FECHA: 7 DE JULIO DE 2023
LUGAR: RAZZMATAZZ (BARCELONA)
PROMOTOR: HFMN/PRIMAVERA SOUND
¿Sabéis esos conciertos en los que os duele el alma no haber estado? No puedo recordar que estaba haciendo por aquel entonces ni qué excusa me alejó de la Rocksound ese día, pero viendo alguno de los vídeos del bolo, no me perdono haberme perdido el directo que dio The Interrupters hace 7 años en la emblemática y tristemente desaparecida sala barcelonesa, porque todo apunta a que fue un directo para enmarcar. Como uno de esos videoclips de Hellcat en blanco y negro saturado que supuran hermandad y camaradería.
Quién les iba a decir tanto a los afortunados que lo presenciaron entonces como a la propia banda, que unos años después pasarían de actuar frente a menos de 100 personas en un local de pocos metros cuadrados a agotar todas las entradas de la sala grande de Razzmatazz. Pocos grupos pueden presumir de semejante gesta, y aun así, si hay algo que les sigue caracterizando como banda es la humildad y la honestidad frente a su público. Algo que quedó patente cuando el pasado viernes 7 de julio abandonaron emocionados el escenario de Razz dos horas después de haber hecho sudar a más de dos mil entregados bailando con su revitalizante fiesta de punk rock y ska.
La cita nocturna empezó con una buena sacudida de punk crudo, sin concesiones ni edulcorantes, el que trajeron las hermanas Elliot con su banda Maid Of Ace (que repetían como teloneras del conjunto de Los Ángeles). Las cuatro integrantes de Hastings (Inglaterra) incendiaron la sala con una potente mezcla de agresividad, actitud y adrenalina mientras hacían llegar la voz de su generación con consignas reivindicativas en temas como ‘Stay Away’, ‘Disaster of Noise’, ‘Live Fast or Die’, ‘Nostalgia’ o dos de sus sencillos más potentes, ‘Made in England’ y ‘Bone Deth’. Cuatro mujeres que pasaron el testigo a la otra protagonista de la noche, Aimée Allen, al frente de The Interrupters junto a los también hermanos Bivona.
Con las notas del clásico ‘Ghost Town’ de The Specials en lo que bien podría ser una intro homenaje al desaparecido Terry Hall, saltaron a escena con el primer gran himno de la noche, un ‘Take Back the Power’ que lanzó cervezas por el aire y activó al instante a un público entre el que se congregaban desde veteranos hasta algunos muy jóvenes que gozaron de la buena vibra del directo a hombros de sus familiares. Tras instar a las masas a no dejarse reducir por el sistema, siguieron con ‘Title Holder’, ‘White Noise’ y ‘Judge Not’, tres pildorazos de ska que pusieron a bailar hasta al más reticente. Continuaron con el listón bien alto en ‘On a Turntable’, un tema que contiene una de mis líneas favoritas: “Never had much, grew up with nothing, but the music always meant something”, y que creo que define bastante bien la energía de esta banda.
Llevan más de una década juntos, son familia y se nota la compenetración y el buen rollo en el escenario. Aimee siempre con esa deslumbrante sonrisa mientras se mueve arriba y abajo y busca el contacto con el público en el foso, mientras Kevin (su pareja y compañero) hace las veces de speaker e interactúa con la gente para dar descanso a la vocalista. Algo en lo que puso mucho énfasis el guitarrista es en lo asombrados y agradecidos que estaban del paso gigante que habían dado al pasar de Rocksound a Razz y quizás por eso regalaron al público de Barcelona ‘Babylon’, un tema que no habían tocado hasta ahora en la gira. Un tour cuyo principal objetivo era presentar en directo los temas de su ultimo In the Wild, del que sonaron seguidas el reggae de ‘Kiss the Ground’ y las más melódicas ‘In the Mirror’, ‘Raised by Wolves’ (un temazo descomunal que en directo suena incluso mejor) y ‘Anything Was Better’, temas en los que la cantante ha volcado sus traumas del pasado de un modo casi terapéutico, algo que transmite en directo porque arranca cada verso desde las entrañas.
El setlist avanzaba, el calor era insoportable, pero el repertorio era tan jodidamente bueno que era imposible desfallecer. Con ‘She Got Arrested’ y ‘By My Side’ tenían a todos coreando antes de bajar revoluciones con ‘Let ’Em Go’ y ‘Easy On You’ para volver a reventarlo con la fuerza de los estribillos de ‘Jailbird’ y ‘Gave You Everything’ (dos de mis temas favoritos). No satisfechos con encontrar un equilibrio casi perfecto en el temario, deleitaron con una cover de ‘Sorrow’ de Bad Religion incluida en la versión Deluxe de su último disco, un cachito del emotivo ‘Hallelujah’ de Leonard Cohen y como no podía faltar, esa adictiva versión ska del ‘Bad Guy’ de Billie Ellish.
El tramo final elevó la fiesta aún más si cabe con canciones que llaman al buen rollo, a la hermandad y a la familia que eliges: ‘A Friend Like Me’, ‘Got Each Other’ y ‘Family’ (con los hermanos haciendo las voces de Rancid en estas dos últimas) se sintieron como un abrazo con el desconocido que coreaba a tu lado mientras lanzaban confeti y pelotas inflables y repartían chapas rozando un cierre que solo podía rematarse con otro himno imperecedero, ‘She’s Kerosene’. Me los perdí una vez, pero créeme que no volverá a pasar.
SANDRA ASTOR