Autor: David Rubín
Editado por: ECC
En los meses que ha permanecido vigente el estado de alarma, sobre todo en los momentos más estrictos del confinamiento por la crisis del COVID-19, el sector editorial se vio obligado a detener la distribución de sus materiales a las librerías y, en muchos casos, la venta por correo de novedades ya que la producción quedaba paralizada hasta que se supiese cuándo podrían retomarse las actividades comerciales.
En los primeros compases de la debacle surgieron, además, muchas iniciativas espontáneas de autores y autoras ofreciendo entretenimiento online liberando trabajos para que pudieran disfrutar de ellos quienes lo deseasen, acción a la que también se fueron sumando editoriales con esta u otras iniciativas buscando que esas semanas de privilegiado confinamiento no hicieran olvidar la cantidad de puestos de trabajo que había en juego.
ECC, la editorial que en España gestiona los derechos de DC Comics, se sumó al apoyo a las librerías paralizando la producción y distribución de sus tebeos y recordando a los fans, con una extensa campaña en redes sociales y medios del sector, que sus héroes favoritos regresarían a las tiendas en cuanto fuese posible. Junto a esta iniciativa, y a la vez que colocaban en digital durante el tiempo que no pudiesen comprarse un buen puñado de cómics para que la gente pudiese subirse al carro -o no desconectarse del todo-, contactaron con varios autores patrios para celebrar la vuelta a las librerías mediante obsequios a los lectores y a los libreros; y es en ese escenario en el que se enmarca este cómic, puede que uno de los más importantes que se han hecho con la figura de Superman en décadas.
La editorial contactó con Paco Roca y Jesús Merino para elaborar dos ilustraciones para regalar junto a un tebeo exclusivo de Superman realizado por David Rubín, enmarcado todo en la campaña de apoyo y fidelidad a las tiendas ‘Los héroes siempre vuelven’ y el resultado es el que ocupa estas líneas.
El Superpoder Más Importante es una historia corta de cuatro páginas más un par de agradecidos extras (habituales en el autor y editorial) sobre el proceso de creación del material que completan los pliegos para poder imprimir en físico. Es eso, y mucho más, qué duda cabe; es un tebeo sobre la pandemia, pero a través de los ojos de la gente, la misma que es capaz de hacer cosas maravillosas y también las más despreciables. Es un tebeo sobre la esperanza y los iconos -que no habría podido protagonizar cualquier personaje- y que resume, en sus pocas pero maravillosas viñetas, uno de los momentos más polarizados y dolorosos que hemos vivido durante las semanas de la crisis sanitaria.
Este Superman, a ojos de Rubín, no juzga ni sentencia, deja que sea la experiencia de los demás la que que indique de qué lado se han colocado algunas en los momentos más terribles de estos meses. Su Kal-El va a hacer recordar, durante muchos años, quienes han sido los héroes y heroínas de esta crisis en muchos escenarios, y también los villanos, que también nos han sobrado en muchos planos. En el fuero de cada una también reside un Biff Tannen en horas bajas y la verdad es que nadie quiere reconocerse en la figura de Carter Burke y aquí este Superman de Rubín no señala, pero ayuda a hacerse una idea de cómo las cosas puede cambiarse de torna en muy poco tiempo.
Este tebeo/obsequio, creado para incentivar la compra en librerías de cómics y, por tanto, realizado para apoyar al pequeño comercio de los barrios obreros que tan bien refleja el autor en sus páginas, surge de los momentos de altruismo y generosidad de personas normales y corrientes que en momentos extremos realizan acciones asombrosas. Tan sorpresivo como meritorio, la idea de este cómic orbita sobre un pedacito de historia reciente que se va a recordar durante muchísimo tiempo y en el que, como buen trabajo de relato compacto y acertado, nos vamos a ver (para bien o para mal) reflejadas en sus páginas.
SAMU GONZÁLEZ
