En apenas un año Derby Motoreta’s Burrito Kachimba pasaron de ser un secreto a voces a convertirse en la gran sensación del rock nacional. Tras un 2020 en el que se han dedicado a preparar a conciencia su nuevo disco, los hispalenses están listo para llevar su kinkidelia al siguiente nivel.

«Veo el planning que tenemos esta semana y parecen las vacaciones del Imserso: por la mañana a la radio, por la tarde prensa, al día siguiente tele, al otro al museo…» me comenta entre risas Gringo mientras se cepilla los dientes. Al hacer una ‘parada técnica’ en los baños de las oficinas de Universal, hemos coincidido minutos antes de comenzar la entrevista junto a sus compañeros Dandy Piranha (voz), Bacca (guitarra), Papi Pachuli (batería) y Soni (bajo). Es un lunes por la tarde de mediados de abril y, por lo que me cuenta, les queda por delante una larga semana de promoción.

No es para menos que Derby Motoreta’s Burrito Kachimba hayan desembarcado al completo en la capital teniendo en cuenta que su segundo álbum, Hilo Negro, es uno de los más esperados de este año a nivel nacional. Que en estos tiempos en los que los periodistas nos hemos malacostumbrado a tener que llevar a cabo las entrevistas mediante Zoom, el hecho de que tanto el grupo como su discográfica hayan optado por llevar toda la campaña promocional de forma presencial en Madrid da una idea de la importante apuesta que están realizando.

Su debut homónimo aparecido en febrero de 2019 rápidamente trascendió más allá de los círculos rockeros para convertirse en uno de los nombres emergentes que más ha despuntado en los últimos meses en nuestro país. Si bien su fórmula de rock andaluz y nueva psicodelia no es realmente novedosa, al menos ellos han sabido presentarla de manera fresca y con mucho descaro. Detalles que han acabado conectando con el público, situándoles en muy poco tiempo como una de las bandas más mediáticas del panorama patrio.

Pero lejos de ser el enésimo ‘sabor del mes’, Hilo Negro viene a certificar que han pasado la reválida con nota, afianzando ese estilo que ellos mismos han bautizado como kinkidelia. Durante nuestro encuentro se les nota confiados, conscientes de que después de llevar media vida militando en otros proyectos que nunca terminaban de despuntar, están ante una oportunidad única que deben aprovechar. Escuchando sus respuestas, queda claro que ni una pandemia mundial les va a frenar en ello.

No sé como habréis pasado 2020, pero sin duda 2019 fue vuestro año. ¿Cómo vivisteis a nivel interno lo que fue la explosión de la banda desde la salida del primer álbum hasta que os visteis forzados a parar la maquinaría?
GRINGO «Ya no hablo a nivel de banda, sino personal; creo que 2019 fue el mejor año de mi vida (risas). Fue muy guay porque ya notábamos que había cierta expectativa por el disco. Antes de que saliera ya había gente esperándolo. Salió, y no solo gustó a quienes lo estaban aguardando, sino a mucha más peña. Eso nos permitió crecer un montón y a finales de año, cuando pensábamos que la guinda al pastel era hacer una canción con Kiko Veneno en Galicia, de repente nos dieron el Premio Ruido al mejor disco un mes después. Terminamos aquí en Madrid tocando en la sala But, llenando el último bolo de la gira, que fue una auténtica locura».
PAPI PACHULI «Además ya no sólo eso, sino que muchas de las ciudades a dónde íbamos eran sold out. Y eso está de puta madre».

Puede que desde fuera se tuviese la visión de que habíais aparecido de la nada, cuando la realidad es que todos ya llevabais mucho tiempo tocando antes de formar Derby Motoreta’s Burrito Kachimba.
SONI «De hecho el germen de formar el grupo surgió en un camerino en el que todos, salvo Dandy que aún estaba en Escocia, hablando de gustos en común decidimos quedar un día en el local para ensayar. Cada uno teníamos proyectos en marcha y de tocar todos juntos en el mismo festival, nació la banda».
BACCA «Y de la tontería mira dónde estamos (risas)«.
PAPI PACHULI «Al principio no conseguíamos ensayar mucho y muy pocas veces todos juntos. Pero un día conseguimos quedar, hicimos un par de canciones y a partir de ahí ya fue todo rodado».
GRINGO «Ensayábamos los miércoles cuando podíamos. Pero en cuanto nos quisimos dar cuenta ya estábamos dejando el resto de bandas. Fue casi obligado porque fue todo muy rápido. En menos de un año tuvimos que centrarnos únicamente en esto. Yo estaba en otros tres grupos y los tuve que abandonar. Y los demás igual».
DANDY PIRANHA «Creo que se han dado una serie de circunstancias que han hecho que esto funcionara, siendo la más importante la sorpresividad que tiene el proyecto, que es original hasta donde se puede llegar. Pero ha pillado en un momento de mucha ebullición artística y el público se ha agarrado a ello como un clavo ardiendo».

