FECHA: 24 DE FEBRERO DE 2023
LUGAR: SALA RAZZMATAZZ (BARCELONA)
PROMOTOR: LIVE NATION
Por aquellas cosas del oficio, en la época llegué a ver tres o cuatro veces a HIM en directo. En todas ellas me encontré con una banda floja, incapaz de reproducir el atractivo que pudieran tener sus discos de estudio. En especial Ville Valo me parecía uno de los frontmans más sosos y desganados que nunca había visto, pero incomprensiblemente despertaba grandes pasiones entre sus fans, como si su mera presencia fuera suficiente para dejarles extasiados y les incitara a repetir una y otra vez aun sabiendo que sus conciertos eran decepcionantes
Por eso la presentación en Barcelona de su debut en solitario Neon Noir, después de su penosa última visita en 2017, me planteaba dos preguntas: Una ¿seguirían sus fans ahí? Y dos ¿habría cambiado Valo su actitud?
Antes de tener respuesta tocaba enfrentarse al directo de Kaelan Mikla, un trío islandés que cuenta con Robert Smith y Brian Molko entre sus seguidores habiéndolo invitado a abrir para The Cure y Placebo. Aun sin estar demasiado familiarizado con su música disfruté bastante durante la media hora que Laufey Soffía, Margrét Rósa Dóru-Harrýsdóttir y Sólveig Matthildur Kristjánsdótti estuvieron sobre el escenario. Como si de tres sacerdotisas se trataran, invocaron a los espíritus con unas canciones en las que predominaban unas gruesas líneas de bajo y unos ritmos pregrabados, adornados por toques de teclados, flauta, y una voz suave y misteriosa. Todo muy oscuro. Todo muy post punk. Pero con encanto.
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Pasada la media hora de espera de rigor y retirado el telón negro que había tapado parte del escenario durante la actuación de las islandesas, el famoso logo Heartgram formado por neones se encendía para acabar formando una VV que indicaba que el protagonista de la noche iba a hacer su entrada. Muy delgado, vestido con americana negra y la misma boina que luce en la portada del disco, los gritos de emoción no tardaron en aparecer.
Al igual que Neon Noir, el concierto arrancó con ‘Echolocate Your Love’, un tema melódico de claro sonido ochentero que sirvió para que la sala, a la que le faltó muy poco para colgar el sold-out (primer interrogante resuelto), se animara de lo lindo. Pero nada comparable a cuando Ville Valo empezó a cantar (de manera algo titubeante, eso sí) ‘Funeral Of Hearts’ de HIM, recibida como si fuera un himno.
Inteligentemente Ville ha elaborado un repertorio en el que va alternando sus nuevos temas con los clásicos de la banda. Si bien era lógico que sus antiguos hits como ‘Buried Alive By Love’, ‘Wings Of A Butterfly’, con esa línea de guitarra tan The Cult, o ‘The Kiss Of Dawn’ fueran los más celebrados, hay que decir que piezas como ‘Neon Noir’, ‘Lovelleting’ o sobre todo ‘Run Away From The Sun’ no se quedaron muy atrás. La banda, siempre en segundo plano, sonó compacta y le dio un punto de garra extra tanto a unos como a otros. Otra cosa es lo de su ‘jefe’.
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Plantado en medio del escenario, sin apenas moverse más que para balancearse hacia las primeras filas, Valo se mostró un poquiiiiito más entregado que en otras ocasiones, pero tampoco demasiado. Pese a que se quitó el sudor de la frente con un pañuelo (negro, claro) de vez en cuando, está claro que era más fruto del calor de los focos en su cabeza tapada que del esfuerzo físico que estuviera realizando. Pero poco importa, o que vocalmente no sea precisamente un prodigio, su magnetismo es tal que hasta vi un tipo que debía rondar la treintena soltando unas lágrimas cuando a mitad del concierto sonó ‘Join Me In Death’.
En el bis, misma fórmula: dos temas de HIM, ‘Soul On Fire’ y ‘Poison Girl’, intercaladas con dos nuevas ‘Salute The Sanguine’ y ‘Saturnine Saturnalia’. Si bien el concierto mejoró el mal sabor de sus anteriores visitas, Ville Valo parece seguir guiándose por la ley del mínimo esfuerzo. Segundo interrogante resuelto.
JORDI MEYA