A pesar de que su debut California Cursed apareció justo cuando empezaba la pandemia, Drain consiguieron protagonizar uno de los ascensos más notables dentro de la escena hardcore de los últimos años.
Está claro que grupo marcaba todas las casillas en cuanto imagen, discurso y actitud para conseguirlo, y unos conciertos acompañando a Gulch -para quienes el vocalista Sammy Ciaramitaro tocaba antes la batería- fueron suficientes para que la mecha prendiera y ahora su segundo álbum llegue impulsado por su fichaje por Epitaph. “Espero que cuando alguien lo escuche le dé esperanza. Si nosotros fuimos capaces de superar los momentos difíciles, cualquiera puede», ha comentado su risueño frontman acerca del espíritu de Living Proof, y no sé si ese es el sentimiento que la mayoría sentirán, pero desde luego les proporcionará un buen chute de energía.
Pese a ser una banda de hardcore, es posible que de haber nacido un poco más al norte, en la bahía de San Francisco, en lugar de Santa Cruz, Drain se hubiesen convertido en una de thrash metal. Su influencia se nota en la construcción de los riffs de temas como ‘Weight Of The World’, ‘Evil Finds Light’ o ‘Run Your Luck’ por parte del guitarrista Cody Chavez, y en la sequedad de la producción de Taylor Young (Twitching Tongues, God’s Hate). Pero vivir en una ciudad donde la cultura surf y skater, y la música que la acompaña, es omnipresente, marca mucho. De ahí que hayan incluido una (estupenda) versión de ‘Good Good Things’ de Descendents en lugar de una de Exodus.
En 25 minutos, la banda constata que sabe qué teclas tocar para que quienes buscan emociones fuertes se sientan recompensados. La agresiva voz de Ciaramitaro encaja como un guante en una base musical en el que los breakdowns y la batería contundente de Tim Flegal son pura gasolina para cualquier mosh pit. En temas como ‘Watch You Burn’ o ‘Living Proof’ o en ‘Intermission’, con colaboración del rapero Shakewell, se acercan al groove de Suicidal Tendencies, pero la lástima es que no hayan atinado más a la hora de crear hooks memorables. Aquí Drain demuestran de sobras que saben picar como una abeja, pero aún les falta saber flotar como una mariposa.
JORDI MEYA
