El próximo sábado, 9 de abril, Cock Sparrer llegarán a Wizink Center de Madrid para el que podría ser el concierto más multitudinario de su carrera. Acompañados de Anti-Nowhere League, Tropa Do Carallo y The Casualties, entre otros, los ingleses celebrarán su 50 aniversario por todo lo alto.

¿Te imaginas convertirte en el guitarrista de tu grupo favorito? Pues eso es lo que le ocurrió a Daryl Smith cuando Cock Sparrer le pidieron que se les uniese para ofrecer algunos conciertos de reunión en 1992. Treinta años años después, Smith sigue siendo, como dice él jocosamente, «el bebé del grupo», pero se ha convertido de facto en quien organiza el día a día de una banda tradicionalmente caótica y también en su portavoz.

Aunque fue en los 70 y primeros 80 cuando Colin McFaull (voz), Mike Beaufoy (guitarra), Steve Burgess (bajo) y Steve Bruce (batería) sentaron los cimientos sobre los que cientos de bandas de Oi! y street punk se inspirarían, realmente no fue hasta su vuelta que se les recoció como se merecían. Quizá por ello, aunque ya han pasado la edad de jubilación, la banda quiere aprovechar el tirón que todavía tienen y esporádicamente salen a la carretera para celebrar con las viejas y las nuevas generaciones todos los himnos que crearon.

Unas semanas antes de su esperado concierto en Madrid, contactamos por Zoom con Daryl Smith para averiguar cuánta gasolina les queda todavía.

Veo en el fondo que tienes un montón de vinilos. ¿Eres un gran coleccionista?
DARYL SMITH «Ahora ya no tanto, pero sí cuando era joven. Solo me considero coleccionista de unas pocas bandas, de las que intento tenerlo todo. Una es Heavy Metal Kids, que no son muy conocidos, pero fueron una banda importante en el pre-punk. Solo hicieron tres discos, pero tengo como 15 copias de cada uno, la edición japonesa, la alemana… También colecciono cosas del principio de 2 Tone, Madness, The Specials… Y curiosamente también soy coleccionista de Cock Sparrer, que es más difícil de lo que podrías pensar, aunque sea miembro del grupo (risas). Muchos de los singles de los 70 que salieron en España y Portugal son caros y difíciles de encontrar. Intento tener dos copias de todo lo que sacaron. Y también intento conseguir pósters, flyers… Pero la verdad es que ahora ser coleccionista no es tan divertido. Antes podías ir a ferias y conseguir cosas raras por dos libras, pero ahora todo el mundo sabe el valor de las cosas gracias a Discogs, así que ya no encuentras gangas».

¿Sabes cuántos discos editados existen de Cock Sparrer?
«Pues no lo sé. Mi intención este año, que se cumple el 50 aniversario del grupo es hacer un libro con todo el material que tengo. Desde recortes de prensa de los 70, flyers, pósters… Llevo trabajando en ello casi tres años. He estado comprando las revistas originales, Melody Makers, Sounds… para poder reproducir los textos en buena calidad. Y lo mismo con discos y singles. A mucha gente le dan igual estas cosas, pero por ejemplo, de Running Riot hay una edición que tiene un pequeño fallo en la carpeta, y quiero tener fotos de todas esas cosas. Todavía no he hecho el recuento final, pero espero tenerlo terminado a final de este año».

¿Como recibió la prensa británica a Cock Sparrer cuando salieron? ¿Tenían buenas críticas?
«No, no. Cock Sparrer ha tenido una carrera a la inversa. Tenemos mucho más respeto de la crítica, vendemos más entradas, más discos, más camisetas ahora que no cuando empezaron. Al principio el grupo no tuvo éxito. Las bandas punk como Sex Pistols o The Clash surgieron de las escuelas de Bellas Artes, del Oeste de Londres, en cambio Cock Sparrer venían del Este. Venían del pub, del fútbol… Eran tipos de jóvenes distintos, y no encajaban. No eran suficientemente cool para la prensa, eran hooligans. Escribían sobre ellos, pero algunas críticas eran realmente duras. Pero bueno, 50 años después, los otros grupos no existen, y Cock Sparrer siguen aquí. Mucha gente me pregunta cuál es el secreto de haber durado tanto, y el motivo es que eran cuatro chavales que iban juntos a la escuela y eran amigos. Los Sex Pistols, aparte del guitarra y el batería, el resto se odiaban, porque les juntaron a la fuerza. No eran amigos. Si Cock Sparrer dejaran de tocar, nos seguiríamos viendo porque nuestras mujeres son amigas, nuestros hijos son amigos, somos una familia. Es fácil seguir adelante porque la amistad está por encima de la música».

