Viendo las noticias, leyendo los periódicos, escuchando hablar a los políticos, ¿quién no ha deseado montar una guillotina y empezar a cortar cabezas? Angelus Apatrida han canalizado toda su indignación y rabia acumulada para grabar Cabaret De La Guillotine, un álbum que corta como la más afilada de las cuchillas.
Angelus Apátrida, aunque a algunos les cueste admitirlo, han sido unos pioneros dentro de la escena metal estatal. Su memorable Give ‘Em War, su posterior fichaje por un sello discográfico como Century Media, o el hito de alcanzar el número 2 de las listas de ventas en España con su anterior Hidden Evolution, les proyectaron a la primera división y les permitió codearse con las bandas más consagradas del planeta y llevar su thrash metal por continentes lejanos. Esto que ahora puede sonar normal o incluso cotidiano era, hasta hace poco menos de diez años, una auténtica quimera. Instalados ya en esta privilegiada posición muchos pensarán que los manchegos han bajado la guardia o que se han acomodado.
Quien lo afirme poco conoce a Guillermo Izquierdo (voz, guitarra), David G. Álvarez (guitarra), José J. Izquierdo (bajo) y Víctor Valera (batería), ya que tres años después de su aclamado Hidden Evolution, vuelven a la carga con un nuevo proyectil bajo el brazo y con más ganas que nunca de seguir demostrando que, si alguien quiere destronarlos, deberá pelear con fuerza puesto que ellos no van a ceder fácilmente. Su sexto disco Cabaret De La Guillotine (Century Media) es, como su nombre indica, una declaración de principios sobre la situación política y social que, por desgracia, nos ha tocado vivir en estos días oscuros. Ellos siguen igual de firmes y convencidos de que su música es su mejor arma para luchar contra ello igual que lo estaban cuando empezaron a escribir canciones en su Albacete natal hace 18 años. Y con esta misma actitud e ilusión afrontan este lanzamiento, tal y como nos lo cuenta, en una extensa e interesante charla el propio Guillermo.
Preparados para la salida del disco y con ganas, supongo.
GUILLERMO IZQUIERDO “¡Muchísimas! La verdad es que sí, porque con los lanzamientos previos ya hemos visto que la gente está un poco alborotada y se están haciendo mogollón de especulaciones. Las reacciones están siendo buenísimas, la gente ha visto que ha habido una evolución en estos tres años desde Hidden Evolution bastante tocha, cosa natural en una banda cuando pasas tanto tiempo sin sacar material nuevo y es normal que este álbum nuevo eclipse todo lo hecho anteriormente. También hay gente haciendo especulaciones sobre si hemos cambiado un poco de estilo, que si vamos por aquí o por allá… y nosotros nos partimos el culo, la verdad (risas), porque el disco es cojonudo y hay que escucharlo en conjunto, y estamos con unas ganas terribles de que la gente lo escuche entero. Los singles que hemos sacado son buenos, obviamente, ‘Sharpen The Guillotine’ es un tema súper heavy que tiene la esencia de Angelus de los inicios, que quizá no la habíamos perdido, pero que la verdad es que sí que nos habíamos ido por otros derroteros que nos apetecían más en esos momentos y ahora hemos vuelto a mezclar ese sonido nuestro tan power thrash que nos identificaba cuando empezamos. Y con ‘Downfall Of The Nation’ hemos vuelto, yo diría, al groove que nos salió en Give ‘Em War, por ejemplo. Pero hay que escucharlo al completo porque creo que cada canción se complementa con la otra y al final dices ‘joder, qué disco más redondo’”.
Ahí estaríamos de acuerdo, y eso que hay canciones como ‘Farewell’, que quizás sea lo más diferente que habéis grabado hasta la fecha, pero que me parece un puto temazo.
