Con la pesadumbre y ambientación auténticamente mortecina de su segundo álbum, Devotion han dado un paso al frente muy importante, arrastrando su death metal a un nivel de decadencia psicológicamente poco recomendable. Que The Harrowing es como para chuparse los dedos, vamos…
El nuevo trabajo de Devotion supondrá un subidón para cualquier degustador de paladar fino, para cualquier investigador de sonidos extremos y arcaicos. Necrophiliac Cults, su primera obra de 2016, se ha visto ampliamente superada por un segundo álbum mucho más rebuscado, pérfido y enérgico, a la par que trabajado y pensado.
Editado por Memento Mori, The Harrowing está repleto de interludios, teclados enigmáticos y riffs, muchos riffs de musculado death metal que poco a poco van llevándote hacia el terreno desolado donde estos valencianos más cómodos se sienten.
Como hay algunos que hallamos satisfacción en la asfixia, entramos en contacto con la banda para que nos ponga al día sobre su actualidad y nos explique cómo han logrado crear un disco tan redondo.
Antes de entrar en materia, me gustaría que me aclarases un poco quién forma parte actualmente de Devotion. Sé que Julkarn ya no está, aunque aparece en las fotos nuevas y ha grabado este álbum… Ando algo perdido respecto a vuestro line-up, donde soléis tener un poco de baile, y últimamente la Encyclopedia Metallum no es tan fiable como solía.
VICENT RIERA “Pues respecto a Julkarn, ya está confirmado. Nos comunicó justo unos días después de la sesión de fotos que su intención era abandonar la banda, y así lo hizo. Unos meses atrás se había incorporado Jesús Francés, ex de Whoredom y Pestkraft, a la segunda guitarra e incluso llegó a grabar las rítmicas de un tema del disco. Al poco tiempo del abandono de Julkarn contactamos con Nosfer de Profundis Tenebrarum y Orthodoxy, el cual ya había estado en la primera formación y estuvo más que dispuesto a volver a Devotion. Así pues, ahora somos un quinteto formado por David, Txito, Vicent, Yisus y Nosfer. Desde el primer día ya hemos estado trabajando en preparar un directo para cuando surja y se pueda y hemos comenzado a sacar riffs para un trabajo venidero, ya que la actividad en vivo ha fallecido temporalmente”.
«Al principio nos chocaba el sonido tan pútrido, pero pronto nos acostumbramos a esa profundidad tonal y ahora nos revolcamos en ella” VICENT RIERA
The Harrowing es un decrépito altar de death metal noventero sin aditivos ni conservantes. Lo que siempre habéis buscado como banda, vamos.
“Lo cierto es que en el primer álbum se nos quedaron algunos flecos pendientes que queríamos abarcar. Lo más importante ha sido trabajar bastantes riffs huérfanos hasta darles vida, por supuesto bebiendo de tantas fuentes como cada uno veneramos. Mayoritariamente el trabajo es bastante particular, y sólo los más amantes del death metal de siempre podrán ir rascando este pequeño detalle de aquí y de allá, pero puedo asegurar que, en esencia, no escuchamos a nadie a la hora de crear, sólo que si algo de lo que hacemos nos recuerda a alguna banda memorable, no huimos del referente. En el apartado de sonido sí que hemos cambiado para mejorar la densidad de la música al bajar un tono más la afinación. Al principio nos chocaba el sonido tan pútrido, pero pronto nos acostumbramos a esa profundidad tonal y ahora nos revolcamos en ella”.
Sé que no os gusta demasiado rendir pleitesía a una escuela concreta, pero cuando aparecen, esos teclados mórbidos que refuerzan vuestra ambientación putrefacta me remiten directamente a Finlandia. Más allá de Asphyx, Grave, Bolt Thrower o Benediction, imagino que también os chiflan grupos como Funebre, Demigod o Abhorrence.
“Te sorprenderías si te digo que los teclados son algo que no hemos buscado a partir de ésta o aquella escuela, o de ésta o aquella banda. Fue algo que desde el principio hemos tenido la intención de hacer para crear una atmósfera más bellamente opresiva a la par que dejar una huella auditiva memorable en cada tema. No digo que no conozcamos a esas bandas y esos estilos dentro del death metal, pero de verdad que apenas escuchamos ese tipo de bandas, al menos en el presente, siendo todas las que has nombrado grandes iconos del underground al cual pertenecemos”.
Por desgracia, Igor Mesmer falleció al poco de publicarse Necrophiliac Cults, vuestro primer álbum. ¿Quién os ha ayudado esta vez en esa parcela, en los teclados?
“A Igor me lo presentó Julkarn en un festival que tocamos en València hace ya unos años y una vez estuvo el primer disco grabado le ofrecí hacer intros y teclados para el trabajo. Tras algo más de un mes de colaboración vía chat y mensajería, finalmente conseguimos unas partes deliciosamente bellas y oscuras. Le estaremos eternamente agradecidos por su trabajo, su buen hacer, su gusto y una amistad que fue creciendo al tiempo que se iba consolidando el toque final a Necrophiliac Cults. Para The Harrowing fui apuntando en una libreta todas las partes que quería que fuesen acompañadas de teclados u orquestación y una vez en el estudio, junto a Javi Félez fuimos creando el tejido de sonidos necesarios para darle esa consistencia, esa pátina siniestra y memorable que buscábamos. No fue nada difícil porque Javi y yo conectamos rápido en esas ideas. Las cinco piezas que aparecen como intro e interludios las fuimos creando yo y Loren C., ex de Offense y Freakhate, en mañanas de algunos fines de semana después de opíparos almuerzos y en un estado etílico considerable”.
