Casi tres años después de su debut Tras La Marea, los madrileños Delphos presentan un segundo álbum en el que podemos constatar que la banda ha apuntado mejor el tiro. Si entonces parecían, hasta cierto punto, refugiarse en una producción más elaborada, seguramente fruto de la propia inseguridad que produce enfrentarse a una grabación por primera vez, aquí se muestran más desnudos y fieles a lo que de verdad quieren ser.
La incorporación a su rock alternativo de algunos elementos propios del post hardcore, en lugar de del metal, da como resultado un sonido más crudo e intenso, creando una mayor empatía y atención por parte del oyente. Es importante destacar también el acierto en la secuencia de los temas, ya que consigue una buena dinámica entre temas lentos y otros más rápidos. La manera en la que el desarrollo final de ‘Polvo’ se corta en seco y empieza ‘Rostros’, desde luego, hace que te mantengas en vilo.
Personalmente, pero es una cuestión de gusto, me gusta mucho más cuando Manuel Mellado grita (‘Polvo’), que cuando adopta un registro melódico más afectado (‘Negativo’). Por ejemplo, en dos de los mejores temas, ‘Brillo’ y ‘Restos’, donde utiliza ambos, para mí no hay color entre unas partes y otras.
Más consistente es el trabajo de Diego de Benito a lo largo de todo el disco. Huyendo de la distorsión exagerada de su debut, las guitarras suenan aquí más naturales y minimalistas, haciendo que cada nota cuente, especialmente en un tema como ‘Cristales’, donde el bajo y la batería te atrapan en su groove.
Todavía no podemos hablar de ellos al mismo nivel del de otras bandas como Catorce o Viva Belgrado, pero si siguen trabajando duro, y sobre todo mirando su interior, más que a su alrededor, quizá en su siguiente trabajo nos llevemos una grata sorpresa.
DAVID GARCELL
BONUS TRACK CON… DELPHOS
Detrás de un disco hay mucho trabajo. ¿Habéis sentido algo de nervios a la hora de compartirlo con el mundo?
MANUEL MELLADO (voz) «Yo creo que la acogida ha sido muy positiva. Suena a tópico, pero más de lo que esperábamos. Creo que casi todo el mundo que lo ha escuchado ve claramente una evolución, capta los matices y detalles que hemos intentado plasmar en los temas… Estamos contentos con el disco. Y luego el directo funcionó bien».
¿Cuándo empezasteis a prepararlo?
DIEGO DE BENITO (guitarra) «Hace ya bastante. Sacamos el primer disco, Tras La Marea, en mayo de 2018, y no esperamos mucho a empezar a componer. En ese verano ya estábamos componiendo, pero las más antiguas que han entrado en el disco son de finales de ese año. Por un lado, les hemos dado muchas vueltas al sonido y a la composición, pero ha sido un proceso en línea recta, sin mirar atrás».
MANUEL «Teníamos muy claro lo que buscábamos en cada tema. No era como ir sacando ideas a lo loco para luego coger algunas, sino que ya nos centrábamos en hacer algo concreto en cada tema. No digo que una cosa sea mejor que la otra, pero al hacerlo de esta manera no tienes que descartar tanto porque ya compones a raíz de lo que buscabas».
¿Qué aprendisteis haciendo Tras La Marea que os ha servido más en este nuevo disco?
JULIÁN SÁNCHEZ-CHAPARRO (batería) «Yo creo que en Tras La Marea fue como irnos dando golpes contra un frontón. En el nuevo hemos pulido mucho la manera de trabajar las ideas. Tras La Marea tuvo una pre-producción muy larga porque tuvo muchos cambios, pero en éste teníamos muy claro lo que queríamos y cómo hacerlo. Hemos tenido una mejor metodología de trabajo. Creo que comparando uno con otro se nota una diferencia de sonido. En éste es más uniforme, mientras que en Tras La Marea todavía estábamos buscando cómo queríamos sonar».
MANUEL «Yo creo que aprendimos a tener paciencia, y también vimos qué cosas no nos habían gustado. Estamos muy contentos con todas las personas con las que hemos colaborado en La Espera porque sabíamos lo que queríamos».
Yo diría que suena más natural. Creo que en el primero, y es un error común, quizá intentabais ir por encima de vuestras posibilidades, y aquí se os nota más cómodos.
MANUEL «También es que cuando Tras La Marea, necesitábamos sacar un disco. Necesitábamos salir del local, salir a tocar, e hicimos una gira de veintipico conciertos. Con La Espera ya no teníamos esa urgencia».
