Adrift son como el Guadiana, aparecen y desaparecen. Afortunadamente en 2025 tocaba que una de las bandas más interesantes de metal de nuestro país se reactivase y desde hoy mismo ya podemos disfrutar de su nuevo álbum Dry Soil al completo. Hablamos con su cantante y guitarrista Jorge García sobre su particular manera de funcionar… y también de su sorpresivo fichaje como miembro de Toundra.

Si eres fan de Adrift, más te vale que la paciencia sea una de tus virtudes. Aunque esta vez no han sido siete años, como los que transcurrieron entre Black Heart Bleeds Black (2012) y Pure (2019), poco ha faltado. Si en otras bandas, la pandemia podría servir de excusa, en su caso es simplemente una manera de funcionar distinta. Cierto es que el tiempo da para lo que da, y entre sus respectivos trabajos y otros proyectos como El Páramo o Loma Baja, las posibilidades de que Jorge (voz, guitarra), Macón (guitarra), Dani (bajo) y Jaime (batería) se reúnan para crear y tocar no son tantas como les gustaría.

La situación podría haber cambiado con el parón que anunciaron Toundra -banda en la que Macón leva tocando desde 2013- hace año y medio. Pero no. Lejos de eso, pocos días después de que realizáramos esta entrevista, Toundra hacían público su retorno con Jorge García como sustituto de Esteban Girón, algo de lo que ya nos habían informado extra oficialmente. Teniendo presente la nueva situación no parece que Adrift pueda convertirse en un grupo mucho más prolífico a partir de ahora, así que más vale que disfrutemos al máximo del potente y más psicodélico Dry Soil, autoeditado con su sello Monolito Records, y no perdamos la oportunidad de verles en directo.

De momento ha anunciado unas pocas fechas de presentación, el 6 de febrero estarán en La Lata de Zinc de Oviedo, el 7 en Filomatic en A Coruña, el 8 de marzo en la sala Laut de Barcelona, el 15 de marzo en CSA Las Vegas de Málaga y el 20 de marzo en Wurlitzer Ballroom de Madrid.

Han vuelto a pasar un montón de años desde Pure, pero sacasteis ‘Concrete’ como single el día de Reyes y ya anunciasteis que el disco saldría el 31 de enero. No habéis intentado crear hype ni nada.
JORGE GARCÍA
«Ya, es que bueno, también son las circunstancias, porque al final el disco lo sacamos nosotros. Entonces… Primero que nosotros somos inexpertos en estas cosas… Editamos en su día Troya, pero bueno, eran otros tiempos. Y esto ha sido un poco así también, porque queríamos cuadrar el lanzamiento con fechas para tocar. Ahora con los trabajos es jodido tocar y solo nos cuadraba hacerlo en estos meses. Así que decidimos sacarlo ahora por ese motivo, aunque el disco está grabado desde febrero del año pasado. Ya tiene un año. Por eso ha sido todo tan repentino. Pero bueno, también está bien, porque, joder, últimamente cuando los grupos generan tanto hype o sacan adelantos con tanta antelación, cuando sale los discos ya estoy harto de los adelantos. Preferíamos hacerlo como Khanate, en plan sacamos el disco de un día para otro y, ala, nos hemos reunido”.

Con Pure ya os pasó algo parecido, que el disco llevaba grabado dos años antes de que saliera, pero entonces fue porque estuvisteis buscando sello.
«Sí, la verdad es que nos suele pasar siempre (risas). Con Pure decidimos buscar un sello fuera de España por probar qué pasaba, y no fue difícil de encontrar. El tipo de Temple Of Torturous tenía interés, pero al final, los sellos tienen sus planes de lanzamientos y te tienes que adaptar. Es como, ‘el disco te lo saco, pero no hasta dentro de un año que tenga un hueco’. Y claro, te tienes que esperar. Nos gustaría sacar el disco al poco de grabarlo, pero al final siempre pasamos un año dándole vueltas”.