Es verdad que habéis conseguido colaros dentro del mainstream gracias a una propuesta un tanto diferente a lo que se estila entre el gran público, pero lo cierto es que desde hace unos años ya había una escena de rock andaluz a nivel underground muy potente. Sin embargo, ninguno de esos grupos ha sido capaz de trascender ese circuito como lo habéis hecho vosotros. ¿Cuáles creéis que son las claves de vuestro éxito?
BACCA «La primera de todas es que miramos hacia adelante, no hacia atrás. Miramos al pasado con todo el cariño que le tenemos a nuestra historia y aprendizaje, pero al final lo que queremos es seguir creando y tratar a la música con la libertad que se merece. No limitarnos a hacer un ejercicio de estilo. De ahí que no es que reneguemos a esa asociación con el rock andaluz como Triana, lo cual es un honor, pero nosotros lo que buscamos es el no encasillarnos en nada. De ahí nace el concepto de la kinkidelia, nuestra propia etiqueta. Al final todo se resume en tener libertad creativa. Creo que es algo que la gente capta desde el principio e incluso se contagia y gusta. Vamos con las miras abiertas hacia el horizonte».
GRINGO «Lo hemos hablado hace un momento en otra entrevista. Lo que nosotros estamos haciendo es lo mismo que hacían The Beatles, The Doors o Pink Floyd: ellos componían la música de su momento con todo el background musical que tenían sus miembros. No estaban tributando a otra época. Y para nosotros ese fue un leitmotiv desde el comienzo: hacer la música de nuestro momento, desde las bases que tenemos todos, pero que suene actual, no a algo del pasado».

¿Habéis notado envidia por parte de algunos sectores por haberlo petado tan rápido?
DANDY PIRANHA «Creo que eso es inherente al éxito. No se tiene un millón de seguidores sin tener dos millones de tractores. Nosotros no lo hemos sufrido. Habrá gente a la que le mole y otra a la que no, pero nos da un poco igual. Hacemos nuestro trabajo y ya está, no nos metemos con nadie».
BACCA «Además somos los primeros que llevamos años tocando en grupos, enlazando proyectos, curros, jugando a hacer encaje de bolillos cada dos por tres… Esto no es algo que te venga caído del cielo tampoco. Te encuentras con la situación cuando menos te lo esperas, pero no somos una banda de chavales de 19 años que de repente montan un grupo y triunfan a la primera».
PAPI PACHULI «Los compañeros que tenemos en Sevilla se alegran por nosotros porque saben que llevamos mucho tiempo en esto. Nuestro éxito no ha sido regalado».
DANDY PIRANHA «Pienso que la gente nos ve como lo que somos: unos tíos de clase obrera que se han juntado en un local a ensayar y han empezado a funcionar. Eso es algo que me gusta del rock en concreto como estilo, dentro de lo general que es hoy en día: la idea de que está volviendo a sus orígenes. Juntar a cuatro o cinco coleguillas en el garaje de sus padres o un local cochambroso y de repente convertirse en Nirvana. Veo que se están perdiendo esos aires de súper estrella del rock separado de la gente. Me gusta verlo así».

«Cuando empezó el confinamiento, estábamos con el agua un poco al cuello y la sensación de que no íbamos a conseguir lo que queríamos» SONI

Hilo Negro se va a publicar casi empalmando lo que hubiera sido el final de gira de vuestro debut. ¿Entraba en los planes o la pandemia os ha hecho centraros más en componer y grabar los nuevos temas?
GRINGO «Estaba todo planificado para que saliese en 2020. Teníamos dos fechas reservadas en el estudio para la grabación. Una de ellas fue entre enero y febrero donde grabamos ‘El Valle’, ‘Gitana’ y un par más. La otra era en abril, que ya nos pilló en pleno confinamiento. A partir de ahí lo que ocurrió es que nos replanteamos toda la historia porque no podíamos ni tocar ni grabar. Así que lo que hicimos fue revisar todas las canciones que teníamos preparadas, rearreglar cosas, recomponer, escribir otras nuevas y hacer un álbum aún mejor gracias al parón del que disponíamos».