DIEGO «Creo que has acertado con la reflexión porque una vez pudimos tocar en directo, y ver el feedback de la gente, y nuestras propias impresiones, nos hizo ir virando a lo que se aprecia en La Espera, un resultado más honesto con lo que somos como músicos».
GUILLERMO SUÁREZ (bajo) «No es lo mismo hacer un primer trabajo que uno en el que ya tienes una mayor madurez como conjunto. En el primer disco quizá cada uno no había encontrado su sitio todavía».
Es la gran diferencia con muchos grupos de fuera, que igual antes de grabar un primer disco ya han dado cientos de conciertos. Pero claro, más allá de la dificultad de conseguir eso en nuestro país, también implica hacer sacrificios. ¿Hasta dónde estáis dispuestos a llegar?
MANUEL «Después de Tras La Marea hubo un momento muy clave en el que se planteó eso: ¿qué banda queremos ser? ¿Una banda que ensaya y da un par de conciertos en Madrid, que es muy lícito, o una que vaya a tocar todos los fines de semana? Pero como dices, eso implica mucho trabajo y sacrificio. Ahí hicimos una apuesta. Pero aquí es casi imposible montarte una gira sin haber sacado antes un disco, a menos que estés en una escena muy determinada, o sean músicos que vengan de otros proyectos, es que ni te contestan a los mails. Con la primera gira pudimos crear una gran red, conocimos muchos sitios, y con La Espera queremos dar el salto de dar conciertos en salas, pero con todo lo que ha pasado… Ahora estamos componiendo por hacer algo, pero cuando se pueda, si tenemos la intención de salir a tocar tanto como podamos».
DIEGO «Ahora la planificación a largo plazo no existe. Cuando decidimos sacar el disco en marzo de 2021, realmente no sabíamos cómo estarían las cosas. Estamos trabajando en buscar conciertos, pero al menos tuvimos la suerte de poder presentarlo en Madrid. Podría haber pasado que nos hubiesen vuelto a confinar, y entonces ni concierto de presentación ni nada. Como banda necesitábamos sacar el disco, y también creo que la gente ahora necesita música. Yo como consumidor, agradezco que las bandas estén sacando cosas nuevas. No tiene sentido pararlo todo hasta que llegue la normalidad, porque no sabemos cuándo llegará».
MANUEL «Como músicos también tienes que ir cerrando etapas. Igual este disco sacarlo de aquí a un año ya no tendría sentido. Igual de aquí año y medio nos da por hacer bossa nova (risas)«.
Una de las cualidades del disco es que es intenso, pero no porque hayáis mucha distorsión o un sonido de batería que tire de espaldas, sino que lo habéis conseguido con las interpretaciones como conjunto. ¿Era uno de los objetivos?
DIEGO «Una de las reflexiones o moralejas con la composición y el resultado del disco es que muchas veces las bandas nos centramos quizá en transmitir una intensidad o una agresividad con la distorsión de las guitarras, cuando realmente hay una paleta de recursos mucha más extensa para transmitir a esas emociones. Y cuando exploras esa variedad de recursos es cuando llegas a resultados más interesantes. Creo que en este caso es lo que hemos hecho. No es que hayamos inventado nada, pero nos hemos fijado en referencias como Standstill, que pasaron de un hardcore más tradicional a una música con esa emotividad pero no tan ruidosa».
MANUEL «Estoy muy de acuerdo. Uno de los objetivos es que el disco fuera muy intenso, porque los temas eran intensos de por sí, pero no a través del ruido. Touché Amoré hacen temas muy intensos con muy poco. Creo que lo importante es la intención, y luego lo demás son accesorios. También nos ha ayudado mucho el productor Luis Yepes a la hora de conseguir eso».
¿Qué grupos de aquí, ya no en lo musical, sino en la manera de hacer las cosas tenéis como referentes?
MANUEL «Siempre decimos un poco los mismos, pero un gran referente son Viva Belgrado. Cuando te enteras como funcionan, flipas. Son un reloj. O Catorce, que ya no existen. Para nosotros es importante tener referentes. Berri Txarrak es otro referente. Es importante que en nuestro estado haya gente así y a la que poder preguntar. A Viva Belgrado les falta tiempo para contestarte si tienes alguna duda, ‘habla con éste’ o ‘escribe a este otro’. Así da gusto».
DIEGO «Yo creo que Viva Belgrado, Berri Txarrak y también Toundra han ayudado mucho a las bandas que hemos venido detrás. Toundra han abierto muchos caminos para bandas que han salido un estilo más post rock. Han visto que hay espacio para cosas distintas. Al final si haces las cosas bien, no tienes que seguir una fórmula, y habrá gente a la que le pueda gustar».
JORDI MEYA