¿Y esta vez habéis intentado también buscar sello o teníais claro que lo queríais sacar vosotros como Monolito Records?
«Sí, en un principio buscamos sello, pero no sé, vimos que lo podíamos hacer nosotros, y bueno, por probar también. Al final, más o menos, la gente ya nos conoce, y vimos que con nuestros medios podíamos hacerlo. También es una manera de intentar recuperar la inversión porque en grabar se te va un dineral. Ahora nos tocará el trabajo de sello de gestionar, hacer envíos y toda la logística”.

¿La distribución con quién la hacéis?
«No distribuimos con nadie”.

O sea, que será todo por vuestra tienda y ya está.
“Sí. Seguramente distribuíamos algunos discos por algunos sellos conocidos nuestros o con alguna distribuidora conocida, pero en principio no tenemos ninguna idea de que alguien nos lo distribuya en plan tocho. Ese es el plan”.

¿Y qué tirada habéis hecho?
«Hemos hecho 300.  Tampoco es una cosa muy ambiciosa, y cuando se acaben pues se acaban, ¿sabes?”.

Pero haréis más si se acaban ¿no?
“Supongo que sí. De momento tenemos todos los discos agotados, de los anteriores ya no queda nada. Tenemos CDs y eso, pero los vinilos se han ido agotando. Es que siempre nos pasaba que le acabamos comprando nuestros discos a los sellos porque nos quedábamos sin. Al final, donde vendes discos es tú mismo en los conciertos”.

«Grabar disco mola, pero yo creo que somos un grupo de directo. Pero a estas edades y con los curros es difícil» JORGE GARCÍA

Con Pure ¿notasteis en algo que lo hubiera sacado un sello sueco? ¿Os hicieron más caso por ahí o no marcó ninguna diferencia?
«Pues no sabré decirte. Hombre, se nota que lo sacó un sello fuera porque sales en sitios, en webs que no saldrías habitualmente. Y es verdad que distribuía bastante guay por Europa y tenía grupos majos. Lo que pasa es que creo que el tipo este ya pasa del sello. También es que cuando sacamos Pure vino la pandemia y nos cortó el rollo. Entonces tampoco pudimos ver mucho la diferencia. Otra cosa es que la mayoría de gente que nos compra es de España, entonces los envíos desde Suecia salían carísimos. Nos decían, ‘sale más caro el envío que el disco’. Era algo a tener en cuenta también”.

¿Y ahora tenéis la intención de salir a tocar fuera o por lo que has dicho de los trabajos lo ves muy complicado?
«Por tema de curros es complicado, ese es el principal factor. Hemos salido dos veces por Europa y siempre mola, pero organizar una gira lleva mucho trabajo y te tiene que cundir. A lo mejor veo factible hacer tres o cuatro fechas, pero lo que te decía con Pure y la pandemia. Organizar una gira europea es una liada bastante gorda y se fue todo al garete, y luego remontarlo es difícil”.

¿Hay un punto, no sé si de resignación o aceptación a estas alturas de que Adrift nunca va a ser un grupo como los demás? ¿Que igual será un grupo que seguirá grabando, pero que tocareis poco en directo?
«A ver, a mí me gustaría que no, la verdad. Personalmente, a mí me gusta tocar en directo. Grabar los discos mola, pero yo creo que somos un grupo de directo. Pero a estas edades y con los curros es difícil. Mi hermano Jaime trabaja dentro de la música, entonces cuando podrías tocar, igual es cuando él tiene más trabajo”.

Igual podrías tocar en un festival y resulta que a Jaime le llaman para currar en el mismo ¿no?
«Sí, de hecho, alguna vez nos ha pasado. A ver, Jaime intenta apañarse y cuadrarlo todo para que podamos tocar, o si tiene que volar de un sitio a otro, lo hace. Pero otras, tampoco puede perder el curro. Es complicado… pero, repito, a mí me gustaría tocar todo lo posible. Este año de momento tenemos estas primeras fechas y estamos mirando alguna cosa más. Supongo que cuando salga el disco nos irán surgiendo más cosas”.

