FECHA: 17 DE MAYO DE 2024
LUGAR: SALA RAZZMATAZZ 2, BARCELONA
PROMOTOR: BRING THE NOISE
La cara y la cruz de Vended es la misma. Es indudable que dos de sus componentes sean Griffin Taylor y Simon Crahan, hijos de los legendarios miembros de Slipknot Corey Taylor y Shawn Crahan, les está abriendo muchas puertas. Pero al mismo tiempo, y más haciendo un metal parecido al de la banda de sus padres, hace que las comparaciones sean inevitables. No hay duda de que el talento y la pasión corre por sus venas ¿pero son suficientes?
En su primera visita España, tras su cancelación el año pasado en el Resurrection Fest, la asistencia en el concierto de Barcelona fue tirando a justa, unas 300 personas, lo cual estaría muy buen para cualquier banda que ni siquiera ha sacado su primer disco, pero seguramente lejos de sus expectativas. Está claro que solo a base de curiosidad no se venden tickets, y tampoco las otras bandas que les acompañaban tenían el tirón necesario.
La velada comenzó con la energía arrolladora de Profiler y su mezcla de metalcore y elementos progresivos que encontramos en su debut A Digital Nowhere. Con una ejecución impecable, aunque no exenta de algunos problemas técnicos que hicieron que el sonido fuera más ‘ruidoso’ de lo habitual, y una presencia escénica que encendió al público a medida que transcurría su actuación, Profiler dejaron claro por qué son considerados una de las promesas más sólidas del género.
Abrieron su actuación con ‘Identify’, pero la terrible iluminación azul oscuro y el humo del escenario hacían precisamente que fuera difícil identificar a los miembros de la banda. No obstante, con ‘All In Forever’, el cuarto tema de la noche, la frialdad inicial con la que fueron recibidos se disipó y finalmente pudimos ver a unos Profiler más sueltos y a un público más entregado.
Sus dos temas más destacados, ‘Revert’ y ‘Ninety Three’ dejaron constancia de sus virtudes. El primero con los riffs abrasadores y la percusión demoledora combinando perfectamente con la potente voz del vocalista Mike Evans llevando a la audiencia en un viaje sonoro que oscilaba entre la agresividad y la melancolía. El segundo nos trajo elementos progresivos, con complejas estructuras y un impecable trabajo instrumental. Su actuación mereció una nota alta y dejó al público con ganas de más.
The Gloom In The Corner tomaron el relevo transportando a los asistentes a un oscuro universo de narrativas conceptuales y riffs contundentes. Con una puesta en escena teatral y una técnica impresionante, los australianos demostraron su habilidad para fusionar lo siniestro y lo melódico, capturando la atención y el imaginario de todos los presentes.
‘From Heaven To Hell’ estableció un tono apocalíptico que resonó con fuerza provocando el primer circle pit de la noche. Con ‘Ronin’, la banda continuó su despliegue de poder, ofreciendo una pieza cargada de intensidad y complejidad musical y con ‘Misanthropic’ crearon una atmósfera electrizante que remataron con ‘Bleed You Out’, cerrando el set con una explosión de energía cruda y visceral.
El ambiente ya cargado de emoción y adrenalina alcanzó su punto álgido cuando Vended subió al escenario. Desde los primeros compases, quedó claro que la noche sería una explosión de metal puro, con cada miembro de la banda entregándose por completo a su actuación y conectando de manera visceral con el público desde que arrancaron con ‘Nihilism’, una canción lanzada justo una semana antes.
Sus diversas influencias, del nu al groove, quedaron expuestas en temas como ‘Burn My Misery’ y ‘Overall’ con un Griffin Taylor que en muchas ocasiones recordó al estilo vocal que tanto caracteriza a su padre y un Simon Crahan que proporcionó una sólida base rítmica desde la batería. A pesar de su juventud, poseen la capacidad y el poder para dominar el escenario como verdaderos veteranos.
Sin ninguna pausa entre tema y tema, el momento álgido del concierto se alcanzó con ‘Ded To Me’, una canción que condensa la intensidad y la profundidad emocional de la banda. El público entonaba al unísono con Taylor, generando un ambiente casi místico. Con ‘Asylum’, se completaba el corto setlist de la banda de diez temas, dejando al público anhelando más con gritos y aplausos. Si le siguen poniendo la misma entrega y son capaces de desmarcarse de la sombra de Slipknot, es posible que Venden nos depararen grandes alegrías en el futuro. Eso sí Griffin, deja el maquillaje en casa.
JAUME ESTRADA