Posiblemente, la llegada de un nuevo disco de Deftones sea de las pocas cosas buenas que recordemos de este funesto 2020. En Ohms, la banda vuelve a sacarle el máximo partido a su característico sonido de la mano de su mentor Terry Date.
s 31 de agosto, y Portland, la ciudad en la que reside actualmente Chino Moreno, lleva varias semanas con disturbios en sus calles. Apenas unos días después de nuestra entrevista, un manifestante resultará herido mortalmente por un disparo en los enfrentamientos entre los seguidores pro-Trump y quienes denuncian la brutalidad policial. Las protestas que se iniciaron a raíz del asesinato de George Floyd a manos de la policía el 25 de mayo en Minneapolis se han ido extendiendo a otras ciudades del noroeste de Estados Unidos hasta el punto que los medios y agoreros afines al Partido Republicano hablan ya de una posible guerra civil después de las elecciones presidenciales de noviembre. Pandemia aparte, el panorama es desolador.
Y no es que Ohms (Reprise/Warner), el nuevo disco de Deftones que por fin mañana verá la luz, vaya a salvarnos la vida, pero en una época tan inestable como la que estamos viviendo se agradece poder agarrarse a algo tan fiable como esta banda surgida hace 32 años en Sacramento, Caifornia. Y es que por encima de todo, la banda que completan Stephen Carpenter (guitarra), Abe Cunningham (batería), Frank Delgado (teclados) y Sergio Vega (bajo) se han convertido en el valor más seguro de la generación surgida del nu-metal.
Entre sus nueve discos no hay ni uno malo; es más, la mayoría tienen un nivel superior a la media. Si bien White Pony, del cual próximamente veremos una reedición deluxe acompañada de un disco de remixes, posiblemente quedará como su gran obra para la posteridad, en todos sus trabajos nos ofrecen algo que sólo ellos son capaces de hacer. En Ohms volvemos a encontrar ese choque frontal entre las guitarras de Carpenter y las melodías oníricas de Moreno, captado magistralmente por el maestro Terry Date (Soundgarden, Pantera), quien vuelve a firmar la producción 17 años después de haberlo hecho en el homónimo de 2003, si bien en 2008 trabajaron juntos en Eros, el álbum que quedó aparcado tras el accidente que dejó en coma al bajista Chi Cheng.
Con apenas 19 minutos por delante, cronometrados al otro lado del teléfono por un responsable de su discográfica, intentamos sacarle todo el jugo posible a la conversación, hablando desde su reencuentro con Date, la relación de la banda con las drogas, y hasta los drásticos cambios de peso del cantante.
Viendo las noticias parece que las cosas en Portland se están saliendo de madre por las protestas anti policía. ¿Cómo lo estás llevando?
CHINO MORENO «Sí, es una locura. Hay mucha polarización. Yo vivo un poco en las afueras, a unos 30 minutos de la ciudad. Pero sí, es un poco salvaje».
¿Crees que todo esto va a suponer un cambio de verdad o una vez pasen las protestas todo volverá a lo de siempre?
«Es difícil de decir. Espero que todo tenga una solución pacífica. Obviamente, aquí en Estados Unidos, estamos lidiando con muchos problemas que hay que encarar, en lugar de dejar que se pudran, pero espero que no sea a través de la violencia. Veremos qué pasa».
Me gustaría empezar hablando sobre Ohms por su título. Por un lado es un termino relacionado con la electricidad, pero a mí también me sugiere un mantra de meditación. ¿Buscabas ese doble sentido?
«La verdad es que no. Mi idea inicial era llamarlo simplemente Ohm, que es la resistencia entre dos puntos de un elemento conductor, pero pensé que podía ser demasiado confuso. Muchas de mis letras y mis títulos suelen ser bastante ambiguos, como más anónimos, y al final decidimos ponerlo en plural. Pero creo que los dos aspectos que mencionas encajan en nuestra música, así que no está mal visto (risas)«.
¿Has practicado la meditación alguna vez?
«Pues empecé hace poco. Estoy a nivel de principiante total. Sobre todo hago ejercicios de respiración para relajarme. Es útil, la verdad».
Muchos artistas dicen que les ayuda creativamente.