¿Cambiaron mucho las canciones?
SONI «Sí. Cuando empezó el confinamiento, estábamos con el agua un poco al cuello y la sensación de que no íbamos a conseguir lo que queríamos. Al cancelarse todo, fue unánime la sensación de que gracias a eso teníamos que aprovechar para a hacer un disco mejor. Nosotros queríamos hacer realmente lo que ha acabado siendo Hilo Negro, y no lo que estábamos obligados un poco por los plazos a hacer, porque también teníamos muchos conciertos en medio. Somos una banda que nos exigimos mucho tanto para tocar como para grabar. Íbamos muy justos para llegar al nivel que queríamos. Pero con la pandemia tuvimos el tiempo para sacar canciones nuevas, grabar y maquetar… Si algo positivo podemos sacar de esto son todas esas cajas de ahí de las que no tenemos nada malo que decir de lo que hay dentro (señala una pila de cajas llenas de discos que han estado firmando esa misma mañana para el pre-order – ndr.)«.
PAPI PACHULI «A parte de lo que dice Soni, somos tan rayados que ya teníamos una fecha límite para dejar cerrados los temas y no cambiarlos a partir de ahí. Hasta el último momento estábamos cambiando estrofas, recortando partes… Nos puede el querer rizar el rizo y perfeccionarlo al máximo».

Me ha sorprendido lo directo que suena el álbum. No es que el primero fuese algo excesivamente complicado de asimilar, pero éste creo que entra todavía mejor.
GRINGO «Este álbum es la kinkidelia a tope. Un leñazo detrás de otro. Es mucho más profundo que el primero, con más texturas y dónde todo está mucho más exprimido».

Quizás en el debut era más una cuestión de grabar las primeras canciones que teníais. Aunque funcionó muy bien, sí que daba la impresión de que era un poco como la primera toma de contacto. En cambio, Hilo Negro es mucho más consistente.
GRINGO «Lo que ocurre es que el primero se grabó en tres estudios diferentes, con tres técnicos distintos, en tres momentos diferentes de tiempo… Al final se hizo un proceso de mezcla y producción para ponerlo todo en común, pero se nota que está hecho de esa manera. En cambio, con Hilo Negro tuvimos tiempo para pensarlo de verdad como un álbum. Nuestra idea inicial con el debut era sacar un single con video cada tres meses. Fue entonces cuando nos contactó El Segell del Primavera y nos propuso grabar el disco. Así que al final no deja de ser una recopilación de los singles que habíamos publicado durante 2018. Y esta vez lo hemos hecho de otra manera. Las mezclas han sido más largas con el fin de empacarlo todo como merecía».
BACCA «Nos ha dado a pie a madurarlo más. Con el primero fue todo muy atropellado. Sacamos un single, nos contactan del Primavera Sound, ponemos ideas en común de cómo queremos editar y publicarlo todo, de repente empezamos a tener conciertos, necesitamos más material… Fue tan deprisa y corriendo que el concepto que teníamos nosotros no se pudo terminar de macerar. Al final conseguimos un gran resultado, pero Hilo Negro es justo lo contrario. Así que, ¡gracias pandemia, sin ti no hubiera sido posible! (risas)«.
GRINGO «Hasta nos hemos permitido el lujo de tener un descarte. Se grabó una canción más que al final no ha entrado pero esto mismo de pensarlo todo un poco más. De repente el disco estaba mejor sin ese tema».

La que sí está es la segunda parte de ‘Somnium Igni’. Si la primera actuaba como una especie de paréntesis en el primer disco, aquí la habéis desarrollado muchísimo más.
BACCA «Esa fue un auténtico parto».
GRINGO «Fue una batalla muy larga, sí».
DANDY PIRANHA «Son ideas que surgieron a partir del momento en el que le pusimos nombre a la primera parte, que la metimos muy a última hora en el primer disco. Desde ese instante ya teníamos la intención de hacer la continuación, empezamos a darle vueltas… Creo que ha sido la que más nos ha costado al ser un desarrollo tan largo, con tantos caminos posibles y expresando tanto».
GRINGO «Con el tercero no sabemos qué pasará, pero esta canción hace que de alguna manera los dos discos estén conectados sónicamente. Están hechas desde un plano muy parecido, comparte ese eslabón. La unión de esas dos partes hace un recorrido por todo el background cultural del grupo y de lo que éste es capaz de hacer. La primera empieza con el sonido de un disco de pizarra y la segunda acaba en 2042 en plan rave futurista (risas)«.

