Aunque en Philadelphia deben ser aún las 12 del mediodía, cuando John Baizley aparece en la pantalla de la reunión de Zoom que hemos programado, le pillo en plena faena comiéndose un bol de ensalada. Con esa misma naturalidad y serenidad, el cantante, guitarrista y principal cerebro de Baroness irá contestando a la larga entrevista que le planteamos con motivo de la publicación de STONE (Abraxam Hymns), cuya salida está fechada para el próximo 15 de septiembre.
Según va articulando su discurso a lo largo de los casi 40 minutos que estamos conectados, se adivina que Baizley es una persona que ha sabido sortear con total entereza cada uno de los obstáculos que la vida ha ido colocando en su camino. Teniendo en cuenta que lleva 20 años liderando el proyecto, está claro que no han sido pocos. El más crucial de todos fue aquel accidente de carretera en agosto de 2012 cuando su autobús de gira se precipitó desde 12 metros de altura por un viaducto cerca de la localidad inglesa de Bath. Nuestro interlocutor fue quién se llevó la peor parte con sendas fracturas en el brazo y la pierna izquierdas. Una lesión de la que John (a día de hoy, el único miembro original que todavía permanece en la formación) continúa sufriendo sus secuelas en forma de dolor crónico.
Mucho ha llovido desde entonces, y a pesar de que procuro no mencionar el tema (imagino que no deben ser pocas las entrevistas en las que todavía le pregunten por ello), inevitablemente acaba saliendo a la luz hacia el final de nuestra conversación. Antes de llegar a ese punto, hablamos sobre su nueva obra en particular y el nuevo capítulo que supone en su carrera tras dar carpetazo a la saga de álbumes con títulos de colores que finalizó en Gold & Grey, pero también de varios aspectos que han ido forjando la identidad de unas las bandas de metal más inquietas de aquella generación surgida de la escena sludge de Georgia a mediados de los 2000s junto a Mastodon y Kylesa.
Antes de despedirnos, John nos aseguró que regresará a nuestro país junto a Gina Gleason (guitarra), Sebastian Thomson (batería) y Nick Jost (bajo y teclados) en los primeros meses del año que viene para presentar su sexto álbum de estudio. Le tomamos la palabra.
STONE es el primer trabajo que publicáis una vez finalizada la saga cromática de vuestros cinco anteriores álbumes. ¿Hasta qué punto consideras que realmente es un nuevo comienzo dentro de la discografía de Baroness?
JOHN BAIZLEY “El tema de los discos con nombres de colores era como una especie de serie para nosotros. Disfrutamos mucho haciéndolo. Hacia el final del proceso de Gold & Grey, me di cuenta de lo interesante que me había resultado trabajar con esos conceptos. Así que con este disco decidimos empezar un nuevo ciclo. Creo que tal vez el aspecto más importante de todo esto es que nuestro acercamiento con respecto a la música es muy diferente tanto cuando empezamos como cuando finalizamos un proyecto. Cuando trabajamos en Gold & Grey, ya sabíamos que iba a ser el último capítulo dentro de ese ciclo de álbumes. Así que cuando comenzamos a componer para STONE sentimos una energía diferente, dado que suponía el comienzo de algo nuevo. Para nosotros es como si la banda hubiera encontrado finalmente a su formación definitiva y por eso mismo tenía sentido comenzar una nueva era”.
¿Tienes entonces una idea formada sobre la que circulará esta nueva etapa? No sé si la intención es que los próximos discos lleven títulos de los elementos, como WATER o FIRE.
