Atreyu llegan a nuestro país para presentarnos su nuevo disco The Beautiful Dark Of Life justo una semana antes de que se publique. Nos ponemos al día con su ahora vocalista Brandon Saller.
De toda la camada de bandas de metalcore que surgieron en Orange County a principios de los 2000, Atreyu han logrado asentarse en una posición intermedia. No han llegado tan lejos como Avenged Sevenfold en términos de popularidad, pero tampoco han desaparecido como tantas otras. Lo suyo les ha costado.
A principios de la década pasada estuvieron separados un par de años, y en septiembre de 2020 el cantante Alex Varkatzas anunciaba su salida del grupo. Afortunadamente para ellos, Brendan Saller, el batería que se ocupaba de siempre de las voces limpias, decidió hacer un Dave Grohl y dejar las baquetas para ponerse al frente, siendo el Marc «Porter» McKnight quien desde entonces se ocupa de las partes gritadas.
A pesar de los cambios, la actividad del grupo no ha disminuido. En 2021, publicaron Baptize, su primer álbum sin Varkatzas, y el 8 de diciembre llegará el segundo, The Beautiful Dark Of Life (Spinefarm), del cual han ido avanzando una buena parte en forma de EP’s en los últimos meses, en el que de nuevo combinan sus raíces más metaleras con una pátina más pop.
De todo ello hablamos con Brendan Saller pocos días antes de que este viernes actúen en la sala Mon Live en Madrid y el sábado en La (2) de Apolo en Barcelona. Puedes conseguir tus entradas en este enlace.
¿Cómo os sentís de vuelta a Europa?
BRANDON SALLER “Estamos muy contentos. Esta vez hemos podido volver antes de lo que normalmente hacemos. La gira está siendo una locura, estamos muy contentos”.
¿Escogisteis vosotros mismos a Creeper como teloneros? ¿Qué os lo que os gusta de ellos?
“Nos gusta todo. Varios miembros llevan siendo fans de Creeper desde hace tiempo. Yo me metí en ellos durante la pandemia. Cuando cerramos la gira europea no había ninguna banda asignada, y pensamos que acabarían siendo bandas locales. Pero un día nuestra agencia nos dijo que Creeper podían estar a tiro, y a todos nos encantó la idea. Son una banda única y tienen grandes canciones. Hacía mucho que no estábamos tan emocionados con el telonero que temenos”.
¿Cómo se vive cuando no te gusta el telonero o la banda principal para la que estás abriendo? Estoy seguro que os habéis encontrado en ambas situaciones.
“Sí, desde luego nos ha pasado. Creo que lo bueno de la música y el arte es que no te tiene que gustar todo. Hay bandas de las que no te gusta especialmente su música, pero son personas de puta madre, y al revés. Al final lo más importante estando de gira es llevarte bien porque estás todo el día juntos. Si son buena gente, con eso me basta. A veces nos hemos encontrado gente chunga, y lo mejor es evitarla”.
¿Os ha afectado eso a la hora de cómo tratáis a los grupos que abren para vosotros?
“Desde luego. Siempre hemos intentado dar ejemplo y hacer que todo el mundo se sienta cómodo y se divierta en las giras. Cuando un grupo encabeza una gira tiene sus propios privilegios, pero es porque se lo ha ganado, pero eso no quita que se trate bien a todo el mundo”.
En septiembre estuvisteis abriendo para Iron Maiden en Canadá. ¿Era la primera vez?
“No, habíamos ya dado dos conciertos con ellos en 2015 en México. Estábamos bastante asustados porque eran en dos estadios. Fue un desafío, pero muy positivo. La verdad es que tanto la banda como su crew se portaron de diez. Esta vez fue aún mejor, no sé si por el público canadiense o por nosotros, pero la cosa fue aún mejor”.
¿Cuál es tu era favorita de Maiden?
“La verdad es que soy fan de Maiden, pero no un experto, así que voy a dejar que Travis, nuestro guitarrista te responda. Lo tengo aquí al aldo”.
TRAVIS MIGUEL “Mi era favorita es la de Fear Of The Dark porque fue cuando de verdad me hice fan. La primera canción que escuché de ellos fue ‘Tailgunner’ de No Prayer For The Wicked y me enamoré de ellos”.
“Gracias, Travis”.
¿Cómo dividirías las diferentes eras de Atreyu?
“Joder… no sé. Supongo que los inicios, podríamos llamarla la era de The Curse, luego, la era de la multinacional, luego la era del retorno, y ahora la era del segundo retorno, la de la post pandemia. La mejor era (risas)”.
La semana que viene publicareis un nuevo disco The Beautiful Dark Of Life, del que ya hemos conocido el 75% de su material a través de los EP’s previos. ¿Fue una estrategia comercial o una decisión artística hacerlo así?
“Sinceramente, un poco las dos cosas. Nos interesa poder publicar música sin encasillarnos en el formato album, porque hoy en día en seguida quedan olvidados. Todavía hay un pequeño grupo de gente que lo aprecia, y los escucha enteros, pero la mayoría no lo hace. Queríamos probar una alternativa para ver si funcionaba. Pero a su vez, desde un punto de vista artístico tenía sentido agruparlas así. El disco trata sobre aceptar los momentos duros de la vida porque siempre te acaban llevando a algo major. En la vida todo vienen como en oleadas, y eso nos encajaba con lo de ir sacando EP’s. Y una vez llegue el álbum es como cuando miras atrás y ves que todo lo que te ha pasado tiene un sentido”.