Hablando ya de Dry Soil, ¿cuándo empezaron a surgir las ideas? Porque me imagino que tampoco sois un grupo que ensaye cada semana…
«A ver, procuramos quedar por lo menos un día a la semana, lo que pasa es que a veces no se puede. Generalmente tardamos un montón en sacar discos y los temas van saliendo poco a poco, lo que pasa es que hay un punto en que sí que nos ponemos más a saco. Hay temas de este disco que a lo mejor tienen 4 o 5 años. O sea, hicimos lo de la caja de Spinda Records, que fueron dos canciones y salió en el 2021 ¿puede ser?».

Sí, creo que sí, 21 o 22, no me acuerdo.
«Sí, yo creo que fue el 21 cuando fuimos a grabar. Fue un poco también por hacer algo, ¿sabes? Por por ir a grabar con Santi (García) y darnos una vuelta. Y luego ya empezamos a hacer algún tema con la calma, y en 2023 ya nos fijamos una fecha y nos metimos a saco, porque además Santi te da hueco a un año vista, así que ya tienes un objetivo. Pero creo que es el disco en el que más concentrados hemos hecho las canciones, a pesar de que haya algunas más antiguas”.

Escuchándolo la sensación de que hay parte más improvisadas, más de jam. ¿Dirías que es el elemento diferencial de este disco?
«Puede ser, pero tampoco solemos buscar nada. Es un poco la manera de cómo hacemos las canciones. Mola porque, sin quererlo, se van diferenciando de los discos anteriores. Pero a veces es solo el momento que estás en esa peli y salen las canciones así. En este disco, sí que es verdad que mi hermano Jaime ha hecho baterías mucho más raras que habitualmente, son como ritmos muy raros y cíclicos. Y eso nos obligaba a meternos ahí, en una especie de bucles extraños y de psicodelia así loca. Yo quizá he intentado simplificarlo, no hacerlo como antes que eran muchas partes seguidas y muy loco, sino hacer partes más largas y más pasajes largos…  que den tiempo a más desarrollo, como más psicodélico, quizá un poco rollo Tool más machacón. Bueno, son las influencias que van surgiendo en el momento”.

«Escuchamos cosas muy dispares, las influencias vienen por todos lados» JORGE GARCÍA

¿Qué habéis descubierto o quizá prestado más atención de otras bandas que os haya podido influir ahora?
«Yo, por ejemplo, hablo siempre de Onansi Pazuzu porque es de los grupos que más me han impactado dentro de lo extremo que haga algo distinto. Incluso se puede notar que a mi hermano le molan mucho Motorpsycho, aunque no tenga que ver con esa música, pero sí que tiene que ver un poco con el rollo. Escuchamos cosas muy dispares, las influencias vienen por todos lados. Dani sí que escucha más caña, y quizá mi hermano, no tanto. Y Macón sí que le gusta más el rock progresivo y la psicodelia. Pero siempre encontramos un punto común en cuanto a gustos”.

Yo diría que antes la base de Adrift eran siempre los riffs, y ahora, quizá por lo que decías de la batería, se nota que ahora no tanto.
«Sí, la batería de este disco manda bastante. Muchas veces partimos de los ritmos de batería a la hora de componer, cosa que es un poco rara, porque generalmente partes de un riff. Pero en este disco, igual mi hermano empezaba a tocar algo que le molaba y nosotros nos adaptábamos. Es una manera guay de componer, algo distinta”.

Y a nivel de lo que fue la grabación o equipo, ¿tenéis algo nuevo de guitarras o pedales o Santi probó algo distinto en el estudio?
«(Risas) No, llevamos usando los mismos pedales, las mismas guitarras y los mismos amplis de, por lo menos, hace 15 años, no es coña. Santi nos metió ahí cosillas… Tiramos mucho de pedales de Death by Audio, los que hace el tipo de A Place To Bury Strangers, que Santi compró y se nota. El disco tiene muchas reverbs, porque son pedales raros para hacer jaleo. Nosotros usamos cosas parecidas, pero no a ese nivel de friquismo, digamos. El resto, yo creo que está grabado exactamente igual que los últimos dos discos, fácil”.

