Si te gustó That’s The Spirit, el nuevo disco de Bring Me The Horizon te encantará. Si por el contrario no comulgas con la evolución que ha seguido la banda británica en los últimos años, encontrarás nuevas razones para odiarles. Lo que está claro es que amo no dejará indiferente a nadie, y eso, ya es todo un triunfo.
Para irse a Londres a finales de noviembre hay que tener un buen motivo. Al menos para quienes estamos acostumbrados a vivir a orillas del Mediterráneo, la capital británica es territorio hostil. Anochece pasadas las cuatro de la tarde, llueve, hace viento y frío… y mejor no hablemos del cada vez más prohibitivo precio del transporte público o de los irritantes controles de sus aeropuertos. Pero cuando tienes la posibilidad de entrevistar a uno de los grupos que vivirá en el epicentro musical de 2019 y asistir a uno de sus conciertos, no queda otro remedio que abrigarse bien, armarse de paciencia y partir hacia allí.
Aunque Bring Me The Horizon no publicaría su sexto álbum, amo (RCA), hasta el 5 de enero, la maquinaria detrás de la banda ya llevaba en marcha desde hace meses. A principios de agosto unas misteriosas vallas publicitarias aparecían en Londres o Chicago con el slogan “Do you wanna start a cult with me?” (¿Quieres empezar una secta conmigo?) y un número de teléfono en el que se podían escuchar un mensaje y unos pocos segundos de música. Unos días después, descubríamos que la frase era la que abría su nuevo single ‘Mantra’, una canción guitarrera a lo Linkin Park, que tranquilizaba a quienes se imaginaban que la banda de Sheffield se iba a desvincular del rock completamente en la continuación de That’s The Spirit (2015).
El 21 de octubre llegaría un segundo adelanto, ‘Wonderful Life’, otra canción con resonancia nu metalera, y un divertido vídeo con un inesperado cameo de Dani Filth de Cradle Of Filth comiendo cereales. Al día siguiente se desvelaría el título del álbum y las primeras fechas de una gira mundial que empezaría el 5 de noviembre en Stuttgart, Alemania, y culminaría su tramo europeo con dos fechas en el Alexandra Palace de Londres, con capacidad para 10.000 personas, los días 29 y 30 de noviembre. Del primero, podéis leer la crónica aquí, pero, por desgracia, el segundo sería noticia por la muerte de uno de sus fans, por motivos que por ahora no han trascendido.
Naturalmente, nada de esto era imaginable cuando, a media tarde del día anterior, subíamos la colina donde está situado el majestuoso recinto, antigua sede de la BBC, para reunirnos con el grupo. Para ser sinceros, tampoco las teníamos todas con cómo iba a salir la entrevista. Los anteriores encuentros con Oli Sykes no habían sido del todo satisfactorios. El vocalista era un interlocutor esquivo, extremadamente tímido y con pocas ganas de profundizar en sus respuestas. Pero nos alegra poder decir que esta vez la experiencia fue completamente distinta. A pesar de su pinta actual, más parecida a la de una estrella del trap (pequeños tatuajes en la cara, chándal y una zapatilla de cada color), Oli parece una persona nueva. Quizá sea por la edad -ya tiene 32 años-, o por todas las experiencias que ha pasado -desde rehabilitarse de su adicción a las drogas a su reciente divorcio-, pero nos encontramos a un tipo de lo más afable y maduro.
Cuando entramos en el camerino, presidido por una gigantesca consola de videojuegos, su nueva esposa andaba mirando el móvil tirada en uno de los sofás, mientras que el resto de la banda, el teclista Jordan Fish, el guitarrista Lee Malia, el bajista Matt Kean y el batería Matt Nicholls, estaban picoteando el cátering. Tras saludarnos, nos invitaron a ir a otra habitación más tranquila en la que durante media hora charlaríamos con Oli, Jordan y Lee sobre uno de los álbumes destinados a generar más comentarios en el nuevo año. Un disco en el que caben colaboraciones de la canadiense Grimes, el citado Dani Filth y Razhel de The Roots, no merece menos.
amo parece el paso lógico después de That’s The Spirit. Quizá si hubiese salido después de There Is A Hell… o incluso Sempiternal, el shock sería muy grande, pero habéis logrado una transición muy fluida entre el sonido más metalcore de vuestros inicios y algo nuevo más cercano al rock alternativo y el pop. ¿Estáis contentos con cómo habéis transitado por esta evolución?