“Sí, a ver, este tipo de canciones es algo que nos ha molado siempre. No hay que olvidar nunca que Angelus viene del heavy metal más clásico, nosotros siempre hemos sido una banda que ha reivindicado el heavy metal, aunque se nos haya catalogado como banda de thrash o speed, cosa de la que estamos orgullosos y que reivindicamos por actitud y por la música, pero no olvidemos que tenemos esa vena heavy que es realmente lo que somos. Nosotros hemos crecido escuchando canciones de este tipo, no hablo de baladas heavies como las que hacían Scorpions y tal, y hemos tardado seis discos en sacar un tema de este estilo. Pero no es algo que haya venido ahora, esto es algo que queríamos hacer desde el principio. Desde nuestro primer disco hemos querido tener nuestra balada, por así decirlo. Igual que queríamos tener nuestra ‘Ride The Lightning’, queríamos tener nuestra ‘Fade To Black’ o nuestra ‘Cemetery Gates’. Lo que pasa es que, por unas cosas o por otras, nunca hemos sido capaces de hacer una canción así. No sé si porque siempre hemos sido un poco burros (risas) o porque a lo mejor no nos salía el sentimiento adecuado. Muchas veces hemos empezado a hacer una canción que iba con esa mentalidad y después ha acabado siendo una canción súper trallera. Por ejemplo, ‘Blood On The Snow’ empezó con la intención de ser una balada y al final acabó siendo un trallazo. O ‘Free Your Soul’, con la que nos pasó tres cuartos de lo mismo y que se convirtió en una canción thrash old school. Esta vez hemos ido hasta el final de una manera más natural y la estructura salió fácilmente. Y quizá influyó también que el sentimiento que nos había faltado otras veces, nos salió de una forma más sencilla porque le queríamos dedicar el tema a un buen amigo que había fallecido”.
Sinceramente creo que es algo que se puede apreciar escuchándola y aunque sí que es verdad que no tiene nada que ver con el tono del disco, lo cierto es que no canta. Porque la temática es mucho más agresiva, con mucha rabia y mala leche.
“Desde siempre hemos sido una banda que hemos utilizado la música para posicionarnos o denunciar lo que no nos gusta de esta sociedad. Estamos un poco cansados, la verdad, porque desde Give ‘Em War con temas como ‘Corruption’ ya nos mojamos políticamente, ¡pero eso era en 2007 y seguimos igual! El concepto del disco, la guillotina y eso, nos parecía una buena manera de quejarnos. Obviamente somos una banda que está en contra de la pena de muerte o la cadena perpetua, como una parte de la sociedad parece que reclama ahora, pero la guillotina nos parecía una imagen muy potente y contundente para mostrar lo que pensamos. Aunque sabemos que esto nos pueda costar seguidores o críticas porque siempre hay el típico cateto cerrado de mente, incluso en la escena metalera, que te reprocha que te posiciones a favor o en contra de cualquier cosa, diciendo que no se puede mezclar la música con la política. ¡La política lo envuelve todo! Es muy flipante que gente que escucha a Napalm Death, por ejemplo, te diga cosas así, pero bueno, estamos acostumbrados y no nos afecta. Siempre nos hemos definido cuando nos lo han pedido, ya sea para apoyar la huelga feminista, para dar visibilidad al colectivo LGTBI o para otras movidas. Y lo seguiremos haciendo aunque haya gente que no le guste porque lo que está claro es que Angelus siempre, desde los primeros discos, hemos mantenido este discurso, y si hay gente que aún hoy no lo entiende, está claro que no nos conoce tanto como cree”.
«Si no te gusta lo que digo, pasa de mí, pero no des la brasa. Nosotros seguiremos haciendo y diciendo lo que queramos, sin duda”
Pues la cosa está calentita ahora mismo, sobre todo con la libertad de expresión, las condenas a los raperos, a los titiriteros, etcétera.
“Claro, pero nosotros por ejemplo colgamos un mensaje de apoyo a Valtònyc y Hasél en nuestro muro de Facebook y algunos enseguida nos lo empezaron a recriminar. Es otro de los ‘inconvenientes’ de las redes sociales, que cualquiera puede darte un dislike o insultarte sólo por eso. Nunca entenderé que haya gente que pueda perder el tiempo de esa manera. Si no te gusta lo que digo, pasa de mí, pero no des la brasa. Nosotros seguiremos haciendo y diciendo lo que queramos, sin duda”.
¿Os plantearíais incluso participar, si surgiera, en algún proyecto dentro del metal como han hecho algunos raperos con el tema colectivo ‘Los Borbones Son Unos Ladrones’?
“Por supuesto. Aunque antes deberíamos conocer bien a fondo cómo está montado, quién lo organiza y con qué finalidad. Y sobre todo que no se utilizara por ningún partido político. De hecho, ya lo hicimos cuando nuestros hermanos de Crisix nos lo pidieron en el tema ‘Five As One’, y sin duda lo volveríamos a hacer”.
Cambiando de tema, y volviendo al disco, tengo la sensación de que habéis querido trabajar más a fondo las partes vocales, porque suenan increíblemente bien. ¿Es así?
