FECHA: 27 DE MARZO DE 2025
LUGAR:
SALA MON (MADRID)
PROMOTOR: PRIMAVERA SOUND

Pese a que su placa del curso pasado, Greif, tuviera un recibimiento tirando a discreto, esto no ha impedido que el nombre de Zeal & Ardor siga generando interés entre la comunidad metalera. Como muestra, un simple dato: no quedaron entradas en taquilla a su paso por Madrid la noche del jueves.

Es verdad que la cuadrilla liderada por Manuel Gagneux todavía se encuentra muy lejos del poder de convocatoria de algunas de las grandes sensaciones actuales de la escena. Mientras Spiritbox o Sleep Token ya están tocando en (y llenando) pabellones, ellos aún continúan sumergidos en el circuito de salas. De todos modos, teniendo en cuenta que el proyecto cobró realmente vida hace casi una década con el revuelo provocado por su debut pseudo amateur Devil Is Fine, no se puede decir que las cosas les hayan ido tan mal.

Foto Dom Zły: Rubén G. Herrera

Antes de volver a comprobar en nuestras carnes cómo se las gastan sobre las tablas, fue el turno para Dom Zły. Un servidor no es precisamente el mayor fan del post-black metal, por lo que no llegué a conectar demasiado con la propuesta de los polacos. Tampoco puedo decir nada en su contra, pues la entrega a la hora de interpretar su referencia del año pasado, Ku Pogrzebaniu Serc (algo así como Hacia El Entierro De Los Corazones, según me chiva el traductor), resultó incuestionable. Algunos compañeros me comentaron a posteriori lo mucho que les gustaron, así que es probable que solo sea cosa mía. En cualquier caso, apunten su nombre si son ustedes seguidores de Oathbreaker o los Deafheaven más aguerridos.

Con el imborrable recuerdo de su última actuación en el Mad Cool de 2022 donde salieron por la puerta grande, las expectativas por ver de nuevo al combo de origen suizo eran máximas. Y se puede decir que las cumplieron todas. Vaya que sí. El único momento con cierta pompa de la noche fue su irrupción en escena encapuchados con túnicas negras para acometer un arranque ceremonioso a través de ‘The Bird, The Lion And The Wildkin’ y ‘Wake Of The Nation’. No tardarían demasiado en meter la quinta marcha con ‘Götterdämmerung’ y ya no bajarían de ahí en la siguiente hora y cuarto.

Foto Zeal & Ardor: Rubén G. Herrera

Y es que a pesar de que en su versión de estudio puedan encontrarse diversas dinámicas, en directo Zeal & Ardor le dan prioridad a su parte más condenadamente cañera. Daba igual si atacaban con ferocidad títulos de su primer largo Stranger Fruit (‘Ship On Fire’, ‘Row Row’, ‘Don’t You Dare’), su álbum homónimo de 2022 (‘Erase’, ‘Run’, ‘Death To The Holy’) o de su última obra, pues ‘Fend You Off’, ‘Kilonova’ y ‘Sugarcoat’ (esta última sonó como unos Queens Of The Stone Age metalizados) encajaron a la perfección de forma contundente al igual que sus hermanas mayores.

La ejecución del cancionero fue marcialmente impecable, tanto sónica como técnicamente. Puede que Gagneux sea el cerebro indiscutible, pero viendo la importancia capital que tienen en su sonido los coristas Marc Obrist y Denis Wagner o ese director de orquesta tras los parches que es Marco Von Allmen, realmente dan la sensación de ser una banda compacta en lugar de un mero proyecto individual. Además, viendo las sonrisas y miradas de complicidad entre ellos, es evidente que se lo pasan en grande cada noche que pueden subirse a un escenario.

Foto Zeal & Ardor: Rubén G. Herrera

Tal vez ‘Devil Is Fine’ fue el único momento de pausa y sin embargo resultó en uno de los grandes highlights de la actuación, pues los cánticos y palmas la convierten en una verdadera experiencia digna de vivirse en comunidad. Dejaron paso a un bis de cinco temas donde siguieron a lo suyo. No tuvieron piedad en la recta final con ‘I Caught You’ y una ‘Clawing Out’ cuyo ritmo que subía y bajaba de forma hipnótica resultó exquisitamente enfermizo.

Por sacarles alguna pega, echaría en falta que su repertorio ganara en mayor variedad. Cierto es que han desarrollado una fórmula propia y reconocible que saben llevar perfectamente a la práctica, pero siento que esta puede dar más de sí en el futuro, aunque esto no deja de ser tarea para el local de ensayo. También habrá a quién 80 minutos de concierto les parezcan escasos, pero siendo honestos, tres o cuatro canciones más no hubieran hecho que fuera mejor. ¿Serán Zeal & Ardor capaces de seguir creciendo mucho más allá de dónde ya han llegado? El tiempo dirá, pero margen y capacidad de mejora tienen de sobra.

GONZALO PUEBLA