Sólo tres razones han llevado a Bloody Brotherhood a hacer música: la primera es el death metal. La segunda, el death metal, y por último, tendríamos el death metal. Qué peña tan true y adorable, por las barbas de Odín…

Más brutos que un arado y más sinceros que un niño borracho, que ya es decir. Bloody Brotherhood no han venido aquí a contentar a nadie ni piensan entregar una sola canción que no pueda adscribirse al death más puro y genuino. Buena cuenta de ello nos da Don’t Break The Circle (Dead Sheep Productions), un segundo álbum de doce cortes que nos ha puesto muy, muy burrotes.

Tocaba hablar con los vascos y contactamos con Nargalu, guitarra, vocalista y principal compositor del combo guipuzcoano. Llegados a este punto, os seré sincero: lo pasamos pipa charlando con este veterano guerrero del metal podrido. Y es que así nos gusta la peña en RockZone: auténtica y sin pelos en la lengua. ¡Venga, marchando una de titulares!

A primera vista y escuchando Don’t Break The Circle, da la sensación de que sois una banda que no se anda con hostias, que hacéis death metal de la vieja escuela sin florituras, y a quien no le guste, ahí tiene la puerta.
NARGALU “Exacto, hay gente que nos dice que no aportamos nada nuevo, y no entienden que es precisamente lo que queremos. Amamos el old school death metal en su esencia y en su forma. Para nosotros es perfecto. No necesitamos demostrar nada a nadie. Tenemos el culo pelado de tocar en otras bandas, e incluso otros estilos. Desde mediados de los 80 nos ha dado tiempo de darle a casi todo y, finalmente, quedarnos con lo que más amamos. Es cierto que la mayoría de bandas o músicos tienen una obsesión casi enfermiza con querer demostrar tal o cual cosa; directamente no es nuestro caso. Nosotros vamos a lo nuestro, y si te gusta, bien, y si no, mejor (risas)”.

Otro detalle que no me ha pasado inadvertido es la extensión del disco, 64 minutos. En estos tiempos de singles digitales y de publicar EPs deprisa y corriendo para salir a tocar cuanto antes, éste es otro indicativo de que os la suda lo que digan o entre qué varemos se mueva la música hoy en día. ¿Estoy en lo cierto o es algo que ni siquiera os planteasteis?
“La verdad es que nos la suda mucho, no estamos aquí para complacer a nadie. Estamos aquí porque creemos en nosotros y en lo que hacemos, a pesar de saber que España no es el país indicado para nuestro estilo, precisamente. Nos dan igual las absurdas modas que imperan por internet y por la escena. Nunca hemos sido muy de seguir las modas, más bien de apoyar minorías e injusticias. Como las que sufre el underground en este país. En cuanto a la duración, tampoco nos planteamos que durara tanto el disco, simplemente surgió de esta manera. Puede que el siguiente dure 30 minutos, nunca se sabe. Lo que tenemos claro es que hasta que no estemos seguros de que tiene que salir, no saldrá”.

Ritual Of Blood os puso rápidamente en el mapa, ¿pero a qué aspiráis ahora con este segundo álbum?
“En realidad, no ‘aspiramos’ a nada en concreto. La idea que tenemos es poder tocar en cuantos más sitios mejor. Básicamente es a esto a lo que aspiramos, a que nos abra más puertas que nuestro anterior trabajo Ritual Of Blood. Por supuesto que nos encantaría vender un montón de copias, pero no es nuestra meta. Nos encanta conocer a otras bandas, conocer a fans y beber con ellos (risas). Esperamos que este nuevo álbum consiga romper alguna puerta que anda atrancada desde hace algún tiempo, y sobre todo conocer más bandas del underground”.

De momento las reacciones hacia lo nuevo están siendo de lo más positivas, ¿verdad? Se notan de veras esas composiciones mucho más elaboradas…
“La verdad es que el trabajo de promoción de Dead Sheep Productions está siendo encomiable. Estamos muy contentos con el apoyo recibido por el sello desde el principio. Kini se ha volcado con nosotros, y se nota. Nos están llegando reviews de Estados Unidos, Alemania, Holanda, Francia, República Checa, Polonia… Además de todas las críticas nacionales, que están siendo muy brutales. Algunas de ellas especialmente increíbles, como el 10/10 de Necromance. Pero lo mejor es que todas coinciden con que suena a old school death metal al 100%, que es lo que nosotros queríamos reflejar y reivindicar. Ya vale de experimentos raros y fusiones absurdas, esto es la puta raíz del death metal. En Ritual Of Blood estábamos más rabiosos y por ello los temas son más rápidos, pero el cuerpo nos pedía más medio tiempos y partes más machaconas, y así creemos que lo hemos reflejado en este nuevo trabajo, Don’t Break The Circle”.

¿Y por qué cuatro años entre disco y disco? ¿Han surgido complicaciones de algún tipo?
“Meramente por una cuestión económica y de compatibilidad con los trabajos de cada uno. También comentarte que fue muy accidentada, la grabación de este nuevo trabajo… En febrero de 2018 se grabaron las baterías en los Ederson Studios de Gipuzkoa, y cuando me tocaba entrar a grabar guitarras y voces me lesioné el gemelo izquierdo, me lo partí en dos literalmente, trabajando… lo que me tuvo postrado en el sofá cerca de casi tres meses. Una vez pude levantarme y andar, me acerqué al estudio y grabé tanto guitarras como voces principales, salvo en un par de temas que grabó las voces Pablo, que lamentablemente tuvo que abandonar la banda por motivos laborales y personales. Pero que de vez en cuando se viene al local a recordar viejos tiempos y en directo suele cantar la versión de Asphyx ‘Deathhammer’ cuando no la canta Soraya de Hybrid Moon”.

