FECHA: 14 DE JUNIO DE 2023
LUGAR: PALAU SANT JORDI (BARCELONA)
PROMOTOR: LIVE NATION

Vaya por delante que de todas las grandes bandas clásicas del rock (Beatles, Stones, Zeppelin, The Doors, CCR…), The Who se encontrarían al final de mi lista de favoritas. Sin discutirles sus méritos, ni lo que significan para mucha gente, siempre he pensado que era una banda de grandes temas, pero álbumes demasiado irregulares. Quizá por eso nunca me había desplazado para verles, y ante su primera, y seguramente última, visita a Barcelona sentía más curiosidad que excitación.

Tampoco me emocionaba especialmente la idea de verles acompañados por una orquesta, y era consciente que, con Roger Daltrey y Pete Townshend rondando los 80 años, no los vería en su plenitud; aunque, siendo justo, el que he llegado tarde he sido yo, más que ellos. Supongo que no sería el único que se sentía así, pues el Palau Sant Jordi presentaba una media entrada, siendo generosos. El precio, entre 80 y 193 euros, tampoco era un factor que jugara a favor de los indecisos.

Aún no sé muy bien por qué, pero todo fue muy raro. Entre que la pista estaba llena de sillas, que se veían grandes huecos en las gradas, que bien empezado el concierto todavía había gente buscando su asiento, que los que lo habían encontrado no paraban de levantarse a buscar cervezas; que había tipos totalmente pasados de rosca (un tipo se quitó la camiseta y empezó a ondearla como si estuviera en un campo de fútbol, otro saltó una valla cuando tenía el paso justo al lado) al lado de gente que parecía que fueran a la ópera, el ambiente era algo anti climático.

En cualquier caso, ahí estaban Daltrey panderetas en mano y con pinta de haber salido a por tabaco, y Townshend, con traje negro y gafas de sol, con una banda en la que figuraban el hermano Simon Townshend como guitarrista de apoyo y el batería Zak Starkey (el hijo de Ringo Starr que ha tocado con Oasis o Johnny Marr, entre otros), y rodeados por la Orquesta Simfònica del Vallès iniciando el concierto con la instrumental ‘Overture’ de Tommy.

Planteado en tres partes, la primera fue un resumen de esa ópera rock con interpretaciones de ‘1921’, ‘Amazing Journey’, ‘Sparks’, ‘Pinball Wizard’ y ‘We’re Not Gonna Take It’. Si bien este primer tramo fue como de tanteo, los ampulosos arreglos orquestales le quitaban pegada al asunto, por no hablar que, como en el disco, la batería estaba en un tercer plano, reconozco que cuando Daltrey empezó a cantar lo de «Listening to you, I get the music, Gazing at you, I get the heat», sentí su grandeza. ‘Who Are You’ aguantó el tirón, pero por desgracia, la funky ochentera ‘Eminence Front’ y ‘Ball And Chain’, el único tema que interpretaron de su último disco Who de 2019, supusieron un bajón importante.

Con la orquesta abandonando sus puestos, la segunda parte estuvo dedicada a algunos de sus temas más populares como ‘You Better You Bet’, ‘The Seeker’, ‘I Can See For Miles’, una emocionante ‘Substitute’, ‘Won’t Get Fooled Again’ (todos en pie) y la balada ‘Behind Blue Eyes’, en la que solo desentonó ‘Another Tricky Day’. Soy consciente que ahí es donde habré estado más cerca de un concierto de The Who al uso, y quedó claro que los vientos, las cuerdas y las percusiones son un lujoso accesorio que se podrían ahorrar.

La parte final, de nuevo con la orquesta en el escenario, estuvo dedicada a Quadrophenia con ‘The Real Me’, la acústica ‘I’m One’ cantada por Townshend, ‘5.15’, la instrumental ‘The Rock’ (Pink Floyd en malo), con un montaje de imágenes de resumen del siglo XX en las pantallas, y la épica ‘Love, Reign O’er Me’, antes de terminar con la esperada ‘Baba O’Riley’, a la que solo le sobró el ridículo paseíllo de la violinista Katie Jacoby en la parte instrumental.

¿Disfruté del concierto? Sí. Vi a Daltrey con mucha mejor voz de la que esperaba, a Townshend haciendo el molinillo y todavía tocando con tensión su Fender, y pude hacer el check con una de las bandas míticas que no había visto. Pero si lo comparo con otros artistas de su misma liga, The Who siguen pareciéndome que van un paso por detrás.

JORDI MEYA