El próximo 6 de julio Cock Sparrer encabezarán la segunda jornada del festival Mondra & Roll que se celebra en Arrasate. Charlamos con su vocalista Colin McFaull sobre su disco de despedida Hand On Heart y cuál ha sido su secreto para no haber tenido ni una sola pelea en sus más de 50 años de carrera.

Todo lo que empieza tiene un final. Y aunque Cock Sparrer todavía no están listos para colgar las botas, son conscientes que la línea de meta está más cerca. Quizá por eso, hace unos meses los británicos anunciaron que su nuevo disco de estudio Hand On Heart (Cherry Red) sería también el último. Si realmente lo fuera, el quinteto londinense lo habrá hecho con una nueva colección de canciones a la altura de lo que se espera de esta institución del oi!. Hacer el ridículo, ni en estudio ni en directo, no es una opción.

En abril publicasteis un nuevo disco Hand On Heart que anunciasteis como el último de vuestra carrera. ¿Estaba la decisión tomada cuando lo empezasteis a componer?
COLIN MCFAULL «No exactamente. Todo con este disco fue un poco distinto por el COVID. Empezamos a hacerlo a principios de 2020. Teníamos cinco o seis canciones y fuimos al estudio con la idea de acabar unas cuantas más en los meses siguientes. Pero con la pandemia, todo quedó parado y nos cambió la idea que teníamos. Seguimos componiendo, pero una vez pasada la pandemia seguíamos teniendo esas canciones grabadas que nos gustaban, pero no sabíamos muy bien qué hacer, si terminar un álbum, sacarlas como singles… Al final decidimos volver al estudio y grabar todo lo que teníamos. Acabamos con 16 temas en total. Nos sentamos, las escuchamos y vimos claramente que podíamos sacar un disco realmente bueno. Dijimos que sería el último porque realmente no nos vemos volviendo a pasar por todo el proceso de hacer un disco, de componer, grabar, mezclar, hacer promo… Ya hemos tenido suficiente (risas). Si en el futuro nos sale, algún tema chulo, lo grabaremos y sacaremos, pero no haremos un disco entero».

¿Sientes que habéis dicho todo lo que teníais que decir?
«En parte sí. Seguimos estando cabreados y tenemos los mismos principios, pero nos hemos relajado un poco (risas)«.

¿Te cabrean las mismas cosas ahora que hace 50, 40 años? ¿Escribes desde otra perspectiva ahora?
«Creo que veo las cosas de la misma manera, sigo pensando igual que entonces sobre todas las injusticias que vemos. Lo que quizá ha cambiado es que ahora lo veo desde la perspectiva de nuestros hijos o de nuestros nietos. Así que no solo hablamos de lo que deberíamos hacer por cambiar las cosas, pero también de lo que deberían hacer las nuevas generaciones. Pero sí, lo que me cabreaba con 19 años, me sigue cabreando ahora. Las cosas no han cambiado a nivel global o político. Deberíamos ser capaces, pero al final los individuos somos los culpables de que no ocurra».

Aunque tienes 68 años, apuesto a que por dentro te sigues sintiendo joven. Al menos el disco suena con ese espíritu.
«Muchas gracias, pero cuando empieza el día, no te creas, me siento como si tuviera 78 (risas). Al cabo de un par de horas, la cosa mejora (risas). Pero en cuanto al disco, entiendo lo que quieres decir. Lo bueno es que nadie nos obliga a hacerlo ni nos presiona, ni un sello, ni un mánager, lo hacemos todo como queremos. Si el disco no reflejara lo que es Cock Sparrer, simplemente no lo habríamos sacado. Mucha gente nos está diciendo que es un buen añadido a la historia de Cock Sparrer, así que creo que acertamos».

¿Crees que a lo largo de esa historia Cock Sparrer ha tenido un impacto real o simplemente habéis puesto la banda sonora?
«Creo que si eres honesto y te mantienes fiel a tus creencias y estas bien informado, que la gente vea que no te has desviado de ese camino puede ser inspirador. Creo que hemos tenido nuestra influencia. No hemos cambiado el mundo, pero mucha gente aprecia que somos lo que se ve. Eso tiene un valor. Nunca hemos fingido ser algo que no éramos o hablar de asuntos que desconocíamos. Hay demasiado gente opinando sin tener ni idea de lo que habla».