“No tan específicamente, pero sí, será algo similar. Tenemos una idea muy vaga de cómo serán o de que tratarán los siguientes álbumes. Algunas veces mantendremos ciertas cosas y otras las cambiaremos. Es difícil de decir. En realidad, no es como si hubiéramos planificado una historia de principio a fin y tuviéramos que terminarla. Cada disco que hemos hecho es único y tiene su propia personalidad. Cuando tenemos un concepto que sobrevuela nuestra música, como sucedía en los álbumes de colores, lo usamos cuando nos es de ayuda y lo ignoramos cuando no nos aporta nada. Es simplemente un lugar desde dónde empezar, pero nuestra música siempre debe desarrollarse de manera orgánica en todo momento. Si ese concepto entraba en conflicto con lo que estábamos desarrollando en ese instante, entonces lo ignorábamos. En cualquier caso, todo esto tiene un significado distinto al que le dábamos hace unos años cuando estábamos con Purple, e incluso en la época de Blue Record y Yellow & Green. Para mí es muy importante no sentirme restringido por un concepto que me impida hacer realmente lo que quiera. De hecho, lo que más nos gusta de toda esta idea de los títulos es que nunca resulta lo suficientemente específica como para limitarnos a la hora de hacer una cosa u otra. Como te digo, es algo muy vago, pero cuando conseguimos conectarlo con la música sentimos que surge algo muy potente. En realidad, cada vez que me encuentro en un punto como este, en el que tengo que hacer la promoción de un disco nuevo, me siento más ilusionado por el siguiente que vamos a hacer (risas). Y eso es porque por cada nuevo trabajo que grabamos, más claro nos parece que estamos lejos de llegar a un final y que aún nos quedan cosas que decir”.
En ciertos aspectos, STONE me ha recordado a Purple, ya que es más directo y conciso en contraposición a Gold & Grey, al que por momentos lo veía más disperso. Pero también hay nuevos elementos hasta ahora inéditos en vuestra música. ¿Era vuestra premisa a la hora de encarar el disco? ¿Unir lo antiguo con nuevas ideas?
“Siempre intento que cada álbum que publicamos traiga algo nuevo. Creo que el periodo más emocionante en nuestra vida como creadores, artistas y músicos es cuando aprendemos y absorbemos nuevas influencias de forma instantánea. Ser capaces de incorporar nuevos elementos dentro de nuestro sonido de un modo convincente. Siempre habrá quién se queje de que hemos cambiado y ya no sonamos como antes. Pero a mí me gusta pensar que cuando introducimos cambios o usamos una clase de ritmo o melodía diferente, lo hacemos con la convicción y la integridad creativa de mantener intacto todo lo que hemos hecho en el pasado. Para mí es como si tuviéramos una serie de metas a alcanzar. Por ponerte una metáfora; cuando eres un niño y juegas en el río a lanzar piedras, vas descubriendo que no todas tienen la misma forma ni actúan igual cuando botan en el agua. Y hacer discos es lo mismo. Es un proceso de aprendizaje. Queremos crecer, expandir nuestro sonido y encontrar nuevos caminos con los que expresarnos. Me siento orgulloso de que sigamos desarrollando nuestra música e incorporando otras herramientas. Al final, lo importante para nosotros es escribir música cada vez mejor. Yo defino nuestro éxito en función de cuanto hemos crecido y en cómo hemos superado los retos que nos hemos impuesto. No se trata de cuantas copias podamos vender, sino de lograr mantener un nivel de interés y pasión sobre las cosas que sentimos y que todavía tenemos que decir. De eso va STONE”.
Una de esas nuevas herramientas es el uso del spoken word en ‘Beneath The Rose’ y ‘Choir’. ¿Ha habido alguna influencia del post punk que hayáis estado escuchando últimamente que os sirviera de inspiración?
