Aunque todavía quedan unos meses para que termine este 2022, Brutus presentan una firme candidatura al mejor disco del año con Unison Life, su tercer trabajo. Hablamos con el trío belga sobre esta maravilla que verá la luz el próximo 21 de octubre.
Desde que Stefanie Mannaerts (voz, batería), Stijn Vanhoegaerden (guitarra) y Peter Mulders (bajo) empezaran Brutus en 2014, muchas cosas han cambiado, pero otras no. En estos años, la banda de Leuven (Bélgica) se ha convertido en una de las formaciones más prometedoras del underground europeo gracias a sus dos discos, Burst (2017) y Nest (2019), y un sinfín de conciertos en los que han compartido giras con compañeros del sello Sargent House, como Russian Circles o Chelsea Wolfe, y han pisado los escenarios de todo tipo de festivales. En el camino también se han ganado la admiración de personajes como Greg Puciato, Riley Breckenridge de Thrice o Lars Ulrich, quien quiso conocerles en persona cuando Metallica tocaron en Bélgica en su WorldWired Tour.
Pero pese al vuelco que ha dado su vida, charlando con ellos, se percibe que siguen siendo exactamente los mismos y no se atisba ni un ápice de arrogancia o autocomplacencia. Sin ir más lejos, cuando se conectan 15 minutos tarde a nuestra cita por Zoom, las primeras palabras que salen de la boca del bajista son unas sinceras disculpas. «Nos sentimos muy poco profesionales», dice casi sonrojado. En cualquier caso su retraso es por una buena causa. Estaban ensayando en su local, desde nos atienden, y habían perdido la noción del tiempo. Es una muestra más de la intensidad con la que viven su música.
Tras dos años sin poder girar por la pandemia -periodo en el que lanzar el disco en directo Live In Ghent-, Brutus están ansiosos por poder volver a su hábitat natural. Y lo harán con su mejor trabajo hasta la fecha, Unison Life, en el que han explotado todo su potencial. Su nuevo álbum es una perfecta simbiosis entre la potencia del post hardcore (Stefanie y Peter habían tocado juntos en una banda tributo a Refused), la amplitud sónica del post rock, y una mayor carga melódica que consigue que las canciones vayan directas al corazón del oyente.
Muchos músicos dicen que las mejores canciones son las que salen de un tirón casi sin pensar. ¿Os salió este disco de manera fácil o hay mucho trabajo detrás?
STEFANIE MANNAERTS «Trabajamos mucho en él, pero el origen fue puramente emocional. Normalmente la idea inicial es muy espontánea, pero luego a los pasos siguientes, para darle la forma definitiva, les dedicamos mucho tiempo. Somos muy exigentes, y necesitamos cuestionarlo todo antes de estar totalmente convencidos».
PETER MULDERS «Es una pregunta que me hace pensar… Normalmente las mejores ideas son las originales, las que nos salen tocando los tres, y por eso intentamos mantenerlas intactas, y luego es cuando construimos la canción alrededor de ellas».
STIJN VANHOEGAERDEN «Sí, capturar la idea inicial es fácil, pero conseguir hacerla ese 20% mejor que nos deje totalmente satisfechos es lo que cuesta. Escribimos más canciones que las que están en el disco. Igual teníamos unas 30 ideas distintas en maquetas, y luego elegimos las mejores. La primera canción que escribimos fue ‘Dreamlife’ que es la que se parece más a Nest«.
PETER «Sí, al principio no sabíamos cuando podríamos grabar por la pandemia, pero una vez pudimos cuadrar el tiempo en el estudio, empezamos a descartar cosas y quedarnos con las que podían hacer un buen álbum. Quedaron fuera cosas que nos gustaban mucho… pero quizá las recuperemos en el futuro. ‘Victoria’ por ejemplo parte de un riff antiguo, pero hasta ahora no le habíamos encontrado el hogar adecuado».
