Que el nuevo disco de Daron Malakian nos suene tanto a System Of A Down no debería sorprendernos. El propio guitarrista ha reconocido que cuando compuso y grabó este segundo álbum en 2012, su idea era que estas canciones pudieran ser utilizadas en algún momento por la banda. Y de hecho, si no lo había publicado hasta ahora era porque seguía teniendo esperanzas de poder convencer a sus excompañeros para entrar en el estudio.
A pesar de seguir apareciendo el nombre de Scars On Broadway, Dictator es a todos los efectos estos es un trabajo en solitario, habiéndose hecho cargo Malakian de todos los instrumentos, incluida la batería en ausencia John Dolmayan, quién sí participó en su debut diez años atrás.Y quizá ése sea el mayor hándicap del disco, no por su ejecución en sí, sino porque comparado con los trabajos de System se echa en falta el input creativo de otras personas. Pese a ello, a falta de pan, buenas son tortas y si añoras el metal sincopado, melódico y algo locuelo de S.O.A.D., este disco es buen sucedáneo.
Hay un poco de todo desde temas anfetamínicos como ‘Lives’, ‘Dictator’ o ‘We Won’t Obey’ con cambios de ritmo sorprendentes, hasta baladas como ‘Guns Are Loaded’, al estilo de ‘Aerials o ‘Till The End’, pasando por la bailable y thrashera ‘Assimilate’, incluso una instrumental ‘Gie Mou My Son’, adaptación de un tema tradicional griego.
No faltan tampoco sus típicos punteos influenciados por sus raíces armenias (‘Taking Shit’) ni las letras con alto contenido político. Malakian en estado puro.
DAVID GARCELL