¿Grabáis por pistas?
«Sí, está grabado todo por pistas. Tampoco en el estudio de Santi se puede hacer de otra manera. Alguna vez nos hemos planteado grabar en directo, pero es muy difícil, tendríamos que tocar perfecto. Aunque llevamos los temas muy acabados, en el estudio cuando ya está todo asentado te puedes permitir el lujo de pensar cosas nuevas. Con Loma Baja sí grabamos en directo, y con la claqueta, aunque la cagues, puedes pinchar y mezclar dos tomas en una sola. Pero bueno, es otro tipo de producción, de sonido”.

¿Y de afinaciones? ¿Habéis probado distintas en este disco?
«No. Usamos dos tipos de afinaciones. Afinamos en LA o afinamos en DO. Generalmente, es un LA extraño, no es todo el LA, solamente la sexta está en LA y el resto de cuerdas están todas bajadas. Cuando descubrimos el LA en su día empezamos a hacer muchas canciones así y cada vez nos ha ido molando más. Pero a mí a veces sí que me gustarecuperar el DO porque al final es distinto, es otra cosa. Y con el LA, por ejemplo, no podemos hacer quintas. Que mola hacer acordes, pero a veces mola también los riffs con quintas y eso. En este disco solamente hay una canción en DO, pero el resto son todas en LA. Por ahora no hemos probado ninguna más”.

Es que como te flipes mucho con afinaciones luego tienes que ir a tocar con 10 guitarras, ¿no?
«(Risas) Claro, lo guay es que la afinación que usamos nosotros solamente cambia la sexta cuerda y en un segundo la cambias sin hacer falta llevar dos guitarras. A ver, lo suyo sería llevar dos guitarras, cada una afinada de una manera, pero bueno… Solo llevamos una de recambio por si se rompe una cuerda (risas)”.

Creo que en general es un recurso que se usa poco por aquí. Pero si cambias la afinación, te abre un mundo.
“Sí, lo que pasa es que tienes que aprender a tocar con esa afinación y acostumbrarte a ella y explorar un poco las posibilidades que te da. Cuando nos enseñaron esta afinación, que es la que usan Neurosis o Torche, nos cambió mucho. Pero luego, si te escuchas los discos de Soundgarden o cosas así… es una locura. Cada canción tiene una afinación distinta, y son super raras. Son afinaciones que en otra escala serían casi imposibles de tocar por la posición de los dedos”.

¿Y te pasa grabar cosas locas en el estudio que luego no recuerdas como las habías tocado para el directo?
“No, lo que me pasa es que como grabo las voces al final de todo, en el estudio, luego me doy cuenta que tocar y cantar lo que he grabado es super jodido (risas). Tengo que aprender a coordinarlo, pero bueno, lo acabo asimilando y al final sale”.

Ya que hablamos de las voces, ¿notas que te ha cambiado la voz en estos años o no?
«Un poco. Siempre intento probar alguna cosa nueva dentro de los registros que tengo. En este disco creo que me he flipado un pelín, ya veremos cómo las hago en directo, pero bueno son cosas distintas”.

«Había escuchado mucho a Toundra, pero cuando te pones a tocarlo ves más como están hechas las canciones. Es complicado, pero mola”» JORGE GARCÍA

Escuchando los temas, cuesta mucho pillar las letras, pero en este caso sí las habéis impreso en el disco. ¿Es porque estabas particularmente contento con ellas?
“La verdad es que tampoco se leen muy bien. Es un poco lo que hizo Jacob Bannon en Jane Doe. (el disco de Converge de 2001 -ndr.), están ahí entre la textura. Me apetecía hacerlo porque la gente siempre nos pregunta por ellas. Pero las letras al final no es algo súper, súper importante para nosotros. Es una cosa que acompaña, de expresarte, pero no es lo principal. A mí me cuesta muchísimo escribir letras, es mi talón de Aquiles. Hasta que no he acabado de grabar el disco, estoy como inquieto porque lo último que grabo son las voces. Necesito encerrarme un rato para concentrarme”.