“Pues de una manera intencionada, no. Pero hay un hecho, en estos últimos tres años, que seguro que ha influenciado en mi voz, y es que ¡he dejado de fumar! (Risas). Yo no me di cuenta de cómo me había afectado en mi modo de cantar hasta que me escuché grabado en el estudio e incluso le comenté a Daniel (Cardoso, encargado de las mezclas –ndr.) si había modificado algunas partes con el Auto-Tune y me dijo que no, que no le había añadido ni quitado nada. Nosotros siempre hemos cuidado las partes vocales, buscando combinar voces más limpias o claras con otras partes más guturales o graves, pero ahora me doy cuenta de que soy capaz de llegar a puntos más agudos y claros. Y creo que en directo también se podrá apreciar porque hemos empezado a ensayar y es increíble cómo puedo cantar ahora y los matices que puedo dar. O sea, que si se aprecia, ha surgido todo de un modo natural”.
¿Cómo ha quedado el disco y DVD que grabasteis en Madrid y Barcelona? ¿Saldrá en algún momento?
“Sí. Lo que pasa es que, como desde el principio fue un proyecto sólo de la banda, ya que no intervenía Century Media, la verdad es que por una cosa u otra se ha ido retrasando. Somos muy detallistas y perfeccionistas y no estábamos muy contentos con la edición del vídeo y algunas partes del audio y nos tenemos que poner a ello en algún momento. La verdad es que ahora que me lo has recordado, empiezo a estresarme porque veo que aún nos queda curro pendiente (risas). Y ahora mismo, con la salida del nuevo disco, estos últimos meses también hemos estado muy liados, la verdad. En algún momento saldrá seguro. Haremos solamente mil copias, como estaba previsto, y será una pieza de coleccionista para nuestros fans”.
Tuve la suerte de asistir al de Barcelona y lo cierto es que se notaba la comunión total entre público y banda.
“Sí, ¡nosotros también lo notamos! Y en el de Madrid también, y por eso precisamente lo queremos hacer bien. Pero saldrá, tranquilos (risas)”.
Echando la vista atrás y cerca de cumplir 18 años como grupo, ¿te esperabas haber llegado hasta donde lo habéis hecho?
“Yo particularmente, y creo que el resto del grupo también, he intentado siempre vivir el presente, más que pensar dónde estaré dentro de cinco años. Y eso lo he hecho desde el principio. Cuando montamos la banda nuestra principal ilusión era tocar en alguna sala de Albacete. Cuando logramos eso, grabamos la primera demo y después fuimos a tocar a Valencia, por ejemplo. Después ya vino Give ‘Em War y todo se aceleró. Tuvimos que luchar para romper un contrato discográfico que nosotros creíamos que era claramente abusivo y mucha gente nos dijo que estábamos locos, que no lo hiciéramos porque eso nos iba a perjudicar en nuestra carrera. Luchamos más de un año y lo logramos. Y después ya vino Century Media, un sello que para nosotros era mítico, y que nos ofreció la posibilidad de salir fuera y ver cómo se trabajaba en el extranjero. De eso también aprendimos un montón y nos ha servido mucho para ser mejores músicos. De lo que me siento más orgulloso, y no quiero sonar presuntuoso o arrogante, que se me entienda bien, es de haber sido los ‘elegidos’. Está claro que estábamos en el momento justo en el sitio adecuado y fuimos nosotros como podía haber sido cualquier otro. Pero lo aprovechamos para aprender y cambiar la mentalidad de la escena metalera estatal. Abrimos la puerta por la que después han pasado muchas otras bandas que se han beneficiado de ello y eso me lo han reconocido incluso grupos más antiguos que el nuestro, que siempre nos han tratado con mucho respeto por ese motivo. A mí eso me hace sentir muy orgulloso, la verdad. Hombre, también la satisfacción de poder ir de gira con Slayer o Megadeth u otras bandas que nosotros teníamos como referencia. Poder conocer a Max Cavalera y tomarnos unas birras en su bus porque resulta que su bajista actual, Mike, ahora es un muy buen amigo. O que Dave Lombardo te muestre unos pasos de salsa porque está aprendiéndola a bailar (risas). Todo lo que nos ha ido ocurriendo ha pasado de un modo natural y aunque nosotros teníamos muy claro lo que queríamos desde el principio, siempre hemos ido paso a paso. Y así es como va a seguir siendo. Por suerte ahora nos podemos dedicar a esto de un modo profesional y que sea nuestro modo de vida. Aunque como ya sabrán la mayoría de autónomos de este país, esto significa vivir en precario y sufrir para llegar a fin de mes (risas)”.
KARLES SASTRE