Es difícil predecir el futuro, pero si de algo podemos estar seguros es que Infinite Granite, el nuevo disco que Deafheaven publicarán el próximo 20 de agosto, no va a dejar a nadie indiferente. ¿Nos apostamos algo?

Sin intención de fastidiarle a nadie la sorpresa que supone catar por primera vez las nueve canciones que contiene Infinite Granite (Sargent House), si habéis escuchado los dos adelantos que han lanzado hasta ahora -‘Great Mass Of Color’ y ‘The Gnashing’- sólo puedo deciros que vuestros temores, o expectativas, son ciertas. Deafheaven han dejado atrás (al menos en un 99%) todos los elementos que habían tomado del black metal y se han adentrado en el mundo del ¿dream pop?

Donde antes había blast beats, riffs, y voces gritada, ahora encontramos sintetizadores, mucha melodía, y voces limpias (para escuchar gritar al vocalista George Clarke prácticamente tendrás que esperar al final del disco). Desde luego es un cambio radical y sorprendente, aunque si alguna banda de metal podía hacerlo era Deafheaven.

Los californianos llevan una década integrando influencias del post rock y el shoegaze en su música, y Infinite Granite no deja ser una expansión de aspectos que ya habían mostrado, pero presentadas en el formato de canciones pop, bien adornadas por la producción de Justin Meldal-Johnsen, un tipo que ha trabajado con M83, Paramore o Beck. Aun así, los solos de guitarra de Kerry McCoy siguen siendo reconocibles, y el poderío del batería Daniel Tracy sigue muy presente, como si en el interior de este envoltorio más amable, todavía latiese el corazón de la bestia.

Hace unos días teníamos la oportunidad de charlar con su cantante sobre el nuevo rumbo que ha tomado Deafheaven.

Me han dicho que estás en Londres. ¿Estás haciendo promoción o de vacaciones?
GEORGE CLARKE «Estoy trabajando en un proyecto nuevo con un amigo, y aprovechando para hacer algunas entrevistas».

Supongo que es el primer viaje fuera de Estados Unidos que has hecho desde que empezara la pandemia.
«La verdad es que estuve viviendo en Nueva Zelanda desde enero hasta mayo. Pero sí, podríamos decir que éste es el primer viaje de trabajo que he hecho. Lo estoy pasando muy bien».

Me imagino que cada entrevista que estás haciendo gira alrededor de lo distinto que suena vuestro nuevo disco, pero ¿fue el proceso de crearlo también muy distinto o simplemente es que el resultado lo fue?
«No, no. Hubo un cambio en el proceso creativo, pero tampoco hicimos nada inusual. Creo que el factor principal es que pudimos dedicarle más tiempo del habitual. No teníamos compromisos externos por la pandemia y pudimos centrarnos mucho más en el disco. Es eso, estuvimos más concentrados. Pero para mí, tampoco es que el disco sea tan distinto a lo que hacíamos Deafheaven, sino que decidimos expandir más una faceta que ya existía».

En diciembre del año pasado publicasteis el disco 10 Years Gone, con nuevas grabaciones de temas antiguos y teníais prevista una gira de aniversario. ¿Formaba parte de un plan para cerrar una etapa y empezar una nueva con Infinite Granite sin ataduras al pasado?
«En cierta manera sí, pero en ningún momento queríamos renegar o abandonar ese pasado. Pero sí creo que ser capaces de grabar 10 Years Gone supuso una reafirmación respecto al material nuevo. Fue como darnos cuenta de lo que hemos sido capaces de evolucionar en estos diez años, y eso nos dio la confianza para afrontar este cambio totalmente convencidos».

¿Quién propuso hacer este cambio o es algo que todos queríais?
«Fue una decisión colectiva. Cuando hicimos las dos primeras canciones vimos que iban más en una nueva dirección que en una dirección metálica. Tuvimos un par de charlas, y nadie se sentía incómodo, sino que al contrario, todo el mundo se sentía estimulado. Así que decidimos ir hasta el fondo».

¿Habías intentado cantar sin gritar antes?
«En el disco anterior, Ordinary Corrupt Human Love, canté un poco, pero era más una manera de experimentar, para ver si era una posibilidad. Pero esta vez fue la primera que lo intenté de verdad. Desde luego nunca me había lanzado a ello».

¿Y te resultó natural o te costó?
«Tuve que trabajar mucho, mucho. Creo que entre la música que he escuchado a lo largo de mi vida, algo de teatro que había hecho de joven, y algo de mi habilidad natural, veía que podía hacerlo, pero en general fue una cuestión de ponerle horas. Y ya no por cantar en sí, sino por escribir melodías, hacer letras que encajaran con éstas… Sí, necesité un tiempo para sentir la confianza de poder tirarlo adelante. Mi objetivo es que no sonará forzado, sino que pareciera que llevaba haciéndolo desde siempre».

Cuando un grupo da un cambio así de radical en un disco, el referente que tiene mucha gente suele ser Kid A de Radiohead. ¿Pero hay alguna banda de metal que tuvierais como modelo a la hora de afrontar este cambio?
«No creo que hubiera un modelo concreto en cuanto a metal, pero lo que han hecho amigos y colegas nuestros como Baroness o The Dillinger Escape Plan fue alentador. Ver como John (Baizley) o Greg (Puciato) han redefinido su manera de cantar ha sido muy interesante. Y también en su momento lo que hicieron AFI o Cave In, y el legado que dejaron es muy interesante. Cada banda es distinta, pero creo que el punto común es que son músicos que siguen queriendo hacer cosas que les motiven, y buscar nuevas vías dentro de sus propios proyectos. Y para mí, independientemente del resultado, eso siempre merece la pena».

