2019 no es sólo el año en el que sucede la acción de una película tan icónica como Blade Runner. También debería ser la fecha en la que Catorce se asienten definitivamente como una de las bandas más en forma de nuestro país. Su nueva obra, Arcadia, es su peculiar visión de un futuro no tan lejano.

En la mitología griega, se conoce a Arcadia como una región del Peloponeso donde reinaba la paz y la felicidad. Un mundo imaginario idealizado por los poetas y artistas de la época que de una manera u otra se ha ido reflejando a lo largo de la historia a través del arte. Una de esas utopías bien podría ser Blade Runner. La cinta de Ridley Scott nos mostraba un futuro lleno de avances tecnológicos, pero que por desgracia no era tan bonito como aparentaba. Curiosamente, la película se desarrolla en 2019, justo el año que hace apenas unas semanas acabamos de iniciar. Por supuesto, obvia decir que nuestro presente no es que se asemeje al que Scott reflejó en su obra maestra, sino que es incluso aún más aterrador si cabe.

De un modo u otro, tampoco el futuro es lo que Catorce se debían de haber imaginado cuando echaron a andar allá por 2007. En su trayectoria (tanto por cuenta propia como en De La Cuna A La Tumba, la banda paralela que comparten con Kantz de Tenpel, Delobos y Habitar La Mar), han experimentado la cara más agridulce del mundo de la música. Esa que no aparece en las primeras planas de los grandes medios pero que todos los grupos conocen. Mucho esfuerzo y dedicación para un premio en ocasiones escaso e insuficiente. No en vano a punto estuvieron de arrojar la toalla tras la publicación de su segundo largo, Agua. Naufragio. Equilibrio. Pero su confirmación para el pasado Download Festival supuso toda una inyección de moral a la hora de afrontar la composición de su tercer álbum. 

Aunque el futuro brillaba en el horizonte, no todo iba a ser tan fácil. Tras meses de pre-producción junto a Juan Blas en Westline Studios y a pocas semanas de entrar a grabar con Carlos Santos en Sadman Studios, Jaime Ladrón de Guevara (voz, guitarra) y José Miguel Ocón (bajo) vieron como el batería Luis Manuel Terán abandonaba el barco. Tirando de la ayuda de Carlos Expósito (Leo Jiménez, Stravangzza) para completar la grabación, consiguieron finalizar Arcadia, un disco que musicalmente profundiza en el post hardcore mostrado en sus referencias previas, al tiempo que las letras se adentran en ese futuro no tan bonito que se nos quiere vender.

Como ya suele ser norma cada vez que hablamos con ellos, el combo sevillano (al que finalmente se ha incorporado Luis Ruiz como nuevo batería) se explayó sin reservas en la entrevista que leeréis a continuación, desgranando su recién estrenada obra con todo lujo de detalles. Y es que en su caso da tanto gusto ver la honestidad con la que se explican como escuchar sus canciones.

Recuerdo que en la anterior entrevista que hicimos en Madrid hace casi un año, hacíamos un poco de balance de lo que había sido el ciclo de Agua. Naufragio. Equilibrio., que ya estaba casi terminando. Me decíais que había sido una experiencia un tanto agridulce. Luego a posteriori habéis reconocido incluso que os planteabais el seguir adelante con el grupo. ¿En qué punto estabais por aquel entonces?
JAIME LADRÓN DE GUEVARA «Pues si mal no recuerdo aquél día tocamos en la sala Caracol junto a Tenpel y el sitio estaba a reventar. La verdad es que ha sido una etapa extraña, y por más que las cosas fueran a mejor, que lo fueron, lo cierto es que hasta que no la cerramos no nos libramos nunca de aquella sensación. Creo que por entonces estábamos en un punto de adaptación y de aprender un poco más lo que queríamos hacer como banda y lo que no. El planteamiento de si continuar, aunque parezca mentira, siguió ahí hasta casi un mes antes de entrar a grabar».
JOSÉ MIGUEL OCÓN «Fue una gran sensación volver a Madrid de nuevo con Tenpel y compartir una noche tan bonita con tanta gente que queremos a nuestro lado. Esas cosas son las que te llevas al final, más allá de estados de ánimo o sensaciones puntuales, las que hacen que merezcan la pena todos los demás estragos. La vida es complicada y el mundo de la música no lo es menos. Nunca sabes lo que te depara el futuro y tienes que aprovechar cada instante al máximo. No hay otra».