“No necesariamente. Una de las bandas en común que le ha gustado prácticamente a todas las personas que han pasado por Baroness en algún momento es The Jesus Lizard. Tal vez hay algo de ellos que se haya colado. Pero el modo en el que introduje el spoken word en esas canciones es interesante. El pasado otoño estuvimos de gira con Lamb Of God, Killswitch Engage y Suicide Silence. Todos ellos son grupos de sobra conocidos y excelentes intérpretes. Y una de las cosas que más me preocupaba era comunicarme con los fans de Lamb Of God, porque no estaba seguro de cuál era la imagen o concepto que tenían de nosotros. Tal vez pensaban que éramos una banda de classic rock o de música country (risas). Me di cuenta de que, entre las canciones, tenía que dirigirme a ellos, así que comencé a adoptar una voz más enérgica de lo que es natural en mí, lo cual pareció conectar con ellos. Cuando volvimos de esa gira nos quedaban por grabar un par de canciones y pensé que tal voz podía usar ese tipo de registro. No sabría decirte qué es lo que me impulsó a hacerlo de esa manera. Empecé a calentar con el micrófono y acabó saliendo esa especie de spoken word. Me resultaba interesante tener otra clase de presencia vocal en una canción de ese tipo porque cambiaba la dinámica y la energía de los instrumentos. Siempre he escrito las letras de una manera más poética que narrativa o intentando contar una historia. Y creo que esta nueva forma de cantar casaba mejor con algunas de las letras que tenía escritas esta vez. Es curioso porque hasta la segunda mitad de mi carrera como músico no he sido consciente de que mi voz es el instrumento más importante que tengo en muchos sentidos. Es el que voy a usar para contar una historia, así que necesito conocer todos los sonidos que soy capaz de hacer con él”.
Otro detalle vocal que me ha parecido llamativo está en el interludio de ‘The Dirge’. Me ha recordado a las armonías que solían hacer Weezer en sus primeros discos. No sé si sois fans.
“Sí, claro. Me gustan Weezer. The Blue Album y Pinkerton son absolutamente fantásticos. Es verdad que esa canción en concreto puede recordar un poco a ellos. Creo que lo que ocurre es que el acercamiento que Rivers Cuomo y yo tenemos en cuanto a componer armonías vocales es muy similar. Estoy seguro de que algunas de nuestras referencias musicales vienen de la misma época, de hace 40 o 50 años. Sus melodías tienen mucho que ver con el tipo de canción americana clásica, en la tradición del country, donde hay un peso muy fuerte en los coros y juegos de voces. Así que entiendo que lo veas de ese modo”.
Precisamente, desde la entrada de Gina se nota que habéis dado un paso adelante en esa faceta. Siempre ha sido importante en vuestra música, pero aquí se nota que ha ganado más relevancia ¿Sientes que con Gina habéis conseguido ampliar vuestro abanico de registros?
“Sin duda. Cuando entró con Gold & Grey, mi intención era que ella tuviera una mayor presencia. Pero al ser una recién llegada al grupo, creo que se sintió más cómoda en una posición de vocalista de apoyo. Así que cuando empezamos a componer STONE, creí que sería importante que en determinadas canciones asumiera un papel en el que ella y yo estuviéramos manteniendo una conversación al mismo nivel como cantantes. A veces es Gina quién canta la melodía y yo hago la armonía, y en otras sucede al contrario. No es como si dentro de disco tuviera un rol de cantante principal, porque no está definido de una manera clara, pero funciona más como una combinación. Es algo de lo que estamos muy orgullosos porque incluso, siendo yo el vocalista principal o en otros momentos estando en un segundo plano, ahora tenemos dos voces con tonos y cualidades sonoras completamente diferentes que nos permiten mostrar otro tipo de sentimientos. Es interesante ver cómo, al unirlas, nuestras voces se complementan y pueden llegar a crear distintas atmósferas”.
¿Y la ves cantando alguna canción en el futuro como voz principal?
“Ahora mismo ella podría cantar todas las canciones si quisiera (risas). No la presiono mucho con este tema porque no quiero hacerla sentir incómoda. Pero, sí, espero que en el siguiente disco se sienta lo suficientemente segura como para dar ese paso adelante. Sería genial. Todos los miembros que se han incorporado a la banda han tenido una curva de aprendizaje. Tienes que saber adaptar tu sensibilidad musical para llegar a encontrarte con el grupo. Cuando entras en una formación que lleva funcionando 20 años, primero debes comprender la manera en la que trabajan, componen y tocan. Una vez ya lo tienes, es cuando puedes aportar tu propia personalidad. Creo que es una cuestión de confianza que ella debe desarrollar para atreverse a tener una voz protagonista dentro de Baroness”.