En vuestros dos primeros discos establecisteis un sonido muy reconocible y único, pero creo que en este habéis logrado plasmarlo en mejores canciones. Son más digeribles, sin perder la profundidad que teníais antes. ¿Veis este disco como la culminación de lo que buscabais desde el principio?
STEFANIE «Creo que el hecho de haber tenido más tiempo y haber ensayado más ha tenido mucho que ver. Y también ya llevamos casi nueve años tocando juntos, así que se tiene que notar».
STIJN «Siempre intentamos mejorar».
STEFANIE «Creo que cuando eres joven piensas que para que algo sea heavy tiene que ser rápido y ruidoso, pero a medida que creces ves que también puede serlo por la emoción que expreses. No todo tiene que ser blanco y negro».
PETER «Creo que forma parte de nuestra evolución. Para nosotros cada disco es una oportunidad para subir al siguiente nivel. Así que mola que digas que en este te parece que las canciones son mejores».
Sobre todo porque creo que, hasta ahora, en directo, enganchabais al público por cómo tocabais, pero creo que a partir de ahora veréis a mucha gente cantando y participando más. No sé si la experiencia de haber tocado tanto os ha servido también para ver qué es lo que funciona y lo que no.
STEFANIE «Creo que no. La verdad es que con los focos no suelo ver al público (risas). Normalmente estoy muy concentrada tocando. Aunque sienta y disfrute de lo que está ocurriendo, las canciones de los dos primeros discos son bastante técnicas, así que no me puedo despistar. La verdad es que interactúo más con Peter y Stijn que con el público».
No quiero hablar de la pandemia porque ya resulta cansino, pero sí creo que el disco suena como una explosión de energía acumulada durante ese tiempo. ¿Creéis que el disco habría sido muy distinto sin esa desgraciada situación?
STIJN «Sí, sobre todo por lo que decíamos antes del tiempo. La pandemia nos permitió ensayar mucho más y hablar mucho sobre lo que queríamos hacer. Nest lo compusimos mientras estábamos de gira, o en pequeñas pausas entre giras. Esta vez, no teníamos esa sensación de ir con prisas».
STEFANIE «A nivel de letras creo que también sería muy distinto. Pero el factor tiempo fue el más importante. Normalmente hubiésemos tenido seis versiones de cada tema, y la última versión hubiesen entrado en el disco. Esta vez teníamos hasta 15 versiones de cada una, y algunas se transformaron muchísimo. A veces tener demasiado tiempo puede volverte loco, pero en este caso fue algo totalmente positivo».
Habéis grabado el disco vosotros mismos con vuestro colaborador Jesse Gander. ¿Sentís que un productor no os podría aportar nada? ¿No necesitáis esa visión externa que tantos grupos dicen que es imprescindible?
STEFANIE «Quizá en el próximo disco tengamos a un productor. Personalmente, yo no me sentía preparada para trabajar con un productor en los tres primeros discos. Creo que no era el momento. Tenemos tantas ideas, que no creo que hubiera ayudado tener a otra persona diciendo ‘prueba esto’ o dándonos su opinión».
PETER «El tío con el que grabamos, Jesse, nos da diferentes opciones y hace sugerencias, pero al final somos nosotros quienes decidimos. Es muy buen consiguiendo sonidos, y eso también es importante a la hora del resultado final».
STEFANIE «Podemos tener una maqueta de mierda, y él en seguida sabe qué amplificador o que micrófono usar para lograr lo que intuye que queremos».
PETER «Sí, ese un aspecto que nosotros no dominamos».
De hecho, os quería preguntar por ello, si erais unos freakys de amplis, pedales… porque lográis sonidos muy interesantes.
STIJN «Somos bastante freaks en ese aspecto, pero eso no hace que sepamos hacerlo bien (risas). Jesse es el que se ocupa de esa parte, y el que cuando nosotros estamos cansados, nos acaba sugiriendo algo que funciona».
