El avance de las tropas de 1914 ha sido imparable desde que lanzaran su primer álbum en 2015. Ahora publican Where Fear And Weapons Meet directamente con Napalm Records, y su presencia en los principales festivales europeos parece ya indispensable. Otra buena noticia para el metal ucraniano, que se encuentra en plena ebullición.
Actualmente nos encontramos ante otra tormenta perfecta como la que propició la Primera y la Segunda Guerra Mundial, sólo que esta vez se enfrentan dos tipos de autoritarismo. Por un lado, una crisis económica anonadante no es atajada de ninguna forma por una clase política corrupta, inepta e inoperante, mientras otra galopante crisis, también interesada, pero esta vez de referentes y valores, es el caldo de cultivo esencial para que triunfen ideologías sectarias y dogmáticas que sólo pueden llevar a la catástrofe.
El odio al diferente, la negación de otros tipos de visiones. La ceguera y la sordera crónica. La crispación como forma de vida y la nula autocrítica. El dirigido conflicto entre pobres para que triunfen los mismos de siempre, esa fabricación en serie de autómatas para que nada se oponga al sistema. Por desgracia, nos suena demasiado.
Es en este terrible contexto en el que formaciones como 1914 son absolutamente necesarias. Bandas que, lejos de lucrarse de esta happycracia en la que perdemos derechos y salario al mismo tiempo que nos venden embustes emobasuriles, nos hablan de pavorosos sucesos bélicos que acontecieron no hace tanto para, así, ponernos ante el espejo. Para que tengamos perpetua conciencia de lo bárbaros y abominables que podemos llegar a ser como especie. Contar, relatar, que nunca defender.
Mientras los valientes guerreros del teclado amenazan salas al mismo tiempo que permiten que los nazis, los de verdad, tomen Chueca sin oposición, Hogar Social haya retomado tranquilamente su actividad en la antigua sede de RTVE, VOX meta miles de fascistas en Ifema sin un solo grito en las puertas o la presidenta de la Comunidad de Madrid se enorgullezca del genocidio español en Latinoamérica, 1914 presentan Where Fear And Weapons Meet para promover algo ya en vías de extinción: el uso de la materia gris, el análisis profundo y concienzudo en detrimento de los instintos bajos y la posverdad.
Con su guitarrista Vitalii no sólo diseccionamos su nueva obra, que viene con cambios, sino que llegamos a darnos cuenta de hasta qué punto nos manipulan los medios de masas con, por ejemplo, la desaparición de la guerra de Ucrania de sus agendas mediáticas. También, de cómo los sueños pueden cumplirse, ya que Nick Holmes acabó cantando en este álbum. No es fácil presentar estos temas entre sociedades tan polarizadas e involucionadas, pero si algo han demostrado 1914 desde su lejana Lviv es espíritu de sacrificio y mucha determinación.
Este tercer disco parte de Sarajevo, del asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria, pero a diferencia de los dos anteriores, éste no trata de la muerte, sino de la vida. Según la nota de prensa, la mayoría de los protagonistas de estas canciones “sobrevivieron a la guerra, se convirtieron en héroes y finalmente volvieron a casa”. ¿De dónde sacasteis sus historias, cómo las seleccionasteis?
VITALII “Estas historias nos llegan de diferentes fuentes: las películas, libros, inspirados en la visita de algunos lugares históricos, investigando en los archivos de guerra. Empiezas a entenderlo cuando algún tema te atrapa y comienza a dar vueltas en tu interior hasta que comprendes que necesitas crear una canción y contar esa historia al mundo”.
Antes os tenía como una banda de blackened doom con un estilo muy particular, pero creo que en este nuevo álbum el death gana la partida, así que podríamos decir que es blackened death metal pese a hallar canciones como ‘…And A Cross Now Marks His Place’. Creo que hay mucha más velocidad, y sobre todo presencia de los teclados, muy épicos y bombásticos. ¿Qué opinas tú?
