FECHA: 1 DE OCTUBRE DE 2024
LUGAR: SALA SANTANA 27 (BILBAO)
PROMOTOR: HOUSTON PARTY
The Mission cerraban su ciclo europeo en Bilbao, en una gira (Déjà Vu Tour) que desde principios del pasado año los está llevando a casi a todos los rincones del mundo. Wayne Hussey había comentado por redes sociales que dado que no había teloneros iban a realizar dos repertorios. Por desgracia no fue así, pero supongo que el cansancio inherente de ofrecer casi diez conciertos en diez días se nota. A pesar de todo, el grupo de Leeds se extendió hasta las veinte canciones sin hacer bises, todo seguido, en un ejercicio maratoniano.
Conformados por tres de los cuatro miembros originales, desde que se reunieron y dejó Hussey de ser el único miembro fundador, no han sonado tan compactos como ahora. Se nota que han interiorizado su cancionero como en su época más esplendorosa, finales de los ochenta. Eso sí, hay un pequeño matiz. Los directos de antaño estaban teñidos por los excesos a diferencia de los actuales. Uno, que es raro entre los raros, echó en falta un componente más arriesgado a la hora de interpretar las canciones, que se notara que fluyeran, que mutaran en diferentes variaciones. Algo que escribo desde mi perspectiva subjetiva y de años y años viendo a un grupo al que le pido siempre un componente de carácter heterodoxo.
Es algo que me ocurre también con su discografía de los últimos veinticinco años; prefiero cuando se adentran en territorio desconocido, a pesar que sus eternos fans góticos (cuando esta banda hace décadas que dejó esa etiqueta musical) se quejen. Pero como un amigo me dijo, parecía que habían puesto una selección de canciones de los discos de estudio, porque lo que oíamos era casi mimético a lo que grabaron, y eso, en ningún caso, es algo peyorativo, más bien lo contrario. Lo que un oyente en concreto quiere no tiene que coincidir con los gustos del resto de asistentes o cómo la banda quiera estructurar e interpretar sus canciones. Reincido, es una apreciación particular, porque lo cierto es que pocas bandas veteranas de los ochenta salvan los conciertos ya no con solvencia, sino de manera tan sobresaliente como The Mission. Sería un mentiroso si negaría que disfruté desde la primera fila de todo el concierto.
Empezaron con la mística ‘Wasteland’ para seguir con una versión del lisérgico tema Beatle ‘Tomorrow Never Knows’, haciendo un somero repaso a casi toda su discografía. Sólo obviaron los brillantes God is a Bullet y The Brightest Light, aparte del irregular Blue. Sonó la vengativa ‘Raising Cain, Deliverance’ e incluso un tema nuevo, ‘Kindness is a Weapon’, que no desentonó en el transcurso del concierto ni en el repertorio del mismo. The Mission tienen un cancionero tan diverso y excelente que prácticamente todas las canciones que tocan ya son clásicos para los que los seguimos.
Desde un ‘Love Me To Death’ que encaró Hussey sólo a la guitarra, pasando por la atmosférica Wake o el final de puro arrobamiento con T’ower of Strength’. El juego de guitarras entre Wayne y Simon Hinckler fue excelente, el nuevo batería Alex Baum, que lleva poco más de un año, se ha adherido al grupo perfectamente, creando una sinergia perfecta a nivel rítmico con el bajo de Craig Adams. Qué se puede pedir cuando suenan ‘Garden of Delight’, ‘Sacrilage’, ‘Butterfly on a Whee’l o ‘Serpent’s Kiss’. Añadieron otro par de versiones, un ‘Dancing Barefoot’ que nunca deja de emocionar, y ‘Wipe Out’ de The Surfaris mientras Hussey descansaba.
Entre el público pudimos ver una leyenda del post punk o rock gótico como Rafa Balmaseda, bajista de Parálisis Permanente. Tras el final, el consenso era unánime: The Mission volvieron a demostrar su majestuosidad y grandeza. Quizá no tengan el reconocimiento de sus hermanos de sangre The Cult, y en su tierra arrastren el estigma de la prensa especializada, que los denigra en cada ocasión que tienen. Todo eso da igual. Ellos saben, y quienes los escuchan y ven también, que cuando quieren son un superlativo combo. Cuando azotó el necesario maremágnum grunge y la revolución del rock y pop con electrónica a través del imprescindible Acthung Baby, pocos hubieran apostado por la continuidad de The Mission en pleno 2024. Estamos en el declinar de 2024 y la banda con una gira por Sudamérica por delante, continúan manteniendo una excelsa calificación.
IGNACIO REYO