El próximo 24 de abril se cumplirán diez años de la edición de The Call, el cuarto disco de estudio de Angelus Apatrida, y segundo que grababan para el sello Century Media. Para celebrar la efeméride contactamos con su cantante y guitarrista Guillermo Izquierdo. 

Estamos tan ocupados en el presente y el futuro a veces hasta los propios grupos se olvidan de fechas importantes en su historia. Más o menos eso es lo que les ha pasado a Angelus Apatrida, quienes cuando pensaron que igual merecía la pena hacer algo especial para celebrar los diez años de The Call, se dieron cuenta de que no llegarían a tiempo.

En cualquier caso, nos apetecía recordar un álbum tan bueno para este con Guillermo, y si sirve para que alguien se anime a descubrirlo, o escucharlo de nuevo, ya nos damos por satisfechos.

Antes de empezar a hablar de The Call, quería preguntarte por el Beach Riot Fest que se va a celebrar este sábado, 9 de abril, en sala Penélope de Benidorm. Ha quedado un cartel muy atractivo.
GUILLERMO IZQUIERDO «Sí, empezó con la idea de que fuera un concierto de Angelus Apatrida con True Enemy, que es otra banda de Albacete que está empezando muy fuerte, y al final se ha convertido en un paquete muy potente. Soziedad Alkoholika llevan un montón de años sin tocar en la zona de Levante, Niña Coyote Eta Chico Tornado me parecen de las bandas más originales del estado, Capaces es la banda de punk por excelencia, y nunca los he visto en directo, Rosy Finch, los escucho en casa, pero tampoco los he visto nunca y tengo muchas ganas, y luego Punko UK que son street punk puro y duro. Es la primera edición, que siempre es difícil, así que esperemos que la gente se anime y vaya muy bien porque la intención es que se repita cada año».

Perfecto. ¿Con los aniversarios de los discos pasan como con los cumpleaños propios, que cada vez pasan más rápido?
«Totalmente. Este nos ha pillado por sorpresa. A lo mejor fue en enero que nos dimos cuenta que en abril se cumplían diez años de The Call. Sí, cada vez más rápido. Y más con la pandemia, han pasado dos años casi sin darnos cuenta. Hablábamos del 20 aniversario del grupo, y ahora en marzo ya ha sido el 22 desde que nos juntamos los niños por primera vez para tocar».

Supongo que los diez primeros años del grupo los ves como muy lejanos, y en cambio los diez últimos se han pasado volando.
«Sí, sobre todo los doce últimos, a partir de Clockwork, han ido muy rápidos. Piensa que empezamos tocando siendo unos críos, pre-adolescentes, excepto mi hermano Jose que siempre ha sido seis años mayor. Pero los primeros años todo era más discontinuo, pasaban meses entre concierto y concierto. Hasta 2003 que empecé a cantar, y empezamos a tocar fuera de Albacete, en Valencia y Madrid, todo fue muy lento. Hasta 2006 que sacamos el primer disco, esos seis años, éramos una banda super maquetera, era un hobby. Los dos primeros discos podrían haber sido maquetas perfectamente porque es todo autoproducido, autoeditado. El primer disco profesional es Clockwork, que en cierta manera es el que consideramos el primer disco. Quizá eso también engaña el cerebro, porque sin quererlo es como si mentalmente solo contarás a partir de ahí».

Bueno, eso pasa con muchos grupos guiris, que tienen discos antes del debut que casi nadie conoce.
«Sí, el caso más conocido es el de Pantera, pero hay muchos. Pero lo importante es donde estamos a día de hoy. Seguimos aprendiendo, seguimos siendo jóvenes, y estamos en un estado de forma en directo, brutal. El concierto del otro día en Vitoria junto a S.A. creo que es de los mejores que hemos hecho en nuestra vida. Salimos super eufóricos».

Me imagino que en los primeros años es muy fácil notar que vas mejorando y progresando, y que llega un punto que cada vez cuesta más ¿no?
«Sí, claro. Cada vez es más difícil crear que te haga vibrar como compositor y como propio fan de tu banda. Pero también hemos aprendido a no autocensurarnos, y eso te ayuda a ser más creativo. Hace años igual te salía un parte y no la metías porque pensabas que no era Angelus, pero era un error. Al final con los dos últimos discos se ha demostrado que si hacemos lo que no sale en ese momento, vamos a ser capaces de unificarlo en algo más propio, sin que seamos la banda más original del mundo, y de no repetirnos. Las influencias siempre van a estar ahí, pero es que creo que hay muy pocas bandas que sean realmente originales. De golpe igual te sale un grupo como Turnstile, que piensas que hacen algo realmente nuevo, pero en el thrash cuando alguien ha intentado hacer algo nuevo, no se ha comido una mierda. Hay una banda que me mola mucho que se llama Leeway, que casi nadie conoce, y que eran como Nuclear Assault o Lȧȧz Rockit, que se salían del Big Four, que no se comieron nada».

