FECHA: 1 DE ABRIL DE 2023
LUGAR: RAZZMATAZZ (BARCELONA)
PROMOTOR: MADNESS LIVE!
Algo muy loco está ocurriendo últimamente en los conciertos de las leyendas. ¿Dónde estabais? ¿Por qué ahora? Múltiples razones para explicar que, a la tercera intentona, Blackie Lawless y sus W.A.S.P. reventaran la sala grande de Razzmatazz como no lograban desde vete tú a saber cuánto. Sin teloneros, con aciertos y reproches, y como en los viejos tiempos. 40 aniversario del grupo, y nosotros gritando como si tuviéramos 15. Seguramente, si esta banda hubiera aguantado con una alineación estable, un pabellón es lo que nos aguardaría a cada nueva visita.
Llego a las inmediaciones de la sala y la cola llega hasta el Sonora. Hostias, qué pasada. El recinto hasta arriba mientras himnos de Pantera o Black Sabbath calientan al personal, y a las nueve y 22 minutos de la noche, un medley. Yo sigo siendo de los que se agarran a la magia, odio que me fastidien el factor sorpresa contándome un setlist, y aquello fue un poco bajona. Blackie tambaleándose en ese micro tremendo que, armado de hueso, hace las veces de motocicleta, pero ahí, de un plumazo, ya se quemaron cartuchos del calibre de ‘On Your Knees’, ‘The Torture Never Stops’ o ‘Inside The Electric Circus’. Si este tipo de argucias están en desuso, por algo será.
La carpa de circo que montaron en el escenario, más vintage que eléctrica, de pronto dejó aflorar pantallas donde se reproducirían los videoclips de todos los hits que atacaron a continuación. Turno para una ‘L.O.V.E. Machine’ que, ahora sí, incendia definitivamente Barcelona, y ya no hablemos de ‘Wild Child’.
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Los bandidos están en forma. Mike Duda rueda y rueda en torno a su bajo, y Doug Blair le saca lustro al mástil como un grande. No hubo canteo con coros ‘perfectos’, por lo que pudimos escuchar sus voces reales. La incógnita se centró pues en Lawless. Lo que desconozco no lo puedo atestiguar, pero segurísimo podemos decir que brilló en lo vocal, probablemente con ayudas desde la mesa al nivel del Halford actual.
Lo que sí me pareció ya patillero son esas ‘The Idol’, ‘The Great Misconceptions Of Me’ y ‘Chainsaw Charlie (Murders In The New Morgue)’ del tirón. Podría la mano en el fuego a que, si estaban ahí, es porque aprovecharon que se las tenían mamadísimas de su anterior tour. Por excelente que sea The Crimson Idol, ¿de verdad vamos a colocar su cancionero a la altura del debut homónimo o The Last Command?
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‘Blind In Texas’ y dejémonos de conjeturas. Los forajidos de Los Ángeles toman el saloon por la fuerza, aunque no habíamos alcanzado ni los 60 minutos de show que ya nos mandaron a los bises. Un alegato a favor de la libertad de expresión y contra la censura, que buena falta vuelve a hacer, nos introduce a ‘Animal (Fuck Like A Beast)’, un temarraco que no esperaba. Su ‘The Real Me’ de The Who y, cómo no, ‘I Wanna Be Somebody’ concluyeron un concierto que gozó de un sonido poderoso y unas canciones perfectamente ejecutadas.
Al precio que iba el ticket, sin banda telonera, nueve temas reales, entre las que no estuvieron ‘Tormentor’, ‘Ballcrusher’ o ‘Fistful Of Diamonds’… No podemos hablar de felicidad completa, aunque tampoco iremos tan de guays, porque es de justicia admitir que salí de Razz sin voz, con una satisfacción que ni el chaparrón posterior pudo aguar.
PAU NAVARRA