Justo poco después, llegó vuestra confirmación para actuar en el Download Festival. Imagino que supuso una inyección de moral y no sé si lo visteis un poco como una especie de premio por todo lo que habíais peleado. Parecía como si por fin alguien os estuviese haciendo un poquito de caso.
JAIME «Sin duda lo fue y como tal lo vivimos. Yo tuve hasta mi momento de fan y me hice algunas fotos con Thrice, que estaban cenando al lado nuestro. Todo era un poco surrealista (risas). Era casi como en una peli, terminar una etapa un tanto rara por todo lo alto. «Los buenos ganan» o algo así. Lo que pasa es que lo malo de las pelis es que nunca te suelen contar lo que pasa después del final feliz y lo cierto es que aquello fue un poco el punto de inflexión al que terminamos llegando unas semanas después».
JOSÉ MIGUEL «Por mi parte y siendo sincero, por lo duros que fueron esos meses y todo el proceso de composición de este disco, sin esa luz al final del túnel probablemente no hubiese podido continuar en Catorce. Estuve al límite en más de una ocasión, pero egoístamente pensaba que después de todo el tiempo y esfuerzo dedicado, de todo lo que dejas por el camino, no hubiera sido justo no llegar al menos hasta allí. Como bien dices, ese premio supuso mucho tanto por la actuación en sí como por las consecuencias posteriores que tuvo para nosotros».

Aún así, no sé si muchas bandas se obsesionan un poco con que les llamen de un festival grande como el Download o el Resurrection y lo ven como un objetivo a cumplir, cuando luego se olvidan de que la vuelta a la normalidad después del subidón va a seguir siendo igual que siempre. Vas a tener que continuar haciendo kilómetros en la furgoneta para tocar delante de muy poca gente.  Imagino que vosotros habéis sido plenamente conscientes de ello, sin entrar en desengaños.
JOSÉ MIGUEL «Es que simplemente la del Download o el Resurrection no es nuestra realidad. Lo valoramos como lo que es, un importantísimo hito en nuestra carrera, es un sueño hecho realidad para nosotros poder llegar a esos festivales y especialmente porque es gracias a la gente que ha creído en nosotros y nos ha dado una oportunidad. Sin dinero, ni agencias, ni padrinos de por medio, solo siendo honestos con lo que hacemos. Por eso creo que es tan importante valorar cada detalle de cada banda que te invita a compartir escenario con ellos, cada sala o agente que apuesta por nosotros, cada medio que nos hace un hueco en el día a día».
JAIME: «Totalmente de acuerdo. Aquél día me propuse no interactuar demasiado, aunque tampoco es que sea mi fuerte (risas), para darle importancia a lo que habíamos ido a hacer: tocar nuestras canciones. Solo al final me tomé un momento para recordar a la gente que muchas de las bandas nacionales más pequeñas estábamos teniendo con el festi un premio por toda la mierda que tragamos y que las escenas o lo que quiera que sea eso que tenemos por aquí, se hacen en las salas, pateándote kilómetros. Les instamos a montarse grupos o medios, lo que sea. Había como 400 benditas personas a las seis y media de la tarde viéndonos, pero eso nunca será lo normal. Nosotros nos bajamos de allí sabiendo que no iba a cambiar nada y que al día siguiente seguiríamos siendo esa banda de nombre raro y música aún más rara (risas)«.

