Dinosaur Pile-Up llevan ya una década haciendo méritos con muy buenas canciones y giras con bandas de la talla de Weezer, Muse y Brand New. Y con el presente Celebrity Mansions llegó su momento. Darán la campanada.
La fama es precisamente el hilo conductor del cuarto trabajo del trío de Leeds, el primero para una multinacional, como bien anticipan el título y cortes como ‘Black Limousine’ -con ecos al ‘Where Is My Mind’ de los Pixies- y la divertida ‘K West’, dedicada al multimillonario (y dicen egocéntrico) rapero. Así, la banda liderada por el cantante y guitarra Matt Bigland canta sobre estrellas del rock, ridiculiza la superficialidad de las fiestas de los famosos de Hollywood y se mofa de los influencers que no hacen nada de provecho.
Lejos de domesticar su sonido y pulir las aristas de su rock alternativo en esta primera entrega para Parlophone, Dinosaur Pile-Up dan una patada en la puerta del mainstream con su disco más potente y desenfadado -el selfie de la portada lo dice todo- hasta la fecha. El disco está repleto de riffs gordos y distorsionados deudores de los primeros Foo Fighters como los de la rotunda ‘Trash Metal Cassette’ (el momento ‘cheer leaders’ es impagable), la vacilona ‘Back Foot’ y la rapidísima ‘Stupid Heavy Metal Broken Hearted Loser Punk’. El efecto es inmediato.
Imposible no mover la cabeza y levantar el puño. Y mejor aún: inviable quitarse de la cabeza sus melodías. A la cuarta va la vencida. Estoy seguro.
LUIS BENAVIDES