«Sí. Bueno, he empezado hace un mes, cuando el disco ya estaba terminado, así que todavía no he podido comprobar los efectos porque no he estado haciendo música. Pero crear es siempre algo extraño. A veces me pongo a trabajar en el estudio que tengo en casa en una canción nueva y no hay manera que mi mente penetre en la música, y otras conecto en seguida y me resulta super fácil. No es algo que puedes encender y apagar como un interruptor».
«Creo que somos una mejor banda cuando
todo el mundo está conectado»
CHINO MORENO
Ohms llega cuatro año después de Gore, y aunque desde fuera pueda parecer bastante, supongo que es un tiempo razonable entre que sales de gira y retomas tu vida hasta que te sientes de nuevo inspirado. A nivel personal, ¿cuál dirías que ha sido el cambio más significativo de entonces a ahora?
«Cuando hicimos Gore estaba viviendo en una ciudad pequeña en la montaña, y ahora estoy más cerca de la ciudad, así que el entorno es distinto. Me siento un poco más yo mismo. Estar aislado está bien, te permite relajarte después de estar en la carretera, pero mucho de una misma cosa acaba rompiendo el equilibrio. Volver a la ciudad me permitió volver a socializar y me ayudó mucho mentalmente. Pero la verdad es que cuando terminamos Gore, en seguida hablamos de trabajar en nueva música. Yo me sentía listo. Hacer Gore fue divertido, pero al mismo tiempo difícil. Y sabía que de cara al siguiente quería cambiar el enfoque. Sabíamos las trampas en las que no queríamos volver a caer».
Diría que una de las cosas es que os diferencia de otras bandas de metal o de rock es que la atmósfera o el sentimiento de la música está incluso por encima de la canción en sí. ¿Sueles trabajar más en base a esos conceptos que no en otros puramente musicales?
«Estoy muy de acuerdo contigo. Creo que es de los aspectos más importantes de nuestra música. Pero la manera en la que trabajamos es que la música siempre sale primero, así que realmente yo no marco la dirección. Las voces siempre vienen luego. La canción a nivel instrumental es la que me provoca una emoción, y lo que intento es sumergirme en ella, y expresar cómo la música me hace sentir. Es una reacción a lo que estoy escuchando. Mi trabajo es más bien pintar la música con palabras. Así que yo no marco el sentimiento, sino que reacciono a él. Creo que eso hace que todo sea más colectivo, cada uno responde a lo que hacen los otros. Es algo muy orgánico, raramente hablamos antes sobre el tipo de canción que vamos a hacer».
En este disco en particular creo que cada miembro ha conseguido su propio espacio. Por ejemplo, los teclados de Frank están más presentes y por lo que he leído, Stephen usó por primera vez una guitarra de nueve cuerdas. ¿Crees que todo esto es lo que hace que Ohms tenga su propio carácter?
«Bueno, no puedo decirte si lo de las nueve cuerdas ha tenido algo que ver. Cuando Stephen toca la guitarra, sinceramente no noto la diferencia en el número de cuerdas (risas). Creo que al final siempre las toca como si tuvieran seis cuerdas. Pero lo que decías del espacio de cada uno, es algo que intentamos en cada disco. Es la manera en la que todo el mundo se sienta motivado con lo que está haciendo, que se sienta partícipe. Creo que somos una mejor banda cuando todo el mundo está conectado».
Aunque hay algunas canciones muy agresivas, creo que todo el álbum desprende calidez. ¿Crees que es algo que Terry Date sabe sacaros mejor que nadie?
«Puede ser. Creo que esa dinámica entre la agresividad y la calidez es lo que nos motiva y lo que nos define. Personalmente nunca me he sentido atado a una sola emoción o a un solo sonido. No creo que nunca hayamos sido un grupo que se haya apoyado sólo en la rabia. Para mí lo que lo hace interesante es el equilibrio entre todos los elementos».
Cuando decidisteis volver con Terry ¿era con la intención de recapturar algo de la magia del pasado, o más bien de ver qué podía salir con lo que habías aprendido por separado en todos estos años para hacer algo totalmente nuevo?
