Salirse del guion y probar cosas nuevas, tomando caminos inexplorados, para seguir creciendo como banda. Eso hacen y con excelentes resultados los madrileños Carolina Durante en su tercer largo, Elige Tu Propia Aventura.

Carolina Durante captaron la atención de muchos ya con su primer EP, Necromántico, de 2017, pero realmente fue con el anti-himno anti-pijos ‘Cayetano’ cuando estos cuatro amigos dieron la gran campanada. Fue su primer hit en plataformas digitales, con varias decenas de miles de reproducciones en pocos días.

Aquello no fue un golpe de suerte, porque la banda no ha parado de crecer desde entonces, sumando hitos y acumulando seguidores por toda la geografía española y al otro lado del charco a base de pogos catárquicos y discos inspirados y pegadizos como el homónimo de 2019 y Cuatro Chavales, publicado en 2022.

Frescura pop, descaro punk y letras ácidas que hablan de cosas mundanales, de la calle, y se alejan de la pomposidad de Vetustas e Izales. Con estos ingredientes y toneladas de actitud, el cuarteto madrileño se ha convertido con solo dos discos y un puñado de EPs en un auténtico referente para otras formaciones jóvenes, en los abanderados de una nueva Movida.

Con esta trayectoria (y esta responsabilidad) llegó el momento de componer y grabar su tercer largo. Podrían haber seguido la senda que ellos mismos marcaron, hacer más de lo mismo, pero eso era demasiado aburrido para unos tipos inquietos como Diego Ibáñez (voz), Martín Vallhonrat (bajo), Juan Pedrayes (batería) y Mario del Valle (guitarra). Escogieron entregarse al máximo, sin ideas preconcebidas sobre qué se espera de Carolina Durante, sin miedo a vestir algunas canciones con violines y trompetas si sentían que la canción requería esas capas extras, y el resultado es Elige Tu Propia Aventura (Sonido Muchacho/Universal), un disco muy pensado y ambicioso, sin duda el más poliédrico de su discografía.

No sé si esto de las entrevistas, de la promoción, es lo más aburrido de todo lo que supone tener una banda.
MARTÍN VALLHONRAT «No, creo que hay cosas mucho más aburridas. Hay cosas peores. No hay nada más aburrido que una prueba de sonido. O peor: esperar para hacer una prueba de sonido. O sea, hay cosas terribles (risas)«.

¿Estáis notando con este disco más expectación o más interés por parte de los medios? 
DIEGO IBÁÑEZ «Yo sí que noto que para este disco hay más expectación, pero también creo que estamos por primera vez muy volcados en todo lo que va más allá de las canciones en sí, ¿sabes? Como que en los anteriores discos, siento que habíamos hecho el disco y luego nos despreocupábamos un poco de todo lo que seguía. Y ahora, a lo mejor, estamos como más encima de todo. Para el anterior disco, por ejemplo, los singles, no los seleccionamos muy allá… Y para este disco sí que han funcionado de puta madre».

«Esto es como una ola muy grande que tienes que remar mucho para cogerla» MARÍO DEL VALLE

Justamente eso os quería preguntar, relacionado con el título del disco. Podría entenderse como que habéis decidido tomar las riendas de vuestra carrera, escoger vuestra propia “aventura”…
MARIO DEL VALLE «Tiene una intención más desde lo cotidiano. O sea, no hablamos de la extraordinaria aventura de tener una banda. Es la extraordinaria aventura de vivir una vida cotidiana (risas)«.
DIEGO «Y luego, con respecto a las riendas, creo que siempre hemos llevado bastante las riendas de nuestra banda. La única vez que se nos ha podido ir un poco de madre ha sido con el primer disco, pero más bien por la inexperiencia, porque no habíamos tenido antes una banda ni habíamos hecho un disco ni nada…  Que han pasado los años y yo creo que mirando atrás todos, decimos, joder, podría haber sonado de una forma distinta, la verdad».

Ha ido todo muy rápido y lo que empezó como una simple afición se convirtió en pocos años en vuestro modo de vida. ¿En qué momento os dais cuenta de que esto se ponía serio?
DIEGO «Fue muy rápido, y creo que todos tardamos bastante poco en dejar lo que estábamos haciendo. Siempre fuimos muy en serio, ensayando cada semana, pero quizá con ‘Cayetano’ sí traspasamos esa línea del underground y pillamos a gente que a lo mejor no tenía un especial interés por la música. Pero ya con el primer EP, Necromántico, notaba que algo podía pasar con el grupo…».
MARTÍN «Para mí, claramente, fue en 2018. Empezaron a pasarnos muchas cosas. Sacamos ‘Cayetano’, luego ‘Himno titular’, tocamos en festivales como el Mad Cool y el BBK, sacamos una canción con Amaia, y ya empezaban a salir nos cada vez más bolos…».