Entrando en lo que ha sido la creación de Arcadia, me llamó la atención que decidieseis montar un equipo con Juan Blas como productor y Carlos Santos como encargado para grabarlo, cuando lo normal es que solo una persona realice esas mismas labores. ¿Cuál fue el papel de cada uno y por qué decidisteis organizarlo de esta manera?JAIME «La idea surgió un poco de las ganas de trabajar con alguien a quien admirásemos en el ámbito compositivo y cuyo trabajo fuese una influencia en el nuestro propio. Juan es amigo nuestro desde hace casi diez años y cuando le propusimos esto accedió encantado. Hicimos muchísimo trabajo previo a entrar en Sadman. Aunque tampoco es tan extraño, Toundra hicieron lo mismo. De hecho yo lo llamaba «hacer un Toundra» (risas). Con Juan hicimos mucho trabajo de materia gris y luego Carlos se encargó de darle forma a esos sonidos que teníamos en la cabeza».
JOSÉ MIGUEL «Además de lo mencionado por Jaime, la aportación de Juan fue muy importante tanto en los días que bajó a Sevilla para ir acotando lo que llamó nuestro «serranito prog rock” (risas), como posteriormente en Westline para montar con Pablo Ponz (guitarra de Caboverde –ndr.) por primera vez los temas, no sin darnos muchos cabezazos contra la pared antes. Sin todo aquello no habríamos llegado con las ideas tan claras a Sadman. Allí con los dos Carlos, Expósito por un lado y Santos por otro, fue todo muy fluido. Primero las baterías quedaron muy por encima de nuestras mejores expectativas y posteriormente, tanto bajo como guitarras y voces fueron encajando como si de un puzzle se tratase. Nosotros mismos estábamos un poco sorprendidos de lo bien y rápido que fue todo, porque estábamos acostumbrados a grabaciones exprés con De La Cuna A La Tumba pero grabar un disco así en cinco días nos parecía excepcional».

¿Cómo fueron las sesiones con Juan? ¿Hasta dónde le dejasteis meter mano en la composición?
JAIME «Tuvimos un primer encuentro en Sevilla, en nuestro local. Allí acortamos partes, alargamos otras, cambiamos algunas secciones, reestructuramos fills de batería… Luego, justo después del Download, como ha dicho José, nos fuimos unos días a Westline y allí ya con Pablo y Juan maquetamos todos los temas». JOSÉ MIGUEL «Además de lo que comenta Jaime, es importante mencionar que realmente seguimos dando vueltas a los temas entre los dos hasta pocos días antes de entrar a grabar. Gran parte de los teclados y algunos arreglos surgieron un par de semanas antes. No quisimos ponernos límites en este disco y pensamos que era el momento de arriesgar y experimentar todo lo que no hicimos en el pasado, dada la mayor libertad con la que nos vimos en esos momentos».

Foto: Víctor Hernández

Justo cuando todo parecía ir sobre ruedas y estabais a punto de entrar a grabar el nuevo álbum, se produjo la salida de Luisma.
JOSÉ MIGUEL «Pasaron muchas cosas entre nosotros en relativamente poco tiempo y todo afloraba durante el proceso de composición de las canciones. Si habitualmente somos exigentes, pasamos por un momento especialmente delicado en este sentido que tampoco facilitó las cosas. Salió Luisma como pudimos haber salido Jaime o yo, y no fue una decisión sencilla de adoptar. Pero una vez ocurrió solo teníamos dos opciones: parar indefinidamente y aclarar las ideas o tener el valor de intentar llevar al mejor puerto posible estas canciones que tanto nos costaron parir. Y aquí estamos, contentísimos con el resultado y nuestra situación actual con Luis».
JAIME «Básicamente, él se dio cuenta de que su momento con la música había pasado. No estaba disfrutando, quería llevar su vida por otro camino y así pasó. Fue duro, evidentemente, porque habíamos compartido muchas cosas juntos en los últimos años, tanto en De La Cuna A La Tumba, como en Astronomist y Catorce. Al final, fue la mejor solución, a pesar de que era un momento complicado».