«Este álbum es la kinkidelia a tope. Un leñazo detrás de otro» GRINGO

A pesar de que se habla mucho de rock andaluz para definir vuestra propuesta, lo cierto es que no hay muchos elementos de flamenco como pudiera ser una guitarra flamenca o palmas. Esa parte viene más por la forma de cantar de Dandy y especialmente en las letras donde se recoge toda esa imaginería del sur. ¿En qué te inspiras a la hora de escribir?
DANDY PIRANHA «Lo del rock andaluz es algo a lo que por comodidad muchas veces se nos acerca a nivel de etiquetas, pero no consideramos que hagamos eso. Nosotros tenemos otra propuesta que ahora mismo se llama kinkidelia. En cuanto a las letras, lo único que hago es ponerle palabras a la música que extraigo del universo que creamos entre todos. Aunque creamos las canciones en el local y luego yo por mi parte termine las letras en casa, es algo que sirve para ponerle palabras a todas esas cosas que se están diciendo con los elementos que hay en el grupo».

De hecho hay canciones como ‘Porselana Teeth’ donde se mezcla lo cotidiano del barrio con la cultura andaluza y el misticismo religioso incluso. Tiene un tono más narrativo.
DANDY PIRANHA «‘Porselana Teeth’ es la más figurativa y menos abstracta de todas las letras de Hilo Negro. Habla de algo que te puedes imaginar como son unos kinkis que se han peleado y matado, ha habido un problema… Eso no viene porque sean malas personas, sino porque han vivido en un ambiente muy chungo viéndose abocados a la delincuencia, que es lo que denunciaba el cine kinki de los 80. Hoy en día es una situación que se está romantizando, cuando eran películas que tenían un mensaje de denuncia social».

Hablando de cine, precisamente uno de vuestros planes de futuro inmediato es la banda sonora de la nueva película de Daniel Monzón, Las Leyes De La Frontera. Una cinta que recoge el espíritu de ese cine español de serie b en cual encajáis como anillo al dedo. ¿Qué me podéis contar de esto?
GRINGO «Nos llamaron para que grabáramos una canción para la película. A las dos semanas nos volvieron a contactar para comentarnos que habían pensado que mejor hiciésemos la banda sonora entera. A raíz de ahí nos pasaron el guión y una serie de escenas que tenían pensadas para que ambientáramos con nuestra música. No es exactamente como si fuese un disco nuevo porque en los dos que hemos hecho damos rienda suelta a toda nuestra imaginación. En cambio esto no deja de ser un encargo y va en una dirección más concreta. Son piezas que algunas tienen letras y en otras no hay ni voz».
DANDY PIRANHA «Pero cuando tú estés viendo la película vas a saber que están sonando los Motoreta».
BACCA «Además hemos tenido la suerte de que se nos ha permitido tener total libertad creativa a la hora de componer. Es verdad que tenemos que cumplir con una narrativa y acompañar lo que se esté contando con las imágenes, pero nuestra primera intención era que se entendiese que somos nosotros quienes estamos tocando ahí detrás. No es una banda sonora de violines, vaya».
DANDY PIRANHA «Eso es. Hemos recibido directrices pero nunca de manera imperativa. Además, Daniel nos insistió mucho en eso, que la música sonara a nosotros, que no se perdiera nuestra idiosincrasia. Y eso se respira en la cinta».
GRINGO «Está guay porque es una perspectiva nueva a la que no estamos acostumbrados».

Para acabar me gustaría comentar con vosotros un asunto que me lleva llamando la atención de un tiempo a esta parte, y es que tengo la impresión de que la gente está empezando a reivindicar la cultura de aquí como algo verdaderamente válido. Es algo que antes no pasaba tanto, quizás por ese complejo que siempre hemos tenido aquí en España de que no estamos a la altura de lo que viene de fuera. Parece que ahora eso está cambiando.
GRINGO «Yo también lo veo así. Durante mucho tiempo en España se ha hecho música que venía heredada de lo anglosajón y lo único que cambiaba era que se cantaba en castellano. Pero en cuanto a lo musical, todo estaba basado en el blues. Y de repente aparece gente como Moura o nosotros que empiezan a componer, no desde el blues, sino desde el folklore de tu propia región que lo incorporas igual que lo haces con los Beatles o Led Zeppelin. Creo que es un binomio entre esto y lo que comentabas».

GONZALO PUEBLA