Dinosaur Jr. tienen la difícil capacidad de hacer que la palabra previsible sea una virtud y no un defecto. Y es que, desde que en 2005 J Mascis reuniera a la formación original para un comeback tan extemporal como afortunado, es difícil encontrar un signo de debilidad en la producción discográfica de los de Massachusetts.
Sweep It Into Space es el quinto álbum que sale bajo el nombre de Dinosaur JR en esta segunda juventud, el octavo si contamos los firmados por Joseph Donald Mascis (hasta la aparición de Wikipedia nadie tenía ni idea del nombre completo) y, como ya os he dicho, afortunadamente no contiene sorpresas. La que fuera banda importante en el movimiento alternativo que agarró por las pelotas a la industria musical a finales de los 80 y principios de los 90, nos regala de nuevo una colección de canciones bonitas. No os asustéis por el uso de este adjetivo, no se me ocurre mejor forma de calificar las melodías que nos acompañan los 45 minutos escasos que dura el disco.
‘I Ain´t’ nos señala que lo han vuelto a hacer, perfecta manera de introducirnos de nuevo en el Dinosaurio de la mano de una canción a la que no le hace falta un estribillo para quedarse en nuestra cabeza.
En ‘I Met The Stones’ y ‘Walking To You’ asoma la distorsión más dura en el enésimo homenaje de Mascis a Neil Young, y es que si una banda alternativa encarnó la influencia del abuelo canadiense fueron ellos. Dos de los cortes más afortunados, con los falsetes y los solos de siempre, así que haters gonna hate.
El piloto automático se materializa en canciones como ‘To Be Waiting’, ‘Hide Another Round’ o ‘I Expect It Always’, buenísimos temas sin salirse del guión. En esta onda, la rockera ‘N Say’ y la acústica ‘I Ran Away’ destacan sobre las demás, en ese autoplagio al que se viene sometiendo Mascis estos últimos años.
Mención aparte merece ‘Take it Back’, una de las culpables de poder usar el término ‘bonito’ sin sonar cursi. Una de las canciones con más influencia Beatle que haya aparecido bajo el nombre de Dinosaur Jr..
Destacar también la perfecta producción de Kurt Vile acompañando al líder de la banda, que pese a su omnipresencia deja espacio para que Lou Barlow se luzca en dos composiciones que figuran, además, entre lo mejor del disco, en especial ‘Garden’ una maravillosa melodía que nos recuerda la importancia del líder de Sebadoh como mano derecha.
Lo dicho, estamos ante otro gran trabajo de Mascis, un disco que viene a engrosar una de las discografías más extensas y con menos errores del panorama alternativo, si es que el término sigue estando vigente, una obra deliciosamente previsible y felizmente continuista.
LLUÍS PUEBLA
