Montefusco, quien hipnotiza al oyente con sus letras enigmáticas y su guitarra acústica amplificada mientras que el resto de la banda va atronando con la intensidad de sus instrumentos.
No lloré cuando anunciaron su separación en 2015, pero sí me supo mal que lo dejaran cuando había conseguido reconectar de nuevo con su propuesta musical; eso sí, el disco en directo grabado en la sala Apolo el 3 de octubre de ese mismo año ha sonado muchísimo en casa desde entonces, así que cuando hace meses se supo que volvían a los escenarios la fecha escogida para Barcelona quedó marcada en rojo en mi agenda.
Sin teloneros, y con las entradas agotadas desde hacía tiempo, los cinco miembros de Standstill volvían a aparecer bajo las míticas luces rojas de la sala de la avenida Paral·lel. Había muchas ganas por parte del público y también del grupo por celebrar este reencuentro: Enric estuvo explicando cosas durante cinco minutos antes de tocar ni una sola nota, Piti Elvira tumbó parte del montaje en los riffs desatados de la inicial ‘Me gusta tanto’ y Ricky Lavado rompió la caja ya en la segunda canción, ‘Poema nº3’. Imposible imaginar un inicio más intenso y emotivo.
El setlist del pasado sábado fue casi idéntico al del ‘último concierto’ del 3 de octubre de 2015: ‘Tocar El Cielo’, ‘Moriréis Todos Los Jóvenes’, ‘¿Por Qué Me Llamas A Estas Horas?’, ‘Hay Que Parar’, ‘La Mirada De Los Mil Metros’… No tocaron tantas canciones en inglés de su primera etapa (solo recuperaron ‘Ride Down The Slope’), pero sí algunas que no cayeron hace nueve años: ‘La Risa Funesta’, ‘La Familia Inventada’ y ‘Noticias Del Frente’. El bloque final sí que lo mantuvieron intacto: ‘1,2,3 Sol’, ‘Cuando’, ‘Canción Sin Fin’ y ‘Adelante Bonaparte (I)’, las cuatro en el mismo orden.
En cuanto al sonido, solo se puede calificar de impecable, apenas un par de acoples durante la ejecución de ‘Cuando’ y poco más. Hubo varias ovaciones al quinteto y la comunión con el público fue total durante la hora y media que duró la actuación. No me extrañó lo más mínimo; algo que sí me sorprendió fue el enorme respeto que percibí hacia la voz de Montefusco ya que, cuando recitaba una letra en modo intimista, la gran mayoría del público callaba para escucharla bien en lugar de gritarla a pleno pulmón. Carne de gallina al contemplar la imagen de una Apolo llena, con todo el mundo en silencio para prestar atención al máximo a las letras tan especiales de Standstill. Por favor, no os volváis a separar, ¿vale?
JORDIAN FO