“Sí, bien visto, se nota que esta vez el material es un poco más rápido, pero debo decir que no teníamos ninguna intención específica de cambiar el estilo o pasar a una dirección ‘sinfónica’. Lo que escuchamos en el disco es simplemente una expresión de emociones de cinco personas en el momento de la creación del álbum. Cuando las primeras maquetas estuvieron listas y las escuchamos, empezamos a notar que faltaba algo, así que probamos y experimentamos con los añadidos. Personalmente, no me gustaría ceñirme a un género específico, pues a veces necesitas más que una guitarra, un bajo y una batería para expresar lo que tienes que expresar”.
A estas alturas, ¿es complicado encontrar esos audios de la época o las canciones populares que se cantaban en el frente que incluís en vuestras canciones? ¿Tenéis un archivo personal con este tipo de cortes o con cada álbum es un reto encontrarlos?
“Es bastante difícil hallar algo útil si no sabes dónde buscar. Eso va totalmente para Dima, el cantante, que tiene acceso a un montón de archivos de guerra. Una vez me pasó una carpeta con materiales que preparó durante el trabajo en el álbum y me quedé sorprendido: había cosas que ni siquiera pensaba que existían. A veces la gente nos envía algunos materiales históricos, sobre todo cuando están relacionados con la historia de sus familias o las regiones en las que viven, pero el resultado principal proviene de la investigación profunda”.
Las ediciones especiales se os dan muy bien. Recuerdo la de Eschatology Of War, con esa inolvidable cover de ‘Something In The Way’ de Nirvana. Creo que Napalm Records tiene preparada una edición die hard para este disco también… ¿Contendrá golosinas de ese calibre?
“Por supuesto tendremos una extended edition que contendrá algunas buenas chucherías, una versión y algunas otras cosas. Debo decir que me gusta mucho ese material bonus, probablemente igual que la parte principal del álbum”.
Espero que no te ofendas, pero hasta vuestra llegada y la de Jinjer, el metal ucraniano sobre todo era conocido por exportar bandas de black metal nacionalsocialistas. ¿Crees que tu país tiene un problema en ese sentido?
“No me ofende en absoluto. Debo discrepar ligeramente, ya que a menudo nos olvidamos de bandas como Stoned Jesus, Somali Yacht Club y muchas más que estaban entregando cosas antes que nosotros. No creo que sea un problema, es más bien un hecho histórico. Esa parte de la escena metal de Ucrania empezó a crecer un poco más rápido que los otros géneros a finales de los 90, por lo que alcanzaron el reconocimiento internacional más rápido que los demás”.
Por otro lado, nos encontramos en plena ola de corrección política y puritanismo dogmático. Pese a hablar de la Gran Guerra, y nunca del nazismo o la Segunda Guerra Mundial, ¿también os habéis encontrado con posiciones contrarias a vuestras canciones, con imbéciles que opinen que sois partidistas o que deberíais defender algún punto de vista determinado?
“Entiendo completamente tu punto de vista y me siento absolutamente cabreado cuando escucho que un show o un tour de algunas buenas bandas fue cancelado debido a una falsa acusación de algunos capullos que ni siquiera hicieron una investigación de esa cuestión. Hubo algunos intentos torpes de etiquetarnos con alguna mierda inexistente en el pasado, pero desde que empezamos a ser más públicos y tuvimos la oportunidad de hablar con más medios del mundo, siempre declaramos que nunca apoyamos ni el movimiento de izquierda ni el de la derecha, y que el objetivo principal de nuestra música es contar historias sobre temas históricos”.
Hay gente que opina que el metal extremo es deprimente, quiere canciones soleadas que hablen de amores adolescentes, pero yo opino que enfrentarte a los desmanes de la humanidad, precisamente, te hace apreciar más el poco tiempo que se nos ha dado en la Tierra. Ser consciente de nuestra cara más malvada es lo que me hace feliz, vaya. Tú, que formas parte de un grupo que sólo habla de desgracias tremendas, ¿qué opinas sobre ello?