Hablando de confianza, esta es la primera vez que os habéis atrevido a autoproduciros.
“Es algo que llevábamos tiempo queriendo hacer. Queremos ser responsables de la calidad de nuestra música y eso solo es posible cuanto más independiente sea el proyecto. Por supuesto, siempre hemos compuesto nuestras propias canciones e incluso hemos coproducido todos nuestros discos. Pero sentíamos que debíamos dar un paso adelante y hacerlo completamente por nuestra cuenta. Sobre todo a Gina y a mí nos hacía mucha ilusión producir y ser ingenieros de uno de nuestros álbumes. Si puedes asumir un proyecto creativo por tu cuenta, debes hacerlo. Si eres lo suficientemente responsable, si todos los miembros se respetan lo suficiente y confían en cada de uno de ellos, entiendes los aspectos técnicos que requiere grabar y producir tu música… entonces debes hacerlo. No hay mayor defensor de nuestra música que nosotros mismos. Podemos funcionar como una unidad y sentirnos orgullosos de todos los logros que consigamos porque lo hemos hecho nosotros mismos. Del mismo modo que, si hay algo que no funciona o se comete un error, no tenemos a nadie a quién echarle la culpa. Y eso forma parte del aprendizaje. En ambos casos, el autoproducirnos nos permite avanzar creativamente. Como te decía antes, la manera en la que yo mido el éxito va en función de la calidad que siento haber alcanzado como músico, del crecimiento que he conseguido a lo largo del proceso de escribir, ensayar y producir un disco. Desde un nivel muy simple, sienta muy bien ver que has empezado sin nada, con un gran espacio en blanco, y darte cuenta de cómo has sido capaz de llenarlo con sonidos. Hemos dado cada paso confiando en nuestro instinto y capacidad para traer al mundo estas canciones. Por otro lado, el hecho de no necesitar a otra gente nos ha permitido ahorrar mucho dinero, lo cual es un gran beneficio en esta época post-pandémica que estamos viviendo. La situación actual de la industria musical hace que estar en un grupo sea muy complicado. Por razones tanto prácticas como creativas, cada paso nos ha conducido cada vez más hacia la independencia artística y financiera. Pienso que nos estamos moviendo en la dirección correcta”.
Ya que tengo la oportunidad, quería aprovechar para preguntarte a cerca de la producción que hicisteis en Gold & Grey con Dave Fridmann. No sé cuál es tu percepción sobre él a día de hoy, pero hubo mucha gente que lo encontró excesivamente embarullado y sucio. Siempre me he preguntado cual era vuestra intención con aquel trabajo.
“Por supuesto, la idea era que sonase así de sucio. Para mi ese álbum trata sobre la aniquilación sonora. Presentar la música de una forma tan densa y bizantina que incluso fuera difícil de precisar como músicos. Queríamos llegar a orquestar la parte más extrema de ese disco. Y pienso que lo logramos porque mucha gente no lo soportó (risas). Por supuesto que fue algo totalmente intencionado y queríamos que fuese desafiante para el oyente. Nunca me esconderé diciendo en que fuimos demasiado lejos, porque era justo lo que pretendíamos. Me siento muy orgulloso de ese disco y creo que tiene canciones muy buenas. Pero añadimos capas y capas sin parar. Intentamos llenar cada hueco de espacio posible. Es casi como una expresión post modernista ruidosa (risas). Todo eso también afectó a STONE de manera indirecta. Cuando empezamos a trabajar en él, miramos atrás y pensamos: ‘¿Qué características definían a Gold & Grey? La guerra del sonido’. OK, no queremos volver a hacer eso. Cuando escribimos Gold & Grey, pensamos en los aspectos fundamentales de Purple: composiciones directas, presentación sencilla, canciones cortas y al grano. Eso lo ignoramos por completo en Gold & Grey. No nos interesaba sonar directos, sino explorar hasta qué punto podíamos llegar a expandir nuestro sonido. En Purple todo tenía un instinto más primario e improvisado, a pesar de que había un guion, mientras que Gold & Grey era más disperso. Con STONE no intentamos crear otra guerra sónica, pero siento que contiene algo de la densidad de Gold & Grey. Dado que la formación se ha mantenido, queríamos ver hasta dónde nuestra música había ganado en profundidad y complejidad basándonos en nuestro instinto, en lugar de buscar una producción sobrecargada”.
