FECHA: 25 DE MARZO DE 2021
LUGAR: FABRA I COATS (BARCELONA)
PROMOTOR: FESTIVAL CARA B

Día de concierto, con aforo muy limitado, sentados y con distancia de seguridad tal y como la nueva normalidad demanda. La ocasión no era otra que la de asistir a la presentación en Barcelona de Bellavista, el magnífico y ambicioso último trabajo de estudio de Viva Belgrado. Había ganas de verles en vivo ya que, con esta actuación, la banda se redimía con la ciudad condal por la cancelación de su anterior visita programada dentro del AMfest del pasado diciembre.

Por todos es bien sabido que parte del éxito de los cordobeses, a parte de por ser grandes creadores de himnos, es por su intenso e hiriente directo. Pero esta vez, había un aliciente añadido: ver a una banda que en su tercer largo ha apostado por el riesgo y el eclecticismo, quitando en muchas ocasiones el pie del acelerador.

Como ya nos dejaron entrever en el anterior Ulises, Bellavista nos ofrecía un gran abanico de pasajes delicados, sutiles e introspectivos, llegando incluso a coquetear con estilos musicales a priori alejados de su territorio musical. Por todo esto, la expectación entre la audiencia no era poca.

Una vez sentados, las luces se apagan; los músicos suben al escenario y, sin necesidad ninguna de dar las buenas noches o presentarse, empiezan a descargar sus nuevas canciones, algunas ya convertidas en clásicos, ‘Una Soga’, ‘Bellavista’ y ‘Cerecita Blues’.

Foto: Eric Altimis

Pese a la evolución de su sonido, descubrimos que su directo no ha perdido ni un ápice de potencia e intensidad. Al contrario de lo que algunos puedan pensar, véase el sector más purista del screamo, nos damos cuenta de que la banda, lejos de perder, ha ganado en recursos y matices. Viva Belgrado se han convertido en unos músicos que se conocen y confian ciegamente en sus capacidades. Y lo más importante, dentro de la vorágine y la experimentación musical, se nota que la consigna es clara: todo está al servicio de sus canciones. O mejor dicho, al servicio de sus grandes canciones.

Pasan los minutos y los asistentes estamos ya inmersos en un mundo de guitarras, rimas sufridas y sudor, mucho sudor. Somos testimonios de que la formación ha madurado muchísimo y ataca cada nota sin complejos y con gran habilidad y potencia. Después de presentarnos los primeros cortes de Bellavista, toca mirar atrás y descargar ‘Erida’ y ‘Annapurnas’ de Ulises.

Llegamos al ecuador del show y volvemos hacia adelante en el tiempo para repasar otra ristra de sus nuevas canciones. Es ahora cuando nos damos de lleno con el eclecticismo musical del que antes hablaba. Escuchando ‘Un Collar’ sentimos cómo la intensidad del post hardcore se funde con la influencia flamenca y, lo que es lo mejor, no por ello la banda se desenfoca o pierde emoción… todo lo contrario.

Sin demasiado tiempo como para darnos cuenta de lo que está pasando, llega la sorpresa de la noche. En medio de su delicada y dolorosamente pop ‘Ikebukuro Sunshine’ se suben al escenario unos invitados de excepción. Cala Vento toma los mandos de la nave, agarran los micros y entonan a modo de mantra el “creo que esta noche no vamos a acabar muy bien” de la canción. El público canta y se funde con el estribillo para terminar despidiendo entre aplausos a los inesperados invitados.

Foto: Eric Altimis

Entusiasmo y emoción para afrontar el que parece que va siendo el final de la noche. Pero sólo lo parece, ya que después de la tierna ‘Por La Mañana, Temprano’ es turno ahora de mirar hacia su primer LP Flores/Carne. Volumen, apoteosis y vértigo se apoderan del escenario y los Viva ya no están aquí, ahora son pura energía descarnada y la audiencia, aunque sentada, es ya presa del éxtasis.

Asalto final, momento para visitar brevemente su autoeditado y ya lejano El Invierno de 2013, y decir adiós con la planetaria ‘¿Qué Hay Detrás De La ventana?’, despedida y cierre de Bellavista y de la velada.

Termina el show y nos damos cuenta que, efectivamente Viva Belgrado acaban de demostrar que son una banda en continuo crecimiento, con ganas de romper barreras musicales y de demostrarnos que por encima de modas y estilos, seguirán comprometidos con lo que realmente importa: las buenas canciones.

GUILLEM BOSCH