Al final Carlos Expósito se hizo cargo de las baquetas en la grabación. ¿Cómo fue encontrar un nuevo batería a contrarreloj?
JAIME «En este sentido no quisimos pillarnos los dedos y justo al día siguiente de que Luisma nos comunicara su decisión, José y yo quedamos para hablar. Él ya ha comentado que incluso la idea de parar se mencionó, pero ninguno queríamos eso. En esa misma reunión decidimos hablar con Carlos para grabar el disco y llamar a Luis para ver si le interesaría ser nuestro nuevo batería. A los dos días Carlos había accedido y Luis ya se estaba preparando los temas para empezar a ensayar justo cuando volviésemos de grabar el disco. La verdad es que, quizá por eso no nos pesó tanto toda aquella situación, aunque evidentemente no fuese la ideal para un grupo que está a dos semanas de entrar a grabar un disco».
JOSÉ MIGUEL «Carlos es muy buen amigo mío desde que éramos pequeños. Vivíamos muy cerca en Algeciras y a él le debo gran parte de mi educación musical en aquellos años. Siempre ha estado muy en contacto con nosotros, incluso tocándose alguna versión en algún concierto o ayudándonos siempre que podía, de forma que era inevitable esa llamada que tanta ilusión nos hacía a todas las partes. Tuvimos la enorme suerte de poder disfrutar de un maestro así a las baquetas, a pesar de tener un verano muy ajetreado, y creo que el resultado habla por sí solo. Alucinamos viéndolo prepararse y grabar unos temas a la batería, que ya de por sí solas merecen que se escuche y se compre el disco».

Finalmente, Luis Ruíz ha sido el elegido para ocupar de manera oficiosa la batería.
JAIME «Luis es un viejo amigo. Su banda, Carving Colours, está formada por antiguos y muy buenos amigos nuestros. Lo conocíamos desde Atlas, siempre que podía venía a algún bolo, sabíamos que le molaba la banda y a nosotros nos molaba mucho su estilo tocando. Desde el primer ensayo vimos en él algo que llevábamos buscando desde el principio: alguien con la misma intención que nosotros. Nos ha costado doce años y siete baterías, pero creo que esta vez se han alineado los astros para todos (risas)«.
LUIS RUIZ «Somos viejos amigos. Conocí a Catorce prácticamente al mismo tiempo que comencé a tocar con Carving Colours, y desde entonces no les perdí nunca la pista. Y aunque todos estos años he estado tocando un estilo de música bastante distinto al de Catorce, siempre me ha encantado su música y en cuanto me dieron la oportunidad de formar parte del proyecto no lo dudé un segundo».
JOSÉ MIGUEL «Ya en su momento, antes de la entrada de Luisma, le tanteamos pero acababa de entrar en Neter y le resultaba imposible compatibilizarlo todo. Hasta el día de hoy, que como bien dice Jaime, parece que se han alineado los astros y la conexión en el poco tiempo que llevamos trabajando juntos es increíble. Estamos contentísimos de poder contar con él».

También en el disco se nota el toque de Luis López Pinto en algunos pasajes con los teclados. Es una novedad dentro del sonido de Catorce. Especialmente en ‘Conjura’ creo que hace un trabajo sensacional.
JAIME «Los teclados fueron algo de ultimísima hora, Luisma ya no estaba en la banda cuando los introdujimos. Un día estaba pensando en el concepto del disco mientras escuchaba la BSO de Blade Runner de Vangelis y dije: «joder, ¿por qué no?». En un par de días tenía todos los arreglos de teclado y una intro que finalmente sería ‘Autómata’, todo hecho con pocos recursos en casa. Se lo comenté a Luis y accedió encantado, así que el domingo de descanso en Sadman nos fuimos a su estudio, Dopplermedia, y entre frikeos y risas terminamos de sacar los arreglos. Desde luego fue una experiencia muy bonita que además nos explicara cosas con la perspectiva de un compositor de bandas sonoras».
JOSÉ MIGUEL «Otro gran amigo al que liamos para el disco risas). Desde que coincidimos con él en la gira que hicimos Caboverde y De La Cuna A La Tumba, no nos quitábamos de la cabeza la posibilidad de colaborar en algo juntos y de nuevo por suerte no solo era factible sino que el resultado fue altamente enriquecedor para nosotros. Le estamos muy agradecidos por todo lo que hizo».

