Cinco años dan para mucho y en ese tiempo Acid Mess se han vuelto a reinventar una vez más. En Sangre De Otros Mundos los de Oviedo ejecutan el enésimo borrón y cuenta nueva de su carrera para entregar su mejor obra.
A pesar de que han seguido tocando en directo, Acid Mess llevaban en estado de hibernación en cuanto a material discográfico se refiere desde hace unos años. Fue en 2015 cuando apareció su última referencia, un II de corte instrumental que suponía una nueva vuelta al calcetín que es su propuesta musical. Su carrera arrancó a comienzos de la pasada década con un crudísimo punk rock que fue evolucionando sin ataduras ni complejos de ningún tipo hasta llegar a la actualidad con Sangre De Otros Mundos (Spinda Records), en el que su universo multicolor alcanza la máxima plenitud sumando ritmos latinos y flamencos a su marmita psicodélica.
Teniendo en cuenta que apenas han podido ofrecer un par de conciertos durante este verano, la acogida de su nuevo artefacto está siendo inmejorable por parte de la prensa especializada. Nosotros no quisimos ser menos y gracias a la magia de internet conseguimos que Borja Vázquez (voz y bajo), Miguel Ruiz (voz y guitarra), Antonio Tamargo (batería) y Juan Villamil (teclados y sintetizadores) nos atendiesen desde su local de ensayo con el objetivo de desgranar uno de los mejores álbumes nacionales de la temporada.
Entre II y Sangre De Otros Mundos han pasado cinco años. ¿Qué es lo que ha ocurrido en todo ese tiempo dentro de Acid Mess?
MIGUEL RUIZ «Hace unos años Antonio se fue a Londres a estudiar música y nosotros tres montamos otro proyecto llamado Sombra con el que publicamos un disco. A la vuelta de Antonio volvimos a hacer algún festival, aunque tampoco ensayábamos mucho. Tardamos unos tres años en volver a ponernos en serio a componer. No fue nada en concreto, sino que durante esos primeros años de parón no tuvimos tiempo para pensar en Acid Mess».
Llama mucho la atención ese impass porque desde que iniciasteis la banda en 2012 siempre habíais publicado material nuevo cada año cambiando constantemente.
BORJA VÁZQUEZ «En los comienzos coincidió que Miguel, Antonio y yo vivíamos aquí en Oviedo y teníamos curros o estábamos estudiando, por lo que tocar era mucho más fácil. En cuanto se fue Antonio paramos e hicimos otras historias. Pero ahora que volvemos a estar los cuatro juntos esperamos darle caña y preparar otro álbum para el año que viene».
Ese inconformismo de estar continuamente dándole la penúltima vuelta de tuerca a vuestro sonido parece casi una marca propia del grupo. Habéis pasado desde el punk rock garagero al jam rock, ahora la psicodelia ¿Hay alguna explicación a ello o es que simplemente sois unos culos inquietos?
ANTONIO TAMARGO «Tiene que ver más con lo que escuchamos en cada momento. Siempre nos apetece tocar el estilo de música en el que estemos metidos año a año. Da la casualidad que ninguno de nosotros se queda estancado en un género en concreto y siempre hemos ido evolucionando por diferentes caminos. A la hora de venir al local eso nos hacer probar nuevos riffs, tocar de manera distinta, experimentar con otros sonidos…».
MIGUEL «También hay que resaltar que de los cuatro que somos ahora, el único superviviente de la banda original es Borja. Yo entré en el segundo disco que ya era un poco más hardcore y en Creedless ya estaba Antonio. Creo que esa evolución viene dada por los integrantes del grupo que han ido cambiando en cada álbum. Solo que desde Creedless hasta hoy somos los mismos con la incorporación de Juan».
El salto entre II y Sangre De Otros Mundos ya se adivina desde la portada. Del negro pasamos a algo mucho más colorido en todos los sentidos.
JUAN VILLAMIL «Es un poco la propia evolución de la banda, como decíamos antes. Cambiamos de estilo, estudiamos tocar de otra manera… Pero en realidad lo hacemos sin pensar. No decimos ‘este disco queremos que sea más psicodélico, este otro más oscuro’. Es más lo que nos va surgiendo en cada momento y Sangre De Otros Mundos salió así, más colorido que el anterior. Pero no era algo que tuviésemos pensado de antemano. Es todo muy natural: llegamos al local, alguien tiene una idea, la desarrollamos… Tampoco le damos muchas vueltas a si es coherente con lo que hemos hecho en los trabajos previos, sino que tiramos adelante con ello. Creo que ahí está la gracia de lo que hacemos en Acid Mess».
Otra de las diferencias respecto a vuestra anterior entrega es que aquel era totalmente instrumental. Aquí en cambio hay hasta dos voces, las de Miguel y Borja. ¿A qué se debe esa necesidad de recuperarlas?