Otra de vuestras grandes señas de identidad siempre han sido las portadas. Aunque esta vez no está protagonizada por un color principal, sí hay elementos comunes que se vienen repitiendo a lo largo de vuestra discografía: los animales, las flores, las mujeres… ¿No pensaste en hacer algo más rupturista esta vez?
“Sí que se me pasó por la cabeza hacer algo así, pero en realidad no soy capaz de controlar lo que hago como tanta gente se imagina. La manera en la que sonamos, en la que creo imágenes y escribo las letras, están basadas en algo instintivo. Muchas de las veces que he intentado forzarme a hacer algo distinto he acabado por no sentirme yo mismo. Si la música tiene un componente personal muy profundo, entonces tengo que asegurarme de que cada aspecto que la rodea esté conectado al mismo nivel. Pero al mismo tiempo creo que no hay demasiados cambios en STONE. En cierto sentido, quise mostrar que este álbum no está tan alejado de los anteriores. De hecho, no siento que ninguno de nuestros discos no esté relacionado con los demás. Cuando Baroness deje de existir, me gustaría echar la vista atrás y comprobar que hay una línea que los une a todos. No son partes de una historia, sino que conforman una secuencia, como si fueran capítulos de un libro. No están separados. Cada uno de ellos trata sobre una experiencia que tuvimos en el momento que se escribieron. Por tanto, pensé que, si cambiaba demasiados elementos de este álbum, como pudieran ser el título o que la portada fuese completamente diferente, iba a parecer que estaba indicando que formaba parte de otro período, cuando en realidad para mí es importante que tenga una relación con todos los anteriores. Siempre habrá características comunes en todas nuestras portadas porque tienen esa intención de continuidad”.
Lo has mencionado anteriormente, pero este año cumplís dos décadas como banda. Siempre habéis tenido muchos cambios en la alineación. Corrígeme si me equivoco, pero creo que esta es la primera grabación en la que repetís con los mismos miembros.
“¡La única en 20 años! (risas). A decir verdad, los dos primeros EPs que hicimos tenían la misma formación. Lo que pasa es que esas canciones las escribimos al mismo tiempo, pero no nos pudimos permitir grabarlas todas a la vez. Por eso salieron separadas. Aparte de eso, siempre ha habido algún cambio, pero es algo de lo que me siento orgulloso. Todas las personas que dejaron la banda lo hicieron por un buen motivo. Es duro cuando alguien se marcha porque Baroness es una combinación de sus miembros. Por mucho que yo haya sido la constante desde 2003, eso no significa que la banda suene a mí. Si escribiera toda la música y le dijera a cada uno lo que tiene que hacer, sería un dictador. Y puede que funcionase, pero no sería tan especial. Para mí es importante ser lo suficientemente humilde como para respetar a mis compañeros para darles el derecho a ser ellos mismos musicalmente. Más allá de todo lo que hemos estado hablando, la gran diferencia con STONE en términos de composición es que lo hemos hecho las mismas personas que grabamos el anterior álbum. Toda esa experiencia de grabar y girar juntos, la hemos aplicado aquí. Hemos desarrollado un cierto grado de profundidad en nuestra música. Gina se comunica con la guitarra y la voz, Sebastian con la batería y Nick con el bajo y los teclados. Ahora todos podemos mantener una conversación dentro del álbum, no fuera de él. En Gold & Grey era yo quién escribía la música, se la mandaba a los demás, les explicaba lo que debían hacer… Con STONE primero componíamos juntos y tan pronto sentíamos que era lo suficientemente bueno, lo grabábamos. Por primera vez, la historia y la personalidad detrás de cada miembro está presente y representada de manera igualitaria. Siempre me estoy comunicando con Gina. Cuando yo le paso algo, espero una respuesta de ella, y viceversa. Eso es química, respeto, confianza, amor y pasión por la música, lo cual permite que todo lo demás ocurra. Y para ello tienes que ceder el control, algo que no es nada sencillo”.