OLI SYKES “Sí. Estamos de acuerdo con vuestra opinión. No creo que hubiéramos podido hacer este disco antes. Pero That’s The Spirit tuvo suficiente éxito como para que nos animáramos a ir más lejos. No creo que en ése nos cortáramos, pero conocemos nuestro público y quizá inconscientemente, aunque queríamos llegar a más gente, tampoco queríamos decepcionar a nuestros viejos fans. En amo quizá hemos tenido la confianza para hacer exactamente lo que queríamos. No teníamos tantas dudas, ni nos preocupaba tanto lo que la gente pudiera pensar”.
De hecho, nos sorprendió porque por todo lo que se había venido hablando, esperábamos casi un disco de indie electrónico, pero al final hay muchos elementos de rock. ¿Creéis que es algo que forma parte de vosotros y siempre estará ahí?
OLI “Sí, totalmente. No es que queramos huir de las guitarras o los riffs, sino que simplemente hacemos lo que nos sale. No rechazamos nada porque sí. Diría que en este disco hay incluso más riffs que en That’s The Spirit. Quizá parezca que hay menos guitarras, pero en realidad están ahí, simplemente es que ahora forma parte de un todo. Hemos aprendido cómo mezclar mejor los instrumentos unos con otros”.
JORDAN FISH “Intentamos que cada instrumento esté ahí por una razón, no simplemente para llenar un hueco. En este álbum incluso hemos quitado más capas. Hemos tenido un enfoque de ‘menos es más’ para que cuando algo es importante, destaque más”.
Parece como si la producción y los sonidos en sí se hayan convertido en un instrumento más.
JORDAN “Así es. Creo que siempre ha sido así, en cierta manera desde There Is A Hell…. La producción ahí ya era muy importante, aunque la hiciera un productor, para la estética en general de las canciones”.
OLI “Nos hemos concentrado más en ese aspecto. Seguimos siendo una banda de rock, pero no nos sentimos obligados a seguir un patrón determinado. En este disco fue la primera vez que Lee dijo ‘si ese tema no necesita una guitarra, no la pongamos’. Creo que todos nos hemos sentido más cómodos renunciando a estar ahí todo el tiempo. Lo mismo pasa con las voces o las baterías”.
LEE MAVIA “Creo que es una cuestión de confianza. No importa si no estás tocando todo el rato en un tema”.
Nadie se sentía amenazado.
JORDAN “Exacto. También tiene que ver con que compusiéramos todos juntos. Lo que toque cada uno no es realmente importante. Quizá estemos un día entero trabajando en los sintetizadores, pero eso no quiere decir que sea sólo mi asunto, es de todos. Muchas veces trabajamos en cosas y luego las descartábamos porque no nos convencían, pero era una decisión de todos”.
OLI “También decidimos centrarnos en el sonido del disco en sí, y no preocuparnos por cómo lo tocaríamos en directo hasta después. Puede que algunos temas suenen distintos en álbum y en directo, pero no pasa nada. Hay bases en el disco que luego en directo se tocan con la batería y para mí eso es excitante. Es como cuando vas a ver un DJ y lleva una banda en vivo: para mí hace que la experiencia sea más visceral y poderosa. También tiene que ver con que ahora tratamos cada instrumento por igual, como una textura. Yo puedo tener una idea para la batería o Jordan para las voces, todos participamos de todo. No es como ‘yo soy el cantante, tú eres el guitarra’, más bien es ‘somos un equipo’”.
Uno de los errores que comenten muchas bandas al empezar es que cada músico se centra y protege sólo su parcela. Todo el mundo está a la defensiva y eso no deja de ser un síntoma de inseguridad.
JORDAN “Todos los grupos pasan por eso. Cada músico lo mira desde su perspectiva, pero eso es porque la mayoría de los músicos somos, en el fondo, personas inseguras”.
OLI “En ese entorno es fácil caer en el resentimiento y en la competitividad porque cada uno busca el reconocimiento: ‘Eso lo hice yo’, ‘eso es mío’. Pero creo que en cualquier trabajo tienes que trabajar en equipo o fracasarás. Si no estás dispuesto a ayudar a los demás y a que los demás te ayuden, nunca llegarás a ser todo lo bueno que podrías ser. Es algo que hemos ido aprendiendo a lo largo de los años”.