¿Y en este de qué van?
“Al final, creo que más o menos siempre giran alrededor de lo mismo en casi todos los discos. Me mola mucho hablar del concepto de la religión como algo que mueve masas, ¿sabes? Me gusta mucho el concepto de manejar a lagente. Es algo que me llama mucho la atención en sus distintas facetas; tanto a nivel de religión como a nivel del capitalismo, a nivel de marcas o cosas que hacen que la gente piense o que se mueva por el hecho de seguir una marca. Luego también hay una canción que habla, no específicamente, del genocidio de Israel y de las burradas que puede llegar a hacer el ser humano sin ningún tipo de pudor. Y todo esto generalmente es en nombre de la religión, que son las que hacen que la gente mate a gente. Luego hay cosas más personales, más abstractas, cosas que me pueden pasar. Y a veces escribo de alguna chorrada también (risas)”.

¿A sí? Dame un ejemplo…
«Hay un tema en el disco, ‘Concrete’, que hablamos de… Dani y yo llevamos patinando unos años y tenemos la coña de que somos muy malos, pero en el fondo te lo pasas guay y mola el rollo de ir ahí a hacerlo y pegarte de hostias y comerte el suelo. Tú puedes hablarlo de muchas maneras, pero al final estás hablando de superación y de comerte el cemento. Pero ya te digo que lo más importante es la música. Nunca hemos hecho un disco conceptual o algo así”.

¿Lo de Dry Soil, que podría traducirse como tierra yerma o seca, de dónde sale? ¿Cómo te vino esa imagen?
«Los títulos de los discos suelo sacarlo de algún tema o de alguna frase. Aquí es de la canción ‘Blood Kills The Soil’ que es la que habla de las barbaridades que se están cometiendo, del genocidio, y es decir como que la sangre va drenando la tierra y lo va pudriendo todo. Y también está esa idea de exprimir tanto las cosas que lo estamos dejando todo seco. Al final, si el suelo está seco se va todo a la mierda”.

Y para terminar, te quería preguntar también por Toundra. De hecho, inicialmente te iba a decir si su parón, iba a significar más tiempo para que Macón pudiera estar más por Adrift, pero al final igual pasa lo contrario porque eres tú el que ha entrado en Toundra. ¿Cómo ha ido todo esto?
“Nada, simplemente me lo propusieron cuando decidieron volver a tocar. Ellos querían seguir con el grupo y querían que fuera conmigo porque hemos tocado toda la vida juntos. Y yo me lo tomé como un reto. Antes de decidir nada estuvimos ensayando para ver si funcionaba y bueno, también componiendo temas nuevos. La idea es hacer cosas nuevas. Pero estamos arrancando, yo aún estoy aprendiendo las canciones viejas”.

¿Te sorprendió que te lo propusieran?
«Sí y no, porque tampoco creo que ellos tuvieran claro el seguir. Y claro, al principio era un poco lío, pero una vez nos metimos la cosa fue cuajando”.

¿Y tocar los temas de Toundra es más jodido de lo que pensabas?
«Sí, claro, es complicado porque no son mis canciones y Esteban (Girón) toca guay, toca a su manera y yo tengo que aprender a tocarlos a su manera. Pero mola porque estoy descubriendo cosas. Los había escuchado mucho, pero cuando te pones a tocarlo ves más como están hechas las canciones. Es complicado, pero mola”.

Pues nada, tenéis que aprovechar y hacer gira de Adrift y Toundra… Total, el 50% ya estáis ahí
«Ya… joder, no (risas). Yo ya tuve una época de hacer mucho doblete con El Páramo y Adrift y acabé loco, ya nos sabes ni qué estás tocando. Así que espero que no (risas)”.

JORDI MEYA