Pero todos los temas se grabaron al mismo tiempo ¿verdad?
“Sí, todo se grabó como su fuera un álbum durante el año pasado. Es curioso porque aún no han salido, pero para nosotros ya es casi un disco viejo”.
Supongo que ir sacando los temas en EP’s tambiém tiene que ver con intentar que tengan una vida algo más larga. Hoy en día, parece que los discos tienen un recorrido extremadamente corto.
“Así es. El disco sale en diciembre, pero nosotros llevamos un año tocando en directo algunos de estos temas. Hay que buscar nuevas tácticas porque como dices parece que si lo das todo de golpe la gente al cabo de una semana ya se ha olvidado de ti y está pensando en la siguiente novedad”.
«La mayoría asume que cuando haces algo más comercial es porque alguien te ha obligado, pero siempre es decisión de la banda» BRANDON SALLER
En este disco habéis vuelto a trabajar con John Feldmann. ¿Cómo ha evolucionado vuestra relación con él?
“John es el único productor con el que hemos trabajado en distintos discos. Es muy bueno, es tan fácil como eso. Siempre que nos juntamos salen buenas canciones, sale magia. Creo que nuestra major música la hemos hecho con él. Hemos aprendido mucho sobre composición. Es como un profesor. Recuerdo que una vez nos preguntó, ‘¿Quiénes creeis que son vuestros competidores?’. Y en mi cabeza pensaba en Avenged Sevenfold, Bullet For My Valentine, Architects… Y me dijo ‘No, no. ¿Por qué quieres encasillarte?. Cuando te sientes a escribir una canción piensa que en la radio estás compitiendo contra Taylor Swift o Demi Lovato’. Fue algo que me abrió mucho la mente”.
Y ahora tienes a Demi Lovato haciendo un disco de rock. Quizá alguien le dijo que tenía que competir con vosotros.
“(Risas) Sí, me encantaría hacer un tema con ella. La puerta está abierta, Demi. Tiene una gran voz”.
Hablando de voces, ¿dejar de tocar la batería crees que te ha convertido en un major cantante?
“Sin duda. Ahora puede centrarme en una cosa en lugar de dos. Desde que me puse de frontman he intentado dar mi major version de mí. Es mucho más divertido no tener que preocuparme por tocar la batería. Y ahora tengo las manos más suaves (risas)”.
¿Todavía tocas ni que sea por diversion?
“Sí, algunas veces en directo me pongo a tocar la batería en algún tema. Es divertido”.
¿Te salió de manera natural ser el frontman e interactuar con el público?
“Creo que todo ocurre por un motivo. Cuando Atreyu estuvimos inactivos, yo monté otra banda, Hell Or High Water, en la que era el frontman. Giramos con The Darkness, Stone Sour o Avenged Sevendold, y pude observar cada noche cómo lo hacían esos grandes frontmen. Cuando volví a Atreyu me sentía totalmente preparado para ocupar el puesto, si no, no lo hubiera hecho”.
Cuando empezasteis, la escena metalcore de Orange County era muy activa con vosotros, Avenged, Eighteen Visions… ¿Tienes buen recuerdo o había un exceso de competencia?
“Al principio había mucha competencia. A la gente guay le gustaban Avenged, Eighteen Visions, Bleeding Through, Throwdown… pero a nosotros no nos veían como una banda cool. Al principio chocamos bastante con Avenged, pero una vez todos empezamos a girar y a crecer todo fue bien. Hicimos una gira con ellos en furgoneta por la Costa Oeste en salas de 150 personas, y nos convertimos en grandes amigos. Y a mí me encantaban Eighteen Visions y Throwdown. Hace poco vi a Throwdown en un concierto de aniversario de Decision Records con su formación original y fue una locura. Así que al principio había competencia, pero yo era fan de esas bandas”.
Por cierto ¿qué te ha parecido el último disco de Avenged Sevenfold?
“Es una locura en el mejor de los sentidos. Es que son así. Creo que la gente no se da cuenta de lo mucho que les costó hacer un disco más básico como Hail To The King. Sus influencias son mucho más diversas. Lo que me gusta de ellos es que les da igual lo que piense la gente. Cuando me mandaron algunos temas mientras lo estaban grabando, pensé que estaban tirándose por un precipio, pero al final es cuando tomas riesgos que puedes hacer algo que merezca la pena. En un mundo en el que todo son copias, está muy bien que alguien tome riesgos”.
¿Cuándo la gente acusa a Atreyu de todo lo contrario, de haberos vuelto demasiado comerciales, te duele?
“Creo que la gente tiene una idea equivocada de lo que es tener una banda. La mayoría asume que cuando haces algo más comercial es porque alguien te ha obligado, pero siempre es decisión de la banda. En nuestro caso es lo que queríamos. Prefiero tener éxito y poder pagar facturas que no. Cuando tenía 12 años soñaba a lo grande. No creo que nadie sueñe con tocar para 200 personas hasta que cumpla los 65”.
JORDI MEYA