Habéis grabado el disco en Los Ángeles, pero lo habéis producido vosotros mismos, por lo que podríais haberlo hecho aquí en Inglaterra. ¿Era ir allí una manera de buscar nuevas inspiraciones en un ambiente distinto?
JORDAN “Está bien poder escapar de aquí (risas)”.
LEE “Cuando hicimos el álbum fue en diciembre y enero, y aquí el tiempo era horrible. A mí me daba un poco de miedo ir a L.A. porque pensaba que igual sería demasiado loco, pero el tiempo era genial, hacía sol, era mucho más agradable. Podías salir cada noche si querías, pero en realidad nos centramos mucho en el disco. Pudimos estar mucho más relajados e hizo que todo fuera más fácil. Ver el sol cada día te pone de buen humor”.
OLI “En ese momento llevábamos seis meses trabajando en el álbum, cinco días a la semana. Ir a L.A. era como la luz al final del túnel, era una manera de mantener la motivación. Porque hasta ese punto habíamos estado trabajando en mi casa y luego construimos un estudio en un club que tengo, y fue genial, pero al final sentíamos un poco de claustrofobia. Necesitábamos salir”.
JORDAN “Ir fuera nos ayudó a tener una nueva perspectiva. Podría haber sido L.A. u otro sitio, pero nos ayudó en ese aspecto. Cambiamos muchas cosas una vez nos metimos en el estudio allí”.
LEE “Fue como coger un nuevo impulso”.
OLI “Fue importante poder vivir juntos, ir a hacer la compra, vivir como una familia. Nos dio una mayor motivación comparado con que cada uno tenga que ir por su lado en una mañana lluviosa en Inglaterra. Al menos yo, trabajo mejor cuando mi vida está estructurada. Nos levantábamos, íbamos al gimnasio, estábamos en el estudio hasta las siete de la tarde y luego teníamos tiempo para divertirnos un rato”.
¿Hubo alguna canción que tuvierais terminada que os marcara la dirección del resto o más bien teníais muchas pequeñas partes y lo fuisteis construyendo como un puzle?
JORDAN “No es fácil de decir porque muchas canciones que están en el disco las revisamos un montón de veces. Algunas de las que escribimos al principio del proceso no han conservado prácticamente nada de su primera versión, así que realmente no cuenta. ‘Sugar Honey Ice & Tea’ salió muy al principio, pero por ejemplo ‘Mother Tongue’ la escribimos justo antes de ir a L.A.”.
OLI “Pero la demo la teníamos de mucho antes”.
JORDAN “Ah, es verdad”.
OLI “Fue raro. Sin duda ha sido el disco en el que más duro hemos trabajado. Durante seis meses no teníamos ninguna recompensa. Teníamos muchas cosas que nos gustaban, pero cuando nos decían ‘¿Cuál es la primera canción que queréis que la gente escuche?’, no teníamos ni idea”.
JORDAN “De hecho, eso ocurrió literalmente. Nuestro management vino y les gustaron muchas cosas, pero era en plan… No había algo concreto o coherente. No teníamos una narrativa”.
LEE “Se lo teníamos que explicar todo, porque no había nada terminado. Tenían que imaginar lo que iba en cada parte”.
OLI “Era un caos. Porque empezamos haciendo cosas muy raras porque no queríamos repetirnos. Teníamos muchas ideas, pero, en realidad, cuando no tienes una canción terminada o la primera canción del álbum sientes que no tienes nada. No fue hasta que escribimos ‘Mantra’, cuando ya llevábamos seis meses, que encontramos esa canción que podíamos mostrar al mundo. Y la escribimos en un día. Fue un alivio. Somos conscientes de que el grupo sigue creciendo, pero que hay gente que igual se ha interesado por nosotros justo al final del ciclo del último disco, así que queríamos un tema que fuera reconocible, pero al mismo tiempo mostrara algo nuevo. ‘Mantra’ nos proporcionó eso y a la vez nos hizo sentir mejor respecto a todo el resto de material. A partir de ahí todo fue tomando forma más rápidamente y empezamos a pensar en la campaña para lanzar el primer single y toda la estructura”.