¿Cómo recuerdas la creación de The Call? Supongo que siendo el segundo para Century Media, la exigencia era aún mayor…
«Fue un cúmulo de situaciones bastante extremo, con muchos frentes abiertos. Yo acababa de terminar una relación con mi pareja de muchos años, y como le pasa a todo el mundo, no fue una buena época. Aproveché todas esas sensaciones para transmitirlo en la música, la rabia, el dolor, la pena… porque al final es como un duelo. Pero también recuerdo el apoyo de mi familia y mis amigos, el conocer amigos nuevos, a ver la vida de otra manera. Hay un tema como ‘Reborn’ en el que experimentamos con cosas nuevas, y que a nivel de letra habla de darte esa oportunidad de renacer. Así que fue un momento duro en lo personal, pero una explosión creativa brutal. Presión por parte de Century Media nunca hemos tenido, más allá de la tener que entregar el master en una fecha. Son peña del metal y es muy fácil trabajar con ellos».

‘You’re Next’, que abría el disco, ha quedado como una de vuestras canciones emblemáticas. ¿Recuerdas cómo la compusisteis?
«Sí, sigue siendo el tema que todo el mundo esperar. Cerrar los bolos con él se ha convertido en algo muy guay. Musicalmente ‘You’re Next’ es un tema todo de David (G. Álvarez). Recuerdo escucharlo por la calle y llamarlo por el móvil porque me vino la idea de meter unos coros rollo hardcore. Al final, muchas veces los temas que se convierten en singles son los que menos complicación tienen en la composición. Pasó lo mismo con ‘Sharpen The Guillotine’, otro tema que hizo toda la música David».

«The Call fue el puñetazo en la mesa. Fue como decir ‘esto acaba de empezar, pero estamos aquí para quedarnos'» GUILLERMO IZQUIERDO

¿Tenéis previsto hacer una reedición de The Call, conciertos de aniversario…?
«De momento no tenemos previsto nada. Como te decía, nos ha pillado por sorpresa. Estuvimos hablando de hacer una reedición con Century Media, pero como sabrás estamos en la peor época para fabricar vinilo así de un mes para otro. El sello nos dijo que estaban enviando los masters entre seis y ocho meses antes. Hay una escasez brutal, se está encareciendo todo… Nos hubiera encantado hacer algo parecido a lo que hicimos con Give ‘Em War, con una portada renovada, pero no ha podido ser. Cuando pase todo esto, me gustaría hacerla de este y de todos los discos, porque es que casi no quedan en Europa, solo del último y unos pocos en CD de The Call. Lo que enseñaremos muy prontito es una nueva ilustración de lo que nos hubiese gustado que fuese la nueva portada. Es una pequeña sorpresa que estamos trabajando con Gyula Havancsák. Y lo que sí haremos es nuevo merch, con camisetas y tal».

¿Y conciertos?
«No lo hemos planteado, porque por ejemplo el que tenemos en Portugal es uno que no pudimos hacer en diciembre, y luego tenemos el Beach Riot en Benidorm y el Viñarock, y quizá sería un poco extraño hacer el repertorio tan temático en festivales. Pero siempre hay dos, tres temas que caen de The Call, y quizá rescatemos un par más. En realidad en la gira de ese disco, fuera de España donde podíamos tener sets más largos, tampoco tocamos muchos temas del disco. Hicimos como cuatro o cinco giras europeas, pero eran sets de 40 minutos porque girábamos con otras bandas. Nos molaría rescatar ‘It’s Rising!’ que tiene un estribillo muy Judas, muy heavy, que se sale de la onda más thrasher. Y luego ‘At The Gates Of Hell’, que nunca acabó de funcionar en directo. Es más medio tiempo, más Testament, más progresivo. En esa época empezábamos con ‘You’re Next’ que es el que ahora utilizamos para cerrar».

En caso de haber podido hacer la reedición, ¿tenéis material inédito que no entrara en el disco?
«No. Se grabó todo. De hecho, ya metimos un par de temas extras con la versión de ‘Hell Patrol’ de Judas Priest y una regrabación de ‘Free Your Soul’. Hasta ahora siempre hemos grabado todo lo que teníamos. Del último, Angelus Apatrida, sí que se quedaron un par de cosas fuera, que tenemos guardado. Pero bueno, la idea era haber hecho una edición mucho más bonita. The Call fue nuestro segundo disco para Century Media y tampoco teníamos tanto presupuesto. Nos gustaría hacer una doble carpeta, con muchas fotos, algo muy visual».

A modo de resumen, ¿qué supuso The Call en vuestra carrera?
«A ver, Clockwork fue un disco que funcionó muy bien sobre todo en España, y que a nivel internacional nos abrió muchas puertas. Y The Call también tuvo mucha repercusión. Aquí entró en listas en el nº 14, creo, y empezamos a girar mucho más. Creo que cada disco ha sido un punto de inflexión en cierta manera, pero hay puntos clave. Give ‘Em War de 2007 es un disco que lo cambió todo. Nos atreveríamos a decir que fue un antes y después en la escena. Es un disco que escucharon mogollón de chavales que luego hicieron bandas, y se transformó en esa nueva ola que empezó en 2010. Luego Clockwork  fue el debut con Century Media, pero The Call fue el puñetazo en la mesa. Fue como decir ‘esto acaba de empezar, pero estamos aquí para quedarnos’. Luego Hidden Evolution y Cabaret De La Guillotine también fueron muy importantes porque entraron en el nº4 de las listas, y ahora con el último también la curva ha ido aún más hacia arriba».

JORDI MEYA