¿Sigues atento a lo que se cuece en la escena punk?
«Lo intento. Conozco a The Chisel o The Meffs, me gusta saber qué se está haciendo. Tengo gustos bastante eclécticos. Sigo escuchando bastante glam de cuando era joven, Sweet, Slade, David Bowie…».

¿Hay algún grupo que veas como los herederos de Cock Sparrer?
«Bueno, mi hijo Tom tiene una banda, Bar Stool Preachers, y está esperando a que me retire para coger mi sitio (risas). La verdad es que no sabría decirte si existe una banda que considere como nuestro herederos. Hay muchos grupos que han hecho versiones nuestras como Rancid o Dropkick Murphys que ayudaron a que nuestras canciones llegaran a la gente joven en los años en los que estuvimos inactivos».

Aunque sois una institución dentro del punk y el oi!, no habéis llegado al nivel de popularidad de unos Sex Pistols o unos The Clash. ¿Hay una parte de ti que desearía ese reconocimiento universal?
«La verdad es que nos da igual. Siempre hemos disco que primero somos amigos, y luego está la banda. Nos conocemos desde los 11 años. Daryl (Smith, guitarra) es el miembro más nuevo y ya lleva 32 años con nosotros. A veces se te presentan oportunidades en el camino y tienes que tomar decisiones que te lleven a una cosa u a otra. La realidad es que nunca nos hemos arrepentido de las que hemos tomado. Quizá hubiéramos tenido una carrera distinta, pero estamos felices de dónde estamos. Nunca hemos querido perder el control de Cock Sparrer».

De hecho, me parece muy acertada la estrategia que tomasteis hace años de dosificar vuestros directos. Hace que cada vez que tocáis, sea algo especial.
«No fue una estrategia realmente. Llegó un momento en que nos pedían tocar en todas partes y vimos que no era la mejor opción. Nos gusta trabajar con gente que conocemos, en la que podemos confiar, que sabemos de dónde vienen. Hemos creado una red en Reino Unido, Europa y Estados Unidos que realmente son amigos. Nuestro promotor en España, David de HFMN, por ejemplo, es alguien en quien confiamos, y sabemos que no nos va a quemar haciéndonos tocar sin parar para ganar dinero. Nos dejamos aconsejar en cada país. Queremos que todo el mundo siga ganando y como dices, si tocas menos, es más especial. En nuestros conciertos viene gente de nuestra edad, que estaba ahí en los inicios, y gente joven que viene porque su banda favorita dice estar influenciada por Cock Sparrer. También vienen muchas más mujeres, lo cual es fantástico. No quiero presumir, pero creo que nuestros conciertos son un espacio seguro para todo el mundo. Mientras la gente quiera vernos y cantar, seguiremos tocando».

¿Hasta cuándo os veis tocando?
«Nunca lo hemos hablado, pero cuando llegue el momento de dejarlo lo sabremos. Hay demasiadas bandas de nuestra generación que ves que nos disfrutan tocando. Luego te enteras que el guitarrista no se habla con el guitarrista, y solo se ven en el escenario. Hace muchos años nos prometimos que no llegaríamos a eso. En nuestro grupo todos tenemos poder de veto. Si alguien no quiere hacer algo, los demás lo aceptamos y no lo hacemos. No vas a obligar a un amigo a hacer algo que no quiera, no tiene sentido. Este año hemos hecho 20 bolos, y para el año que viene solo hemos cerrado dos. Ya veremos… lo importante es la salud. El caso es que nos seguimos divirtiendo. Hace un par de semanas tocamos en un festival y estaba lloviendo a cántaros, pero Daryl y yo nos miramos mientras estábamos tocando y nos pusimos a reír. Momentos así hace que todavía merezca la pena. Somos afortunados».

Es un milagro que todavía estéis los cuatro miembros originales.
«Lo es. La verdad es que nunca hemos tenido una discusión en la que se dijera una palabra más alta que otra. Nunca nos hemos peleado. Nunca estamos de acuerdo en nada, discutimos por todo, desde donde sentarnos en el autobús o la hora que hay que salir (risas), pero nunca nos perdemos el respeto. Es lo que te estaba diciendo, siempre que alguien ha dicho que no sentía cómodo con algo y exponía sus motivos, los demás lo hemos aceptado. Creo que esa ha sido la clave. No hay egos en Cock Sparrer».

JORDI MEYA