Tú entraste en la banda en 1992. ¿Te fue difícil encontrar tu sitio en un círculo tan establecido?
«Es cierto que somos un círculo muy cerrado, pero cuando te ganas nuestra confianza es para siempre. Somos muy fieles a la gente con la que trabajamos, sellos, promotores… Nos da igual si no son los más grandes, son los nuestros. En mi caso fue muy, muy extraño, porque tenía la sensación que los conocía de siempre. No me sentí para nada intimidado. Tenemos un sentido del humor parecido, así que encajamos muy bien. También me ayudó ser el único que me sabía todas sus canciones porque era fan del grupo. Ellos llevaban muchos años sin tocar, y se habían olvidado de cómo tocarlas, así que les fui útil (risas)«.

¿Cómo descubriste la música de Cock Sparrer?
«Empecé a escuchar punk cuando tenía 11, 12 años. Antes había descubierto el 2 Tone ska, porque era lo que todo el mundo lo escuchaba en la escuela, y de ahí pasé a The Jam, The Clash y los Sex Pistols. Descubría música yendo a las tiendas de discos con el dinero que me daba mi madre. Me compré un recopilatorio de Oi! y salían Cock Sparrer. Me alucinaron porque eran cañeros, pero podías cantarlo. Muchos otros grupos Oi!, eran solamente agresivos, pero ellos tenían melodía. Eran mejores del resto. Lo curioso es que más tarde con mi banda de punk tocábamos en locales de Londres, y uno día nos enteramos que uno de ellos era del batería de Cock Sparrer, que por entonces ya llevaban tiempo sin tocar. Y cada vez que le veíamos, le preguntábamos ‘¿Cuándo vais a reunir el grupo?’ y siempre nos decía que nunca ocurriría. Pero supongo que al cabo de un tiempo, empezó a ver que había un interés real por ver a la banda, y finalmente decidieron hacerlo. Cuando me pidieron ser su guitarrista extra, no lo dudé. Pero lo más loco es que tiempo después, hablando con mi padre, me enteré que él había sido quien los había fichado para Decca Records en los 70. ¡Una locura! Cuando se lo dije a la banda, no se lo podían creer».

¿Existen planes para grabar un disco nuevo?
«Bueno, para una banda que lleva 50 años, tenemos pocos discos, solo 6. A principios de 2020, antes de la pandemia, grabamos cinco temas. Dos han salido en recopilatorios, pero tenemos tres que nadie ha escuchado. Tenemos más canciones escritas, pero no grabadas. Si sale una mierda, no la publicaremos, porque tenemos que mantener el listón, pero si nos gusta, quizá saquemos un disco o un EP. En septiembre tenemos dos conciertos en el Roundhouse de Camdem, así que sería un buen momento para sacar algo. El problema es que fabricar vinilo se ha convertido en una pesadilla, así que ya veremos si llegamos a tiempo. Si lo hiciéramos por el dinero, podríamos sacar un disco cada año. En los 90 la banda grabó algunos discos malos. Tenían buenas canciones, pero se gastaron todo el dinero bebiendo en el pub, en lugar que en la grabación. Creo que Forever es el primer disco que realmente suena como queríamos. El problema con el punk es que las bandas americanas graban de cojones. Te gusten o no, suenan de miedo. Así que tienes que estar a la altura, pero cuesta dinero, claro».

También os dosificáis mucho en directo.
«Para Cock Sparrer cada concierto tiene que ser una fiesta. Realmente no hacemos giras. Nuestras voces no aguantarían más de cuatro días. Y la gente que viniera el quinto día, merece un concierto igual de bueno, que la que viene el primero. Además hace que cojamos cada concierto con muchas ganas».

El de Madrid promete ser una gran fiesta.
«Sí. El último concierto que dimos antes de la pandemia fue en Madrid, en febrero de 2020, y este será nuestro primer concierto fuera de Reino Unido después de la pandemia. También será el primero en el año de nuestro 50 aniversario. El reto que tenemos es que sea el concierto, fuera de festivales, más multitudinario de nuestra historia. Creo que tenemos el récord en 4.000 personas, así que sería histórico poderlo superar. Creo que la gente necesita volver a ir a conciertos después de dos años sin poder hacerlo».

¿Crees que llegaremos a ver una gira de 60 aniversario como la de los Rolling Stones?
«(Risas) Puede que solo quede yo, porque en diez años estarán casi en los 80. No nos pagan tanto como a los Rolling Stones, así que lo veo complicado. Pero mientras tengamos salud y ganas, y siga habiendo gente que quiera vernos, seguiremos. Quizá acabemos haciendo solo uno o dos conciertos al año, en comparación a los 12 o 15 que hacemos ahora. Lo hacemos para divertirnos. Realmente seguiremos hasta que podamos».

JORDI MEYA