Como si de un tsunami imparable se tratara, Crossfaith llegan por primera vez a nuestro país encabezando su propia gira. Con la mirada ya puesta en su próximo trabajo, los japoneses llegan dispuestos a conquistar un nuevo territorio.
Si tú mismo viste a Crossfaith a su paso por el Download Festival de Madrid en 2018, seguro que te sorprendieron. Si no, es posible que te lo hayan contado. El quinteto de Osaka ofreció una de esas actuaciones que pueden suponer un antes y un después para la carrera de un grupo en su primera visita a un nuevo país. La energía desbordante que mostraron elevó unas canciones que mezclan metal, electrónica y sonidos industriales a otro nivel. Ésa ha sido su estrategia desde que publicaran su debut The Artificial Theory For The Dramatic Beauty en 2009 y tuvieran la oportunidad de salir fuera de su país para girar con grupos como Of Mice & Men, Bring Me The Horizon o Enter Shikari. Quizá por eso el grupo formado por Kenta Koie (voz), Kazuki Takemura (guitarra), Terufumi Tamano (teclados, programación), Hiroki Ikegawa (bajo) y Tatsuya Amano (batería) es ahora uno de los principales embajadores de la escena metal nipona y ha adelantado a otros combos como Coldrain o Dir En Grey.
Pese a que su último trabajo, Ex Machina, ya va camino de los dos años, Crossfaith llegarán el 7 de febrero a Madrid (Caracol) y el 8 a Barcelona (Razzmatazz 2) con los deberes hechos en forma de un nuevo EP que publicarán en primavera. Aunque poco importa, porque lo que cuenta es lo que ocurre cada vez que se suben a un escenario. “Si algo tenemos claro es que cualquiera que nos ve en directo, se acaba convirtiendo en fan nuestro”, nos decía Kenta a mediados de enero. Más vale creerle..
Éstos van a ser vuestros primeros conciertos como cabezas de cartel en España. ¿Qué expectativas tenéis?
KENTA KOIE “Lo pasamos genial en el Download Festival, en Madrid, así que teníamos muchas ganas de poder volver a España. Estamos súper contentos y ansiosos por tocar para todos vosotros”.
¿Cómo os tomáis este Synchronicity Tour? ¿Lo consideráis como parte del ciclo Ex Machina o como el principio de algo nuevo?
“Para nosotros es el principio de una nueva era. Acabamos de terminar algo nuevo para que salga en 2020. Creo que os podremos enseñar un nuevo tema en los conciertos”.
De hecho, tengo entendido que en los próximos meses vais a sacar un nuevo EP.
“Sí, para mí es como cuando publicamos el EP Zion. Estamos súper emocionados y nuestra motivación es más fuerte que nunca. Hay un tema con un invitado especial que todavía no puedo desvelar. Pero ya verás cómo vamos a subir el nivel. Tenemos otras canciones que no van a entrar en el EP, pero todavía no hemos decidido qué haremos con ellas”.
Vuestros conciertos son muy energéticos y os movéis un montón por el escenario. ¿Perdéis mucho peso después de cada actuación? ¿Habéis sufrido algún accidente mientras tocabais?
“No, no (risas). Una vez sufrí una descarga eléctrica por el micro cuando tocamos en Bangkok, Tailandia, pero aunque me asusté un poco, tampoco fue muy fuerte y pudimos terminar el concierto hasta el final. Ahora uso uno inalámbrico, así que ya no tengo miedo (risas)”.
Aunque en vuestra música confluyen varios estilos, el metal es la base de todo, ¿no?
“El metal fue nuestra mayor influencia, pero crecimos con muchos estilos distintos como el hardcore, la electrónica… por eso nuestra música es tan especial, creo. La mayoría de lo que aprendí del metal no tenía que ver con cosas técnicas, sino con expresar mis emociones desde dentro. Para mí eso es el metal”.
Lleváis más de diez años con el grupo. ¿Cómo fueron los inicios?
“Empezamos haciendo versiones de Slipknot, As I Lay Dying y Atreyu, y fue luego cuando empezamos a escribir material propio. Hicimos cientos de shows en pequeñas salas de distintas ciudades. No fue fácil. El metal no es tan popular como en otros países de occidente. Tuvimos que tocar con grupos muy distintos, desde pop punk, hip hop o hardcore, pero en realidad no me importaba, siempre me ha gustado la variedad. Quizá en el fondo sea un punto a favor de nuestro país. En 2009 nos ofrecieron tocar en un festival de metal llamado Loud Park. Fue nuestro primer concierto en un festival y la primera gran oportunidad que tuvimos en esos años”.
¿Fue un punto de inflexión?
“Sí, porque nos dimos a conocer a mucha gente nueva, y luego firmamos por una empresa de management. Fue justo después de sacar nuestro primer disco. Luego, hicimos una gira por el Reino Unido con Of Mice & Men. Todavía recuerdo muchas cosas de esa gira. 17 días, 17 conciertos, 17 fiestas. Siguen siendo nuestros mejores amigos. Desde entonces nuestra actividad internacional no ha parado”.
¿Era salir fuera vuestro principal objetivo?
“Sí, cuando empezamos para mí lo principal era poder tocar fuera de Japón. De todas maneras, ahí no acaba todo. Nuestro objetivo es llega a ser el cabeza de cartel de un festival como Download. Eso es lo que queremos”.
¿Cuáles fueron las mayores barreras culturales que os chocaron cuando salisteis de Japón?
“Sabía que la barrera lingüística iba a ser muy fuerte, y lo fue, pero a partir de la gira en el Reino Unido fuimos mejorando. La verdad es que nunca he notado ningún tipo de racismo por parte de nadie. A veces ves algún tipo raro en algún concierto, pero la mayoría de la gente es muy amable y nos muestra mucho respeto. La verdad es que ir de gira me hace muy feliz”.
¿Quién es el más fiestero del grupo? ¿Qué es lo más loco que os ha pasado?
“Hiro es el que más bebe, sin duda (risas). La mayor locura fue en Tailandia. Alguien incendió una pelota y se pusieron a jugar a fútbol con una bola en llamas en medio del concierto. No dábamos crédito (risas)”.
¿Y cuál es el grupo que hayas visto en directo que más te ha inspirado?
“Normalmente no me preocupo por la técnica, sino por la emoción. Cuando vi a Slipknot por primera vez estaba agotado, pero cuando salieron al escenario, no podía quedarme parado y acabé en el mosh pit. Para mí ésa es la verdad de la música”.
DAVID GARCELL