Pocos ejemplos encontraríamos de músicos que han logrado alcanzar el éxito con dos bandas distintas. Pero los miembros de Alter Bridge son una de las excepciones y con su sexto trabajo Walk The Sky apuntan todavía a cotas más altas.

Cuando en 2004, tres cuartos de Creed -la banda de grunge cristiano que vendía millones de discos, pero era despedazada por la crítica; algo parecido a lo que ocurriría después con Nickelback- debutaron con su nuevo proyecto con un cantante prácticamente desconocido hasta entonces, pocos hubieran imaginado que aquello podría tener un gran recorrido.

Pero 15 años más tarde, Alter Bridge se han convertido en una de las bandas más exitosas del rock actual y Myles Kennedy en unos de los vocalistas más reputados de su generación, consagrando también una carrera en paralelo junto a Slash. Lo curioso de todo esto es que Myles, Mark Tremonti (guitarra), Brian Marshall (bajo) y Scott Phillips (batería) lo han conseguido sin necesidad de subirse a ningún carro, ni buscar una imagen provocativa. No, Alter Bridge son una banda a la vieja usanza que lo fía todo a sus canciones de hard rock épico y la pericia instrumental de los músicos. Algo que en parte explica que la banda sea más popular en Europa que en su propio país.

A pesar de que musicalmente pueden ser algo conservadores, la realidad es que el grupo se lo ha trabajado empezando en locales mucho más pequeños de los que estaban acostumbrados con Creed y sacando álbumes regularmente. El último, y sexto de su carrera, es Walk The Sky (Napalm), un álbum en el que vuelven a desplegar sus alas y que presentarán el 4 de diciembre en Barcelona (Razzmatazz) y 7 de en Madrid (Palacio Vistalegre). Myles Kennedy tuvo la gentileza de respondernos unas preguntas unas semanas antes.

En diciembre vas a estar de nuevo en España, considerando que estuviste aquí en marzo con Slash y que entre medio grabaste el nuevo disco de Alter Bridge, me pregunto cómo llevas un calendario tan intenso. ¿Nunca sientes la necesidad de desconectar de la música?
MYLES KENNEDY «La verdad es que me gusta estar ocupado. Todo lo que he conocido durante las últimas décadas es trabajar, tocar y componer. Está en mi sangre, así que no sé si es posible para mí desconectar de la música. O si quiero».

A diferencia de los otros discos, Mark y tú compusisteis los temas de Walk The Sky por separado. ¿Cuáles han sido las ventajas de hacerlo así? ¿Crees que contribuyó a que el disco fuera más diverso?
«Más o menos compusimos el 80% por separado en comparación a como lo venimos haciendo desde Blackbird. Pero creo que fue positivo. Espero que podamos seguir haciéndolo así en el futuro. Te fuerza a dedicarle tiempo y asegurarte que tienes un material sólido antes de entrar en el estudio».

En ese sentido, ‘Pay No Mind’ es bastante distinta musicalmente con más presencia de sintetizadores, aunque con tu voz consigues que suene como Alter Bridge. ¿Crees que eres como el pegamento que unifica todo lo que hacéis?
«Supongo que mi voz tiene ciertas cualidades tonales que contribuyen a que la gente reconozca el sonido del grupo. Dicho esto, me gusta pensar que cada uno aporta algo que nos define como banda».

¿Es más difícil para ti poner melodías sobre música que nos has escrito?
«¡Me encanta hacerlo! Es como pintar sobre un lienzo en blanco. Disfruté especialmente haciéndolo en ‘Pay No Mind’ y ‘Take The Crown'».

En el tema final ‘Dying Light’ volvéis a mostrar vuestra cara más épica. ¿Qué puedes contarme sobre su creación?
«Para ésa usamos un enfoque a la vieja usanza usando ideas mías que funcionaban bien con las que trajo Mark. Es desde luego un ejemplo de lo bien que funcionamos para crear algo que difícilmente podríamos hacer por separado».

En The Last Hero tocaste algunos temas más políticos y sociales. ¿De qué te apetecía hablar en Walk The Sky?
«Este disco es más personal. Muchas de las canciones exploran las emociones surgidas de mi aprendizaje sobre cómo vivir mi vida para conseguir un espacio mental más saludable. Básicamente se trata de vivir el presente. Parece fácil, pero me ha llevado 30 años entenderlo».

Supongo que te preguntas muchas veces, sobre qué vocalistas te han influenciado, pero ¿quién te ha influenciado como guitarrista?
«Han sido muchísimos a lo largo de los años. Desde John Sykes a Pat Metheny. Siempre he intentado escuchar tantos estilos distintos como me fuera posible para aprender. Dicho esto, Jimmy Page y Eddie Van Halen fueron dos de mis guitarristas favoritos cuando empecé».

Éste es el quinto disco consecutivo que grabáis con Michael Baskette. ¿Se ha convertido en una especie de quinto miembro del grupo? ¿No os gustaría agitar las cosas un poco trabajando con otro productor?
«Nuestro lema es ‘si funciona, no lo estropees’. Michael es el productor de rock perfecto para una banda como la nuestra. Nos encanta trabajar con él y tenemos ganas de seguir haciéndolo con él en el futuro».

Alter Bridge habéis conseguido ser una banda que toca en arenas, algo muy difícil en el clima actual. ¿Por qué crees que habéis conectado con tanta gente?
«Creo que al final todo se debe a las canciones. No tenemos ningún truco ni tampoco seguimos las modas. El principal objetivo siempre ha sido crear música emocionante salida del corazón. Quizá por eso nos ha ido tan bien en los últimos 15 años».

Mirando atrás, ¿cual fue tu primera impresión cuando te uniste al grupo? Obviamente ellos tres habían estado juntos en Creed. ¿Te costó mucho sentirte cómodo en tu papel de frontman de la banda?
«Había girado con ellos en los 90 con mi banda The Mayfield Four, así que sabía de lo que eran capaces. Lo que más me costó al principio fue salir a tocar sin guitarra en nuestra primera gira. Nunca lo había hecho antes, y me llevó un tiempo acostumbrarme. Y es que antes que nada me considero un guitarrista, para mí cantar simplemente era una manera de transmitir mis canciones al principio».

Te llevó muchos años terminar y publicar tu disco en solitario Year Of The Tiger. ¿Tienes planeado hacer otro algún día?
«Espero que sí. Posiblemente fue la experiencia musical más gratificante que nunca he tenido, así que estaría muy bien poder hacer otro algún día».

DAVID GARCELL