PETER «Pero tampoco somos los más freaks del mundo. Normalmente todo el equipo que tenemos, lo acabamos usando. Nos gusta probar cosas nuevas, pero si después de una hora tocando en el local, vemos que no nos entusiasma, lo dejamos en una estantería o lo vendemos».
Para mí una de las cosas más fascinantes de la música es cómo transmitir una emoción a través del sonido. Porque no se trata solo de elegir las notas adecuadas, sino de elegir cómo deben sonar. ¿Cómo es el proceso de elegir cuál es el sonido ideal para cada canción?
STIJN «Es bastante intuitivo. Vas probando, y de repente estás tocando y algo hace click. Simplemente lo notas. Lo siento, pero no sé expresarlo mejor (risas). También creo que tiene que ver con tocar mucho juntos y saber lo que cada uno quiere y busca».
STEFANIE «Para mí el sonido forma parte del proceso compositivo en sí. Vas ajustando tus pedales y moldeando el sonido. Es muy raro que escribamos algo en bruto y que luego busquemos el sonido en el estudio, sino que ya llegamos con una idea bastante clara de lo queremos».
PETER «Al final el número de notas es limitado, y ya se han usado todas, pero los sonidos son ilimitados. Nosotros no inventamos nada, creo que nadie puede inventar nada en cuanto a acordes o estructuras, pero sí puedes hacer que suene diferente».
STEFANIE «En el fondo nuestro sonido se limita a Overdrive, Reverb y Delay. Y nos va bien que sea así, porque nos ayuda a concentrarnos. Si decidiéramos hacer un disco electrónico, nos volveríamos locos, porque tendríamos demasiadas opciones».
PETER «Al final somos una banda de rock, pero con esos tres pedales nos da para hacer todo lo que necesitamos».
¿Cuál es la banda de la que más robáis sin que se note?
STIJN «No es una banda, pero sí un guitarrista. Johnny Marr de The Smiths. No sé tocar ninguna canción de ellos, pero su manera de hacer melodías desde luego es algo en lo que me fijo mucho. Para mí la melodía va primero y el resto detrás».
PETER «Para mí posiblemente sea Brian Cook de Russian Circles. Me siento muy feliz cada vez que pienso que estoy sonando como Brian (risas). Hemos girado con ellos, así que he podido fijarme mucho en lo que hace. Para mí es el rey. Ahora toco en directo el Moog como él, y no me da miedo admitir que me inspiré en él. Creo que una vez nos llamaron que éramos como Mogwai acelerados, y tampoco me disgustó. Escuché mucho el último disco de Mogwai».
¿Y tú, Stefanie?
STEFANIE «No me gusta la palabra robar. No sé, me gustan muchas bandas. Somos una banda emocional, y eso es lo principal. Pero si quieres que te diga a alguien que me inspire, te diré a Burial. No tiene nada que ver con nosotros, porque hace ambient, pero me gustaría poder conseguir esa emoción que tienen en su música en la nuestra. Es lo que me gustaría robarle (risas)«.
«La verdad es que nunca pensamos que llegaríamos a donde estamos ahora, solo queríamos tocar» PETER MULDERS
¿Sueles escribir las melodías al mismo tiempo que tocas la batería? Porque en este disco hay momentos en los que tiene que ser todo un reto cantar y tocar a la vez.
STEFANIE «Depende de la canción. A veces hago la melodía en base a lo que Peter y Stijn están tocando, otras tenemos toda la base instrumental y luego pienso en la parte vocal. Con el primer disco, hicimos primero toda la música, y fue realmente jodido poner luego las voces encima. Stijn es muy melódico tocando, así que muchas veces le robo a él (risas)«.
Antes has remarcado cómo de importante son las emociones para crear las canciones. ¿Eres capaz de sentir algo y reconocer de inmediato que acabará en una canción o necesitas procesarlo primero para que luego acabe saliendo?