Hubo rumores de que ibais a grabar con Post Malone, así que igual eso también hizo que la gente imaginara que ibais a hacer un cambio muy radical, y cuando lanzasteis ‘Mantra’ fue como ‘han cambiado, pero no tanto’.
OLI “Sólo porque salgamos y charlemos con alguien no significa nada. Exploramos la idea de hacer algo juntos con Post Malone, pero no salió. Pensábamos que sería una buena idea porque es un gran fan de nuestra banda, y aunque no somos grandes fans del hip hop, nos gusta lo que hace. Fuimos a Las Vegas y se lo propusimos, y es muy buen tío, pero está súper ocupado y no queríamos que se sintiera obligado. Queríamos que si lo hacíamos fuera de manera natural”.
¿Fue así como ocurrió con la colaboración de Grimes?
OLI “Sí, ya teníamos la canción ‘Nihilist Blues’ casi terminada cuando empezamos a barajar la idea de meter una voz femenina. Y Grimes estaba la primera en nuestra lista”.
JORDAN “Un amigo nuestro conoce a su management y le mandó el tema. Era cuando estábamos en L.A., y estuvimos esperando una semana… y nada. Por la escena en la que estamos, nos hemos acostumbrado a que las cosas guays no pasen (risas)”.
OLI “Además es muy selectiva. Mi mujer era en plan ‘no lo va hacer, nunca hace cosas así’. Pero de repente me llegó un mensaje con la canción grabada por ella y alucinamos. Nos dijo que nada más escuchar los 30 primeros segundos del tema, ya supo que quería hacerlo. Fue una locura. Y no sólo moló que grabara la canción, sino también que alguien externo, a quien admiramos, nos dijera eso, nos dio mucha confianza para terminar el resto. Todavía seguimos escribiéndonos de vez en cuando y me dice que le parece una canción fantástica”.
Jordan, nos ha hecho gracia que hayas dicho que por la escena en la que estáis no os pasan cosas guays. Es como si, a pesar del gran éxito que tenéis, todavía sintierais que no se os acepta en ciertos círculos. Y es curioso, pero siempre se tiene a los fans del rock como muy cerrados, pero al final los fans del indie o de la electrónica tienes los mismos, o más prejuicios, y no aceptan un grupo como el vuestro. ¿Cómo lo veis?
JORDAN “Yo creo que sabemos que a la gente que le gusta la electrónica de verdad, no le va a gustar nuestra banda. Pero a nosotros sí nos gusta y queremos poder meter cosas de ahí”.
OLI “Sabemos que nunca vamos a ser una banda cool o que la crítica alabe, pero llevamos 15 años y lo que nos interesa es poder estar en círculos donde no sólo se escuche metal. Creo que hay una escena de música agresiva, o más dura, a la que pertenecemos, pero no tiene por qué ser sólo rock, puede ser hip hop o electrónica. Nuestro objetivo no es tocar en Coachella o salir en Pitchfork, pero cuando nos buscas en Spotify y sale lo de ‘artistas relacionados’, no necesariamente nos sentimos identificados con ellos”.
Pero pongámoslo así: ¿Os haría la misma ilusión que os hicieran una gran crítica en Kerrang! que en Pitchfork?
JORDAN “Yo creo que con que nos pusieran un 3 en Pitchfork ya nos daríamos por contentos (risas)”.
OLI “Para contestar a tu pregunta, si hacemos este tipo de música no es porque queramos ser cool, sino porque es lo que nos gusta. Creemos que nuestra banda no es sólo para gente que escucha metal o metalcore, o hardcore, creemos que es para gente que quiere algo que no sea muy pop o sólo lo que suena en la radio, pero que tampoco quiere escuchar sólo metal. Quizá les guste Run The Jewels o Grimes, o Nine Ich Nails, o The 1975. Queremos hacer música que signifique algo y que cuando vengan a un concierto sientan que forman parte de algo. Creo que el rock se está empequeñeciendo porque no hay bandas realmente buenas, y por eso está surgiendo una nueva escena más indefinida y más abierta, en la que la gente escucha música más variada. Cuando nosotros estábamos creciendo estaba el nu metal y cada noche había grupos que conocíamos dando conciertos. Ahora no hay tantas bandas llevando ese testigo”.