A nivel de lo que supone en cuanto a evolución, veo que este disco está muy cercano a Agua. Naufragio. Equilibrio en el sentido de que la gran mayoría son canciones cortas y muy directas, pero también hay cosas nuevas como lo que comentábamos de los teclados de Luis o incluso algún deje que me ha recordado a De La Cuna A La Tumba.
JAIME «Bueno, creo que todo eso es inevitable. Y tampoco es que quisiéramos evitarlo (risas). Por la parte de Catorce, quisimos respetar el sonido que obtuvimos con Agua. Naufragio. Equilibrio. Coger eso y madurarlo. Por otro, éramos tres cuartas partes de De La Cuna A La Tumba, así que creo que no podíamos evitar esos dejes. Aún con todo, como culos inquietos que somos, desde el día uno quisimos ir un pasito más allá. Mi primera premisa para este disco fue que quería hacer un álbum complicado de tocar. No en plan Dream Theater, pero sí en riqueza de riffs. Agua. Naufragio. Equilibrio. era un disco más guitarrero. Arcadia es esa fórmula mezclada con riffs complejos… bueno, complejos para nosotros, quiero decir (risas). Hemos encontrado inspiración en bandas como Mutoid Man, The Mars Volta o proyectos de synthwave como Gunship, Timecop 1983 o FM-84, en escritores como Asimov, Huxley… Digamos que somos simplemente los Catorce de 2019 haciendo lo que siempre han hecho. No vamos a hacer lo mismo con 30 años que con 23, pero tampoco vamos a renegar de ello».
LUIS «Yo he de decir que la primera sensación que tuve al escuchar Arcadia fue que era mucho más cañero que Agua. Naufragio. Equilibrio. Justo después pensé: «Voy a sudar sangre sacándome estas líneas de batería». Y en efecto, sufrí bastante aprendiéndome los temas. Como bien dice Jaime, es un disco más complicado de tocar que los otros y eso se nota. En cuanto a las reminiscencias a De La Cuna A La Tumba, no noté muchos más dejes con este disco que con Agua. Naufragio. Equilibrio. Arcadia me parece un disco muy distinto a todos».
JOSÉ MIGUEL «Aunque fueron proyectos y momentos distintos esos a los que haces referencia, éramos las mismas personas y es inevitable que haya similitudes. Como bien dice Jaime, no tratamos de evitar nada. Apreciamos cada uno de esos pasos. Creo que tenemos la suficiente personalidad y confianza como para disfrutar de nuestra evolución y auto-exigencia. No solo por lo personal y porque escuchemos cosas distintas, sino porque creo que no podríamos aferrarnos a una misma fórmula por mucho tiempo».

Fpto: Víctor Hernández

En cuanto a las letras, veo que existe un concepto alrededor lleno de contrastes. Por un lado, tenemos el título, que hace referencia a Arcadia, que en la mitología griega era una especie de país idílico donde todo reinaba en armonía, y por otro la portada con ese enfrentamiento entre lo clásico y lo moderno, donde en este punto también encontramos claras referencias al futuro mediante los pasajes de Blade Runner que se encuentran en el álbum. ¿Qué es todo esto? ¿Qué es lo que queréis contar?
JAIME «Básicamente, Arcadia es nuestra preocupación con el uso que le estamos dando a las tecnologías. Es nuestro episodio de Black Mirror, si me apuras (risas). Digamos que es la historia de alguien que despierta de repente en nuestro tiempo y se da cuenta de que no está en el futuro luminoso y esperanzador que se nos prometía. No está en una Arcadia sino en algo que roza la distopía. Una utopía distópica u algo así. Ascensos de movimientos políticos basados en el odio, ciudadanos de primera y de segunda, nuevas formas de esclavismo… Todo ello enmascarado bajo ese progreso tecnológico. Durante todo el disco, esa persona busca «volver a dormir». Sufre viendo el mundo en que nos hemos convertido y su viaje se ve en la tríada que forman ‘Autómata’, ‘Conjura’ y ‘Una Ventana Atlántica’. Estamos en el futuro, tenemos a nuestra disposición las herramientas para llegar a ser mejores. Mejores como especie, como sociedad respetuosa con el prójimo y con otras especies, como habitantes de un planeta que nos está rogando que paremos de hacer las cosas mal. Pero pese a tener todo eso, seguimos siendo la misma especie salvaje e incivilizada que hemos sido durante toda nuestra historia. De ahí ese punto de encuentro pasado-futuro. Nuestra generación está en medio, flotando en una especie de limbo».