«No creo que intentáramos recapturar nada. Trabajar con él nos resulta muy cómodo. Lo digo como algo positivo, no en el sentido de que nos acomodemos y no nos apriete, pero creo que crea el ambiente para que demos lo mejor de nosotros. Conmigo, a la hora de escribir las melodías y las letras, es muy paciente, y me da mi tiempo. Me deja probar muchas cosas distintas, así que al final siento que he podido escoger la mejor de las opciones posibles. La relación que hemos desarrollado a lo largo de los años ayuda mucho a sentirnos libres para explorar. No creo que este disco sea muy distinto a los otros, pero en ningún caso intentamos repetir algo que ya hayamos antes. En todo caso, lo que buscamos es que sea fresco».
«Las drogas han estado ahí, pero creo que
nunca nos han marcado el camino»
CHINO MORENO
El otro día por casualidad, me salió un vídeo en un YouTube de uno estos vocal coaches en los que hacía un tutorial sobre cómo cantar como Chino Moreno. Y me llamó mucho la atención porque ponía mucho énfasis en la técnica, en cómo respirar y cosas así, pero sinceramente a mí suenas como un cantante muy expresivo y poco técnico.
«Así es. No tengo ninguna fórmula o técnica. No sabría cómo enseñarme a cantar como lo hago (risas). Mi voz suena a mí porque es mi voz (risas). Nunca he tomado lecciones de canto. No es que lo vea mal, pero nunca me he sentido cómodo con alguien enseñándome qué tengo que hacer. Tengo miedo de que me anularía mi instinto o cambiara mi estilo. Posiblemente no sea cierto y podría ayudarme, pero nunca he tenido interés en hacerlo. Y al fin y al cabo he llegado hasta aquí después de todos estos años».
Siempre me ha parecido que en la música Deftones había un nexo de unión con las drogas. Alguna vez lo habéis hecho explícito en las letras, o en un título como White Pony, pero me gustaría saber cuál ha sido la relación del grupo con las drogas. ¿Habéis experimentado con ellas para crear aún sabiendo el riesgo que supone?
«¿Me estás hablando de drogas? (Risas) Creo que muchos músicos, si son sinceros, habrán experimentado con ellas. No creo que en nuestro caso hayamos acudido a las drogas para eso, pero todos hemos pasado por fases en las que las hemos consumido tanto colectiva como individualmente, y hemos seguido nuestro propio camino. Personalmente me alegro de que ya no formen parte de mi vida, me siento aliviado, porque lo peor es que hubo un punto, a mitad de nuestra carrera, quizá después de White Pony, en el que tenía esta imagen equivocada de que tenía que estar un poco loco para poder crear. Pero es una narrativa falsa. Durante años tenía miedo de no poder crear si estaba sobrio y completamente presente, pero creo que cuando consigues romper esa idea, te das cuenta de que aún puedes ser más creativo y ser más lúcido en todo lo que haces. Creo que cuando haces algo drogado te parece buenísimo en ese momento, pero al día siguiente lo escuchas y piensas ‘¡Pero qué es esta mierda!’ (Risas). Supongo que puedes hacer algo brillante estando drogado, pero ¿quién te dice que no lo hubieras hecho igual sin drogas? Así que las drogas han estado ahí, pero creo que nunca nos han marcado el camino».
No sé si estará relacionado con esto, y espero que no te ofenda la pregunta, pero a lo largo de los años me han llamado mucho la atención tus oscilaciones de peso, parece que ganes y pierdas kilos con mucha facilidad. ¿Tiene que ver con algún tratamiento o dieta o simplemente es tu metabolismo?
«No sé qué decirte. Creo que soy un ser humano como cualquier otro. Puede que lo que más me afecta es la cerveza. ¡Me encanta la cerveza! ¡Y hago cerveza! Y eso son muchas calorías. Si no haces ejercicio, y más cuando te haces mayor, eso se nota. Creo que mucha gente no recuerda que cuando empecé el grupo tenía 17, 18 años y pesaba 55 kilos, era muy flaco, pero me hecho mayor. La verdad es que no es algo que me preocupe, no soy un obseso de la salud. Pero ahora mismo, mientras hago la entrevista, estoy dando vueltas a una pista del campo de fútbol, así que intento mantenerme activo y estar sano. Pero unos años son mejores y otros son peores (risas)«.
JORDI MEYA