Mientras que en España seguimos viendo a Don Broco como una banda relativamente pequeña, la realidad es que en Reino Unido han pasado la reválida hace tiempo, y ya son un referente para nuevas formaciones.
En la gira de su anterior disco Technology (2018) consiguieron llenar el Wembley Arena de Londres, y, según nos contaba su cantante Rob Damiani -en una entrevista que publicaremos próximamente- su nuevo trabajo hubiera tenido posibilidades de llegar a lo más alto de las listas británicas de haberse publicado en la fecha inicialmente prevista. ¿Exagerado? Puede que sí, pero también comprensible. Al fin y al cabo, Don Broco ofrecen algo que conecta totalmente con la generación que hemos crecido con las plataformas musicales de streaming.
Sin casarse con ningún estilo en particular, han sabido crear un sonido que puede apelar tanto a los fans del rock, como del pop, a base de riffs nu metaleros, efectos electrónicos, y melodías coreables. Para quien todavía no se haya atrevido con ellos, podríamos hablar de Don Broco como una especie de Enter Shikari 2.0.; también porque, al igual que ellos, sus letras cuestionan el mundo que les rodea, y abordan temas como el racismo o la falsedad y odio que fomentan las redes sociales.
Su cuarto álbum refleja este malestar presentando una mayor agresividad en canciones como las iniciales ‘Gumshield’ y ‘Manchester Super Reds Nº1 Fan’ que podrían hacer saltar a cualquier fan de Limp Bizkit, o la rave hip hopera de ‘Bruce Willis’ con un estribillo que podrían haber firmado Rammstein. Pero tampoco tienen ningún miedo en meterse en el territorio de los Deftones más atmosféricos en ‘One True Prince’, o del pop electrónico en ‘Revenge Body’ o la eufórica ‘Endorphins’.
Amazing Things te va sorprendiendo canción a canción, y aunque no siempre dan en la diana (hay tres temas algo flojos), da la sensación que el cuarteto no se ha puesto ningún límite. Está claro que esto es el fruto de un trabajo en equipo -incluido el productor Jason Perry-, pero no quiero terminar sin destacar la cantidad de registros vocales que Rob utiliza a lo largo del disco, sonando igual de auténtico cuando grita como cuando rapea o simplemente canta. No muchos vocalistas podrían trabajar con un material tan diverso y atrevido como este y salir vivos.
MARTA PUIG