STEFANIE «Puede ocurrir de ambas formas. A veces siento algo y lo escribo de inmediato. Sobre todo cuando es algo muy intenso, o muy triste, lo mejor es que salga al momento. Pero a veces puedo estar muy feliz, y estando en el local es lo que tocan ellos lo que me provoca una emoción. Para serte sincera, suelo necesitar estar triste para componer, pero por suerte, no estoy triste todos los días, así que me va muy bien que ellos dos me inspiren con su música».
STJIN «A veces toco algo simplemente porque me gusta como suena, sin sentir absolutamente nada, pero una vez pasa por el filtro de Stefanie me doy cuenta de lo que realmente quería decir sin saberlo. Es un regalo estar con ellos en un grupo. Sé que cualquier cosa que haga, ellos dos la hacen mejor».
Stefanie, tú habías tocado con Peter en una banda de versiones de Refused, y con Stjin en una banda de punk rock. ¿Qué viste en ellos que te hizo pensar que juntándolos podía salir algo bueno?
PETER «Eso me gustaría saber a mí también. ¿Qué viste en nosotros? (risas)«.
STEFANIE «Empecé a tocar con Stjin cuando era muy joven. Teníamos gustos musicales distintos, pero nos gustaban algunas cosas concretas. Los dos no queríamos estar en esa banda, simplemente queríamos tocar. Y Peter toca muy bien. Lo que me gustaba de ellos es que tocaban pocas notas, no era unos exhibicionistas. Cuando nos juntamos ninguno de los tres estábamos en una banda, así que era el momento».
PETER «La verdad es que nunca pensamos que llegaríamos a donde estamos ahora, solo queríamos tocar».
¿Empezasteis a componer desde el primer momento o empezasteis tocando alguna versión?
STJIN «En el primer ensayo empezamos a componer porque queríamos tener algo para poder tocar en directo. Yo nunca he tocado versiones. Quizá solo un par».
Aunque no tuvierais una plan maestro, es inevitable que las expectativas cambien. Sed sinceros, ¿qué esperáis que pase con el nuevo disco?
STEFANIE «A mí lo que me hace más feliz es que alguien me diga que le gusta mucho el disco, como has hecho tú».
STJIN «Yo me siento muy orgulloso de este disco, pero sabiendo cómo somos, ya pienso en cómo vamos a superarlo en el siguiente. Va a ser duro. La verdad es que estoy listo para hacer un disco nuevo».
PETER «Antes de la pandemia, nos dimos cuenta que ya era muy complicado combinar el grupo con otras cosas. Todavía no podemos vivir de la banda, así que tenemos que dar ese salto al vacío para poder conseguirlo algún día. Pero no es algo que ocurra solo a los músicos, le pasa a un diseñador que quiera abrir su propio estudio, o a cualquiera que quiera abrir una tienda de artesanía. ¿Vas a vender lo suficiente para mantener la tienda abierta? Es el mismo dilema al que se enfrenta que quiera trabajar por su cuenta».
Quizá deberíais llamar a Lars Ulrich y pedirle un millón de dólares para vivir tranquilos.
PETER «(Risas) No creo que pase. Nunca le pedimos dinero a nadie».
STEFANIE «Yo se lo pedía a mi padre, cuando no tenía ni un duro (risas)«.
PETER «A veces me sabe mal lo mucho que nos apoyan en Sargent House. Y tenemos un gran equipo. Nuestro técnico de sonido, nuestro stage manager… no podemos estar arropados por mejores personas.
STEFANIE «También nuestras parejas, nuestras familias nos apoyan mucho también».
La realidad es que todavía hay grupos que esperan que sean otros los que inviertan en ellos y no están dispuestos a arriesgar nada.
PETER «Nosotros con Nest ya dimos el salto, pero con la pandemia tuvimos que recular».
STEFANIE «Sí, ahora hemos vuelto a saltar y estamos flotando en el aire a ver qué pasa (risas)«.
JORDI MEYA