MIGUEL «En Creedless y Madre Muerte cantábamos, pero vimos que no era nuestro fuerte (risas). Por eso II fue instrumental. Pero al empezar a componer Sangre De Otros Mundos vimos que carecía de sentido no darle letras y voces. Eran canciones con mucho ritmo y matices, pero si solo eran instrumentales se venían abajo, no decían nada. Igual no duraban tanto como las de II, pero había partes de solos de guitarra o teclados donde no contábamos los compases y era lo que surgiera hasta que acabásemos. Entonces nos esforzamos y nos pusimos mano a mano a hacer letras. Eso nos vino bien porque acotamos un poco los tiempos de los temas, pensándolos más en lo que sería escucharlos con una voz, buscando en que momentos debían predominar por encima de la música. Quieras que no, eso te abre una puerta a ser más variado. Los registros de Borja son más punkis y los míos más líricos. También es un poco lo que cada uno llevamos dentro. No es algo forzado».
«Sangre De Otros Mundos tira un poco por esa onda que llevaban The Mars Volta» MIGUEL RUIZ
Por lo que tengo entendido, las letras tienen algo de crítica social o política.
MIGUEL «Solo en un par de ellas. No es crítica política directamente, sino más social. Un poco lo que yo veo en ese momento, el malestar en el que estábamos cuando escribimos las letras, al menos personalmente. Pero no hay un contexto político concreto detrás. Simplemente es el estado emocional de cada uno. Sí que es verdad que, yo al menos, lo envuelvo muchísimo con metáforas. No me gustar decir toda la verdad o que suene muy directo, pero ‘Salvaje Historia’ e ‘Infierno Gris’ sí que van por ahí. La primera habla de toda esa gente que lanza mensajes de odio para controlar a la población e ‘infiernos Gris’ trata de algo que yo siempre me he quejado que es el conformismo social. El aceptar todo lo que nos ofrecen y no pensar en lo que realmente necesitamos. Tampoco buscamos que la gente se sienta identificada con las letras. Lo mismo Borja sí que es algo más directo, aunque en ‘Hijos Del Sol’ no entiendas muy bien de qué va la historia (risas)«.
BORJA «Esa canción habla de relaciones personales. Lo que te transmite alguien según lo que estés hablando o lo que estés haciendo. Es algo muy personal que necesitaba escupir en ese momento».
Aunque ya había teclados en II y os viene acompañando en los directos desde hace algún tiempo, otra novedad en Sangre De Otros Mundos es el debut oficial de Juan como teclista. ¿Cómo ha sido tu integración dentro del engranaje de Acid Mess?
JUAN «Bueno, como durante el parón estuvimos también con Sombra, fue un poco como un antes y un después. Casi como empezar de nuevo. Venimos con las pilas cargadas y no sentimos la necesidad de seguir haciendo lo mismo que en II, por lo que me vi con total libertad para poder meter mis cosas sin pensar en nada predeterminado de lo que ya se había hecho. Además yo empecé tocando la batería, así que en los directos metía cuatro arreglos con los sintes, pero poco a poco he ido encontrando mi lugar en la banda».
En esta nueva entrega habéis abierto aún más el abanico. Hay influencias que vienen de Andalucía, Latinoamérica, punk, kraut rock incluso… ¿Teníais claro que para este trabajo queríais conseguir una obra tan de ecléctica?
ANTONIO «Creo que el hecho de que yo me haya ido a Londres a estudiar un tiempo y que durante estos cinco años haya habido un parón fue algo malo y bueno a la vez. Nos dispersamos un poco de lo que escuchábamos en conjunto y fuimos por diferentes variantes cada uno. Eso hizo que a la hora de volver, viniésemos con diferentes ideas. Cuando nos juntamos sí que fue un poco lio y había muchas discusiones porque no conseguíamos juntar nada que nos convenciese. Parecía todo una locura. Pero le pusimos esfuerzo y sacamos el sonido de este nuevo disco. El título viene precisamente de ahí, de escuchar diferentes tipos de música».
Las fases más latinas del álbum me han recordado directamente a The Mars Volta e incluso al primer Santana. ¿Han sido referencias directas?
ANTONIO «Totalmente. Desde que tenía 16 años The Mars Volta han sido uno de mis grupos favoritos y siempre quise meter algo que estuviese inspirado en ellos dentro de un grupo. También Santana, mucha música cubana y latina en general. Yo empecé a tocar con gente que dominaba el estilo y me influyó para tirar más hacia ese rollo».
MIGUEL «Es cierto que Sangre De Otros Mundos tira un poco por esa onda que llevaban The Mars Volta. Ritmos latinos, guitarras agresivas… aunque no tanto como las de Omar Rodríguez-López. Los dos hacemos discos muy limpios de producción pero muy agresivos. Creo que ahí sí que compartimos un nexo en común».
