FECHA: 31 DE MAYO DE 2024
LUGAR: LA RIVIERA (MADRID)
PROMOTOR: NOISE ON TOUR
Parece mentira, pero desde que regresaran en 2016 The Hellacopters se habían resistido a algo que en su primera etapa se había convertido en una norma habitual; marcarse una gira por salas con varias paradas en nuestro país. Han tenido que pasar 8 años (festivales aparte) para que se animaran a hacer un tour en condiciones por la Península.
Precisamente fue en el pasado Tsunami Xixón cuando se produjo por primera vez la sustitución de LG Valeta en detrimento de Dregen. El también guitarrista de Backyard Babies había sufrido una aparatosa lesión en su mano izquierda de la que, a día de hoy, no se ha recuperado al 100%. De modo que el barcelonés volvía a disponer de una nueva oportunidad para tocar junto a unas de sus bandas favoritas con el añadido de hacerlo frente a su público. Y nosotros de disfrutarlo de primera mano en las cinco fechas que los de Nicke Andersson ofrecieron la semana pasada en España.
Antes de presenciar in situ semejante anomalía en la formación sueca, The Peawees pidieron turno para unirse a la fiesta del viernes noche en la capital. Con una carrera que abarca tres décadas de militancia en el noble arte del rock and roll, los italianos eran otro aliciente que sumar a esta gira ibérica que se venía reclamando desde hace tiempo.
Sabían a lo que venían y no perdieron el tiempo a la hora de despachar su repertorio. Títulos como la inicial ‘Road To Rock N Roll’, ‘Memories Are Gone’, ‘The Wolf’, ‘Bleeding For You’ o ‘Walking Through My Hell’ entraron tan bien como una cerveza fría en una tarde pre-veraniega. El cuarteto encabezado por el espigado Hervé Peroncini puso el objetivo sobre las décadas de los 50’s y 60’s con marcada orientación hacia el power pop en ciertos momentos, pero actualizándolo al siglo XXI. Acostumbrados a desenvolverse por escenarios más modestos, el de La Riviera no se les quedó grande en absoluto. Un aperitivo delicioso para la descarga eléctrica que vino a continuación.
Porque en cuanto The Hellacopters se personaron sobre la tarima y nos enchufaron sin pestañear ‘Action De Grace’ y ‘The Devil Stole The Beat From The Lord’, ya no hubo vuelta atrás. Estábamos a su mereced y completamente entregados durante la siguiente hora y media. En lugar de guardarse sus mejores cartas para la traca final, los de Estocolmo sacaron a jugar dos de sus singles ganadores como ‘Carry Me Home’ y ‘Toys And Flavors’ a una hora más temprana de lo habitual. Poco importó, pues la euforia colectiva era tal que hasta Robert Eriksson acabó rajando el bombo de su batería, viéndose obligado a tener que cambiarlo por el de sus compañeros de gira. Fue lo único capaz de detener a unos The Hellacopters desatados durante toda la velada.
Una vez solventados los problemas técnicos, aquello fue todavía a más con una portentosa ‘Born Broke’ que fue un auténtico vendaval. Con los mástiles siempre en alto, fueron repartiendo cañonazos de puro high energy (‘You Are Nothin’’, ‘Like No Other Man’, ‘Soulseller’ y una ‘The Electric Index Eeel’ que debutaba en directo) combinados con esa vertiente melódica potenciada en su segunda etapa. Me refiero a ‘Rainy Days Revisited’, ‘Everything’s On TV’, ‘By The Grace Of God’ (que monumento de canción, señores) e incluso una ‘Eyes Of Oblivion’ que bien merece ser inducida en hall of fame de sus grandes clásicos. El añorado Robert ‘Strings’ Dahlqvist se sentiría orgulloso. Y aquí, queridos amigos, hay un melón importante. que abrir.
Porque estaremos de acuerdo en que, además de ser miembro fundador, Dregen aporta un +10 de macarrismo y carisma a la banda que se agradece. Pero lo que LG vino a demostrar en esta serie de conciertos es que no solo se trata de un reemplazo que ha sabido estar a la altura de la responsabilidad encomendada, sino que que es alguien de sobras capacitado para ser miembro permanente. La compenetración entre el hacha de ‘77 y el capo Nicke Andersson era total con tan solo mirarse de reojo, alternándose punteos y solos, amén de esa imagen tan icónica de doblarse con las guitarras apuntando al cielo. Por todo eso, y porque además de un músico excelente es un fanático que conoce hasta el último recoveco de la discografía de los Copters, Valeta es seguramente lo más parecido que podríamos ver en la actualidad al malogrado seis cuerdas de melena rubia. Nicke ha vuelto a encontrar su media naranja por segunda vez y no debería dejarla escapar tan fácilmente.
Dejando el debate a un lado, el bis acabó por aniquilarnos por completo con un repóker escandaloso. El rugido de las hélices anunció que ‘Hopeless Case Of A Kid In Denial’ aterrizaría enlazada con ‘I’m In The Band’ y ‘Reap Hurricane’. Por si no hacía suficiente calor en la sala, se sacaron de la manga un inesperado cóctel molotov en forma de ‘Sonic Reducer’ de los Dead Boys, la cual ni siquiera estaba apuntada previamente en el setlist.
El éxtasis generalizado destrozaba todos los registros y aquello solo podía terminar con el tema que lo empezó todo hace exactamente 30 años atrás: ‘(Gotta Get Some Action) Now!’. Desparrame total con Nicke y LG postrados ante la batería para un último duelo al anochecer como gran colofón final. La mejor banda de aquella mágica promoción escandinava de finales de los 90 asaltó Madrid para dejarnos bien claro que su vuelta no solo obedece a motivos económicos (que también), sino que tienen argumentos de peso para seguir agigantando su leyenda. Larga vida.
GONZALO PUEBLA