«Me he dado cuenta de que mi papel en este planeta es ser alguien capaz de crear cosas» JOHN BAIZLEY
Como has dicho, tú has sido la constante durante todo este tiempo. Recuerdo cuando surgisteis a mediados de los 2000s y se produjo una explosión de bandas que venían de la escena sludge a raíz del éxito de Mastodon. Estaban Kylesa, Torche, Baroness… Pero de todas ellas, actualmente solo quedan Mastodon, que además siguen siendo las mismas cuatro personas, y vosotros. ¿Cuáles crees que han sido tus mayores aciertos para que el grupo haya podido mantenerse hasta hoy?
“Creo que he sido lo suficientemente ambicioso, afortunado y terco para que nada de lo que me haya ocurrido pudiera hacerme dejar de tocar música. No ha habido lesiones, perdidas de amigos, ni malos momentos lo suficientemente duros como para convencerme de no seguir. La pasión que siento hoy por ser un artista es la misma que tenía con 6 o 7 años. Me he dado cuenta de que mi papel en este planeta es ser alguien capaz de crear cosas. No pienso que sea el mejor en ello porque siempre hay espacio para mejorar y aprender. Pero esto es lo único que me da felicidad, me aporta un sentido en este mundo y me permite comunicarme con la gente. Es el único sitio dónde, por un momento, el dolor se convierte en una droga para mí cuando estoy actuando. El arte es el lugar dónde todas mis frustraciones, ansiedades, depresiones, adicciones… todos los aspectos negativos que albergo dentro de mí, soy capaz de convertirlos en algo positivo. Coger la oscuridad y crear luz. No dejaré que eso se escape a no ser que haya un motivo que no pueda evitar. Es demasiado importante. Si no pudiera mantener a mi familia de esta manera, entonces la escala de valores sería distinta, pero no dejaría de hacerlo. Si me hubieran amputado el brazo cuando tuvimos el accidente de autobús en 2012, no habría dejado la música. Simplemente habría dejado de tocar la guitarra. Solo porque te hayas dado un golpe en la cabeza y te hayas hecho daño, no vas a ser lo suficientemente desafortunado como para no buscar el lado positivo de las cosas que hay en el mundo. Mi ambición, mi motor, mi pasión… La forma en la que el acto de crear me hace sentir vivo es algo que no puedo dejar ir. No soy capaz de imaginarme una situación que me fuerce a abandonar”.
Creo que es una buena manera de terminar la entrevista. Muchas gracias por tu tiempo, John. Ha sido un placer charlar contigo.
“Muchas gracias a ti. No sé si lo digo mucho en las entrevistas, pero España es uno de mis países favoritos. Siempre pienso que no tocamos lo suficiente por allí. No podemos tocar solo en Barcelona, Madrid, Bilbao, Gijón… Cuanto más, mejor. Es uno de los mejores lugares del mundo para girar. Nos encanta. Si todo va bien, volveremos a comienzos de 2024”.
GONZALO PUEBLA