También noto que las letras tienen mucho de ese desengaño al que hacéis mención. En ‘Tannhäuser’ cantáis «todo lo que me enseñaron es todo lo que me han quitado». Suena como cómo si te hubiesen robado la inocencia.
JAIME «Realmente ‘Tannhäuser’ es un tema simple líricamente hablando. Yo quería hacer mi pequeño tributo a Blade Runner y quise escribir una canción sobre Roy Batty, el “villano” de la película. Y lo digo entre comillas porque en realidad, a mis ojos al menos, este personaje era sólo un esclavo que quería ser algo más y muere intentando ser ese algo más. La línea a la que te refieres habla sobre cómo todavía hoy, en el mundo futuro, se nos sigue inculcando cierta servidumbre. Servir a las ideas, al «tú eres esto», al encorsetamiento de que no puedes ser algo más que eso. Te enseñaron a ser algo y al enseñarte eso, te quitaron la oportunidad de ser algo más. Así que básicamente me doy el gusto de frikear con mi película favorita, pero además busco ese trasfondo en la servidumbre del mundo moderno.  Hay otros momentos del disco en que tributamos a la peli, como en ‘Noviembre, 2019’ o ‘Una Ventana Atlántica’, que basé en el personaje de Rachael. También hay momentos donde miramos a nuestro pasado como banda, mencionando cosas de discos anteriores, como nuestra canción ‘Marzo’ en ‘Vivos (Pasaporte A Viajes Imposibles)’ o las referencias a Agua. Naufragio. Equilibrio. en ‘Antípodas'».

Para acabar, por lo que he ido siguiendo desde fuera, me ha dado la impresión de que hacer este disco ha sido una montaña rusa a nivel emocional. ¿Diríais que al final Arcadia es de alguna manera un resumen de todo lo que habéis vivido en estos últimos años?
JAIME «Arcadia es el resultado de muchísimos estímulos. Hay momentos donde el mundo exterior se encuentra con el interior. Por ejemplo, hay una canción, ‘Myria’, que habla de la ansiedad, de todas las bestias que te acechan a día de hoy, con tanta exposición en las redes, y de cómo eso puede afectar a tu salud mental y física. El personaje que lo cuenta ha de mentalizarse de que nada de lo externo ha de atravesarle, que ha de crearse una especie de armadura que lo proteja. Es un tema que considero importante. Y así muchos más. Ya sé que va a sonar raro, pero siempre he creído que nuestras canciones son una especie de álbum de fotos emocional. Fotografías de los sentimientos que tuvimos en un momento de nuestras vidas. Han sido años raros y complejos, y para mí es un poco como el fin de una etapa».
JOSÉ MIGUEL «Esto pudo ser todo o nada, y aunque me parece muy acertada esa metáfora de la fotografía emocional, no creo que líricamente se haya volcado todo eso como tal en las letras. Jaime tiene mucho más mundo interior que eso (risas). Musicalmente es otra historia, de hecho es bastante probable que así sea. Pero lo que es seguro, es que nosotros sí lo asociaremos a esos recuerdos de manera permanente. Ahora solo deseamos seguir sumando buenos momentos a este disco que tan pronto compartiremos con todos vosotros».

GONZALO PUEBLA