«Ya vale de experimentos raros y fusiones absurdas, esto es la puta raíz del death metal» Nargalu

Bloody Brotherhood es una banda noventera a tope que tanto bebe del death sueco como del americano, pero igual el toque distintivo viene de cuando os ponéis un poco más doom como nos enseñaron Autopsy, Incantation o ya que los mencionas, Asphyx, tocando techo en ‘Death To False King’ o ciertos pasajes de ‘Behind The Sacrifice’. ¿Cómo veis vosotros lo que practicáis?
“Lo vemos como una mezcla de las principales escuelas que más nos marcaron, que son la americana, la sueca y la holandesa. De todo eso mezclado, y con la tutela de Slayer, sale Bloody Brotherhood. La verdad es que bandas como Dismember, Asphyx, Thanatos, Unleashed, Obituary, Malevolent Creation o Deicide, entre otras muchas, nos marcaron demasiado. Tanto que, después de 30 años, seguimos bajo su oscuro influjo. Es por ello que reivindicamos el old school death metal en su estado puro, sin añadidos, sin querer inventar nada nuevo. No le hace ni puta falta. Ya funciona brutal tal y como fue concebido hace 30 años. Es un poco como el thrash metal de ahora; es bueno, pero no es thrash. Evidentemente que hay excepciones, pero no es lo normal. El thrash de Demolition Hammer, Evil Dead, etcétera, no volverá”.

En realidad, a la banda que más me habéis recordado es a nuestros Graveyard, por esos toques más misteriosos o las voces… Ahora mismo, ¿son para vosotros un referente en cuanto a música y cómo llevar una formación under hacia adelante?
“Graveyard es una increíble formación que tiene muy claro lo que quiere y lo que no. Que a veces cuesta creer que sean de aquí. Ellos tienen el fruto de su trabajo en las diferentes invitaciones a increíbles festivales como el Maryland Deathfest. Es una banda con la que nos encantaría tocar. Claro que son un referente para otros grupos, como pueden serlo otros muchos tanto a nivel nacional como internacional. A nivel nacional hemos tocado con grandes bandas, como Karonte, Aposento, Avulsed… Y al internacional, con Sinister, Pentagram Chile, Mercyless, Blood Red Throne, Obscura…”.

¿Y qué nos cuentan las letras? ¿Son algo más personales o abordan todos esos tópicos que tanto nos molan? Echando un vistazo a los títulos, creo que más bien lo segundo…
“Son personales y son tópicos. Al ser grandes consumidores de terror, espada y brujería, sci-fi, historia, rol y videojuegos, la verdad es que nuestras fuentes son variadas, aunque siempre oscuras. Tenemos temas que hablan de las masacres de la Inquisición, como ‘Slow Death’ o la propia ‘Inquisition’ de Ritual Of Blood. En este nuevo trabajo abrimos con dos temas que tratan la temática ‘espada y brujería’, más concretamente Dungeons & Dragons, al que estoy dándole últimamente de nuevo. Y al final pues siempre te influye a la hora de componer letras e incluso riffs. Luego está por ejemplo ‘Behind The Sacrifice’, que ya empieza con una frase como “I can’t hear my voice”, lo cual lleva a una auténtica paranoia de canción. También está ‘Sword Of Ignorance’, en la que damos buena cuenta de los métodos que usa la Iglesia para adueñarse de todo lo que no puede ‘comprar’. Digamos que los temas contra las religiones monoteístas son recurrentes en nuestras letras. ‘Don’t Break The Circle’ trata sobre la naturaleza, que la estamos machacando, y que se va a revelar cualquier día y que no deberíamos romper el círculo con ella si no queremos sufrir las consecuencias. Temas variados, como puedes ver, pero siempre atacados desde el lado más oscuro”.

¿Qué opinas de toda esta hornada de bandas death obsesionadas con la pulcritud y las grabaciones perfectas, así como por la ultratécnica? ¿Se pierde mucho por el camino al optar por este tipo de sonoridades o propuestas?
“Son estilos muy diferentes, en realidad. El llamado ‘technical death metal’ es gente que viene de tocar jazz, conservatorios, etcétera. Y les gusta la tralla, por lo que lo fusionan. En general no tiene nada que ver en cuanto a espíritu o estilo de vida. El old school es un estilo de vida, da igual que tengas 13 años o 60, tú lo sabes. A mí me encanta ver a esta gente tan virtuosa, pero rara vez aguanto todo el concierto, si te soy sincero. La verdad es que cuando realmente disfruto es con bandas de nuestro rollo, puedo llegar a llorar viendo a determinados grupos. Esto es difícil de entender si no lo llevas muy dentro”.

En mi casa hay un dicho un poco patillero que dice así: “El death, si es melódico, ya no es death”. ¿Estás de acuerdo?
“No entiendo ese tema de ‘no, es que esto es death melódico’, como si el resto de death metal no tuviera melodías. Creo que hay mucha tontería con estas cosas de las etiquetas. Toda canción tiene melodía, incluso las de grindcore u otros estilos más brutos. Simplemente creo que buscan llegar a más público rebajando la crudeza de los riffs y, por decirlo de alguna manera, vendiéndose un poco ‘al qué dirán’. ¿El melodic death metal existe? Claro, todo el death es ‘melodic death’. Ahora bien, lo que la gente entiende por esto del ‘melodic death’ no es otra cosa que la versión para niños del old school death metal de toda la vida”.

PAU NAVARRA