En ‘El Reflejo De Su Piel’ y ‘Salvaje Historia’ habéis introducido voces flamencas y hasta palmas. Resulta inevitable establecer una conexión con toda la escena del rock andaluz actual de formaciones como Atavismo, Bourbon o Grajo con las que ahora compartís sello. ¿Cómo surge la intención de tomar prestados esos recursos?
BORJA «Bueno, las bandas que mencionas las conocemos de escucharlas y verlas en algún festival, pero nunca coincidimos con ellas en ningún momento. Si que puede haber algún lazo a nivel de sonido e intención, pero personalmente no tenemos relación. Quizás el toque de rock andaluz que le ponemos nosotros es porque escuchamos muchísimo a Triana. A los cuatro nos flipan, así que creo que va más por ahí. Luego también Lole y Manuel, Camarón, Paco de Lucía… Son referente muy obvios, tampoco controlamos tanto de flamenco».
¿Pero no temíais que siendo de Asturias se os acusase de apropiación cultural
BORJA «Me queda más cerca Andalucía que Estados Unidos o Inglaterra. No le encuentro mucho sentido a eso. La música, aunque sí pueda ser representativa de cada región, es universal. Todo en la historia de la humanidad es movimiento al fin y al cabo. Precisamente Andalucía fue un crisol de ideas y culturas. No se puede decir que alguien de fuera no pueda coger algo de ahí. Al fin y al cabo todo estamos tocando rock and roll, que eso viene de mucho más lejos. Todavía no nos han llegado mensajes al respecto, pero cuando hablamos con Berto de Spinda Records sí que nos comentó que lo mismo podía molestar a alguna gente porque allí en Andalucía el flamenco es algo sagrado. Pero no creo que tengamos la repercusión de Rosalía para que nos llegue algún ofendidito a quejarse (risas)«.
De todos modos, llama la atención que siendo un disco tan multicultural no hayáis metido ninguna referencia a vuestra tierra.
MIGUEL «Se no pasó por la cabeza varias veces, pero no somos muy folkies. Aquí en Asturias la gran mayoría de los jóvenes no tiene tan arraigada esa cultura. No nos han educado desde pequeños. Incluso se ve rechazada desde ciertos puntos de la provincia. Aún así hay mucha cultura, canciones y melodías perdidas. Es difícil encontrar un lugar donde esté todo ese bagaje musical asturiano, aunque poco a poco se está haciendo. Yo sí que intenté hacer algo y aún me estoy dando de hostias con ello para sacarle un sentido. Pero en general ninguno de los cuatro somos grandes conocedores de la música folclórica asturiana. A mí me gustaría intentarlo en un futuro disco, aunque quizás no todo entero. Desde luego meter gaitas seguro que no (risas)«.
JUAN «Lo que ocurre es que, por ejemplo, el flamenco te da muchísimo más juego para incorporarlo a otros tipos de música. En cambio la gaita asturiana es más difícil llevarla a otros estilos porque es muy estridente. Lo de cantar en asturiano a mi encantaría. Está guay que entre los grupos se dé visibilidad a un idioma que no es el oficial en el estado. Quizás en un futuro sí busquemos meter elementos del folclore asturiano, pero ahora mismo no lo vemos como un objetivo».
Habéis sido de las pocas bandas de rock que han tenido la suerte de tocar en directo durante este año. El verano pasado distéis un concierto en Oviedo junto a Toundra. ¿Qué tal fue la experiencia? ¿Os afectó mucho la frialdad de ver al público sentado u os metisteis en vuestra burbuja sin darle importancia?
MIGUEL «Fue bastante palo, la verdad. Al principio intenté emocionarme un poco pero se me quitaron las ganas en dos minutos. El público no se podía levantar ni mover una ceja. También tocamos en un anfiteatro en Mungia, cerca de Bilbao, y al estar muy oscuro y no ver a la gente al menos te daba la sensación de que tocabas para alguien. Pero con Toundra en Oviedo era de día. Casi parecía una sentada para protestar (risas). Aún así dimos todo lo que teníamos, no nos vinimos abajo».
Ante el panorama de que en 2021 seguirá siendo muy complicado echarse a la carretera, hay bandas que aún habiendo publicado discos recientemente ya están con la mente puesta en componer y grabar más material. ¿En vuestro caso habéis pasado ya página respecto a Sangre De Otros Mundos a pesar de que está recién salido del horno o váis a pelear por intentar llevarlo a dónde sea posible en los próximos meses?
ANTONIO «Ahora mismo estamos ensayando bastante para poder llevar este álbum al directo lo mejor que podamos. Pero al mismo tiempo tenemos muchas ganas de componer algo nuevo. Nos gustó mucho como quedó Sangre De Otros Mundos y todavía sentimos esa energía de avanzar y componer algo diferente. Por supuesto que también tenemos muchas ganas de tocar, cuando y de la manera que se pueda. Esperamos que sea pronto y en muchos lugares».
GONZALO PUEBLA