Aunque el parecido, musicalmente hablando, es más que evidente, sería injusto definir a Dikembe como una simple copia de Brand New. Los protagonistas de esta reseña todavía no han dado en la diana con sus composiciones y mucho menos han llegado al gran público como los de Long Island en los dosmiles, pero Dikembe pueden estar muy orgullosos de todo lo que han hecho y conseguido hasta la fecha de manera totalmente underground.
Formados en el 2011, los de Gainsville, Florida, gozan de una buena popularidad en el circuito emo estadounidense; tienen ya varios trabajos de estudio y numerosos splits con bandas afines como The Hotelier, Modern Baseball, Prince Daddy & The Hyena y You Blew It!, siendo estos últimos algo así como sus hermanos mayores.
De hecho, el guitarrista de esta banda, Andrew Anaya, participa en el presente Muck y se ha convertido en miembro oficial.
El tono sombrío de este nuevo trabajo, tan cercano a los postreros Brand New, sorprende a medias. Ya nos tenían acostumbrado a cortes enérgicos y descarnados, muy sentidos, si bien las letras de Muck van un poco más allá. Entiendo que la perspectiva de su cantante y guitarrista, Steven Gray, tras la muerte de su madre, a la hora de encarar las letras del disco, han cambiado significativamente. Esa triste pérdida, el vacío y las ganas de tirar la toalla quedan patentes en frases como “¿por qué nadar cuando podemos hundirnos?” de la inicial ‘Sink’, un minuto y medio de menos a más encargada de ponernos en situación. Tras un estallido y mucha distorsión, a modo de purga, sin mediar palabra, enlaza con ‘Wake’, otra composición cargada de simbolismo y nostalgia.
Las enfermedades mentales como la ansiedad y la depresión, también los fantasmas del pasado, están muy presentes en cortes como las potentes ‘Stay Beat’, ‘Living In The Walls’ y ‘All Got Sick’, un resignado grito de auxilio y un obstinado aquí-estamos-a-pesar-de-todo. “Nunca nos sentimos derrotados, éramos expertos en la pérdida”, cantan en esta pieza, escogida con mucho acierto como primer adelanto de un disco que se hizo esperar seguramente más de lo que ellos habrían querido.
En los cuatro años que separan esta referencia de la anterior, Hail Something, la banda que completan el bajista Randy Reddel y el batería David Bell han madurado su propuesta hasta el punto de incorporar elementos como un piano y una sección de cuerdas en composiciones como ‘Old Husks’ y ‘Perfect Mess’ -preciosistas aunque sin la excelencia de Manchester Orchestra o los últimos Cursive- o las percusiones introductorias de ‘Barely A Sea’, uno de los momentos más sugestivos del disco con esa frase final entre guitarrazos: “Fui una océano una vez, ahora apenas soy un mar”.
Pasará desapercibido o no, recogerá muchas críticas positivas o no, pero es evidente que Muck es el típico disco que marcará un antes y un después en la trayectoria de esta banda. Estaremos muy atentos a sus próximos pasos.
LUIS BENAVIDES