Como un reloj, Danko Jones no falla a su cita de publicar un nuevo disco cada dos años. Pero tanta regularidad –A Rock Supreme es su noveno álbum en 18 años- puede llevar al riesgo de que cada nuevo álbum que publique sea visto simplemente como “otro disco más de Danko Jones”. Y lo comprendo, porque a mí me pasa un poco lo mismo.
Pero lo cierto es que en cada trabajo esconde un buen puñado de buenas canciones. Incluso diría que aquí el canadiense se muestra especialmente inspirado. La fórmula es la de siempre, riffs rockeros de alto octanaje, letras vacilonas de contenido sexual y ese punto de no tomarse demasiado en serio (empezando por el título, un guiño al A Love Supreme de John Coltrane). Pero lo cierto es que esta nueva colección de temas tiene poderío, reforzado por la producción de su compatriota GGGarth Richardson (Rage Against The Machine, Biffy Clyro).
El álbum se abre con toda una declaración de principios, ‘I’m In A Band’, donde profesa su amor por su profesión de rockstar. Directo y al grano se van sucediendo otros eufóricos himnos como ‘I Love Love’, ‘Dance Dance Dance’, ‘Fists Up High’ o ‘Party’. En ‘Lipstick City’ recuerda a los Turbonegro de la última época y en la frenética ‘You Got Today’ vuelve a inspirarse en los primeros Van Halen con acierto. También la clava cuando tira más hacia Thin Lizzy en ‘That Girl’.
Como demuestra cada mes en su columna, Danko es un estudioso del rock’n’roll y sabe acudir a las fuentes adecuadas. No creo que llegue nunca a facturar una obra maestra, pero el mundo sería un poco más aburrido sin discos como éste.
JORDI MEYA