“Estoy convencido de que en este mundo no hay blanco ni negro, sólo gris, y también de que esas gafas rosas con las que quieren ver las cosas se rompen a menudo en los globos oculares. Por supuesto nuestro mundo se compone de momentos felices, como pasar tiempo con nuestras familias, ver cómo crecen tus hijos, disfrutar de la belleza de la naturaleza, pero al mismo tiempo nadie tiene la garantía de no ser asesinado al siguiente segundo en un tiroteo en la calle o por algún conductor borracho en la carretera. El mundo es como es, con momentos diferentes para cada uno”.
«Espero que Putin y los dirigentes rusos acaben en La Haya por todos sus crímenes y los más de 15.000 ucranianos asesinados» VITALII
La guerra actual entre Ucrania y Rusia ha desaparecido de los noticiarios del globo. ¿Cómo está ese conflicto, qué me puedes contar?
“La guerra desapareció de las noticias, pero no de esta tierra. Sigue habiendo tiroteos todos los días, siguen llegando mensajes sobre soldados ucranianos muertos aquí y allá. Para la pequeña Ucrania es muy difícil enfrentarse a un gigante de la guerra y la propaganda como la Rusia de Putin sin apoyo internacional, pero los líderes europeos están ‘muy preocupados’, como siempre, y no entienden que Ucrania está protegiendo ahora no sólo su propio territorio, sino también las fronteras europeas. Espero que Putin y los dirigentes rusos acaben en La Haya por todos sus crímenes y los más de 15.000 ucranianos asesinados. Pero bueno, mejor no en La Haya, sino colgados de un árbol”.
Volviendo a la Primera Guerra Mundial, ésta fue una tragedia esencial para comprender el siglo XX, pero hasta que no se conmemoraron sus 100 años, parecía un conflicto ninguneado por los expertos. ¿Qué os atrajo de ella como para dedicarle toda la imaginería de la banda?
“El mérito es de nuestro cantante, que tiene el periodo de la Primera Guerra Mundial como una de las mayores pasiones de su vida. Se trata de una persona que tiene más de 15 años de experiencia en arqueología bélica y otros más de veinte en la música, así que la idea era combinar estas dos pasiones para lograr algo grande. Él crea todos los conceptos, las letras, todas las historias, y las lleva al grupo. Y en conjunto, lo envolvemos de una forma audible”.
El álbum cuenta con las colaboraciones de Sasha Boole de Me And That Man y Nick Holmes de Paradise Lost. ¿Cómo se dio esta conexión, ya les conocíais de antes?
“En cuanto a Sasha, nos conocíamos desde hace tiempo. La razón por la que se le invitó es que la idea para ‘Coward’ no era hacer una canción más de metal, sino que debía sonar como una canción de soldados, para que sonara en las trincheras, para traer esa atmósfera, para que se tocara con los instrumentos que la gente usaba durante el periodo de la guerra. Sasha tiene un estilo único, toca perfectamente instrumentos como el banjo, la armónica, así que la elección era bastante obvia. En cuanto a Nick Holmes, cuando creamos ‘…And A Cross Now Marks His Place’ nos dimos cuenta de que necesitábamos añadir una voz limpia. Como la voz de Dima no encajaba como pretendíamos, empezamos a pensar en una colaboración. Siendo fans de Paradise Lost desde hace mucho tiempo, no podíamos dejar de pensar en invitar al señor Holmes, así que escribimos un mail sin muchas esperanzas de recibir una respuesta positiva. Pero aceptó y se convirtió en uno de los mejores momentos para nosotros durante el trabajo en el álbum. Enviamos un par de correos electrónicos, encontramos el enfoque perfecto y… boom, se convirtió en nuestro primer single”.
PAU NAVARRA