FECHA: 18 DE JUNIO DE 2024
LUGAR: RAZZMATAZZ (BARCELONA)
PROMOTOR: PRIMAVERA SOUND

A lo tonto a lo tonto, el próximo 27 de agosto se cumplirán tres años desde que Turnstile publicaran su glorioso Glow On, el disco con el que explotaron definitivamente llegando a unas cotas de popularidad nunca vistas en una banda procedente del hardcore. También es insólito en su escena alargar tanto el ciclo de un álbum, pero parece claro que los de Baltimore no han querido dejar pasar ni una de las oportunidades que se les han presentado, desde girar con Blink-182, actuar junto a Post Malone o tocar en festivales de todo pelaje por todo el mundo. Entiendo que es difícil parar cuando todo te va de cara, pero también es igual de cierto que es casi imposible mantener la misma chispa y motivación cuando llevas tanto tiempo tocando el mismo repertorio. Más aún, cuando sabes que tienes el partido ganado sin bajar del autobús.

Soy el primero que celebré cuando en febrero se anunció que iban a tocar en Razzmatazz. Por fin podría verles en sala, y quitarme el mal sabor de boca que me dejó su paso por el Primavera Sound el año pasado. Con las entradas agotadísimas desde hacía meses, el ambiente era el de las grandes ocasiones, más parecido al de una fiesta de fin de curso, con un montón de caras conocidas, que al de un concierto en sí. Pero por desgracia, los anfitriones no estuvieron a la altura de las expectativas, o al menos de las mías.

Foto: Clara Orozco (Primavera Sound)

Llamadme flipao, pero un concierto de Turnstile en sala en 2024 debería ser como ver a Rage Against The Machine en 1992, a Refused en el 98, o a Gallows en 2009, una banda en su peak dispuesta a aniquilarnos y que saliéramos de ahí pensando que habíamos vivido algo histórico. Desde luego, el público estaba totalmente entregado para que hubiera sido así. Pero en lugar de eso, nos encontramos un bolo de menos de una hora en el que volvieron a tropezar en los mismos errores que el año pasado: pausas injustificadas entre temas, un puto solo de batería cuando apenas llevaban media hora en el escenario, y la sensación de que, como escribí entonces, han perdido el instinto asesino que sí aprecié en el Resurrection Fest de 2018.

Foto: Clara Orozco (Primavera Sound)

Lo más frustrante es que cuando la máquina se pone en marcha, Turnstile siguen siendo una banda cojonuda, capaz de hacer hervir el pogo conjurando a Jane’s Addiction (‘Fly Again’), Police (‘New Heart Design), Nirvana (‘Real Thing’) o RATM (‘Fazed Out’). Pero por lo que sea, son incapaces, o no les da gana, de sostener la tensión y energía de manera continuada. Que empezaran con ‘T.L.C. (Turnstile Love Connection)’, uno de las temas más hardcore de Glow On, parecía una declaración de principios, pero en lugar de empalmar con la siguiente ‘Endless’, ya rompieron el ritmo con un gratuito zumbido de guitarra de un minuto, una constante durante todo el set. Ya ni me meto con el que el sonido fuera mejorable (sorprendentemente Verdugo, los segundos teloneros de la noche, habían sonado con más volumen) o que Brendan Yates parezca que disfrute más luciendo su cuerpo escultural (qué mala es la envidia) que intentando conectar con el público.

El final con ‘Holiday’, con invasión de fans en el escenario promovida por la banda, y lluvia de confeti, fue apoteósico, no lo voy a negar, y cualquiera que haya visto el vídeo de Instagram y no estuviera ahí se maldecirá por habérselo perdido. Pero como ocurre con tantas cosas en el mundo virtual, solo muestra una verdad a medidas.

Me ha costado años, pero por fin he entendido aquella frase que tantas veces tuvieron que escuchar mis padres por parte de los profesores y que tanta rabia me daba: ‘Tiene potencial, pero si se esforzara un poco más…’. Pues eso.

JORDI MEYA