Es curioso que menciones a AFI porque algunas melodías me recuerdan a algunas de las que hace Davey Havok en sus canciones más ochenteras.
«Siento mucho respeto por ellos, pero Davey nunca fue una influencia para mí. Pero no eres el primero que me comenta la similitud. Para mí resulta interesante escuchar lo que dice la gente que ha oído el disco. Pero seguro que con Davey compartimos muchos influencias, así que tiene sentido. Y nosotros crecimos escuchando a AFI porque somos del Norte de California, así que seguro que hay mucha ósmosis de la que ni siquiera soy consciente».

Por lo visto, el productor Justin Meldal-Johnsen era fan del grupo. ¿Era consciente del cambio que ibais a hacer o se sintió decepcionado por no poder grabar un disco de metal con vosotros?
«No creo que se sintiera decepcionado, pero desde luego esperaba grabar un disco convencional de Deafheaven. Pero tuvimos largas charlas con él y rápidamente le interesó el cambio que que queríamos dar. Sabía que iba a ser un desafío y que íbamos a necesitar tiempo. Pero estuvo desde el principio para guiarnos en todo el proceso».

Foto: George Clarke

«Hacer este disco no tenía nada que ver con que
nos sintiéramos limitados por el metal, sino que es
simplementelo que nos apetecía hacer»
GEORGE CLARKE

Aunque todo el disco sigue esa línea muy melódica, en el último tema ‘Mombasa’ sí hay una parte metal. ¿Es una manera de decirle a vuestros fans que todavía tenéis eso en vosotros y que quizá en el futuro volváis a ello?
«No, no, es simplemente que en esa canción tenía sentido hacerlo. Todo lo que son blast beats y cosas así pueden entrar en los temas si tienen sentido. Pero en las canciones que habíamos escrito para este disco no tenían su sitio. Ésa la pusimos precisamente al final porque es como si todo el disco te fuera dirigiendo a ese momento. Queríamos terminar el disco con un punto álgido, y que fuera muy distinto al principio, que es muy tranquilo. Me gustaba esa idea de ir construyendo ese momentum«.

¿Por qué crees que la mayoría de las bandas de metal, desde Mastodon a Gojira,  aunque hayan empezado siendo muy extremas, cuando quieren evolucionar siempre lo hacen tirando hacia la melodía? ¿Es la única manera?
«No, no lo creo. Aunque cuando evolucionas hacia el otro lado, siendo más ruidosos y agresivos, quizá las herramientas sean más limitadas. Creo que están ocurriendo cosas muy interesantes en el mundo del noise, con gente construyendo nuevos aparatos. Y eso me atrae también, no querría despreciarlo de ningún modo. Pero posiblemente el motivo de lo que dices sea que muchos músicos crecimos escuchando música melódica, y quizá cuando llegamos a cierta edad volvemos a nuestras primeras influencias y reconectamos con los primeros discos de los que nos enamoramos. Desde luego es mi caso. Cada vez escucho menos discos nuevos, y en cambio he recuperado muchos discos de mi adolescencia».

Lo curioso es que la idea general sigue siendo que el metal es algo cerrado y conservador, pero difícilmente verás a un artista pop haciendo un disco de grindcore, por ejemplo.
«Creo que decir que el metal es cerrado es ser muy corto de miras. Hay un montón de bandas extremas haciendo cosas innovadoras. Pero hacer este disco no tenía nada que ver con que nos sintiéramos limitados por el metal, sino que es simplemente lo que nos apetecía hacer. Como te decía, quizá es una manera de canalizar la música con la que crecimos en lugar de intentar de buscar nuevas formas para ser más extremos».

Tus letras siempre han tenido un toque poético, pero eran difíciles de ser entendidas por la manera como las gritabas. ¿Crees que ahora se va a apreciar mucho más tu faceta de letrista?
«Te agradezco el cumplido (risas). Desde luego cantando así, espero que la gente conecte mucho más con las letras. Si esta claridad es lo que lo permite, será genial. Las letras significan mucho para mí y para la banda. Creo que las letras siguen siendo bastante abstractas, pero hay más rimas, y son más concisas. Les he quitado todo lo que no era necesario».

Tengo entendido que la portada está inspirada en tus problemas de insomnio.
«Muchas de las letras las escribí de madrugada, cuando la luz es azul, así que tenía esa idea del color azul para este disco, sí».

¿Siempre has padecido insomnio?
«Siempre he tenido problemas, pero cuando llegó la pandemia, y no podíamos salir de casa, ni gastar energía, el problema se acrecentó. Por suerte, ahora estoy mejor».

La próxima vez que os vaya a ver en directo, ¿qué me voy a encontrar?
«Creo que molará mucho. Creo que el nuevo material ayudará a darle mucho dinamismo a los conciertos. Vamos a tener atmósferas mucho más interesantes porque llevaremos sintetizadores. Creo que los conciertos van a ser mucho más redondos que los que hemos dado hasta ahora. Espero que nos veamos ahí».

JORDI MEYA