FECHA: 22 DE JUNIO DE 2023
LUGAR: RAZZMATAZZ (BARCELONA)
PROMOTOR: REVOLUTION SHOWS

Todos los fans de The Cult saben que la diferencia entre ver un concierto bueno o uno malo de la banda depende, básicamente, de la actitud de Ian Astbury. El cantante es capaz él solito de elevar, o hundir, una actuación en función de las ganas que le ponga, para desesperación de Billy Duffy, que siempre intenta mantener la nave a flote en cualquier circunstancia. Lo que ha tenido que aguantar este hombre, no se paga con dinero.

Afortunadamente, en Barcelona, y por lo que me contaron también en Madrid y Bilbao, vimos a un Astbury motivado, a sus 61 años todavía capaz de transmitir intensidad y energía con sus peculiares bailes, y atizando la pandereta como si quisiera romperla en cada canción. Eso no quita que en algunos momentos siga escaqueándose de cantar los temas siguiendo la melodía de los discos (especialmente se le nota perezoso con los hits de Sonic Temple), y dejar que el público haga el trabajo por él.

Foto: Eric Altimis

A pesar de que en teoría venían a presentar su último disco, el notable Under The Midnight Sun, fue Electric de 1987 el que nutrió buena parte del repertorio. Ninguna queja porque es uno de sus mejores trabajos, pero no sé que les habrá motivado a ello. En todo caso fue un gustazo poder escuchar algunos de sus temas fuera de los más habituales ‘Lil’ Devil’, ‘Wild Flower’ y, por supuesto, ‘Love Removal Machine’ con el que terminaron el bolo.

Con una sala a rebosar, que recordaba los sold-outs pasados de aforo de otras épocas, The Cult empezaron con una fogosa ‘Rise’ de Beyong Good And Evil, para acto seguido descargar uno de sus mayores hits, ‘Sun King’ que fue altamente coreada. Luciendo una larga melena como hacía años que no le veíamos y una especie de gabardina negra, a Astbury se le vio in the mood desde el mismo arranque. Primera y certera visita a Electric con ‘King Contrary Man’, nueva ración hímnica con ‘Sweet Soul Sister’, y una rescatada ‘The Witch’ que confirmó que el grupo quería hacer un repaso de toda su carrera. Sin en un podcast nos preguntábamos cuáles son los verdaderos The Cult, aquí los tuvimos todos.

Estoico, con cara de pocos amigos, Duffy manejó como un rey todo los registros de sus guitarras, bien arropado por Charlie Jones (ese joven bajista que en los 80 acompañó a Robert Plant y que ahora es un señor calvo), el teclista Mike Mangan, y el siempre solvente John Tempesta a las baquetas. Una banda sobria, pero que suena como ninguna otra, también gracias a ese timbre tan especial de su cantante.

Foto: Eric Altimis

Tras la fiesta de ‘Lil’ Devil, llegó la enorme ‘Aphrodisiac Jacket’, otro de los temas de Electric, que hicieron de este un concierto especial. Astbury siempre intenta dar lo mejor de sí cuando interpretan temas nuevos y eso hizo que primero ‘Vendetta XX’ y más tarde ‘Mirror’ no supusieran un bajón pese a ser temas menos conocidos. Fue tras esta que la conexión entre banda fue total, con unas poderosísimas ‘Spiritwalker’, ‘Rain’ y ‘She Sells Sanctuary’ en las quedó claro que los Cult más góticos son quizá los que más pasiones siguen levantado, y de los que Astbury más disfruta.

Un bis con una contundente y rockera ‘Peace Dog’ y la inevitable ‘Love Removal Machine’ remataron un show al que solo le faltó algunos temas más (‘Fire Woman’, ‘American Horse’, ‘Memphis Hip Shake’ ¿por ejemplo?) para haber llegado al excelente. Aun así, The Cult firmaron uno de los mejores conciertos que han dado en la ciudad. Ojalá que vengan muchos más.

JORDI MEYA