FECHA: 10 DE MAYO DE 2019
LUGAR: SALA RAZZMATAZZ 1 (BARCELONA)
PROMOTOR: ROUTE RESURRECTION & NOISE ON TOUR
Once años son los que han tenido que esperar los fans barceloneses de The Hellacopters para volver a verlos reunidos tras su emotivo Farewell Tour en Razzmatazz 2. ¡Pero quien se iba a imaginar que además lo harían con Dregen entre sus filas! Aquellos que apoyaron a los suecos desde sus inicios por las pequeñas salas de la ciudad, ahora conforman gran parte de la escena rockera local siendo músicos, promotores, periodistas, fotógrafos y/o dueños de los principales bares musicales. Y casi todos volvieron a darse cita para recibir a Nick Royale y los suyos como bien se merecen. Para sorpresa de ellos, y de la propia banda, esta vez la sala principal de Razzmatazz lucía una muy buena acogida gracias a la regeneración que han conseguido entre sus seguidores. Todo un logro teniendo en cuenta que ni siquiera han sacado nuevo material (de momento). Para que luego digan que el rock & roll está muerto.
Esta vez los encargados de acompañarles fueron los locales ’77, como no podía ser de otra manera, puesto que el propio Nick ha sido el productor de dos de sus discos. Desgraciadamente no pude llegar a tiempo para verles, pero estoy segura de que darían buena muestra de gran vitalidad y desenfreno a golpe de su Bright Gloom.
Con la sala definitivamente llena hasta los topes, el escenario se preparaba para un perfecto aterrizaje. Tras el sonido de las hélices y el rojo deslumbrante de su logo, The Hellacopters saltaron sin paracaídas con ‘Hopeless Case Of A Kid In Denial’. Y allí estaba Dregen empuñando su Gibson de nuevo, después de haberlo hecho con sus Backyard Babies apenas una semana antes en la sala contigua. Su mano a mano continuo con Nick fue de lo mejor de la noche, ya no solo por su perfecta simbiosis musical, sino porque son el indiscutible alma mater de la banda (quizás también sea porque los demás se muestran algo soseras).
Directos, sin apenas mediar palabra, tocaron tema tras tema a cuchillo, sin darnos tiempo para pensar en otra cosa que no fueran riffs electrizantes y hard rock erótico-festivo. Con un setlist bien medido, combinando canciones más blueseras como ‘My Mephistophelean Creed’ o ‘No Song Unheard’ con otras más macarras como ‘The Devil Stole the Beat From the Lord’, consiguieron mantener al público entusiasmado durante la hora y media de concierto. Y aunque con ‘Born Broke’ ya corrían los chorros de cerveza por los aires, el primer crowd surfing de la noche se lo llevó la coreada ‘Toys And Flavors’. Lo mejor se lo guardaron para el final, pillándonos por sorpresa con ‘By The Grace of God’ antes de los bises: ‘Tab’, ‘I’m In The Band’ y ‘(Gotta Get Some Action) Now!’ ponían la guinda a una gran noche llena de nostalgia. Después de comprobar la chispa que todavía mantienen, sin duda su vuelta era solo cuestión de tiempo.
ALBA RODRIGO