El otro día leía que los miembros de Biznaga, otra banda de guitarras, después de Bremen No Existe, han empezado a dedicarse exclusivamente a la música. Y me parece una buena noticia, me alegra que se pueda vivir del rock en este país…
DIEGO «Lo celebro, porque además hemos escuchado Biznaga desde siempre. Parece coña, pero les hemos escuchando desde las demos, desde ‘Adalides de la nada’…».
MARTÍN «Eso de vivir del arte en España, y en muchos países de Europa, es muy complicado. Parece que solo está al alcance de los que venden muchas entradas, si le gustas a mucha peña. Ya no es un tema de las guitarras, creo que el arte en general es complicado en España».

¿Cuándo empezasteis a tener éxito tuvisteis en algún momento el síndrome del impostor, no entender por qué gustaba tanto vuestra música?
DIEGO «Si en algún momento me he preguntado algo parecido ha sido respecto a otras bandas. Veo a Kokoshca, que el otro día sacaron disco, y digo, ‘joder, ¿por qué a esta banda no se le presta más atención?’».

Ya, en vuestro caso, parece que todo fue rodado desde el primer momento. Quizá desde dentro seguramente lo veis diferente, porque solo vosotros sabéis los sacrificios que habéis tenido que hacer por la banda.
MARIO «Ha sido bastante meteórico y tuvimos muchas facilidades desde el principio, pero esto es como una ola muy grande que tienes que remar mucho para cogerla. Los primeros años fue un proceso de profesionalización forzada, de tener que aprenderlo todo y rápido, y meterle muchísima caña».

Volviendo al nuevo disco, os dejo escoger el adjetivo que mejor lo describe. ¿Variado, ecléctico, ambicioso? ¿Maduro?
DIEGO «¡Maduro no! (risas)«.
MARTÍN «¡El más coñazo! (risas)«.

Exploráis otros registros, probáis otras cosas. 
MARTÍN «Es que había un momento en el que entrábamos en el local y cuando te pones a tocar así a las bravas, evidentemente lo que nos sale es… Nos sale lo que nos sale, que es lo de tocar todos a la vez, todo el rato, muy punk rock».
DIEGO «Salieron un par de canciones que nos aburrían, y decidimos dar un giro, intencionado».



«Esta vez no hemos pensando tanto en qué banda somos como en qué pedía cada canción» MARTÍN VALLHONRAT

En este disco cantas mucho más que gritas.
DIEGO «Sí, esto al final viene también de escuchar a otros artistas, escuchar su forma de cantar y pensar que si estoy siempre en mi faceta más hooligan hay cosas que se pierden… Por eso me apetecía cantar más, aunque luego en directo ya veremos. Son cosas diferentes».

Madurez quizá no, pero os atrevisteis a rematar el disco de una manera muy solemne, con cuerdas. Por cierto, un final muy británico.
MARTÍN «Sí, como el ‘Bitter Sweet Symphony’ de The Verve (risas). Esta vez no hemos pensando tanto en qué banda somos como en qué pedía cada canción. Si le pegaba meter una melódica o unos violines… ¡Podemos hacerlo! Pues vamos a ello. En realidad, es un disco muy british«.

Hablemos del productor, Ali Chant. Es la primera vez que grabáis fuera de casa y con un productor extranjero.
MARTÍN «Teníamos claro que queríamos trabajar con alguien de fuera, también por cambiar de aires».
DIEGO «Si todas las bandas españolas grabamos aquí con las mismas personas al final es normal que, por lo general, todos sonemos igual».

¿Por qué Ali Chant y cómo fue la experiencia en el estudio?
MARTÍN «Ali hecho muchas cosas que nos gustan, pero llegamos a él sobre todo por su trabajo con Yard Act. Que no es que queramos hacer lo mismo que Yard Act, pero nos parecía muy interesante cómo ensambla los diferentes elementos en las canciones. También te digo que no hay ningún productor que pueda salvar tu disco si es mediocre, al final se trata de una conversación entre el productor y la banda».
MARIO «Grabamos en un estudio de la hostia, el estudio de Peter Gabriel, que está en Box, muy cerca de Bath y  Bristol. Y finiquitamos unas cosas en el estudio de Ali, que tiene un montón de cacharros guapísimos. En total, unos 21 días».

Para ir acabando, después de meter a 8.000 personas en el Wizink, ¿cuál sería vuestro próximo objetivo?
DIEGO «Hacer un Wizink con 16.000 personas (risas)«.

¿Lo veis posible con este disco?
MARTÍN «La respuesta de la gente está siendo muy positiva en general, y parece que está generando conversación. Veremos. Los conciertos serán el último test, que al final hacemos música para eso, para tocarla en directo».

LUIS BENAVIDES