«Cuando te enamoras es el mejor sentimiento del mundo, y cuando sale mal es el peor sentimiento. Es una emoción muy poderosa, pero es algo diferente para cada persona, es algo que nunca desaparece» OLI SYKES
¿Habéis notado un cambio en vuestro público?
LEE “Sí, en esta gira sobre todo. Es como si el mosh pit hubiera retrocedido cinco o seis filas. Ahora las primeras filas prefieren cantar”.
JORDAN “Sí, ahora la gente canta más fuerte”.
OLI “Sospechamos que habremos perdido unos cuantos fans en los últimos dos años, no por nosotros, sino porque han crecido y quizá ya no vivan esta música como antes. Ahora cuando pregunto cuántos nos están viendo por primera vez, quizá más del 50% levantan la mano. Para mí es raro, porque si hubiéramos mantenido a todos los fans, estaríamos tocando en sitios todavía más grandes. En cierta manera es como si estuviéramos creciendo otra vez. Porque las primeras filas sólo conocen los temas más nuevos, y en esta gira tocamos algunos temas muy antiguos y ves que ni siquiera saben lo que es, mientras el resto de público se vuelve loco. Sé que no es una ciencia exacta, pero sentimos que las cosas han cambiado mucho”.
JORDAN “Además, ha pasado más tiempo entre estos dos discos que respecto a los anteriores. Quizá eso también haya influido”.
Oli, según has dicho, pusiste el título amo por la palabra en portugués, y no sabemos si lo sabes, pero en español tiene el mismo significado. Teniendo en cuenta que pasaste por un divorcio, ¿qué querías expresar exactamente?
OLI “En el disco hablo del amor desde muchas perspectivas. Hay negatividad y desesperación, pero también hay positividad. Obviamente hay muchos altibajos, pero todo queda resumido en el primer tema. Si no eres feliz, tienes que encontrar una solución. ‘Amo’ es lo que ahora le digo a mi mujer cuando le digo ‘te quiero’, pero también significa ‘munición’ en inglés, así que quería mostrar todas esas caras. Alguna gente se casa y cuando se divorcia le dice a todo el mundo ‘no te cases por nada del mundo’. Pero yo no sentía eso. No me siento así respecto al amor porque el amor es lo único por lo que merece la pena vivir. Cuando te enamoras es el mejor sentimiento del mundo, y cuando sale mal es el peor sentimiento. Es una emoción muy poderosa, pero es algo diferente para cada persona, es algo que nunca desaparece. Durante mucho tiempo no quise hablar de mi divorcio porque no quería que la gente pensase que me importaba, porque realmente no me importaba, pero cuando alguien te hace daño en una relación quedan cicatrices y empiezas a pensar que todo el mundo te hará daño. Cuando empecé a salir con mi actual esposa, desconfiaba de ella porque hacía cosas que hacía mi ex, pero me di cuenta de que no era justo y que tenía que ponerle fin. Necesitaba ir a terapia, hablar sobre ello, escribir y cantar sobre todo eso. ‘Mantra’ fue la canción que me animó a hacerlo, usando una secta como metáfora sobre una relación, pero a la vez también sobre nuestra relación con los fans. De la misma manera que en una relación de pareja, a veces a uno sólo le gusta una versión de la otra persona, pero no todo lo que es esa persona, los fans también dice que te quieren, pero a la vez pueden destruirte si cambias. En 18 meses, me casé, me divorcié, conocí a alguien y volví a casarme. Todo fue muy rápido. Fue casi como verlo desde fuera. Pasé por mucha mierda, y normalmente estas cosas llevan mucho tiempo, pero descubrí que no tiene por qué ser así. El disco va sobre todas esas cosas”.
Ya para terminar, tenemos una curiosidad… ¿Te propusieron en algún momento ser el nuevo cantante de Linkin Park?
OLI “No. Sólo me invitaron al concierto tributo a Chester”.
¿Y te lo plantearías como Axl Rose hizo con AC/DC?
JORDAN “Eh, que estamos aquí delante (risas). ¡Claro que no!”.
OLI “La verdad es que no podría hacerlo. El rango vocal de Chester era increíble, yo no puedo cantar como él. Y además, me gusta demasiado mi banda (risas)”.
JORDI MEYA/RICHARD ROYUELA