The Harrowing es death pesado atemporal, pero en ‘Feast Of Esdras’ o ‘The Mournful Beam’ intuyo una mayor pulsión hacia los Morbid Angel más robustos y machacones de su etapa no tan clásica. Imagino que es muy posible, ¿no?
“Desde luego hay trazas de los Morbid Angel del periodo Gateways más o menos, no intencionados, pero reescuchando esos discos uno puede crear asociaciones sonoras bastante fácilmente, aunque creo que hay matices que los hacen particulares a cada uno de los temas”.
Esta última canción que citaba hasta tiene una parte muy Celtic Frost, de inclinación Tom G. Warrior bastante clara. Es muy probable también ni que sea sin querer, ¿verdad?
“Hay un par de homenajes intencionados a la época de To Mega Therion en nuestro trabajo. También en ‘Valley Of Death’ tenemos un estribillo con esos trombones súper graves que arropan tan bien unos riffs grandilocuentes”.
‘Demon Sleep’ es quizá la pieza más especial del disco. Devotion descendéis hasta el inframundo y sinceramente, creo que os ha quedado un tema para enmarcar.
“Ciertamente es una canción diferente dentro del trabajo. La intención original fue construir un tema que tuviese un cierto aroma a los primeros Edge Of Sanity, y luego la cosa fue evolucionando hasta terminar por ser un cruce bastardo entre los arriba nombrados y unos Paradise Lost era Gothic. Este tema en particular no estuvo acabado hasta el día anterior a entrar al estudio a grabar las voces. Tuvo infinidad de formas y estructuras, y precisamente al simplificarlo, quedó algo que realmente nos acabó por satisfacer. De momento es el tema más atípico del álbum y eso la gente seguro que lo sabe apreciar. Por cierto, las melodías y solos de guitarra son cortesía del master Javi Félez”.
«Te deja una sensación de abandono ante un mundo de miseria y podredumbre” VICENT RIERA
Y tras ella llega ‘Virtue Besmirched’, que es rebuscada, malvada, y en ciertos momentos baja de tempos brutalmente. ¿Es adrede, queríais que cada vez nos fuera sepultando más lodo a lo largo del trabajo?
“Este tema es realmente pesado, envolvente y machacón, como tú dices, hasta que de repente asoman unas disonancias, más propias del black depresivo, a las cuales se nos ocurrió acompañar con un gran piano ominoso en los golpes de timbal. El resultado es bastante teatral y tiene un aura maléfica y de fin de los tiempos. Es una de las partes del disco que más impresiona al escucharla y de las cuales nos sentimos más identificados. Te deja una sensación de abandono ante un mundo de miseria y podredumbre”.
Llegados a este punto, ¿en qué crees que el nuevo álbum mejora respecto al anterior o qué consideras que os faltó por potenciar en el debut?
“Al anterior le faltaron pistas de guitarra, se grabó en periodos bastante distanciados en el tiempo, algunas de las partes en tiempo récord, y además, la afinación no fue tan grave como en este último trabajo. Apenas tuvimos opción de elegir sonido por premuras de estudio, y aun así consideramos que fue un muy buen álbum debut. Este The Harrowing nos ha concedido mayor tiempo de grabación, mayor presupuesto y más opciones a la hora de decidir si queríamos esto o aquello dentro del sonido final. Ha sido también clave grabar las baterías en los estudios Elefante de València con una excelente producción, ya que a partir de ahí no hemos dejado que la calidad del resto estuviera descompensada. Ha sido un gran reto, la verdad, y creo que hemos salido reforzados en nuestro acercamiento al death metal que queremos. No obstante, puede que el sonido en un futuro aún tome caminos más extremos y espeluznantes”.
Memento Mori es uno de nuestros bastiones del death antiguo y más underground. ¿Fue sencillo decantarse por este sello?
“En este apartado lo tuvimos fácil, puesto que fue Raúl quien nos contactó y nos ofreció el contrato con unas condiciones que nos parecieron óptimas. Yo recibía de hace años su catálogo, y la verdad que ni siquiera tenía idea de que se dedicaba también a editar trabajos de bandas del estilo. Por ello, sólo tenemos palabras de agradecimiento por el gran trabajo de distribución y promoción que está consiguiendo. Jamás habíamos tenido el foco mediático tan cerca como nos está ocurriendo ahora mismo”.
Ya para terminar, hemos hablado mucho de death vetusto, pero también me gustaría centrarme en la actualidad. ¿Qué bandas recientes del estilo, también de death doom y otros derivados, os han volado la cabeza últimamente?
“Esta pregunta es la complicada de cada entrevista (risas). Al ser cuatro miembros los que componíamos la banda en el momento de la creación, puedo darte sólo algunos apuntes mentales que creo que serán más o menos acertados. Yo particularmente escucho poco death metal, pero las bandas que más he escuchado en los últimos tiempos son Ulcerate, Chthe’ilist, Cosmovore, Abjvration y Blood Incantation, pero mayoritariamente escucho mucho dark ambient y autores más clásicos como Graham Plowman y Zbigniew Preisner. A David, el batería, le gusta bastante la psicodelia, aunque creo que escucha todo tipo de cosas, desde goth rock a heavy metal clásico. Julkarn escucha mucho heavy clásico, death y bastante metal épico. Txito se decanta más por bandas más brutales del estilo Deeds Of Flesh, Aborted, e incluso Fleshgod Apocalypse. Y si no me equivoco, Jesús, el más jovenzuelo, es bastante más de escuchar black metal al estilo Gaerea y similares”.
PAU NAVARRA